El Renacimiento Italiano: Evolución de la Pintura, Escultura y Arquitectura

Pintura del Renacimiento del Siglo XV (Quattrocento)

I. Características Generales

Los temas que utilizan son mitológicos, religiosos, profanos y retratos.

La técnica utilizada es el fresco y el óleo.

  • Paisaje naturalista: carece de detallismo y crea profundidad. Los fondos dorados, propios del gótico, son sustituidos por paisajes naturalistas. A partir del siglo XVI se tiende a la simplificación y el fondo arquitectónico pasa a tener un carácter secundario.
  • Desnudo: belleza idealizada.
  • Composición: complicada pero clara, varias escenas en un mismo cuadro y varias figuras principales.
  • Movimiento: los personajes suelen aparecer en actitudes elegantes y pausadas, algunas veces agitado, en escorzo (representación de una figura cuando una parte de ella está vuelta con un giro respecto del rostro).
  • Proporción: preocupación por la proporción (proporción áurea) y por la profundidad.

Fra Angelico

Marca la transición entre el siglo XIV y el XV. Se sitúa a caballo entre la escolástica (espiritualidad) y el humanismo (observación de la naturaleza).

Trabaja sobre todo en encargos de carácter religioso, obras para monasterios e iglesias, especialmente escenas de la vida terrenal de Cristo y de temas marianos. Entre sus obras destaca:

La Anunciación

Destaca la gama cromática. Característico de su pintura son los tipos esbeltos de cabezas alargadas y cejas altas. Figuras envueltas en largas vestiduras, caídas con distinción y presentadas con actitudes tranquilas y llenas de vida interior.

En la representación del espacio destaca el uso sabio de la perspectiva, con elementos decorativos y arquitectónicos clásicos. La obra tiene un carácter místico y sobrenatural. Así, María, con las manos cruzadas, acepta la misión de Dios; los círculos de luz en el ángel y María significan santidad; el manto azul de María simboliza a esta como Reina de los Cielos. La expulsión del paraíso aparece como un hecho histórico por el que la humanidad queda huérfana, conectando con la Anunciación a María que inicia el periodo histórico de la salvación. Trabaja la luz como mística que impregna la figura. El sentido curvilíneo y el dorado recuerdan el sentido internacional. Destacan características como la aplicación de la perspectiva, los fondos arquitectónicos clásicos y un mayor realismo de las figuras humanas, elementos que lo alejan del gótico.

Composición: la Anunciación transcurre en un pabellón renacentista. Las dos figuras principales están situadas bajo un arco cada una. El arcángel Gabriel ocupa la parte central de la composición y la Virgen se sitúa a la derecha. El ángel se inclina y hace la genuflexión, mientras María, con los brazos cruzados sobre el pecho y con un libro abierto sobre la pierna derecha, baja la mirada. Un rayo de luz ilumina a la Virgen; en él aparece la imagen del Espíritu Santo, una paloma. Al fondo a la izquierda aparece la escena de la expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal. Tres medallones decoran el pabellón sostenido por columnas corintias: en el centro aparece el busto de Dios Padre, y en las otras dos, rosetas arquitectónicas. El vano sin puerta que da a la habitación de María nos permite ver la parquedad del mobiliario y da profundidad a la escena.

La técnica es temple sobre tabla.

Masaccio

Inaugura el renacimiento pictórico italiano. Desprecia el color vivo, la minuciosidad del detalle y el oro a favor de los grandes volúmenes conseguidos a base de luces y sombras y de la decoración sobria y austera. Existe una tendencia al naturalismo, con predominio de la monumentalidad.

Le preocupa el volumen y la corporeidad de las figuras y la expresión de las pasiones del alma. Sus obras principales son:

Santísima Trinidad

De Santa Maria Novella. Es una pintura al fresco convertida en un manifiesto de la nueva pintura del Renacimiento: frente a la imagen plana del Gótico italiano, se finge abrir una capilla donde tiene lugar el misterio de la Santísima Trinidad. En el primer término se sitúa el altar donde se abre un nicho con un sepulcro y un esqueleto rodeado por una inscripción: «Yo antes fui lo que vosotros, y lo que yo soy ahora, vosotros lo llegaréis a ser».

