El Renacimiento y la Literatura del Siglo de Oro Español (Siglo XVI)

Marco Socioeconómico y Político del Siglo XVI

Durante el primer Siglo de Oro, la sociedad cerrada y estamental del Medievo se fue convirtiendo en otra abierta y competitiva, capitalista, en la que el campesino feudal que pagaba al señor parte de su trabajo (diezmos) va siendo sustituido por el trabajador que trabaja a cambio de un salario. El dinero es el eje de la vida económica cotidiana.

Transformaciones Económicas

  • La agricultura tiende al monocultivo y no al autoabastecimiento; la cosecha se vende en el mercado.
  • La circulación monetaria crece rápido.
  • Los bancos y los banqueros adquieren importancia y poder, sobre todo en Italia, Alemania y Países Bajos.
  • Se forman sociedades mercantiles, explotaciones mineras e industrias textiles.

El Ascenso de la Burguesía

La burguesía es la clase social ascendente. A medida que adquiere poder e influencia, se hace más conservadora en sus gustos y costumbres, imita a la nobleza, tiende a vivir comprando tierras y de las rentas. Patrocina a artistas plásticos y a escritores y poetas de toda Europa.

El Absolutismo Monárquico

Políticamente, se está dando forma al absolutismo monárquico. El poder del Estado se centraliza, se eliminan las fronteras comerciales interiores, se unifican las leyes y los impuestos, creándose un mercado interior autosuficiente. Este gran cambio provoca revoluciones de los campesinos y trabajadores, guerras constantes entre las naciones europeas y rupturas en el seno cristiano contra el poder de Roma (el Protestantismo).

El Renacimiento y la Nueva Visión del Mundo

Surge el Renacimiento. Se venera a los clásicos grecolatinos y a sus obras poéticas, sobre todo en Italia. La cultura se considera una pieza fundamental para la gobernación de los estados, gracias a los privilegios que los reyes conceden, y por parte de aristócratas y alta burguesía que avalan y prestigian las obras de toda clase de artistas. La cultura equivale a poder e imagen.

Antropocentrismo y Secularización

La cultura está en consolidación con la idea burguesa de la dignidad del hombre, centro del mundo y dueño de su destino (antropocentrismo frente al geocentrismo divino). El individualismo vital que había habitado anteriormente en la cultura popular (canciones, villancicos, romances) se canta al amor y a los placeres en una sociedad civil muy secularizada, en una Europa racionalista que cree en el progreso del conocimiento y el enriquecimiento.

No en España: La Inquisición controlaba y censuraba las producciones del humanismo, y la Corona administraba las ganancias del Imperio ultramarino (América). Las propuestas de renovación religiosa (Martín Lutero) darán lugar a la Contrarreforma y a la visión humanista de la realidad de Erasmo de Rotterdam, quien propuso, haciendo uso de la ironía y de la sátira, un recurso de los rituales y ceremonias hipócritas, una religiosidad íntima y personal. Esto provocará tensiones y guerras de religión entre cristianos romanos y protestantes.

Revolución Científica y Artística

El siglo es de Copérnico, quien demostró que era el Sol el centro y la Tierra giraba sobre su eje, secundado por Kepler y Galileo. Artistas como Rafael, Miguel Ángel, Brunelleschi, en la Plástica, y en la Música Palestina, y en la literatura, Maquiavelo y Tasso o Montaigne y Camoens, Shakespeare o Cervantes, marcan la cultura.

La España Imperial: Carlos I y Felipe II

En España, con el nuevo rey Carlos I, estalla en Castilla la Revolución de los Comuneros, que buscaba limitar el poder de la realeza y de la aristocracia y defender los intereses de la burguesía exportadora de lana de Burgos. Fueron derrotados en Villalar.

La política imperial no coincide con los intereses castellanos ni de los otros pueblos, que tienen que costear con impuestos su política exterior. Los gastos de las continuas guerras llevaron a la quiebra la hacienda estatal y Carlos I debió acudir al préstamo de los banqueros europeos que habían comprado el trono para él. Las guerras contra el turco, con Francia e Inglaterra, el fracaso de la Armada Invencible (Felipe II) y las tres bancarrotas en treinta años, la guerra de los moriscos granadinos y la anexión de Portugal (logrando la unidad territorial peninsular) marcan la segunda parte del siglo XVI.

