Historia de la Guerra de Sucesión Española y los Pactos de Familia Borbónicos

La Guerra de Sucesión Española (1700-1714)

La muerte de Carlos II en 1700 y la cesión de la corona en su testamento a un pretendiente francés como Felipe, nieto del rey Luis XIV y duque de Anjou, no debía de haber supuesto una guerra de manera inmediata. De hecho, la reacción de las potencias partidarias del otro candidato, el archiduque Carlos, fue plantear la posibilidad al monarca francés de repartirse en armonía las posesiones que España ya no podía defender, admitir su trono en España y cerrar sus opciones al de Francia. Solo el orgullo del rey Sol impidió el acuerdo y trajo la llamada Guerra de Sucesión.

Dimensiones del Conflicto

La guerra tuvo primero una dimensión internacional. Dos bloques lucharon en Europa: Francia por un lado y, por el otro, Austria, Inglaterra, las Provincias Unidas y más tarde Saboya y Portugal, que configuraron la Gran Alianza. También el conflicto adquirió una dimensión colonial por los intereses que Inglaterra mostraba y, por último, se convertiría en una guerra civil entre españoles a partir de 1705.

El Conflicto en España

El conflicto no decantó claramente las posiciones en España. En general, el pueblo de Castilla estuvo a favor de Felipe y la nobleza a favor de Carlos (de hecho, Carlos tomó Madrid dos veces y dos veces fue expulsado por los madrileños). En el reino de Aragón el panorama fue radicalmente distinto y Valencia, Aragón, Cataluña y Mallorca serían la base de la contra de Felipe con unos tintes de rebelión social contra la nobleza. No podemos, por lo tanto, caer en la simplificación de ver en esta guerra un conflicto de clases, ni tampoco de lucha del reino de Aragón frente a Castilla, pues casi acabada la contienda, Barcelona seguía oponiéndose a Felipe, dado el buen trato comercial que había ofrecido Carlos II a las ciudades de Cataluña durante su reinado y las malas relaciones con Luis XIV.

Punto de Inflexión y Paz de Utrecht

El punto de inflexión en el conflicto desde una visión militar fue la batalla de Almansa en 1707 con la derrota de los ejércitos de Carlos. En 1711 ocurrieron dos acontecimientos claves: primero, muere el emperador y Carlos ocupa su lugar. Muchos países de la Gran Alianza no podían aceptar un monarca español y emperador a la vez (otro Carlos V), por lo que se desenganchan de la guerra. Por otro lado, Felipe renuncia al trono francés.

La Paz de Utrecht, constituida por los tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714), pone fin nominal a la guerra. Los aliados abandonan la península, pero Cataluña y Baleares siguen la guerra por su cuenta. Después de 13 años de conflicto se llega al punto de inicio. Se arregla la sucesión española con un cambio de dinastía y la imposibilidad para Felipe de ocupar el trono de Francia. Las posesiones españolas en Europa se reparten bajo un principio de equilibrio continental con París y Viena como centros de poder. Se constata que España ya no tiene ningún peso en el panorama internacional. Las posesiones españolas en Italia y Países Bajos irán para el emperador; Francia se quedará con Saboya. España mantiene sus reinos y América, salvo Menorca y Gibraltar, que son para el gran beneficiado: Inglaterra, que además de estas posesiones consigue los privilegios comerciales del Asiento de Negros y el Navío de Permiso, lo que supone la ruptura del monopolio comercial de España con América.

La Política Exterior Borbónica: Los Pactos de Familia

El objetivo de la política exterior de los primeros monarcas Borbones fue recuperar los territorios perdidos en la Paz de Utrecht. Para conseguir este fin, el enemigo estaba claro: Inglaterra y su poderío marítimo sobre el que cimentaba su imperio comercial. El aliado natural de una España Borbón frente a Inglaterra era Francia, pero las primeras acciones responden a intentos en solitario de expediciones militares que pretendían obtener un reino en Italia para Carlos por empeño de su madre Isabel de Farnesio. La operación fue un desastre. A partir de ese momento, la colaboración con Francia descansa sobre los llamados Pactos de Familia:

  • Primer Pacto de Familia (1733)

    Se consigue Sicilia y Nápoles gracias a la ayuda española a Francia en la Guerra de Sucesión de Polonia. Carlos es nombrado rey de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia) y se abandona Parma.

  • Segundo Pacto de Familia (1743)

    España ayuda a Francia en la Guerra de Sucesión de Austria contra el emperador y el Reino Unido. El ducado de Parma vuelve a España para Felipe (segundo hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio).

  • Tercer Pacto de Familia (1761)

    Con el reinado de Fernando VI se inicia un periodo de neutralidad que sirvió para sanear la Hacienda y mejorar el Ejército y la Marina. Gracias a esto, Carlos III podrá iniciar guerras contra el Reino Unido para frenar sus acciones sobre América y recuperar Menorca y Gibraltar. La Guerra de los Siete Años (1756-1763) lleva a España a un conflicto en América del Norte para apoyar a Francia y cortar la expansión británica. Su desenlace fue un desastre para España, que tuvo que entregar Florida para mantener La Habana en Cuba y Manila en Filipinas, a pesar de la compensación francesa de la Luisiana.

Último Conflicto Destacable del Siglo XVIII

El último conflicto destacable en el que participó España en este siglo fue la Guerra de Independencia de las Trece Colonias británicas en Norteamérica. Se ayudó a los colonos a obtener la independencia, y la entrada directa de España en el conflicto le trajo la recuperación de Florida y Menorca, aunque Gibraltar no se consiguió.