Sobre este espacio aparecen los donantes, de tamaño natural (supone un avance con el arte precedente ya que, entonces, se les daba un tamaño menor al de las figuras divinas debido a su inferior jerarquía en la concepción teocrática del mundo). Tras los donantes se abre una capilla donde la Virgen y San Juan lloran a los pies de la cruz y en la que Cristo aparece en eje con la paloma del Espíritu Santo y con Dios Padre. Todo el conjunto se enmarca en un gran espacio arquitectónico: flanqueado por dos grandes pilastras acanaladas y corintias, sobre las que se eleva un entablamento. La acción transcurre en el interior de una bóveda casetonada, cuyo arco de medio punto está sustentado por columnas jónicas. Esta arquitectura sigue los diseños de Brunelleschi. La composición es serena, monumental y de gran sobriedad cromática. El volumen de las figuras es casi escultórico y los pliegues de las ropas tienen fuerza.

Adán y Eva

Interés por la expresión de las pasiones del alma (dolor desesperado de Adán). Influencia notable en Miguel Ángel.

III. Escultura del Cinquecento

Miguel Ángel

  • Se forma en Florencia, en un taller de un discípulo de Donatello.
  • Viaja a Bolonia y conoce el estilo de Della Quercia.
  • Marcha a Roma.
  • Persona sumamente religiosa y preocupada por la perfección de sus obras (algunas las deja inacabadas: «non finito»).
  • El mundo soñado por Miguel Ángel es un mundo de gigantes, de actitudes grandiosas, facciones perfectas y gestos terribles («terribilità»).
  • En los cuerpos, la musculatura, cada vez más acusada, denota los largos años dedicados a estudiar anatomía y el descubrimiento y la profunda impresión del grupo del Laocoonte.
  • Los desnudos denotan fuerza y tensión; los cuerpos adoptan posiciones ricas en movimiento.

Obras destacadas

De la época donatelliana destacan obras como el relieve de «La Virgen de la Escalera», en el que superpone planos de diferente grosor y las figuras aparecen más dibujadas que modeladas.

«Piedad del Vaticano»: La composición es piramidal, llena de equilibrio e idealismo; Miguel Ángel agranda el volumen y la amplitud de las piernas de María para poder acoger el cuerpo muerto de Cristo. María aparece como eternamente virgen y joven. Cristo se incorpora a nuestra naturaleza humana ya que aparece como un hombre cualquiera: muerto. No hay exageración en la anatomía; es una muestra de perfección, verismo y dominio anatómico.

«David»: De tamaño colosal, con aire clásico, en su rostro refleja la vida interior del autor. La figura representa la fortaleza y la justicia para gobernar la ciudad de Florencia. El David se representa en el momento antes de enfrentarse a Goliat (máxima concentración). La musculatura está en tensión, se representan los tendones y las venas: suprema realidad.

«Moisés»: El papa Julio II le encarga su monumento sepulcral. Miguel Ángel lo diseña como un sepulcro rectangular, con cámara funeraria en el interior, estatuas en los frentes y profetas en cada una de las esquinas. El proyecto tiene que abandonarlo porque el propio papa le encarga pintar los frescos de la Capilla Sixtina: solo ha realizado la escultura del Moisés y algunas estatuas de esclavos. Moisés está representado en el momento de contemplar la adoración del becerro de oro. El movimiento es superior al representado en el David. Destacamos el gesto, la santidad, la musculatura, la barba blanca y la composición piramidal con una pierna más adelantada que la otra.

«Sepulcro de los Médicis»: Se encuentran en el templo de San Lorenzo, Florencia, y representan a Lorenzo, en actitud pensativa, y a Julián, en actitud arrogante y perfil divino (hacen referencia a los caracteres y a la personalidad de ambos). Los presenta sentados. A sus pies, figuras alegóricas de la Aurora y el Crepúsculo, el Día y la Noche. Son espléndidos estudios de desnudo y movimiento. El Día aparece de espaldas, la Noche de frente.

