El Colapso del Antiguo Régimen en Francia: Causas y el Inicio de la Revolución Francesa (1789)

Introducción y Contexto

En las postrimerías del siglo XVIII, Francia asiste al desmoronamiento de sus caducas estructuras feudales. Este proceso se manifestó a través de una crisis social y del Estado que condujeron a la descomposición del absolutismo. Las ideas de la Ilustración jugaron un papel muy importante en este conflicto. La mala coyuntura económica que aquejó al país durante los años 80 aceleró el proceso.

Factores Desencadenantes de la Crisis

Crisis Social y Estamental

Legalmente, la sociedad francesa estaba dividida en estamentos fundamentados sobre los privilegios y la desigualdad. Los beneficiarios de este orden social eran:

  • La nobleza (compuesta por unos 400.000 individuos).
  • El clero (120.000).

Ambos poseían privilegios y exenciones. Un tercer grupo, carente de privilegios y que sumaba el 90% de la población (unos 25.000.000 de almas), estaba constituido por:

Sobre este heterogéneo conjunto recaían los impuestos y cargas económicas en las que se sustentaba el Estado. Los cambios económicos que estaban teniendo lugar en el seno del capitalismo comercial dotaban a la burguesía de un fuerte poder económico que no se correspondía con su escaso protagonismo político. Este desajuste originaba gran frustración en una clase rica y culta que reclamaba un nuevo marco social y político donde poder desarrollar sus expectativas.

La Acción de la Ideología Ilustrada

La Ilustración subrayó esas contradicciones, las denunció y criticó, contribuyendo a socavar los cimientos sociales y políticos del Antiguo Régimen.

Destacaron las teorías de Montesquieu y Rousseau, fundamentadas en los principios de separación de poderes, soberanía nacional e igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. El ejemplo de cómo esos principios podían llevarse a la práctica lo tuvieron los franceses en los Estados Unidos de Norteamérica.

El Inicio de la Revolución (1789)

Los Estados Generales (Mayo de 1789)

Se reunieron en Versalles el 5 de mayo de 1789 con el propósito de solventar el problema financiero. En la práctica, sirvieron de plataforma para que el Estado Llano pidiese reformas políticas radicales, canalizando dichas demandas mediante los llamados “Cuadernos de Quejas”.

El Estado Llano, que contaba con un número de componentes que igualaba al de los otros dos juntos, planteó que las votaciones se hiciesen individualmente, es decir, cada diputado un voto y no por estamentos, a lo que tanto la nobleza como el clero se negaron. Ante tal rechazo, los representantes del Tercer Estado optaron por reunirse separadamente, lo que realizaron en forma de Asamblea Nacional en un frontón (juego de pelota) ante la imposibilidad de hacerlo en la Cámara que había sido cerrada por orden real.

La Asamblea Nacional y la Asamblea Constituyente (1789-1791)

Frente a las presiones para que la Asamblea Nacional se disolviese, el 20 de junio de 1789 los diputados juraron no hacerlo hasta elaborar una Constitución para Francia (Juramento del Juego de Pelota). Desde ese instante, la Asamblea Nacional se transformó en Asamblea Constituyente.

A los intentos del monarca por reprimir una insubordinación que cuestionaba el orden establecido, respondió el pueblo de París con el Asalto a la Bastilla (14 de julio). Las revueltas se extendieron rápidamente por todo el territorio francés.

Labor de la Asamblea Constituyente

La Asamblea Constituyente realizó la siguiente labor fundamental:

  1. Abolió los privilegios feudales y la sociedad estamental.
  2. Declaró los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la soberanía nacional, la libertad e igualdad de los hombres, principios que se formalizaron en la primera constitución francesa, cuyo precedente inmediato fue la estadounidense de 1787.
  3. Redactó la Constitución Civil del Clero, que suponía la formación de una Iglesia nacional desgajada de la obediencia del Papa. Esta medida provocó la consiguiente división del clero en dos sectores: los “juramentados” (que se atuvieron a la norma) y los “refractarios” (reacios a acatarla).
  4. Promulgó la Constitución de 1791, ley fundamental que organizaba la vida de Francia y en la que se contempló la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio censitario.

La Asamblea Nacional ponía la Revolución en manos de los sectores moderados, los girondinos. Con ella, Francia dejó de ser una monarquía absoluta y se organizó como una monarquía de carácter limitado y constitucional.