Evolución del Teatro Español (Preguerra y Posguerra) y la Narrativa Hispanoamericana

El Teatro como Género Dramático: Características y Estructura

El teatro se caracteriza por presentar las acciones de los personajes a través del diálogo en estilo directo y del monólogo. Su característica principal es la inseparabilidad entre el texto y la escenificación.

Además de las funciones expresiva y poética, en el texto dramático es frecuente el empleo de la apelativa y la fática.

La vinculación entre texto y representación implica el uso de un código verbal y un código no verbal constituido por decorado, vestuario, maquillaje, gestos, etc.

Dentro del teatro se diferencian dos tipos de textos: un texto principal, en el que se desarrolla la trama de la obra, y un texto secundario, formado por indicaciones para su representación en el escenario.

A. Formas de Expresión del Texto Principal

El texto principal está constituido por cuatro elementos:

  • Diálogo: Es una conversación entre varios personajes que suelen intercambiar sus papeles de emisor y receptor.
  • Monólogo: Es el discurso de un personaje que no se dirige a otro. Puede ser de cuatro tipos:
    • Monólogo puro: El personaje reflexiona en voz alta.
    • Monólogo aparente: El personaje habla de otro, pero no espera respuesta ni la recibe.
    • Monólogo narrativo: El personaje cuenta hechos ocurridos fuera de escena.
    • Aparte: Monólogo dirigido al espectador, sin que se enteren los otros personajes.
  • Acción: Es el elemento que permite avanzar lógica y temporalmente en la historia. Hay que distinguir entre la acción narrada y representada.
  • Personajes: Desempeñan una función dentro de la acción. Los principales tipos de personajes son: protagonista, personaje secundario, antagonista, figurante, alegóricos, personaje de tipo o estereotipado y coro.

B. Estructura del Texto Dramático

Podemos distinguir los siguientes elementos:

  • Acto: Unidad temporal y narrativa, marcada por la subida y bajada del telón.

El Teatro Español Anterior a la Guerra Civil (Preguerra)

El teatro de esta época se caracteriza por unos fuertes condicionantes comerciales que imponen el interés de los empresarios. Las ganancias estaban garantizadas con obras poco complejas destinadas a un público burgués conservador. Por ello, el teatro español de principios de siglo se puede dividir en dos frentes:

1. El Teatro que Triunfa

Este frente incluye las corrientes más populares y comercialmente exitosas:

La Comedia Burguesa

Era el teatro destinado a un público mayoritariamente burgués. Jacinto Benavente es su máximo representante. A partir del estreno de El nido ajeno, su fama y prestigio aumentan paulatinamente hasta obtener en 1922 el Nobel de Literatura. En su teatro utiliza diversos ambientes, por ello cabe hablar de:

  • Dramas rurales: Se sitúan en aldeas y con personajes campesinos: Señora Ama, La malquerida.
  • Comedias de ambiente cosmopolita: La alta burguesía, los temas frívolos y folletinescos: La noche del Sábado, La mariposa que voló sobre el mar.
  • Comedia burguesa: Los personajes son fieles representantes de la burguesía que iba al teatro; se reflejan los modos de vida de esa clase social, no sin algo de crítica, pero suave e irónica, sin llegar nunca a ser provocador: El nido ajeno, Gente conocida y Rosas de otoño.
  • Farsas: Que se basan en los personajes de la commedia dell’arte. Los intereses creados, que desarrolla el tema del poder del dinero para encubrir situaciones deshonrosas.

El Teatro Cómico

Carlos Arniches es quien consolida el género. Las dos modalidades de la creación de Arniches son el sainete y la comedia grotesca. En el sainete destaca El santo de la Isidra; y en la comedia grotesca La señorita de Trevélez. Dentro del género cómico destacan también los hermanos Álvarez Quintero y el conocido “astracán” de Pedro Muñoz Seca.

El Teatro Poético

Escrito en su mayoría en verso, trata de temas históricos o legendarios, en un tono posromántico y estilo modernista. Destacan: Eduardo Marquina (Las hijas del Cid), los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos).

El Teatro Español Posterior a la Guerra Civil (Posguerra)

1. Panorama General y Consecuencias del Conflicto

La evolución del teatro español estuvo determinada por la Guerra Civil y sus consecuencias. A partir de 1939, el panorama quedó marcado por el exilio de autores como Max Aub, Alberti o Salinas, y por la desaparición de Lorca, Valle y Miguel Hernández.

La Guerra Civil supuso un profundo corte en la trayectoria teatral española. Ante esta situación, no es extraño que proliferen en nuestra cartelera comedias extranjeras. Su finalidad será la de entretener y transmitir una orientación ideológica. Pero como instrumento de diversión, el cine lleva ventaja con respecto al teatro.

De los autores del 40 al 50 cabe señalar las siguientes tendencias: comedia burguesa, teatro cómico, teatro en el exilio y teatro grave.

2. Orientaciones Dramáticas de la Posguerra

En los años de posguerra, la escena española estuvo dominada por un teatro “nacional”, al servicio de la dictadura. Triunfaban en los escenarios la comedia burguesa y el teatro de humor, que se caracterizaban por la evasión de la realidad de la época. Mientras, los dramaturgos exiliados continuaron su producción fuera de España.

Evolución de las Tendencias (1940-1975)

  • Finales de los 40: Irrumpió el teatro realista, de denuncia de la realidad. En 1949 se representó Historia de una escalera y en 1952 se puso en escena Escuadra hacia la muerte.
  • Años 50: Surge el teatro vanguardista, representado por Fernando Arrabal y Francisco Nieva.
  • Años 60: Se desarrolla el teatro simbolista. Triunfa el teatro evasivo, heredero de la comedia burguesa.
  • Finales de los 60: Surgen los primeros grupos de teatro independiente.
  • Desde 1975: Se inclinaron por un teatro de temas contemporáneos y, desde la instauración de la democracia, se recuperan en escena a los grandes dramaturgos anteriores como Valle o Lorca.

La Novela y el Cuento Hispanoamericanos: Del Regionalismo a la Renovación

1. Las Primeras Décadas: La Novela Regionalista (Hasta los 40)

Hasta los años 40, la novela y el cuento hispanoamericanos discurrieron por el cauce del realismo costumbrista. Durante estos años se dan las siguientes tendencias temáticas:

  • Novela de la tierra: Describe la naturaleza americana en toda su grandiosidad y los relatos se basan en la acción de la naturaleza sobre los hombres que habitan: Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos; La vorágine, de José Eustasio Rivera, o Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes.
  • Novela indigenista: El tema central son las injusticias que provoca el hombre blanco en la sociedad indígena y las reivindicaciones de una identidad nacional y cultural propias: El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría, y Huasipungo, de Jorge Icaza.
  • Novela política: Destacan novelas referidas a la revolución mexicana, como Las de abajo, de Mariano Azuela.

2. Los Pioneros de la Renovación: Los Inicios del Realismo Mágico (1945-1960)

Entre 1945 y 1960 se observa en la narrativa hispanoamericana unas características nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Estos cambios se deben a una concepción del mundo y de la vida, consecuencia de los cambios políticos, sociales y económicos que se estaban produciendo en los diferentes países de Hispanoamérica.

A estas novedades, se añaden las influencias de la narrativa europea y norteamericana del momento, tardíamente asimiladas, pese a que algunos escritores, como el argentino Arlt o el venezolano Arturo Uslar-Pietri, las hicieron suyas desde pronto. Se considera que el relato que marca el cambio de rumbo es El pozo, de Juan Carlos Onetti.