Estructura Social Española

La cúspide social española la ocupa la alta nobleza, que posee inmensas propiedades, grandes ingresos y rentas. Los caballeros y los hidalgos no tienen que pagar impuestos. En algunos sitios, la hidalguía se representa como aspiración social. El 10% de la población, y en Burgos la cuarta parte, o en León y Asturias la mitad de los habitantes, eran hidalgos.

Los tributos recaían sobre el campesinado y comerciantes. Los burgueses y funcionarios podían llegar a ser hidalgos por la compra legal de títulos de nobleza, soborno o adquisición de tierras y señoríos. Durante el siglo XVI se refuerzan los valores nobiliarios y se acentúa el desprecio hacia el trabajo. Las ciudades se llenan de vagabundos (como el protagonista de Lazarillo de Tormes) y minorías de moriscos y judíos. Tras la expulsión a finales del siglo XV, unos se fueron a Europa y otros se quedaron en España y se convirtieron.

El Humanismo Español y la Contrarreforma

Culturalmente, el Humanismo español tuvo su mejor momento en el primer tercio del siglo XVI, con la llegada de personalidades de Italia a las universidades de Alcalá de Henares y de Salamanca. Se publica la Biblia Políglota Complutense. Entre los españoles, destaca Antonio de Nebrija, autor de la primera Gramática española, y el Brocense.

La celebración del Concilio de Trento (entre 1545 y 1563) censuró las pretensiones sociales de promoción de la burguesía, los idearios educativos de los erasmistas y el trabajo sobre humanistas, frustrando la renovación. Se impuso la censura previa y la prohibición a los estudiantes españoles de seguir estudios en universidades donde había triunfado el protestantismo.

Hábitos de Lectura y Gustos Literarios

La mayor parte de la población era analfabeta, por lo que la lectura en voz alta para un grupo tenía tradición lírica oral. Entre los alfabetizados se consumía literatura de temas aristocráticos, religiosos e idealistas, y satíricos.

Poesía y Tópicos Clásicos

En las compilaciones de Cancioneros coexiste la poesía popular con la petrarquista y la anterior del amor cortés. La literatura clásica grecolatina (Horacio y Ovidio, entre otros) es el vivero de donde se toman géneros literarios, temas y tópicos:

  • Carpe diem: Vive el momento.
  • Collige Virgo Rosas: Recoge doncella las rosas de la juventud.
  • Beatus ille: Feliz aquel que huye el ruido del mundo.
  • Aurea mediocritas: Alabanza de la vida moderada.

El clasicismo se refleja en la presencia de la mitología. El tema omnipresente es el amor, que se trata desligado de la sexualidad y es como una virtud de nuestro intelecto (neoplatónico): el hombre se hace más noble contemplando la belleza femenina.

Se desarrolla otra poesía de carácter moral, que será la que desarrolle los tópicos latinos, difusora de un código más rígido acorde con el espíritu de la Contrarreforma. El verso preferido es el endecasílabo, alternado con el heptasílabo. Los géneros son las églogas, odas, epístolas y elegías o sátiras. Las estrofas son el soneto, la canción, la lira, los tercetos encadenados, la silva y la octava real.

La Lírica del Siglo XVI: Garcilaso y la Mística

Los poetas importantes son Garcilaso y Boscán en la primera parte del siglo, pero en la segunda mitad se dividen en dos escuelas:

  1. La escuela salmantina o castellana: Con Fray Luis de León, que se inclinó hacia la poesía moral.
  2. La escuela sevillana.

La Literatura Mística

La literatura mística es un fenómeno español único y una expresión singular tanto en prosa como en verso. Sus representantes quieren comunicarse con Dios y protagonizaron una aventura de renovación de las órdenes religiosas. Estos poetas representaban la esencia de la fe sin rituales. La comunión con Dios suponía un lenguaje lleno de símbolos y metáforas difíciles. La frontera entre místicos y ortodoxos y herejes nunca estuvo clara.

