El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I
Polémica interior y conflictos europeos
Este periodo se inicia en la primera mitad del siglo XVI con la herencia de Carlos I (V de Alemania). La herencia fue compleja: de su madre, Juana I de Castilla (la Loca), recibió Castilla y América; de su padre, Felipe I (el Hermoso), recibió Borgoña; y de su abuelo paterno, Maximiliano I de Austria, recibió Austria y la posibilidad de ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, convirtiéndose en Carlos V.
Carlos V heredó conflictos con Francia, logrando la conquista de Milán. Como emperador, su deber era defender la cristiandad, lo que lo llevó a guerras contra el Imperio Turco. Además, enfrentó enemigos interiores: los protestantes, conflicto que culminó con la firma de la Paz de Augsburgo (1555).
En el ámbito interno, surgieron conflictos como el rechazo de las Comunidades de Castilla (1520-1521) hacia los extranjeros que llegaron con Carlos I. Las ciudades, afectadas por la crisis de la industria textil, se rebelaron para mantener sus libertades, aunque fueron derrotadas en Villalar. Paralelamente, se produjo la revuelta de las Germanías en Valencia (1519-1523), de carácter social, protagonizada por los sectores populares frente a la nobleza y los moriscos.
La Monarquía Hispánica de Felipe II
Gobierno, Administración y Conflictos
El reinado de Felipe II se desarrolla en la segunda mitad del siglo XVI. Heredó los vastos territorios de su padre, Carlos V, conservando todos excepto Austria y el derecho al título imperial. Su monarquía se centró en Castilla.
La Unión Ibérica y el Sistema Polisinodial
Felipe II incorporó Portugal a sus reinos (1580), aprovechando su derecho de herencia tras la crisis sucesoria portuguesa. Se proclamó rey de Portugal, estableciendo la Unión Ibérica y manteniendo un consejo específico para el reino luso. La Monarquía Hispánica era una suma de reinos, cada uno con sus propias leyes e instituciones (modelo polisinodial). El gobierno se articulaba mediante un sistema de Consejos, cuyo principal límite era la lentitud burocrática.
Guerras y Sublevaciones en Europa
Felipe II continuó la defensa del catolicismo, heredando los conflictos de su padre. Luchó contra los turcos, logrando la victoria en la Batalla de Lepanto (1571), y contra Francia, a la que derrotó en la Batalla de San Quintín (1557).
Otros conflictos importantes fueron:
- La guerra en el Atlántico contra Inglaterra (derrota de la Armada Invencible, 1588).
- La sublevación de los Países Bajos, motivada por razones religiosas (calvinismo) y políticas (deseo de autonomía).
Felipe II representó la culminación de la Monarquía Hispánica, aunque su reinado también marcó un punto de inflexión debido a los numerosos conflictos sin resolver que legó a sus sucesores.
Exploración y Colonización de América
Consecuencias de los Descubrimientos
La fase de conquista se desarrolló principalmente en la primera mitad del siglo XVI. Los conquistadores se encontraron con grandes imperios (como el Azteca y el Inca) altamente centralizados. La conquista fue facilitada por la superioridad militar española (armas de fuego, caballos) y por las divisiones internas de los imperios americanos.
Una consecuencia inmediata y devastadora fue el desastre demográfico en América, causado principalmente por las enfermedades europeas.
El Proceso de Colonización
La colonización se consolidó en la segunda mitad del siglo XVI. Estas empresas eran inicialmente aventuras privadas de nobles y particulares que firmaron capitulaciones con la Corona, reservándose esta el Quinto Real (la quinta parte de lo conquistado). Existieron tensiones entre los colonizadores y la Corona de Castilla.
La Iglesia desempeñó un papel crucial en la evangelización de las poblaciones americanas.
Administración y Gobierno de América
América se gobernaba desde la Península a través del Consejo de Indias. La Casa de Contratación, con sede en Sevilla, controlaba el monopolio comercial, la organización de flotas y la emigración. La principal institución territorial en América fue el Virreinato, siendo los de Nueva España y Perú los más importantes inicialmente.
