La Obra de San Agustín: Controversias y Refutaciones
San Agustín comenzó su trayectoria de escritor combatiendo las doctrinas que antes había aceptado. Entre las principales se encuentran:
Doctrinas Combatidas por San Agustín
- Escepticismo: Contrario a la postura escéptica que negaba la posibilidad de un conocimiento fiable, Agustín defendía que la verdad existe y que es imperativo esforzarse en encontrarla.
- Maniqueísmo: Esta doctrina postulaba la existencia de dos dioses, uno del bien y otro del mal. San Agustín rebatió esta idea, defendiendo la concepción de un único Dios. El maniqueísmo llegó a ser una amenaza significativa para el cristianismo de su época.
- Donatismo: A diferencia de San Agustín, los donatistas defendían una estricta separación entre la Iglesia y el Estado, así como la pureza moral de los ministros para la validez de los sacramentos.
- Pelagianismo: Según esta doctrina, el pecado de Adán solo le afectó a él, por lo que el ser humano nace sin pecado y puede salvarse por sí mismo mediante su libre albedrío y buenas obras. Agustín refutó esta idea, enfatizando la necesidad de la gracia divina.
Contexto Histórico: La Época de San Agustín
El encuentro de San Agustín con la filosofía y el cristianismo fue un acontecimiento trascendental para nuestra cultura. Su época se enmarca en la profunda crisis del Imperio Romano, tras siglos de conquista y expansión.
Causas de la Crisis del Imperio Romano de Occidente
- La creciente presión de los pueblos bárbaros sobre las fronteras romanas.
- El debilitamiento del poder civil y el aumento de la influencia del ejército.
- La crisis del sistema esclavista, pilar económico del Imperio.
- Las grandes diferencias culturales y políticas entre el Occidente y el Oriente del Imperio.
- La muerte del emperador Teodosio, quien dividió el Imperio entre sus dos hijos, lo que llevó a la parte occidental a sufrir invasiones bárbaras y, consecuentemente, a su debilidad y posterior caída. Por otra parte, el Oriente (Imperio Bizantino) gozó de un gran esplendor hasta el siglo XV.
El Triunfo del Cristianismo
El cristianismo fue, sin duda, el factor que cambiaría la historia de Occidente. Hasta que fue reconocido por el Estado y declarado religión oficial del Imperio, se le consideraba despreciable y enemigo del orden público. En resumen, la vida de San Agustín transcurre en el desmoronamiento del Imperio Romano de Occidente y el triunfo del cristianismo frente a otras religiones. En esta época se subrayaba la necesidad de instaurar una religión evidente, accesible y comprensible para todos.
Contexto Filosófico: Influencias y Escuelas
San Agustín mostraba gran admiración por Platón, y su pensamiento se asentó sobre bases platónicas, aunque también presenta diferencias significativas. Tras la muerte de Aristóteles, surgieron diversas escuelas filosóficas que marcaron el panorama intelectual de su tiempo.
Escuelas Filosóficas Post-Aristotélicas
- El Escepticismo: Sus seguidores consideraban imposible alcanzar un conocimiento fiable y verdadero (una verdad absoluta). Eran, en cierto modo, herederos de los sofistas de la época platónica. Pirrón fundó esta escuela, que fue muy popular debido al cansancio de la gente ante la variedad de sistemas filosóficos, la mayoría contrapuestos. Cabe señalar que la Academia fundada por Platón había caído en el escepticismo.
- El Epicureísmo: La filosofía propuesta por Epicuro era materialista. Buscaba la felicidad valiéndose por sí mismo, en el disfrute moderado de los placeres de la vida y la liberación de todo sufrimiento y temor. Carecía de toda intencionalidad religiosa y señalaba que el hombre sabio no debía participar en la política, ya que esta solo crea conflictos.
- El Estoicismo: Defendía la búsqueda de la libertad a través de la política y la razón. La verdad no se logra mediante el placer, sino a través del esfuerzo y la práctica de la virtud. Los estoicos tenían un gran dominio de sí mismos y se mostraban inmunes ante las desgracias, ya que asumían el destino.