Destacan también otras obras como la Piedad del Duomo, en la que él mismo se representa en la figura de José de Arimatea, o la Piedad Rondanini, obra non finita.

Escultura del Renacimiento

I. Introducción: Características Generales

La escultura, al igual que la pintura, es un importante vehículo para manifestar y difundir los valores de la nueva sociedad. Su contenido no es solo narrativo o alegórico, sino que se representan también ideas sobre la sociedad, la naturaleza, etc.

  • El hombre y la naturaleza son los protagonistas de las representaciones.
  • Hay continuas referencias a lo sagrado (cristianismo) y a la antigüedad clásica.
  • Los humanistas exaltan al individuo como centro del universo, por lo que se desarrolla el retrato como ejemplo de la individualidad. El personaje aparece, incluso, en escenas de carácter religioso, imponiendo su presencia (se transmite un aire profano al tema sagrado).
  • Otro tema importante es el monumento ecuestre: el individuo consigue afirmar y dejar constancia pública de la gloria alcanzada. Trata de exaltar la gloria del héroe militar. Se recupera el tema de la antigüedad clásica con el retrato de Marco Aurelio.
  • El sepulcro se desarrolla también por la idea de la individualidad que se asocia a la de la inmortalidad: la fortuna condiciona al individuo en el momento de morir.
  • Gusto por el desnudo.
  • Los materiales más utilizados son los nobles: el mármol y el bronce.

II. Escultores del Quattrocento

La escultura del Renacimiento se inicia con un concurso convocado para otorgar la realización de los relieves para las segundas puertas del Baptisterio de Florencia (las primeras se hicieron en 1336 por Pisano). El tema es «El sacrificio de Isaac» y las figuras deben adaptarse al marco de forma lobulada utilizado por Pisano. Se presentan al concurso artistas como Ghiberti o Brunelleschi.

Ghiberti

El vencedor es Ghiberti: las figuras van vestidas a la antigua, el friso del altar y la perfección anatómica de Isaac nos recuerdan las esculturas clásicas (la curva del cuerpo de Abraham nos recuerda la escultura gótica). Una vez terminadas las segundas puertas, Ghiberti inicia la construcción de las terceras puertas del Baptisterio (Las Puertas del Paraíso): el material es el mismo que el de las puertas anteriores: el bronce; la forma deja de ser lobulada para ser rectangular. En esos rectángulos se representan escenas del Antiguo Testamento y de la vida de Jesús: los personajes se mueven con holgura sobre un escenario de paisaje y de arquitectura (clásica) que da profundidad y perspectiva a la composición. Los personajes van disminuyendo su tamaño según se van alejando del primer término, por lo que el estilo es menudo y pictórico. Su formación como orfebre le sirvió para la realización de sus relieves. Ghiberti creó una escuela de broncistas donde se formaron escultores como Donatello o Michelozzo.

Donatello

Se formó en el taller de Ghiberti, pero no solo dominó el bronce sino todos los materiales, y no solo se limita al relieve sino también a la escultura de bulto redondo. Para Donatello lo decorativo pasa a un segundo término ya que concentra su atención en la representación del cuerpo humano, en las más diversas edades (infancia, adolescencia, madurez y vejez) y tipos, en los más variados gestos y actitudes. Sus obras están llenas de realismo.

