La Filosofía de René Descartes: Fundamentos del Pensamiento Moderno

1. Contexto Histórico-Filosófico

Durante la segunda mitad del siglo XVI y todo el siglo XVII continúa la transición del feudalismo al capitalismo. Europa sufrirá crisis en todos los sectores: económico, social, político, religioso, científico y filosófico. Tendrá lugar la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) ocasionada por la pérdida de la unidad religiosa: estados partidarios de la Reforma y la Contrarreforma (Alemania y Holanda frente a España e Italia). Poco a poco se fueron incorporando países al conflicto por diferentes motivos.

Ámbito Económico y Político

Se observa el avance del capitalismo como nuevo modo de producción y del mercantilismo como nueva política económica. A la vez, se establece el absolutismo en las monarquías europeas: Francia (Luis XIII/XIV), España (Felipe IV) e Inglaterra (Carlos I/Cromwell).

La burguesía alcanzará mayor pujanza económica, política y social, que desembocará en las grandes revoluciones del siglo XVIII.

Descontento Filosófico y Búsqueda de Certeza

Por otro lado, las múltiples corrientes de pensamiento renacentistas, el cambio de paradigma científico y la separación de la fe y la razón que Ockham inició, parecían hundir en el desconcierto a los pensadores de la época. De ahí que Descartes proyectara un nuevo sistema filosófico. El conocimiento humano será el principal tema de reflexión para este autor, buscando un método que, aplicado correctamente, eliminara cualquier duda y mostrara verdades absolutas.

Descartes y la filosofía moderna se centraron en el conocimiento racional de Dios en cuanto que podría contribuir a evitar las guerras de religión. La solución adoptada será el deísmo, considerando a Dios como un ser superior con una voluntad libre y omnipotente. Se empezarían a dejar de lado las realidades sobrenaturales como la Revelación Divina o los milagros.

El racionalismo se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • Plena confianza en la razón humana como única fuente válida de conocimiento e independiente de la experiencia.
  • La afirmación de la existencia de ideas innatas en nuestra mente.
  • La búsqueda de una ciencia universal única que permita al ser humano el dominio de la naturaleza, así como una vida larga y feliz. El modelo de esta ciencia está en las matemáticas.
  • La propuesta de una moral apoyada en la razón para hacer que el ser humano lleve una vida tranquila.

2. Origen y Fundamento del Conocimiento

Descartes piensa que es posible conocer la verdad haciendo uso de la razón; sin embargo, a menudo nos conduce a errores porque nos dejamos llevar por los prejuicios, las pasiones o la precipitación. Así pues, es preciso hacer un buen uso de la razón y dejar que esta sea orientada por un método adecuado, semejante al de las matemáticas.

En su Discurso del método nos explica cuáles son las cuatro reglas que debe seguir la razón para alcanzar la verdad:

  • Regla de Evidencia: Admitir solo ideas claras y distintas, evidentes por sí mismas.
  • Regla de Análisis: Dividir cada problema en tantas partes como sea posible para resolverlo mejor.
  • Regla de Síntesis: Conducir ordenadamente los pensamientos, empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer para ascender gradualmente al conocimiento de los más complejos.
  • Regla de Enumeración: Realizar recuentos tan completos y revisiones tan generales que se esté seguro de no omitir nada.

Tipos de Ideas

Descartes distingue tres tipos de ideas:

  • Adventicias: Proceden de la percepción sensible externa. Ej.: idea de casa o calor.
  • Facticias: Son invenciones de nuestra imaginación, formadas a partir de otras ideas. Ej.: idea de centauro o unicornio.
  • Innatas: Están en nuestro entendimiento desde el nacimiento, sin que hayan influido la experiencia de la realidad ni nuestra imaginación. Ej.: Dios, infinito, verdad, existencia o perfección.

3. La Duda Metódica

Descartes busca una certeza absoluta que serviría como cimiento de todo el edificio del conocimiento. Para ello, propone dudar de todo; pero no se trata de una duda escéptica, sino una duda metódica y provisional, un camino para llegar a la verdad.

Los principales motivos de duda que expone son:

  • Los Sentidos: A menudo nos engañan. Ej.: creemos haber escuchado el timbre de casa y no ha sonado.
  • La Vigilia y el Sueño: En ocasiones es imposible distinguir si estamos dormidos o despiertos, pues los sueños pueden parecer muy reales. Ej.: soñamos que nos persiguen y nos angustiamos como si fuera real.
  • La Hipótesis del Genio Maligno: Podría existir un ser todopoderoso y maligno que nos engañara sistemáticamente acerca de todo, incluso sobre las verdades matemáticas más evidentes.

Después de dudar de la existencia de cuanto nos rodea, e incluso de nuestra propia existencia corporal, Descartes cae en la cuenta de que existe algo de lo que es imposible dudar: una mente pensante. Ha llegado a esa primera certeza que será el punto de partida: la existencia del yo como sujeto que piensa.

La primera verdad será expresada por Descartes con su afirmación: “Pienso, luego existo” (Cogito ergo sum). A partir de aquí, tendrá que demostrar la existencia de Dios y del mundo en el que vivimos.

4. La Realidad: Las Tres Sustancias

Descartes distingue tres tipos de sustancias: la sustancia pensante (res cogitans o mente), la sustancia extensa (res extensa o mundo corpóreo) y la sustancia infinita (res infinita o Dios).

Argumentos para la Existencia de Dios

Argumento de la Causalidad (a partir de la idea de Infinito)

La idea innata de infinito que posee nuestra mente no puede proceder de ella, pues nuestra mente es finita e imperfecta. Dicha idea debe proceder de un ser real que posea la infinitud y la perfección, y Dios es la sustancia infinita causante de nuestra idea de infinito.

Argumento Ontológico (a partir de la idea de Perfección)

Al dudar, descubrimos nuestra imperfección y así concebimos la idea de un ser perfecto. La idea de un ser perfecto no puede ser producto de mi mente imperfecta, pues el efecto ha de ser proporcional a la causa (el efecto no puede superar a la causa). Además, la idea de un ser sumamente perfecto implica necesariamente su existencia, pues la existencia es una perfección. Ese ser perfecto es Dios.

Una vez demostrada la existencia de Dios, y teniendo en cuenta que entre sus atributos se encuentran la perfección y la veracidad, sería contradictorio (algo imposible en Él) que permitiera que nuestras ideas claras y distintas nos llevaran al error. Por lo tanto, podemos confiar en la evidencia racional.

El siguiente paso es demostrar la existencia del mundo corpóreo (la sustancia extensa), y lo hará considerando que Dios, en su infinita bondad y veracidad, no permitiría que percibiéramos un mundo que no es real cuando usamos correctamente nuestras facultades.

5. La Relación Alma – Cuerpo

El Ser Humano: Dualismo Cartesiano

Descartes concibe al ser humano como una unión de dos sustancias radicalmente distintas: el alma y el cuerpo.

El Alma (Res Cogitans)

  • Es inmortal, inmaterial e indivisible.
  • Su atributo principal es el pensamiento.
  • Está dotada de varias facultades: entendimiento, voluntad (o libertad), imaginación, memoria y la capacidad de sentir (aunque las sensaciones se originan en el cuerpo).

El Cuerpo (Res Extensa)

  • Es una sustancia material, divisible y mortal.
  • Su atributo principal es la extensión (ocupar un lugar en el espacio).
  • Funciona como una máquina compleja, regida por las leyes de la mecánica.
  • Las sensaciones y pasiones se originan en el cuerpo, pero son percibidas por el alma.

Según Descartes, los animales carecen de alma pensante y se comportan puramente como máquinas complejas.