Fray Luis de León (1527-1591)

Nacido en Cuenca, de familia judeoconversa, vivió en ambiente de cautela y sospecha. Cursó estudios de teología en la Universidad de Salamanca y después hebreo en la de Alcalá. Las discusiones con los dominicos le llevaron a la cárcel, acusado de haber traducido al castellano el Cantar de los Cantares. Salió absuelto y continuó impartiendo clases en la universidad, pero en la celda escribió lo mejor de su poesía.

Obra Poética y Estilo

Su poesía se agrupa en tres periodos: antes de la cárcel (A la vida retirada), dentro de ella (Noche serena) y las de 1577, odas dedicadas a Francisco Salinas. Su carácter difícil y apasionado da rienda suelta a sus quejas por la injusticia que se ha cometido con él, y a la nostalgia de ese paraíso de contemplación. El poeta dirá que las ideas humanas son copias imperfectas de las de Dios y el hombre debe aspirar al conocimiento divino por medio del amor.

Su estilo está influido por la lectura de textos grecolatinos, por Garcilaso y por las lecturas de la Biblia. La lira combina versos de once y siete sílabas, lo que le permite las variaciones rítmicas que necesita. Es sobrio y depurado, propio de un autor acostumbrado a la traducción. Usa muchas figuras retóricas como: asíndeton, polisíndeton, hipérbole. Un rasgo particular es el uso de la segunda persona, como si de una conversación se tratara, y hace uso de las exclamaciones e interrogaciones retóricas, exhortaciones y enumeraciones.

Su obra poética es breve y casi todos sus poemas son odas, composiciones de número indeterminado de versos, estrofas cortas y temas variados, siempre serios y graves. Sus traducciones permanecieron sin editar.

Obras Originales en Prosa

Sus obras originales en prosa son: De los nombres de Cristo y La Perfecta casada.

  • De los nombres de Cristo: Es un diálogo, género frecuente, entre tres personajes acerca de los nombres que da la Biblia a Cristo. Es un tratado teológico escrito en lengua vulgar para facilitar su lectura, lo que acarreó críticas.
  • La Perfecta casada: Tratado en el que expone su idea sobre la esposa ideal, obra que antes había sido trabajada por Erasmo. Son retratos que hace de algunos tipos femeninos: la hacendosa, la charlatana, la ligera, la perezosa.

San Juan de la Cruz (1542-1591)

De Ávila, sigue los estudios de Filosofía y Teología y conoce en Salamanca a Fray Luis de León. Fascinado por el proyecto de reforma del Carmelo que predicaba la sobriedad y la pobreza, emprendido por Santa Teresa de Jesús (autora de Las Moradas, El libro de la vida), Juan de la Cruz la sigue y es secuestrado y torturado por los carmelitas contrarios a la reforma, que no querían perder sus privilegios y la financiación de nobles y reyes.

Su poesía mística establece que el camino de la ascesis es inevitablemente el del desprendimiento de todo apego al mundo material. San Juan sigue siendo musicado por cantautores en diferentes partes del mundo. Compuso tres grandes poemas:

  1. Cántico Espiritual: Del último tercio del siglo XVI, consta de 40 liras. Inspirada en el Cantar de los Cantares (fuente bíblica del Rey Salomón), es un diálogo entre la amada (el propio poeta) y el amado (Cristo), a quien busca por valles y montañas y a quien finalmente encuentra.
  2. Noche Oscura: Consta de 8 liras y narra cuando la amada, tras salir disfrazada de su casa por la noche, se une al amado.
  3. Llama de Amor Viva: Expone en 4 estrofas, al modo de la lira, la búsqueda y las sensaciones amorosas que expresa el poeta bajo la piel de la amada por la unión misma, con versos eróticos en los que la unión se describe con el lenguaje sensual del amor físico.

Estilo de San Juan de la Cruz

Los poemas menores (romances, canciones, glosas) desarrollan motivos parecidos, pero con un lenguaje más liviano y sin símbolos y alegorías tan poderosas. Su estilo es fiel a la poesía de su tiempo. Usa la métrica culta (la lira es de Garcilaso) sumada a la popular (romances y canciones tradicionales). Tiende a lo descriptivo, predomina en sus poemas el sustantivo sobre el adjetivo; cuando surge, se acumula en el verso. San Juan los prefiere pospuestos. En cuanto al léxico, mezcla vocabulario de origen popular con otros de procedencia bíblica y de raíz latina (cultismos). Su prosa didáctica se desarrolla en los diálogos.