  • David: Representa a un joven adolescente de gráciles formas y gran delicadeza. Es la primera estatua desnuda desde la Antigüedad, con una preocupación por la representación del cuerpo en la edad de la adolescencia o juventud. La influencia del periodo clásico es evidente en la curva praxiteliana que presenta la obra (ampliar en la página 184-185 del libro de Vicens Vives).
  • San Jorge: Se representa al hombre en la plenitud de la vida, con las piernas seguras en la tierra, escudo con cruz, cabeza erguida y mirada iluminada por la fe; es el prototipo de caballero cristiano. En el pedestal de la escultura se encuentra un relieve de San Jorge matando al dragón.
  • Profetas y Magdalena: En las obras de los cuatro Profetas (San Juan Bautista, Habacuc, Jeremías y Abdías) o en la Magdalena, el artista no oculta el valor expresivo de lo feo y de la decrepitud de la edad. En la última obra se apoya en la tradición gótica de utilizar la madera policromada.
  • Condottiero Gattamelata: La obra donde la influencia de la antigüedad clásica es más evidente es en el monumento ecuestre (el primero del Renacimiento) en la ciudad de Padua. La influencia del retrato ecuestre del emperador Marco Aurelio es evidente. El personaje retratado es Erasmo de Narni, jefe de los ejércitos mercenarios al servicio de Venecia. Su actitud es relajada, viste armadura típica de la época, espada enfundada y bastón de mando. Su gesto tiene un aire triunfal y de poder. El caballo está ricamente enjaezado.
  • Cantoría de la Catedral de Florencia: Representa a unos angelotes en una danza vigorosa que discurre tras las columnas. Más que ángeles que danzan en honor de Dios, parecen geniecillos paganos danzando en honor de Dionisos. Sus rostros son graciosos y expresivos, interpretando la alegría infantil.

Andrea del Verrocchio

Es otro de los artistas más destacados del Quattrocento: fue orfebre, pintor y escultor, y maestro de Leonardo da Vinci. En su David, escultura en bronce, ya no es el héroe adolescente de Donatello, sino que más bien nos recuerda a un paje de la corte de los Médicis, despreocupado, lleno de naturalismo y gracia. También nos ha legado otro monumento ecuestre de influencia clásica, el Condottiero Colleoni; destaca la arrogancia y la actitud tensa del jinete y el dinamismo del caballo al levantar una de las patas delanteras.

IV. Arquitectura del Cinquecento: Roma

A partir del siglo XVI, Florencia cede a Roma la capitalidad del arte, en torno a la corte pontificia de Julio II y León X, dos papas humanistas que actúan como mecenas muy importantes. En este momento se unifica la tradición clásica con la cristiana. A partir de 1520 se van a producir cambios en el panorama artístico ya que se rompe con el clasicismo anterior, buscándose soluciones no convencionales y llenas de movimiento (es el Manierismo).

Bramante

En la primera mitad del siglo XVI destaca la labor realizada por el arquitecto Bramante y, especialmente, la obra de San Pietro in Montorio: es un templete de planta centralizada y circular, levantado sobre una escalinata y un ligero podio con peristilo de columnas toscanas (16), friso con triglifos y metopas (con escenas del martirio de San Pedro), balaustrada y cúpula nervada sobre tambor circular con ventanas y hornacinas. El material de construcción es el mármol y el granito, y se inspira en los tholos griegos. La obra fue financiada por los Reyes Católicos y se levanta sobre el lugar en el que se produjo el martirio de San Pedro.

Al concluir esta obra, el papa Julio II le encarga la construcción de la Basílica de San Pedro del Vaticano, como imagen de la Jerusalén Celeste. Proyecta el templo con planta de cruz griega con una gran cúpula central (imagen de la tierra y sus cuatro puntos cardinales y el cielo). El templo estaría encuadrado por cuatro torres. Bramante sólo llegó a construir los cuatro pilares que sostienen la cúpula sobre pechinas.

Miguel Ángel

La obra la continuó Miguel Ángel; este suprime las cuatro torres para dar mayor importancia a la cúpula. Esta sigue las influencias y experiencias del Panteón de Agripa, de Santa Sofía de Constantinopla y Santa Maria del Fiore. La cúpula se levanta sobre un gran tambor con vanos (lunetos) separados por pilastras pareadas de estilo corintio y con alternancia de frontones curvos y triangulares. Las pilastras corintias se continúan con los nervios de la cúpula en el extradós para terminar en las columnillas de la linterna. Esta cúpula se convierte en el símbolo de la nueva iglesia nacida de la Contrarreforma.

Miguel Ángel construye también la escalera de la Biblioteca Laurenciana en Florencia: consigue un efecto de dinamismo en los elementos constructivos, como pilastras apoyadas sobre ménsulas curvas, logrando dar la impresión de gigantesca majestad en un espacio muy reducido.