- El Neoplatonismo: Parte de las ideas de Platón, pero con un matiz religioso, y su máximo representante es Plotino. Para Plotino, todo lo existente es creado por el Ser Divino, Dios, y defendía una idea panteísta: todos somos Dios. El creacionismo, por el contrario, diferencia radicalmente a Dios y los seres creados por Él. Para Plotino, la felicidad consiste en ascender hasta Dios, lo que supone la liberación del mundo sensible y la plena felicidad.
El Cristianismo como Doctrina Religiosa
El cristianismo no se trata de un sistema filosófico en el sentido griego, sino de una doctrina religiosa. Se basa en la autoridad de las escrituras bíblicas reveladas por Dios. Se diferencia de la filosofía griega en varios aspectos fundamentales:
Diferencias con la Filosofía Griega
- Distingue radicalmente al Creador (Dios) y lo creado por Él. El mundo es creado por su voluntad a partir de la nada (ex nihilo).
- Dios se revela en el alma creyente, por lo que la razón sola no puede encontrarlo plenamente.
- Monoteísmo: Se opone a la idea del panteísmo y defiende la idea de un Dios único.
- Dios interviene en la historia, ocupándose de los humanos, haciéndose hombre en su hijo Cristo. Esta encarnación responde a un plan de salvación.
- Para el cristianismo, el pecado y el ser humano están unidos, ya que este tiende al mal y necesita la gracia divina para su salvación.
La Verdad y el Conocimiento en San Agustín
El problema de la verdad era un tema de suma importancia para San Agustín, que impregnaba todos sus escritos. La búsqueda de la verdad no implica solo conocimiento, sino también fe y amor. Así, el pensamiento agustiniano comenzaba uniendo la fe y la razón, pues estas deberían actuar conjuntamente, ya que ambas tienen como misión llegar a la verdad.
“La inteligencia prepara el camino para la fe; después, la fe dirige e ilumina la inteligencia; finalmente, juntas hallarán la Verdad: Dios. Entiendo para creer y creo para comprender.”
Tipos de Conocimiento
- Conocimiento Sensible: Es la percepción de los objetos que producen alteraciones en el cuerpo y son captadas por el alma. La verdad absoluta es inalcanzable mediante este conocimiento, ya que es cambiante y particular.
- Conocimiento Racional: Es el que viene dado por las ideas ejemplares. San Agustín distingue dos niveles dentro de la razón:
- Ciencia: Si la razón se dirige al mundo sensible de forma que olvide las ideas eternas, se forma la ciencia (que puede llevar a la estupidez y el orgullo si no está subordinada a la sabiduría).
- Sabiduría: Si la razón se dirige a las ideas eternas, se convierte en sabiduría. Esta necesita de la ciencia, pero subordinada a ella, para el conocimiento de las verdades eternas que se encuentran en la razón, pero que necesitan la ayuda de la fe para ser plenamente alcanzadas.
¿Cómo Alcanzar la Verdad? La Iluminación Divina
Dado que por los sentidos no es posible alcanzar la verdad absoluta y nuestra razón es limitada, necesitamos la iluminación divina para llegar a ella. Agustín establece una vía para alcanzar esa verdad absoluta:
“Vuélvete a ti mismo, pues es en el interior del hombre donde habita la verdad.”
- Iluminación: La luz divina, similar al Bien que nos ilumina en el platonismo, nos ilumina las ideas ejemplares, puesto que la razón humana no es capaz de percibirlas con su conocimiento limitado.
- Interiorización: El ser humano debe buscar la verdad en su interior, porque el conocimiento sensible es perecedero e inestable, no en el exterior. La verdad se encuentra en la profundidad de nuestra conciencia. Pero la llave para encontrar a Dios en nosotros es querer encontrarle. Así pues, para encontrar esa iluminación, es precisa una interiorización profunda.
Ontología: Dios y el Mundo
En el pensamiento agustiniano, se distinguen dos tipos de seres: el Ser Absoluto (Dios) y los seres creados por Él.
El Ser Absoluto: Dios
Dios es absoluto, eterno, inmutable, perfecto, bueno y justo. Únicamente el alma que tenga fe es capaz de captarle, es decir, en aquellas almas que deseen conocerlo. Las ideas ejemplares son la prueba demostrativa de su existencia.
Las Ideas Ejemplares
Las ideas ejemplares son las ideas infinitas y necesarias que se hallan en todos nosotros de la misma manera. Dios las infunde en las almas, y cada uno llegará a captarlas dependiendo del esfuerzo que haga por conocerlas.