Los Austrias del Siglo XVII: El Gobierno de Validos y la Crisis de 1640
Decadencia de la Monarquía y el Valimiento
Durante la primera mitad del siglo XVII, la dinastía de los Austrias experimentó una decadencia de la monarquía, siendo sus reyes conocidos como los Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II). Esta decadencia se manifestó en la recuperación del poder político por parte de la nobleza y en la venta de realengo (tierras de la Corona).
El tradicional sistema de Consejos entró en crisis debido a su lentitud, siendo parcialmente reemplazado por Juntas. En este contexto, apareció la figura del Valido, un favorito que actuaba como alter ego del monarca, dirigiendo de facto el gobierno.
- Con Felipe III, destacó el Duque de Lerma.
- Con Felipe IV, destacó el Conde Duque de Olivares, quien intentó reformar la Monarquía Hispánica para reforzar el poder central mediante su proyecto de la Unión de Armas.
La Crisis de 1640
La crisis económica y las políticas centralizadoras de Olivares coincidieron con la Crisis de 1640, un periodo de graves revueltas:
- La primera revuelta fue el Motín de la Sal en Vizcaya (1631-1634), provocado por la intención de añadir un nuevo impuesto.
- La revuelta de Cataluña (1640): El intento del rey de aumentar la contribución catalana y la presencia del ejército real en el territorio llevaron al levantamiento. El Corpus de Sangre marcó el inicio de la revuelta, que llevó a Cataluña a aliarse con Francia.
- La sublevación de Portugal (1640): Se rebelaron por el rechazo al aumento del poder central, el incremento de enemigos externos y el rechazo a la Inquisición. Esta revuelta culminó con la separación de Portugal (excepto Ceuta) en 1668.
- La revuelta de Nápoles (1647), que también fracasó.
La Guerra de los Treinta Años y la Pérdida de la Hegemonía Española
Este conflicto se desarrolla en los años centrales del siglo XVII. El reinado de Felipe III había sido relativamente pacífico, destacando la firma de la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas (Holanda).
El reinado de Felipe IV, bajo el liderazgo del Conde Duque de Olivares, fue marcadamente bélico. Olivares decidió poner fin a la Tregua con Holanda (1621) argumentando que esta beneficiaba comercialmente a los holandeses y que su independencia incentivaba otras rebeliones.
El ataque a los holandeses se sumó al estallido de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un conflicto de gran magnitud con profundas motivaciones religiosas y políticas. Inicialmente, los Habsburgo (rama española y austriaca) lucharon contra los príncipes alemanes, buscando determinar qué potencia dominaría Europa.
El bando anti-Habsburgo incluyó a los príncipes alemanes, Holanda, Dinamarca, Suecia y, crucialmente, Francia.
La guerra concluyó con la Paz de Westfalia (1648), que supuso la derrota del emperador y la pérdida de la hegemonía española en Europa. Francia se consolidó como la monarquía más poderosa del continente. Esta guerra representó el colapso de la Monarquía Hispánica, ya debilitada por la crisis interna y las revueltas simultáneas en Cataluña, Nápoles y Portugal.
Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII
Factores y Consecuencias
Crisis Demográfica
El siglo XVII fue una época de contracción demográfica en España, motivada por varios factores:
- La propagación de epidemias (especialmente la peste).
- El aumento de la emigración a América.
- Las constantes guerras.
- Las hambrunas recurrentes.
Esta situación provocó una notable pérdida de población en las zonas interiores y un aumento de la importancia demográfica de las áreas costeras, configurando una distribución poblacional que, en parte, perdura hasta hoy.
Crisis Económica
La situación de la Hacienda Pública no mejoró, sino que se vio gravemente condicionada por las guerras, lo que obligó a subir los impuestos y a realizar una alteración de la moneda (acuñación de vellón), lo que generó una profunda crisis económica.
Otros factores que deterioraron las condiciones económicas fueron:
- Las malas cosechas.
- Las guerras.
- La expulsión de los moriscos (1609), que afectó gravemente a la agricultura en regiones como Valencia y Aragón.
El comercio con América se vio afectado debido a la competencia de otras potencias y al desarrollo de un sistema productivo colonial que reducía la necesidad de importaciones peninsulares. No obstante, a finales del siglo se observaron los primeros síntomas de recuperación.