Otros Arquitectos del Periodo

  • Antonio da Sangallo el Joven: Creador del palacio cinquecentista con la obra Palacio Farnesio, en donde se abandona el almohadillado florentino.
  • Palladio: Trabaja en el norte de Italia y destaca por sus villas de recreo que semejan verdaderos templos, con columnatas, amplios frontones y nobles gradas de acceso. La más importante de todas es la Villa Capra «La Rotonda», de planta de cruz griega con cuatro fachadas idénticas.
  • Vignola: Ya al final del periodo, destaca el tratadista y arquitecto Vignola con su templo jesuítico Gesù, que marca el paso hacia el barroquismo del siglo XVII.

III. Arquitectura del Quattrocento: Florencia

Se vuelven a utilizar los elementos constructivos y decorativos clásicos, pero tratados con libertad.

Brunelleschi

El artista que sienta las bases de este nuevo estilo es Brunelleschi, ya que construye las primeras iglesias del nuevo estilo y los primeros palacios.

  • Cúpula de Santa María del Fiore: A la iglesia gótica le faltaba el cimborrio, que debía cubrir la anchura de las tres naves. Brunelleschi construyó una doble bóveda, una semiesférica interior y otra apuntada al exterior; ambas estarían unidas por una cincha con anillos de madera, lo cual aligeraba notablemente el peso de la cúpula. El material que utilizó fue la piedra y el ladrillo (este último para aligerar el peso). La piedra se empleó en los nervios que recorren el exterior de la cúpula, la base de la cúpula para unir la interior con la exterior y la linterna (que se construyó después de muerto Brunelleschi). La cúpula se levanta sobre un gran tambor octogonal, que unido al apuntamiento de aquella consigue una gran elegancia, esbeltez y proporcionalidad.
  • San Lorenzo y el Santo Spirito: Inspirados en las basílicas romanas, en donde las formas medievales desaparecen totalmente. Los elementos decorativos y constructivos son clásicos: el pilar cede su puesto a la columna, los capiteles son corintios o compuestos, el entablamento reaparece y se utilizan los arcos de medio punto. La planta es basilical de tres naves, que se separan con columnas clásicas; la nave central es adintelada y decorada con casetones, mientras que las laterales son abovedadas. Los arcos no descansan sobre los capiteles, sino que lo hacen sobre un segundo capitel llamado cimacio.
  • Otras obras: El Palacio Pitti, con paramento almohadillado en toda la fachada, o la Capilla Pazzi.

Alberti

También en este periodo destaca el arquitecto Alberti, con obras tan destacadas como San Andrés de Mantua (concibe la fachada como si de un arco de triunfo se tratara), Santa María Novella o el Palacio Rucellai, en el que reacciona contra la uniformidad del almohadillado de Brunelleschi al introducir pilastras entre los vanos de sus tres plantas. La fachada, de sillares de diferentes tamaños, se organiza en cuatro cuerpos: un primer cuerpo, a modo de zócalo, está recorrido por un banco corrido; en la planta baja, con pilastras de orden dórico, los vanos de las puertas y ventanas tienen dinteles horizontales; el primer piso y el segundo tienen pilastras de orden jónico y corintio y ventanas con parteluz que se enmarcan en arcos de medio punto. Los pisos se separan con entablamentos clásicos y la cornisa remata con ménsulas.

Renacimiento: Introducción Histórica

El Renacimiento es el paso de la Edad Media a la Edad Moderna. En este periodo se produce un incremento de la población en Europa, un desarrollo económico y un auge urbano que hace que la burguesía se desarrolle. A nivel político imperan en Europa las monarquías autoritarias.

Italia es un buen ejemplo del desarrollo económico (con Oriente), del urbanismo y de la expansión de la burguesía. Es también en las universidades italianas donde se empieza a leer a los clásicos griegos y latinos, ya que estos basaban la civilización en la razón y en el hombre: surge el antropocentrismo frente al teocentrismo. El artista del Renacimiento crea las proporciones de sus obras según métodos racionales humanos; es humanista (versado en latín, griego, historia, ciencias naturales, anatomía, etc.). Desaparece el anonimato de los artistas, quienes ahora firman sus obras. Junto al artista aparece el mecenas.