La Prosa y el Teatro en el Siglo XVI

El Género del Diálogo

El diálogo continúa en España, sumado a otra prosa más literaria e incluso de ficción. El modelo formal más empleado es el diálogo, que permite el uso de un tono coloquial y una lectura amena. Los diálogos son variados, no hay un solo molde. El autor estará presente en el diálogo en forma de narrador, como interlocutor o como el que lo transcribe. Los interlocutores (aquellos con los que se dialoga en la obra) pueden ser novelescos, simbólicos o mitológicos.

El espacio del diálogo en prosa puede ser la naturaleza de los pastos (bucólico, al estilo del espacio de las Églogas de Garcilaso) o doméstico. El tiempo que le dan a la charla es indeterminado o bien limitado a uno o varios días en tiempo de ocio. Se observa el proceso de argumentación lógica, la ocasional aparición de recursos teatrales o dramáticos, como las acotaciones, las digresiones, los apartes. Hay precedentes en clásicos latinos (Cicerón) y también en Erasmo de Rotterdam. Se pretende la censura sobre costumbres y tipos de la época, como el vicio del hombre jugador, la sátira sobre médicos y farmacéuticos (boticarios) o el exceso en la comida y en el vestir, la familia, etc.

Cultivadores del género son Fray Luis de León, Alfonso de Valdés (quien atacó violentamente las actitudes del papado contra el emperador Carlos I), Andrés Laguna (naturalista insigne) y el franciscano Antonio de Guevara, por su obra Menosprecio de Corte y alabanza de aldea.

Prosa Narrativa y de Ficción

Además de las novelas ejemplares de Cervantes, se desarrolla la narrativa pastoral al modo de las Églogas dramatizadas de Juan del Encina. Se mitifica la edad de oro de la antigüedad (las Bucólicas de Virgilio). Ejemplos son La Diana de Jorge de Montemayor y su continuación, La Diana Enamorada, de Gil Polo, La Galatea de Cervantes, episodios de El Quijote, o la Arcadia de Lope de Vega.

En el tema morisco, se idealiza al moro en su convivencia con el cristiano. Destaca la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa (castellanización de la última dinastía árabe en el reino de Granada antes de la conquista definitiva de los Reyes Católicos), publicada primero suelta y luego incluida en La Diana de Montemayor.

El Teatro del Siglo XVI

El teatro se desarrolla sobre todo en la segunda mitad del siglo XVI. La aparición del Índice de libros prohibidos de la Inquisición hará que dramaturgos y comediógrafos deban ser más comedidos en sus críticas al poder político. Junto al teatro religioso y profano tradicionalmente representado en iglesias, palacios o en la calle en fiestas religiosas, van surgiendo los corrales de comedias a mediados del siglo XVI.

El representante máximo es Lope de Rueda, quien adapta la comedia culta italiana a lo popular, creando los Pasos, breves piezas cómicas incluidas en las comedias con las que no guardaban ninguna relación argumental (precedente del entremés). El tema es el amor y la mujer suele ser un personaje activo y central de la pieza cómica. El paso está realizado en expresiones coloquiales, hablas dialectales y juegos de palabras, con referencias eróticas. Su estilo es costumbrista. Autores como Argensola, Cervantes y Juan de la Cueva (con romances históricos teatralizados, tales como los Siete Infantes de Lara) contribuyeron al desarrollo del teatro español.

La Picaresca: El Lazarillo de Tormes

El Lazarillo de Tormes apareció por primera vez en 1554 en cuatro ediciones diferentes. No se conoce la fecha en que se compuso, pero se reeditó y ganó notoriedad tras la aparición de Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán.

Muchos de los elementos proceden de la tradición folclórica, cuentecillos y anécdotas como la de la longaniza, o la pareja del ciego y el mozo son también populares, pero adquiere para los lectores un nuevo sentido porque es contada por un solo personaje siguiendo el modelo de una larga carta dirigida a un desconocido: vuestra merced (el narratario). La autobiografía, de larga tradición literaria (recurso utilizado por el Arcipreste de Hita en el Libro del Buen Amor, por Erasmo en Viaje a Turquía y El Cotralón y también por Cervantes en La Lozana andaluza), tiene como fuente directa El Asno de oro del latino Apuleyo.