La Creación
Todas las cosas son obras de Dios, así como los seres contingentes y el mundo. Han sido creados por la voluntad de Dios de la nada (ex nihilo). La materia no existió antes que Él. El creacionismo es un proceso prolongado en el tiempo, ya que los seres individuales surgen uno detrás de otro. A diferencia del platonismo, las almas no existían anteriormente.
El Concepto Agustiniano del Tiempo
Lo real en el tiempo es el presente; los recuerdos pertenecen al pasado y las expectativas al futuro. Pasado, presente y futuro son, para Agustín, conceptos que residen en la mente humana.
Antropología Agustiniana
La antropología agustiniana presenta también un modelo dualista, al igual que en Platón. Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, proporcionándole un cuerpo mortal y un alma inmortal. A diferencia de Platón, el alma no existía antes de que Dios la implantara.
La unión del cuerpo y el alma es natural, aunque tras el pecado original esta unión quedó dañada, y por ello el ser humano es pecador. Hace un mal uso de la libertad que Dios le otorga y, por eso, no puede salvarse por sí mismo; necesita la gracia divina.
El Origen del Alma
Se distinguen dos etapas en el pensamiento de San Agustín sobre el origen del alma:
- Traducianismo: En la primera etapa, se defendía el traducianismo, según el cual el alma se transmitía directamente de padres a hijos, con el pecado original inherente en ella.
- Creacionismo: En la segunda etapa, se defendía el creacionismo, donde Dios creaba directamente el alma espiritual de cada ser humano en el momento de la concepción.
Libertad y el Origen del Mal
Gran parte de los pensamientos agustinianos tratan sobre la reflexión del tema del mal.
El Mal como Ausencia de Bien
Para Agustín, al contrario del maniqueísmo, el origen del mal no proviene de un Dios malévolo. El único Dios es solo bueno y nos deja ser libres. El ser humano no es absolutamente bueno; es corruptible, porque si no lo fuera, sería Dios. El mal humano deriva de un mal uso de su libertad otorgada por Dios, y podemos decir que el mal es la falta o ausencia del bien. El bien, en cambio, se hace gracias a la gracia divina (al contrario del pelagianismo).
La Búsqueda de la Felicidad
El ser humano debe seguir a Dios, ya que por Él ha sido creado y será feliz si lo alcanza. La ética agustiniana tiene como objetivo la consecución de la felicidad, que solo se encuentra en Dios. Quien no encuentre a Dios será esclavo de lo material. Los medios para ser feliz son el amor, la interiorización y la voluntad de acercarnos a Dios.
San Agustín y Platón: Puntos de Convergencia y Divergencia
Aunque San Agustín mostraba gran admiración por Platón y su pensamiento se asentó sobre bases platónicas, existen diferencias fundamentales:
- Mundos: Platón postula dos mundos (el sensible y el de las ideas); San Agustín, en cambio, distingue el mundo creado y un Dios creador.
- Eternidad: Para Platón, las ideas y la materia son eternas; en San Agustín, solo Dios es eterno, siendo el creador del mundo.
- Acceso a la Verdad: En Platón, se accede al conocimiento mediante los sentidos y el Nous; en San Agustín, la vía es la razón y la fe (donde la fe ilumina a la razón, y la razón nos eleva a la cumbre de la fe).
- Realidad Última: La realidad en Platón es el mundo sensible, donde se encuentran las ideas; en San Agustín, la única realidad absoluta es Dios.
- Relación Objetos-Ideas: En Platón, los objetos y las ideas son cosas distintas y residen en mundos diferentes; en San Agustín, Dios crea el mundo desde la nada, y desde ahí se desarrolla su evolución.
- Proceso de Creación: Platón presenta al Demiurgo que crea el mundo sensible a partir de una materia preexistente y le da forma con las ideas; en San Agustín, Dios crea el mundo ex nihilo (a partir de la nada) y mantiene las ideas como ejemplares divinos.
- Ser Supremo: El ser supremo en Platón es la Idea de Bien, equiparable al Sol; en San Agustín, es Dios.
- Naturaleza de Otros Seres: En Platón, los demás seres son las otras ideas; en San Agustín, son los seres creados por Dios.