El Renacimiento se divide en dos periodos: el siglo XV (Quattrocento) y el siglo XVI (Cinquecento). Este último se divide a su vez en Clasicismo y Manierismo.

II. Características Generales de la Arquitectura

  • Equilibrio entre la verticalidad y la horizontalidad.
  • Como consecuencia, los arcos dejan de ser apuntados para pasar a ser de medio punto.
  • Se mantiene la planta basilical, pero hay una preferencia por las plantas centralizadas.
  • Los materiales más utilizados son el ladrillo y el mármol.
  • Se utilizan elementos decorativos y constructivos clásicos, como columnas, frontones, entablamentos, etc.
  • Palacios: Se convierten en residencia de los ricos burgueses; tienen formas cúbicas. La estructura del palacio está en torno a un módulo central que es el patio porticado, de forma cuadrada, con arcos de medio punto que se apoyan en columnas de órdenes clásicos. Las fachadas se suelen organizar con grandes sillares, a menudo almohadillados. La organización del alzado se realiza generalmente en tres cuerpos separados mediante molduras. Los vanos tienen arcos de medio punto y a veces están separados por pilastras o columnas adosadas con superposición de órdenes (dórico, jónico y compuesto, como en el Coliseo).
  • Villas: Lugares de ocio y placer de los nobles o ricos comerciantes; se situaban en el campo o en las afueras de las ciudades.
  • Bibliotecas: Lugares en los que se conservaba el legado de la Antigüedad y se difundía.

Pintura del Cinquecento y Escuela Veneciana

Leonardo da Vinci

Trabajó en Florencia con Verrocchio y en Milán para Ludovico el Moro; viajó por distintas ciudades italianas para terminar sus días en Francia. Fue un hombre del Renacimiento que hizo estudios de anatomía y aeronáutica. Sus investigaciones técnicas y científicas abarcan todas las ramas del saber incluyendo la pintura, sobre la que escribió un Tratado.

Su gran aportación es el «sfumato» o difuminado, en la que sustituye los contornos netos y precisos por líneas desdibujadas (difuminando los perfiles, dando una imprecisión de atmósfera o neblina), que marcan la transición del color desde la luz a la oscuridad por medio de pasos graduales e imperceptibles. Según Leonardo, luz y sombra deberían mezclarse como el humo, sin líneas ni bordes. Esta preocupación por el claroscuro desembocará durante el Barroco en el Tenebrismo.

Leonardo gustaba de representar el cuerpo humano en sus dos vertientes: psicológica y anatómica. El movimiento del cuerpo y la mímica se unen en sus figuras, que son personajes enigmáticos. Sus paisajes misteriosos y sus retratos adquieren gran relevancia dentro del contexto de su obra pictórica. Su actividad fue tan dispersa que raramente concluía un trabajo.

  • La Gioconda o Monna Lisa: Óleo sobre tabla (77 x 53 cm). Realizada entre 1500-1508. Es el retrato de la bella esposa del patricio florentino Francesco Giocondo, actualmente en el Louvre. La pinta ante un vaporoso, inhóspito y misterioso paisaje de rocas, sentada en un sillón, con pose informal, gira el torso y la cabeza. La mano derecha descansa reposadamente sobre la izquierda; esta pintura tuvo un hondo eco en el retrato renacentista. Los ojos reflejan la expresión interior: ventana o espejo del alma. Las cejas las suprime, según la moda de la época. Enigmática sonrisa, suave y de impresión poco precisa. Las mangas muestran un estilo más nítido que la tela que cubre los hombros. Técnicamente los colores son sombríos y los contornos difuminados, lo que acentúa la ambigüedad y el misterio. Utiliza la técnica del sfumato.