Crisis y Decadencia de la Monarquía Hispánica: El Reinado de Carlos II
El Problema Sucesorio y la Recuperación Tardía
En el último tercio del siglo XVII continuaron las guerras con Francia, que culminaron con la Paz de los Pirineos (1659), marcando la primera vez que la Monarquía Hispánica perdía territorios significativos (Rosellón y Cerdaña).
El reinado de Carlos II (el Hechizado) estuvo marcado por la debilidad dinástica y el problema sucesorio, ya que el monarca no tuvo descendencia. Esto provocó que en Europa comenzaran a surgir planes para el reparto de la Monarquía Hispánica. Existía un sector profrancés en la corte, que consideraba a Francia como la única potencia capaz de garantizar la integridad territorial de la monarquía.
Carlos II también gobernó mediante validos. A pesar de la crisis general del siglo XVII, la historiografía reciente ha reivindicado este reinado, señalando que en esta época se inició una recuperación económica, especialmente en regiones como Cataluña y el País Vasco. Además, apareció la figura de los Novatores, intelectuales que plantearon reformas científicas y técnicas que anticiparon la Ilustración del siglo XVIII.
La Guerra de Sucesión Española y la Paz de Utrecht
Los Pactos de Familia
La Guerra de Sucesión Española ocupó los primeros trece años del siglo XVIII. El problema sucesorio surgió tras la muerte de Carlos II sin descendencia, lo que llevó a las potencias europeas a intentar repartirse los reinos hispánicos.
Los candidatos principales al trono fueron Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia) y el Archiduque Carlos de Austria.
El Conflicto
La guerra se internacionalizó: Felipe fue apoyado por Francia, mientras que Carlos fue respaldado por la Gran Alianza (Austria, Holanda, Inglaterra, Portugal, Saboya y príncipes alemanes).
Internamente, se produjo una guerra civil: Castilla apoyó a Felipe V (Borbón), mientras que la Corona de Aragón apoyó al Archiduque Carlos, quien prometía mantener sus fueros e instituciones tradicionales.
El conflicto se resolvió cuando el Archiduque Carlos heredó el trono imperial austriaco (1711). Temiendo que se reconstituyera el gran imperio de Carlos V, las potencias aliadas retiraron su apoyo. Finalmente, Felipe V fue reconocido como rey de España.
Consecuencias: La Paz de Utrecht
La consecuencia política fundamental fue el cambio dinástico (de los Austrias a los Borbones). La guerra concluyó con la firma de la Paz de Utrecht (1713), que supuso la pérdida de las posesiones europeas de España (cedidas a Austria, Saboya e Inglaterra).
Inglaterra fue la gran beneficiada, obteniendo Gibraltar y Menorca, además de privilegios comerciales en América: el Asiento de Negros (monopolio para introducir esclavos) y el Navío de Permiso (derecho a enviar un barco comercial anual).
Los Pactos de Familia
Posteriormente, la nueva dinastía Borbónica en España firmó los Pactos de Familia con Francia (Borbones franceses) para recuperar territorios perdidos y defender intereses comunes frente a Inglaterra.
La Nueva Monarquía Borbónica: Decretos de Nueva Planta y Modelo de Estado
El Centralismo Borbónico
El reinado de Felipe V se extendió durante la primera mitad del siglo XVIII. Tras ganar la Guerra de Sucesión, impuso el modelo francés de Estado, caracterizado por el centralismo y el absolutismo.
Los Decretos de Nueva Planta
La principal herramienta de centralización fueron los Decretos de Nueva Planta (1707-1716), que eliminaron los fueros, instituciones y privilegios de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia, Aragón, Cataluña y Mallorca), unificando el sistema legal bajo las leyes de Castilla.
Reforma Administrativa
El Consejo de Castilla se mantuvo como órgano central de gobierno. Se crearon las Secretarías de Despacho (antecedentes de los ministerios). Desaparecieron los antiguos reinos y se crearon las Intendencias, unidades administrativas territoriales con amplios poderes militares y hacendísticos.
Reformas Económicas y Culturales
Los Borbones impulsaron reformas culturales (creación de Academias) y económicas, buscando la libertad económica y el fomento de la producción. Se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País.
Medidas económicas destacadas:
- Limitación de los privilegios de la Mesta.
- Fomento de la libre circulación de mercancías (eliminación de peajes interiores).