El género epistolar (las cartas como recurso) sirve de marco en el que se desarrolla esta narración que inicia la Picaresca, cuyo precedente más conocido en la novela sentimental es Cárcel de Amor de Diego de San Pedro. El prólogo se inicia en primera persona con un «YO» rotundo. A partir de ahí, la historia es la de un ser humano real. La obra relata el proceso de aprender a vivir de un niño abandonado en el centro de una sociedad injusta. Su prosperidad final solo la alcanza a cambio de su deshonor personal al consentir las relaciones de su mujer con el Arcipreste.

Común a todos los personajes de esta obra es la tremenda crítica a la sociedad de su tiempo. La mayor parte de los amos de Lázaro son clérigos (curas) y, a pesar de ello, explotan a Lázaro cruelmente. La nobleza (los hidalgos sobre todo) y la Iglesia son satirizados, así como otros valores como la justicia, la vida militar, el amor o la amistad.

Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)

Nació en Alcalá de Henares a mediados del siglo XVI en una familia con problemas económicos. En el último tercio de este siglo marchó a Italia, quedó impresionado por su arte, literatura y su agitada vida cultural. Participa en la batalla de Lepanto y es apresado y conducido a Argel. A pesar de las humillaciones padecidas, se volverá mucho más tolerante con el mundo árabe. Durante su cautiverio comienza a planificar sus novelas.

A su regreso a España, escribe La Galatea, pero las dificultades económicas de su familia le hacen escribir teatro porque su composición era más rentable y el tiempo invertido en las obras más breve que el de la novela. Se separa de su mujer Catalina de Salazar. Vive en Andalucía como recaudador de impuestos; este territorio será el escenario de El Quijote. Es excomulgado y encarcelado un par de veces por problemas con la justicia y por impago de deudas. En su última estancia en la cárcel de Sevilla planea la primera parte de su obra cumbre. La publicación genera un éxito espectacular y se muda a Valladolid, donde estaba la corte. Allí vuelve a la cárcel junto a toda su familia, acusados del asesinato de un hombre en el portal de su domicilio, aunque todos son puestos en libertad. Murió en 1616 en Madrid.

Producción Literaria de Cervantes

Poesía y Teatro

Como poeta se muestra como un conocedor de la tradición clásica y de los italianos, un hombre culto. Escribió diez comedias y unos ocho entremeses, al modo de Lope de Rueda, pero con más fondo y mayor personalidad. Así desfilan en sus obras el barbero, la negra, el vizcaíno que se paseará por alguno de los episodios de El Quijote. Títulos destacados: Los Baños de Argel, La Casa de los Celos o La Numancia.

Novela

Su primera novela es La Galatea, que sigue la influencia de la pastoral, con diálogos de pastores, añadiendo comentarios filosóficos y juicios de crítica literaria. El Persiles, publicada póstumamente, sigue el molde de la novela bizantina, de aventuras en la que los personajes son dos enamorados que, tras vivir increíbles historias y salvar múltiples obstáculos, se reencuentran felizmente. Cervantes los hace más verosímiles y creíbles.

Las Novelas Ejemplares

Cervantes es autor de una colección de Novelas Ejemplares. El autor se declara el primero en escribirlas en lengua castellana, ya que ese concepto de relato breve y argumento original (la novela) era de origen italiano. Son «ejemplares» porque se refieren a la idea de lección moral de la que se extrae una moraleja o lección. Las considera estéticamente como modelo de creación literaria. La variedad es un rasgo de esta colección, que se divide en dos categorías:

Novelas de Carácter Realista

Tratamiento de personajes y ambientes:

  • Rinconete y Cortadillo (picaresca)
  • El Licenciado Vidriera
  • El Celoso extremeño
  • El casamiento engañoso
  • El coloquio de los perros
Novelas Idealistas e Híbridas
  • Idealistas: El amante liberal, La española inglesa o Las dos doncellas.
  • Híbridas (combinan rasgos realistas e idealizadores): La gitanilla y La ilustre fregona.