Rafael

Es el artista que mejor representa la perfección del clasicismo. Se inició con su padre, también pintor. Pronto pasó al taller de Perugino y más tarde en Florencia se quedó entusiasmado ante las obras de Leonardo y Miguel Ángel, cuya influencia sería decisiva. Finalmente se trasladó a Roma llamado por Julio II para decorar algunas estancias del Vaticano.

De su primera etapa, muy influenciado por Perugino, son Los Desposorios de la Virgen, que imita al cuadro del mismo tema de Perugino. Se aprecia la misma disposición de las figuras. Predomina la simetría, la gracia y la suavidad.

Durante su estancia en Florencia se pone en contacto con Leonardo y asimila su composición triangular y equilibrada, el delicado sfumato que incorpora a sus famosas Madonnas y a sus retratos femeninos, en los que es evidente la influencia de la Gioconda. De esta época son sus numerosas Madonnas: «La Virgen del Jilguero», «La bella jardinera», «La Madonna del Gran Duce», etc.

En 1508 se instala en Roma, entra en contacto con Miguel Ángel y transforma su estilo dotándolo de una grandiosa monumentalidad. Las obras de estos años son de las más maravillosas realizaciones de toda la Historia del Arte, tanto en los cuadros aislados como en las pinturas al fresco que realiza en el Vaticano, en las Estancias: consigue en esta sucesión de salas crear un mundo de maravillosa armonía, donde motivos de la tradición clasicista armonizan con historias de la cristiandad.

Escuela de Atenas

Es una pintura al fresco de la Estancia de la Signatura, en el Vaticano. Es un tema de filosofía en el que las poses y expresiones son variadísimas. Las figuras se sitúan en un graderío formando diversos grupos. En el centro del marco arquitectónico clásico (de inspiración bramantiana) se sitúan Platón y Aristóteles. Platón representa la filosofía abstracta, señala hacia el cielo (rostro de Leonardo da Vinci). Aristóteles señala hacia la tierra (filosofía empírica); realismo frente a idealismo. De forma simétrica a ambos lados de los dos personajes, dejando un espacio central vacío para contemplar mejor a los protagonistas, aparecen el resto de los personajes:

  • Alejandro Magno: Discípulo de Aristóteles y rey de Macedonia.
  • Sócrates: Filósofo de la duda y el análisis, rubrica con los dedos sus afirmaciones.
  • Pitágoras y Euclides: Matemáticos que exponen sus teorías a un grupo de discípulos que escuchan atentamente.
  • Heráclito: Filósofo melancólico que lloraba por la insensatez humana (el rostro es el de Miguel Ángel).
  • Diógenes: Que aborrecía las posesiones terrenas y vivía en un tonel.
  • Ptolomeo: Astrónomo y geógrafo que afirmaba que la Tierra era el centro del universo. En este grupo aparece autorretratado el propio Rafael.

En el conjunto arquitectónico clásico aparecen dos esculturas: una la de Apolo, con lira en la mano, como dios de la razón, y Atenea o Minerva, diosa de la sabiduría. Los colores son variados y utiliza brillantes tonalidades que refuerzan la monumentalidad del conjunto. La perspectiva es monofocal. Es un intento de reivindicar al artista como intelectual, por eso aparecen filósofos de la Antigüedad con rostros de personajes reales del tiempo de Rafael.

Escuela de Atenas (Repetición de contenido)