- Reforma de Hacienda: buscando mayores ingresos, se intentó establecer un impuesto único (el Catastro de Ensenada). El Estado se endeudó, creando los Vales Reales (deuda pública).
En América, se buscó un mayor control administrativo, creando nuevos virreinatos como el del Río de la Plata y el de Nueva Granada.
Expansión y Transformaciones Económicas en la España del Siglo XVIII
Agricultura, Industria y Comercio
El siglo XVIII se caracterizó por una notable recuperación económica, favorecida en gran medida por el descenso de los conflictos bélicos.
Agricultura
Se introdujeron nuevos cultivos y técnicas, y se promovió la colonización de territorios despoblados. Sin embargo, la expansión agrícola encontró límites estructurales, principalmente la gran cantidad de tierras en manos de la propiedad de manos muertas (pertenecientes a la Iglesia o a la nobleza, y no susceptibles de venta).
Industria
La industria creció, y la monarquía impulsó la creación de Reales Fábricas (manufacturas estatales).
Comercio con América
América fue fundamental para la recuperación económica. La Corona mantenía el Pacto Colonial, obligando a las colonias a comerciar exclusivamente con la metrópoli. Se otorgaban territorios para su explotación, y la monarquía se llevaba una parte del beneficio. El comercio aumentó significativamente gracias a la reducción del monopolio (apertura de nuevos puertos) y, finalmente, al Decreto de Libre Comercio (1778).
El Despegue Económico de Cataluña
Cataluña experimentó una expansión económica temprana. Comenzó a vender productos como el vino y el aguardiente a los mercados de España y América. Desarrolló una incipiente industria textil (indianas), favorecida por la libertad de circulación interior de mercancías y por el acceso privilegiado al mercado americano.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado: El Reinado de Carlos III
Ideas Fundamentales
La Ilustración se desarrolló en la segunda mitad del siglo XVIII. Fue un movimiento político y filosófico que defendía la supremacía de la razón, la crítica a la tradición, y la necesidad de reformar la religión y la sociedad estamental.
El Despotismo Ilustrado
El Despotismo Ilustrado fue una práctica política donde los monarcas absolutos adoptaron ideas ilustradas para implementar reformas que modernizaran el Estado y, paradójicamente, reforzaran su propio poder (lema: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”).
Carlos III (1759-1788)
El máximo exponente del Despotismo Ilustrado en España fue Carlos III. Impulsó importantes reformas educativas y de fomento económico. También aplicó el Regalismo, una política destinada a limitar la independencia y el poder de la Iglesia en España. En este contexto, destaca la expulsión de los Jesuitas (1767), una orden que dependía directamente del Papa.
Aunque las reformas fueron significativas, resultaron tímidas, ya que no cuestionaron la estructura fundamental de la sociedad estamental ni el poder absoluto del rey.
El Motín de Esquilache
En un momento dado, Carlos III frenó las reformas, coincidiendo con el Motín de Esquilache (1766). Este motín fue provocado por una reforma de carácter higiénico y de seguridad (prohibición de capas largas y sombreros anchos) que generó malestar popular. A esto se sumaron otras quejas, como la subida del precio del pan, lo que culminó con la expulsión del ministro Esquilache.
Estructura para el Comentario de Texto Histórico
A continuación, se presenta la estructura recomendada para el análisis y comentario de documentos históricos:
Clasificación del Documento
Fuente y Naturaleza
- Jurídicos: Leyes, tratados, decretos.
- Histórico-literarios: Textos con carácter subjetivo (memorias, cartas personales).
- Narrativos o Históricamente Circunstanciales: El autor está directamente relacionado con el hecho histórico que relata.
- Historiográficos: Textos con finalidad investigadora o científica (libros de historia, artículos académicos).
Identificación
- Autor y obra.
- Destinatario.
- Marco espacio-temporal (fecha y lugar).
Ideas Principales y Secundarias
Identificación y jerarquización del contenido esencial del texto.
Comentario Histórico
- Antecedentes: Contexto previo al hecho narrado.
- Hecho: Desarrollo y explicación del suceso central.
- Consecuencias: Impacto posterior del hecho histórico.
Valoración y Crítica del Texto
- A) Valoración de la objetividad del texto.
- B) Determinación de si es fundamental para conocer la etapa histórica.
- C) Evaluación de su trascendencia actual.