Estilos Artísticos Fundamentales
Arte Romano
Estilo artístico surgido en el Imperio Romano, que nace de la unión de las influencias griega y etrusca con la practicidad propia de los romanos. Por ello, nos encontramos con un estilo clásico en apariencia, pero enormemente práctico en lo que a materiales y tipologías se refiere.
Arte Griego
Estilo artístico desarrollado en la Antigua Grecia entre los siglos VII y I a. C. Fuertemente influido por la filosofía, el arte griego en todas sus variedades se basa en el ser humano y en el orden y la proporción de todas las partes, tanto de los edificios como de las esculturas.
Arte Barroco
Movimiento artístico que surge en Europa en el siglo XVII como respuesta al Manierismo. Se desarrolla en todas las artes buscando la integración de las mismas. Destaca por la grandiosidad y expresividad de sus composiciones, así como por el uso muy contrastado de la luz en todas las artes. Por último, cabe decir que tiene un marcado carácter propagandístico.
Helenismo
Es el estilo artístico que se da entre los años 336 a. C. y el 30 a. C., cuando las conquistas de Alejandro Magno conducen a la fusión de todas las culturas del Mediterráneo oriental: griega, egipcia, persa y mesopotámica en una sola. Es una época de gran prosperidad económica y gran desarrollo de las artes y las ciencias, caracterizada por un fuerte cosmopolitismo. Los edificios se caracterizan por el gusto por lo monumental, y en la escultura vemos una ruptura con los antiguos planteamientos estéticos: se rompe con el canon clásico y existen distintas escuelas.
Arte Románico
Estilo surgido en la Europa posterior al año 1000. Es considerado el primer estilo europeo de la historia. Profundamente religioso, todas las expresiones artísticas plásticas del estilo tienen un marcado carácter simbólico y de difusión de las ideas cristianas. En arquitectura, destaca el uso de la piedra, el arco de medio punto y la bóveda de cañón.
Arte Gótico
Estilo artístico europeo que surge en Francia en el siglo XII. Afectó a todas las artes y supuso un resurgimiento de las ciudades y de la burguesía, lo que configuró claramente el estilo.
Grandes Maestros y sus Aportaciones
Mirón
Escultor que muestra, en la primera mitad del siglo V a. C., la transición entre el conocido como estilo severo y el estilo clásico. Mirón ha pasado a la posteridad como uno de los primeros en lograr captar el movimiento en la escultura. Su obra más conocida, El Discóbolo, muestra todo el potencial del artista, captando al atleta en un momento fugaz, justo antes de lanzar. Como sus contemporáneos, fue broncista y sus obras nos han llegado por copias romanas.
Praxíteles
Escultor activo en el siglo IV a. C., muestra la superación de algunos de los dogmas más importantes del clasicismo, principalmente en cuanto al movimiento y al tono de sus representaciones divinas. En el primer caso, crea la conocida como curva praxiteliana, que viene a ser una exageración del contrapposto, otorgando a la figura un aspecto indolente y despreocupado. Una buena muestra de ello es Apolo Sauróctono. También destaca por el poco decoro con el que trata los temas divinos, por ejemplo, en Hermes y Dionisos niño.
Lisipo
Escultor del siglo IV a. C., de la segunda mitad. Fue escultor de Alejandro Magno, del que realizó varios retratos. Entre las novedades que aporta a la escultura griega destaca el alargamiento del canon, que pasa de 7 a 8 cabezas. Su otra gran aportación es la aparición de diferentes puntos de vista en las esculturas, utilizando para ello recursos como lanzar el brazo hacia delante, como en El Apoxiómeno. Lisipo es, por tanto, el ejemplo más claro de la ruptura con el clasicismo y adelanta muchas de las características del Helenismo.
El Bosco (Hieronimus Bosch)
Hieronimus Bosch (1450-1516) fue uno de los pintores más originales. Estuvo activo en el último tercio del siglo XV y su pintura, si bien pertenece al estilo por algunos aspectos, es totalmente personal en la mayoría de ellos. El objetivo de su pintura, a nivel general, es la censura de los vicios de la sociedad de su tiempo, siempre realizados en un tono alegórico, rayando, a veces, con lo irreal y lo onírico. En cuanto a su pintura, continúa la tradición flamenca de la minuciosidad y la perspectiva intuitiva, pero en este caso en unos paisajes de ensueño. Sus obras más conocidas se encuentran en el Museo del Prado, ya que fue uno de los pintores favoritos de Felipe II. Destaca El Jardín de las Delicias.
Giotto
Pintor florentino (1270-1337), el más conocido del Trecento. Es considerado como el precursor de todas las innovaciones pictóricas renacentistas, principalmente gracias a Vasari. Su pintura abandona las fuertes restricciones bizantinas existentes en la pintura italiana del momento y basa su estilo en las siguientes características:
- Una gran importancia a la observación de la naturaleza (paisajes, animales, etc.).
- Un intento de crear la ilusión de la profundidad espacial, por ejemplo, en sus madonas, en las que también podemos apreciar su capacidad de generar volumen en las figuras gracias al genial uso de la luz sobre las mismas.
- Y, sobre todo, la expresión de sentimientos con una gran veracidad, como podemos apreciar en El Llanto sobre Cristo muerto.
Brunelleschi
Filippo Brunelleschi (1377-1446) fue uno de los primeros artistas, en este caso arquitecto, del Renacimiento. Marca el paso del Gótico al Renacimiento. Su interés por las matemáticas se aprecia en la perspectiva, lo que se refleja en sus construcciones. El otro elemento director de su producción es la utilización del módulo. Escoge un módulo, normalmente el radio de la base de la columna, y a partir de ahí surgen todas sus medidas proporcionales a esta. Esto otorga a sus edificios una unidad espacial y estilística destacable. Entre sus obras más destacadas se encuentran la cúpula de Santa María del Fiore.