Es una pintura al fresco de la Estancia de la Signatura, en el Vaticano. Es un tema de filosofía en el que las poses y expresiones son variadísimas. Las figuras se sitúan en un graderío formando diversos grupos. En el centro del marco arquitectónico clásico (de inspiración bramantiana) se sitúan Platón y Aristóteles. Platón representa la filosofía abstracta, señala hacia el cielo (rostro de Leonardo da Vinci). Aristóteles señala hacia la tierra (filosofía empírica) (realismo frente a idealismo). De forma simétrica a ambos lados de los dos personajes, dejando un espacio central vacío para contemplar mejor a los protagonistas, aparecen el resto de los personajes: Alejandro Magno (Discípulo de Aristóteles y rey de Macedonia) y Sócrates (filósofo de la duda y el análisis) rubrica con los dedos sus afirmaciones. Pitágoras y Euclides: matemáticos que exponen sus teorías a un grupo de discípulos que escuchan atentamente. Heráclito: filósofo melancólico que lloraba por la insensatez humana (el rostro es el de Miguel Ángel). Diógenes que aborrecía las posesiones terrenas y vivía en un tonel. Ptolomeo: astrónomo y geógrafo que afirmaba que la Tierra era el centro del universo. En este grupo aparece autorretratado el propio Rafael. En el conjunto arquitectónico clásico aparecen dos esculturas, una la de Apolo, con lira en la mano, como dios de la razón y Atenea o Minerva, diosa de la sabiduría. Los colores son variados y utiliza brillantes tonalidades que refuerzan la monumentalidad del conjunto. La perspectiva es monofocal. Es un intento de reivindicar al artista como intelectual, por eso aparecen filósofos de la Antigüedad con rostros de personajes reales del tiempo de Rafael.

Escuela Veneciana

Características Generales

  • Venecia mantiene su esplendor económico durante el siglo XVI: comercio con el Mediterráneo y con Oriente.
  • Predomina el color frente al dibujo.
  • Los tonos son cálidos, por la clara influencia de la neblina de los canales.
  • Importancia de los temas secundarios, anecdóticos, con igual importancia que el tema principal.
  • Exaltación de la riqueza: palacios, telas, joyas…
  • Importancia del paisaje.
  • Pintura equilibrada, serena y sensual.

Tiziano

Es el pintor de papas, reyes (Carlos V y Felipe II) y nobles. Su temática es amplia: retratos (de Carlos V, de la emperatriz Isabel de Portugal), pintura mitológica (Venus de Urbino, la Bacanal, Dánae recibiendo la lluvia de oro…) y religiosa (Santo Entierro, la Dolorosa).

Concede gran importancia a la luz y el color; los tonos son cálidos, creando una gran armonía cromática y una atmósfera poética. Sus personajes se presentan con una gran solemnidad. Destaca sobre todo como pintor de retratos, profundiza en sus rasgos psicológicos, además de la fidelidad física, y representa la realidad cotidiana: el paisaje o un collar, por ejemplo, son tratados con la misma importancia que el retratado. Las formas son blandas y redondas.

  • Carlos V a caballo en Mühlberg: Posó para él en persona, ya que lo consideraba el mejor pintor de todos los tiempos. Lo presenta lleno de majestad y serenidad, con sentido de autoridad y poder; aparece ecuestre, según la tradición clásica, como un César. Empuña con fuerza la lanza, pero el estudio psicológico es de cansancio (refleja su enfermedad y su retiro a Yuste). Es el rey paladín de la cristiandad, ya que es la batalla en la que vence a los protestantes. El caballo está ricamente enjaezado. El paisaje de fondo es el río Elba y un bosque; es un paisaje crepuscular de luz imprecisa y lejana. El color del metal de la coraza, la manta del caballo y el penacho que remata el casco contrasta con la palidez del rostro del emperador.
  • La Venus de Urbino: Está inspirada en la de Giorgione. Se observa la predilección por el desnudo femenino y por la sensual belleza de la mujer renacentista. En un primer plano pinta una figura de Venus situada sobre un diván rojo cubierto con una sábana blanca. La Venus dirige la mirada al espectador. En su mano derecha porta unas flores, con su izquierda se cubre el pubis. Los cabellos son rubios y caen sobre sus hombros (sensualidad). Al fondo apreciamos una estancia contigua, con una ventana que permite ver el cielo y un paisaje arbolado; dos jóvenes se afanan en buscar ropas en un arcón. La luz incide sobre el cuerpo de Venus, lo que hace que contraste la claridad de la carnación y las telas blancas sobre la pared, la tela del diván y el cortinaje de textura aterciopelada. La perspectiva se consigue a través de las baldosas, la ventana y el fondo, pero también con el juego de planos, al romper en dos espacios la habitación gracias al cortinaje que encuadra a Venus.