Contexto de la Obra de Platón: Estructura y Periodos
La obra filosófica de Platón está escrita en diálogos y se divide en cuatro periodos:
- Juventud o Socrático: Los diálogos intentan reflejar la personalidad e ideas de Sócrates.
- Transición: Los diálogos comienzan a despuntar las ideas platónicas propias.
- Madurez: Los diálogos desarrollan plenamente la Teoría de las Ideas.
- Vejez: Se revisan algunas concepciones platónicas anteriores.
La República: Justicia, Ideas y Estructura
La estructura de La República consta de 10 libros. Destacan:
- Libro VI: Se explica la Idea del Bien a través del Símil del Sol y los grados de conocimiento mediante el Símil de la Línea.
- Libro VII: Expone la Alegoría de la Caverna y la fase inicial del plan educativo.
Esta obra de Platón lleva como subtítulo Acerca de la Justicia y está protagonizada por Sócrates, quien niega la doble afirmación de los sofistas: que la justicia consiste en el dominio del más fuerte y que el injusto es más feliz que el justo. Platón argumenta que la justicia es una característica del alma individual y también de los Estados; es una virtud y, como tal, no puede ser conocida sin conocer aquello de lo que es virtud.
Aunque el tema central es la justicia y el Estado ideal, Platón aborda los pilares de su filosofía: la realidad (las Ideas se presentan jerárquicamente, como en el Símil del Sol), su teoría del conocimiento y el tema ético.
Clases Sociales y Virtudes en el Estado Ideal
Para Platón, existen tres clases sociales en la polis ideal:
- Productores: La ciudad surge como respuesta a la incapacidad del individuo para satisfacer por sí mismo sus propias necesidades.
- Militares (Guardianes Auxiliares): Se dedican al mantenimiento de la convivencia social y la defensa.
- Gobernantes (Guardianes Perfectos): Deben ser los filósofos-reyes.
Las virtudes cardinales del Estado son:
- Sabiduría: Conocer el Bien de la ciudad (propia de los gobernantes).
- Valentía: Saber qué debemos temer y qué no (propia de los militares).
- Moderación (Templanza): Armonía entre las clases.
- Justicia: El cumplimiento por parte de cada clase social de la función que le corresponde.
La Ley y la Política Platónica
La ciudad platónica ideal se caracteriza por no tener códigos legales. Las leyes son consideradas innecesarias, ya que la educación cumple mejor esta función, y pueden ser perjudiciales, pues las leyes escritas podrían obstaculizar las decisiones tomadas por los gobernantes (los filósofos-reyes).
El pensamiento político de Platón se desarrolla también en otras dos obras:
- El Político: Platón afirma que la única forma perfecta es el gobierno de los sabios, apareciendo la ley como sustituto del saber. Cuando el gobierno se rige por la ley, existe la monarquía; cuando no, aparece la oligarquía.
- Las Leyes: Constituyen un recurso inevitable al no existir el gobernante sabio. En esta obra, Platón opta por la organización política basada en las leyes de la Asamblea y el Consejo.
La Naturaleza del Alma y la Vida Buena
La concepción del alma varía ligeramente según la obra:
- En La República: Se distinguen tres partes o funciones: la racional, la irascible y la apetitiva.
- En Fedro: La distinción se presenta en la parte mítica (el mito del carro alado) y explica su naturaleza.
- En Timeo: Hace referencia a la teoría y se ubica en distintas partes del cuerpo.
La conexión entre filosofía y vida buena es central. En mitos presentes en obras como Gorgias, Fedón, Fedro y La República, Platón trata el destino del alma tras la muerte, estableciendo como destino del filósofo la Isla de los Bienaventurados y la práctica de la filosofía como único medio de liberarse de sucesivas encarnaciones (metempsicosis).
El Sistema Educativo Platónico: Camino hacia la Justicia
Necesidad y Fundamento de la Educación
La educación es una necesidad fundamental, ya que la realización de la justicia en el Estado no se obtiene espontáneamente. Para que la justicia se dé, es necesario asignar a cada ciudadano la función más acorde con sus disposiciones naturales. Aunque en todos los hombres se hallan presentes las partes del alma, es posible que el elemento apetitivo se subleve contra el orden natural.
La educación debe ser tarea del Estado. Con esto, Platón rechaza el modelo ateniense y se inclina hacia el modelo espartano de educación estatal y pública.
El concepto de educación, expuesto en el Libro VII de La República, es parte de su interpretación del Mito de la Caverna. A diferencia de la visión de los sofistas, Platón (siguiendo a Sócrates) entiende que la educación consiste en dirigir la inteligencia, que ya posee la capacidad de aprender, y supone una conversión de toda el alma.
Fases del Proceso Educativo
En el plan educativo, el alma no es puro espíritu. El proceso busca pasar del amor a la belleza sensible al amor a la Verdad (las Ideas), por lo que la educación es profundamente intelectualista. Se desarrolla en dos etapas principales:
Fase 1: Educación Elemental (Niños, Jóvenes y Adultos)
Esta fase se centra en la formación del carácter y la disposición física:
- Educación del Alma (Música): Incluye la literatura, la música y las artes plásticas. Su objetivo es la formación moral y del carácter.
- Educación del Cuerpo (Gimnasia): Incluye ejercicios físicos y todo lo que concierne a la buena disposición del cuerpo. Con la educación del cuerpo se persigue la educación del alma, por lo que lo más importante es la higiene y la dieta.
Fase 2: Educación Superior (Para los Guardianes)
Esta fase está reservada para aquellos destinados a ser gobernantes:
- Educación Científica (Matemáticas): Proporcionan los estudios introductorios a la filosofía. Incluyen la aritmética, la geometría, la estereometría, la astronomía y la armonía.
- Educación Dialéctica: Es la disciplina suprema, aprendida por los guardianes del Estado.
La dialéctica es el diálogo, y Platón es el genuino heredero de Sócrates, quien pasó su vida dialogando en la plaza pública. El método dialéctico dirige el “ojo del alma” hacia lo alto, sacándolo del “lodazal” en el que estaba hundido. Llamaremos dialéctica a aquello que se aprende por la razón. El proceso dialéctico culmina en la contemplación de la Idea del Bien. Por lo tanto, la educación no termina a los 50 años.
En virtud del Intelectualismo Ético, Platón defiende la aristocracia de los sabios (filósofos-reyes) para que estos guíen a los demás, pues solo así se logrará la justicia social.