La Trayectoria Artística de Diego Velázquez: Obras y Periodos Clave
La carrera de Diego Velázquez, uno de los pintores más influyentes del Barroco español, se puede dividir en distintas etapas que marcan su evolución artística y personal.
Primeras Obras y Temática Religiosa
Sus primeras obras, como El aguador de Sevilla y Dos jóvenes comiendo, muestran su maestría inicial. Esta etapa está centrada en obras de temática religiosa, incluyendo Cristo en casa de Marta, La cena de Emaús, La Inmaculada Concepción y San Juan en Patmos.
Descubrimiento de la Corte (1623-1629)
Con el apoyo del Conde-Duque de Olivares, Velázquez consigue ser admitido en la Corte. Gracias a su primer retrato del rey Felipe IV, ya no saldría jamás de ella, convirtiéndose en pintor de cámara del monarca. Este nombramiento le liberó de otra clientela y le permitió pintar con total libertad, además de conocer las Colecciones Reales. En sus primeros años en Madrid, intentó demostrar su capacidad inventiva con obras como La expulsión de los moriscos y Los Borrachos o El triunfo de Baco.
Primer Viaje a Italia (1629-1631)
El rey le suministró una carta de recomendación para los príncipes italianos y recursos económicos. Estuvo en Génova, Milán, Venecia y Roma, que era en realidad su verdadero objetivo. Este viaje se considera la última etapa de su formación, produciendo obras como La Fragua de Vulcano y La Túnica de José.
Etapa de Afianzamiento en la Corte (1631-1649)
Al regresar de Italia, reanudó su actividad en Palacio y realizó obras destinadas a la decoración de un nuevo Palacio, el Buen Retiro. El Salón de Reinos de este Palacio se decoró con una serie de lienzos de batallas para exaltar a la monarquía española, destacando La Rendición de Breda (también conocida como Las Lanzas). En estos años de su vida, realizó algunas de sus obras más importantes y conocidas, como Marte, Menipo y Esopo, así como El Cristo Crucificado, La Coronación de la Virgen y el Retrato Ecuestre del Conde-Duque de Olivares.
Segundo Viaje a Italia (1649-1651)
En esta ocasión, Velázquez viajó con el encargo del monarca de adquirir obras de arte para la colección real. Su interés era meditar sobre el pasado y reencontrarse con las alegorías mitológicas de la pintura veneciana. Adquirió obras de Veronés y Tintoretto. En Roma, tuvo la ocasión de realizar uno de sus retratos más impresionantes: el del Papa Inocencio X. También creó obras como el Retrato de Juan de Pareja, Vistas del Jardín de la Villa Médicis en Roma y La Venus del Espejo.
Últimos Años (1651-1660)
Al regresar de Italia, continuó con sus trabajos de decoración del nuevo Alcázar Real. Su prestigio le llevó a ser nombrado Aposentador Mayor de Palacio, lo que limitó su dedicación a la pintura. A pesar de ello, realizó algunas obras de tema mitológico como Mercurio y Argos, y sus célebres Las Hilanderas (también conocida como La fábula de Aracne) y Las Meninas.
Esculturas Emblemáticas de Gian Lorenzo Bernini: David y El Éxtasis de Santa Teresa
David (1623-1624)
- Autor: Gian Lorenzo Bernini
- Estilo: Barroco
- Cronología: 1623-1624
Descripción de la Obra
Se representa a David, futuro rey de Israel, en el instante en el que, girando, coge impulso para lanzar por medio de su honda la piedra que derribará al gigante Goliat, rey de los filisteos. La escultura está tallada en mármol y presenta diferentes texturas. La superficie está tratada con formas pulimentadas que brillan por efecto de la luz, y texturas rugosas con efecto de claroscuro, como el pelo trabajado a trépano. El canon es proporcionado y a la medida del hombre. La composición es dinámica, observándose diagonales y un cuerpo muy girado. También se percibe la contraposición entre la cara que mira hacia un lado y los brazos en sentido contrario, sujetando la honda. La composición es abierta; la posición de la cara y el cuerpo contribuyen a la ocupación del espacio, incitando al espectador a rodear la figura para contemplar las distintas visiones. El tratamiento de la figura es realista, con un ritmo dinámico y movido, y con una gran expresividad.
Comentario Artístico
Esta escultura se sitúa en la Roma contrarreformista. La obra muestra la nueva estética barroca, en la que los recursos artísticos van dirigidos a los sentidos para provocar el impacto emocional. Se busca el movimiento, lo dramático y expresivo en la escultura, y en la pintura, los juegos lumínicos y el color. Representa la fuerza de la batalla que la Iglesia tiene contra la Reforma protestante. Es un ejemplo de la estética barroca por su dinamismo, el movimiento en acto y la expresividad.
El Éxtasis de Santa Teresa (1645-1652)
- Autor: Gian Lorenzo Bernini
- Estilo: Barroco
- Cronología: 1645-1652
Descripción de la Obra
Este grupo escultórico, realizado en mármol blanco por Bernini para la Capilla Cornaro de Santa María de la Victoria en Roma, representa el éxtasis o transverberación de Santa Teresa, basado en sus propios escritos. Se trata de un arrebato místico: Santa Teresa sintió cómo un ángel se le aparecía en sueños y le atravesaba el pecho con una flecha de amor divino, lo que le provocó una sensación de dolor y gozo simultáneo que la dejó desfallecida y suspendida en el aire, levitando sobre sus nubes. El tema es típico del Barroco, tanto por su idea propagandística como por la visualización de las emociones religiosas. La composición es de gran teatralidad, con un amplio uso de diagonales, partiendo desde el mismo cuerpo de Santa Teresa que yace inclinado, la posición del dardo o la mirada del ángel que se dirige en diagonal al rostro de la santa. Esta escultura se realizó para la capilla funeraria de la familia Cornaro, así que su función sería decorativa y, al mismo tiempo, conmemorativa. Su significado sería la unión con Dios después de la muerte. Es un ejemplo de la estética barroca por su dinamismo, el movimiento en acto y la expresividad, reflejando la intensidad emocional de la Contrarreforma.