La España de Alfonso XIII: Reformas, Crisis y la Dictadura de Primo de Rivera (1902-1930)

El Reinado de Alfonso XIII y el Revisionismo Político (1902-1912)

El reinado de Alfonso XIII se inició en 1902, marcado por un clima político y social influenciado por el espíritu regeneracionista. Esta corriente ideológica denunciaba los vicios de la Restauración y proponía la modernización de España en los ámbitos social, político y económico.

Los primeros gobiernos se adhirieron al regeneracionismo, con intentos de reforma del sistema político de la Restauración, que se hallaba cada vez más desligado de la realidad social española. Este proceso se denominó “revolución desde arriba” o “revisionismo político”, buscando democratizar la política desde las élites, reformar profundamente la vida pública y mejorar las condiciones de vida de las clases populares. El objetivo era evitar cualquier revolución que pusiera en peligro el sistema, sin alterar las bases fundamentales de la Restauración.

La etapa del revisionismo cubrió la primera década del reinado. Tras la muerte de los fundadores de los partidos dinásticos, Cánovas y Sagasta, comenzó la etapa del revisionismo político, protagonizada por Antonio Maura (Partido Conservador) y José Canalejas (Partido Liberal).

El Revisionismo Conservador de Antonio Maura

Antonio Maura, al frente del revisionismo del Partido Conservador, impulsó numerosas iniciativas legales en el Parlamento:

  • Incorporación social: Buscó incorporar nuevas capas sociales a la política para llevar a cabo la “revolución desde arriba” y frenar y controlar el movimiento obrero.
  • Moralización electoral: Propuso el fin del caciquismo mediante una nueva ley electoral (voto obligatorio, secreto, prevención de los “pucherazos”).
  • Modernización local: Fomentó una mayor autonomía municipal para evitar la excesiva centralización.

La Semana Trágica de Barcelona en 1909 impidió que Maura concluyera su “revolución”. El rey le retiró su confianza ante la reacción internacional que produjo la ejecución de Francisco Ferrer en Barcelona. Maura dimitió en octubre de ese año.

El Revisionismo Liberal de José Canalejas

Le sucedió José Canalejas, al frente del revisionismo del Partido Liberal, quien no pudo concluir su proyecto reformista al ser asesinado en 1912 por un anarquista en plena Puerta del Sol (Madrid). Canalejas gobernó con programas, ideas, firmeza y resolución, mostrando una clara voluntad reformista y realizando reformas más profundas:

  • Reforma fiscal: Redujo los impuestos sobre el consumo en productos de primera necesidad y gravó más los impuestos directos (impuestos sobre las propiedades).
  • Ley de Quintas: Estableció el reclutamiento obligatorio en tiempos de guerra.
  • Ley del Candado: Impidió el aumento de órdenes religiosas en España, lo que le generó problemas con la Iglesia.
  • Apertura a los nacionalismos: Durante su gobierno se aprobó la Mancomunidad Catalana.
  • Regulación laboral: Estableció la jornada máxima en las minas y la prohibición del trabajo nocturno de la mujer.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dio un golpe de Estado. Sacó las tropas a las calles de Barcelona y ocupó los edificios oficiales.

En un Manifiesto, proclamó la suspensión de la Constitución y exigió que el poder pasara a los militares. Justificó su acción con un lenguaje regeneracionista, buscando:

  • Acabar con el corrupto régimen de la Restauración.
  • Terminar con el anticlericalismo.
  • Poner fin a los separatismos (promoviendo la unidad nacional).
  • Pacificar Marruecos.
  • Garantizar el orden público.

El rey Alfonso XIII aprobó el golpe de Estado y encomendó a Primo de Rivera la formación de un nuevo gobierno integrado por militares. Así comenzó una dictadura que duró siete años y en la que se distinguen dos etapas diferenciadas:

Directorio Militar (1923-1925)

Este periodo se caracterizó por un gobierno conformado por gabinetes militares, buscando la estabilidad social.

  • Gobierno personalista: Primo de Rivera ejerció un gobierno personalista; se suspendió la Constitución y se disolvieron las Cortes.
  • Militarización del orden público: El ejército reprimió los movimientos obreros y nacionalistas e impidió cualquier actividad política opositora (partidos, sindicatos).
  • Reforma administrativa: Se elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial con la intención de eliminar el caciquismo.
  • Represión ideológica: Fue desproporcionadamente anticomunista y antiseparatista (tomó medidas férreas en Cataluña y el País Vasco).

En esta etapa, la resolución del conflicto con Marruecos se convirtió en el éxito más evidente de la Dictadura. En 1925, con la colaboración de Francia, se realizó un desembarco en Alhucemas, que facilitó la derrota de las tropas rifeñas y la pacificación de Marruecos. El éxito conseguido fue, ante todo, político y popular: reconcilió al régimen con los ciudadanos cansados de guerras, con el ejército (que había salvado su honor) y con los empresarios inversores en Marruecos.

Directorio Civil (1925-1930)

Durante esta etapa, entraron civiles en el gobierno, aunque el peso de los militares continuó siendo importante. La intención era institucionalizar el nuevo régimen para darle continuidad y permanencia. No obstante, el carácter del régimen mantuvo su estilo autoritario.

Se intentó perpetuar el régimen mediante la creación de la Asamblea Nacional Consultiva (1927), unas Cortes con miembros elegidos por Primo de Rivera entre sus partidarios. Su función era asesorar e informar al dictador y elaborar una Constitución que no llegó a finalizarse.

El régimen consolidó definitivamente su carácter autoritario, antiparlamentario y antidemocrático. Sin embargo, gozó de éxito económico gracias al crecimiento económico mundial (los “felices años 20”), así como a la paz social que trajo la dictadura y a una política económica intervencionista y proteccionista estatal.

Declive y Fin de la Dictadura

A partir de 1928, el régimen empezó a debilitarse y la oposición aumentó, al percibirse el intento del régimen de hacerse permanente en lugar de ser transitorio, unido al escaso apoyo de la Asamblea Consultiva. Así, crecieron las protestas de:

  • Estudiantes: Por la falta de apoyo a la universidad pública.
  • Obreros y patronales: Debido a una nueva crisis económica que acabó con la paz social, provocando el cierre de empresas y el aumento del paro.
  • Militares peninsulares: Por la discriminación frente a los oficiales de Marruecos.
  • Intelectuales: Como Unamuno y Blasco Ibáñez, por la represión intelectual (exilios, destierros, etc.).

En 1930, los republicanos se habían convertido en el principal referente político de la sociedad española, que comenzó a identificar cada vez más el republicanismo con la democracia. Ante esta situación, el Rey retiró su confianza al dictador y el 30 de enero de 1930, Primo de Rivera presentó su dimisión. Se exilió a París y falleció dos meses después.