Impacto Económico Post-Primera Guerra Mundial: De la Crisis a la Recuperación y el Crack del 29

Los Problemas Económicos de Posguerra

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Europa tuvo que hacer frente a los problemas económicos derivados del conflicto.

El Desorden Económico de Posguerra

Durante la guerra, los distintos países habían orientado sus esfuerzos financieros a vencer la contienda. Finalizado el conflicto, los gobiernos trataron de retomar las prácticas económicas, pero el escenario había cambiado de forma sustancial. La guerra había provocado una gran destrucción, los espacios económicos se vieron fragmentados y las redes comerciales previas a la guerra no pudieron restablecerse de forma inmediata. Los gastos bélicos habían provocado sustanciales desequilibrios financieros, y se había recurrido a grandes emisiones de deuda pública. Todo ello originó un desorden monetario que obligó a abandonar el patrón oro durante la guerra y arrastró a los países a una crisis caracterizada por el endeudamiento público y privado y por la inflación.

La Pérdida de Liderazgo Económico Europeo

La pérdida de la hegemonía económica europea se debió a dos motivos principales:

  1. Competidores extraeuropeos: Europa había cedido espacio a otros países como EE. UU., Canadá, Brasil, Argentina o Australia.
  2. Fractura de la relación triangular entre EE. UU., Francia y Alemania: Esta no pudo restablecerse debido a las políticas proteccionistas y las desmesuradas reparaciones de guerra. La guerra desató, paradójicamente, una euforia consumista inicial.

La Crisis de Posguerra en Europa

Los síntomas de la crisis aparecieron en EE. UU., pero en Europa tuvo efectos más duros. Afectó de manera particular a:

  • Reino Unido: El gobierno se propuso recuperar el liderazgo financiero.
  • Francia: La región nordeste había sido arrasada. Estaban endeudados con EE. UU. y querían reconstruir su economía con las reparaciones de Alemania.
  • Antiguo Imperio Austrohúngaro: Sus sucesores encontraron grandes dificultades para articular sus economías.

La Crisis de Alemania: Hiperinflación y Ocupación del Ruhr

El país más castigado por la crisis fue Alemania. Las condiciones del Tratado de Versalles dificultaban el pago de las reparaciones, lo que agravó la tensión con Francia y Bélgica. En enero de 1923 se produjo la ocupación franco-belga de la cuenca del Ruhr, una zona rica en recursos mineros. La República de Weimar decretó la suspensión indefinida del pago de reparaciones e hizo un llamamiento a la población para que resistiera a la ocupación mediante la huelga. Para financiar estas medidas, el gobierno recurrió a la emisión masiva de moneda, lo que desencadenó un proceso de hiperinflación que provocó la pérdida total del valor del marco y la aparición de una economía de trueque.

La Recuperación Económica de los Años Veinte

Las Claves de la Recuperación Económica

Para alcanzar la estabilidad económica de los años 20, fueron necesarios los siguientes factores:

  1. Abandono del proteccionismo: EE. UU. renunció a las políticas proteccionistas y se adoptaron medidas para recuperar el librecambismo.
  2. Recuperación parcial del patrón oro: Su abandono fue un foco de inestabilidad durante la guerra. En la Conferencia de Génova (1922), se recuperó parcialmente.

Con estos cambios, comenzó la recuperación económica, inicialmente en EE. UU., con mejoras también en la producción agrícola. Los avances tecnológicos y científicos de la Segunda Revolución Industrial desempeñaron un papel bastante importante.

La Recuperación Económica de Europa: El Plan Dawes

La hiperinflación alemana y sus efectos sobre la economía francesa y sobre el conjunto de las economías del continente retrasaron la recuperación. La incapacidad de Alemania para afrontar las reparaciones de guerra repercutía de manera negativa en las economías de sus acreedores. Este hecho había sido previsto por Keynes, lo que forzó la revisión de las condiciones de pago. Esta revisión coincidió con el ascenso de Gustav Stresemann en Alemania. Él inspiró el Plan Dawes (1924), que vinculó el marco alemán al dólar estadounidense y estableció un programa de créditos de EE. UU. para Alemania, facilitando así el pago de reparaciones y la recuperación europea.

El Nacimiento de la Sociedad de Consumo: Los Felices Años Veinte

La recuperación económica trajo una época de esplendor, conocida como los Felices Años Veinte. Fue el precedente de nuestro sistema de consumo actual y recibió el nombre de American Way of Life. Los factores que impulsaron el consumismo fueron:

  1. Reducción de precios: Se abarataron los costes y los precios para que más sectores pudieran acceder a los productos, gracias a la producción en cadena.
  2. Mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora: La creciente fuerza de las organizaciones sindicales dio lugar a un aumento de los salarios y una reducción de la jornada laboral.
  3. Impacto de la publicidad: En la difusión del consumo, la publicidad determinó la expansión de los nuevos modelos de acceso a los productos. El endeudamiento incentivó la demanda interna.
  4. Nuevos sistemas de comercialización y venta: El abaratamiento de los costes de producción y los nuevos sistemas de préstamo facilitaron la llegada de nuevos productos. Los bancos empezaron a facilitar préstamos y créditos, lo cual incentivaba el consumo.

La Distensión Internacional: El Espíritu de Locarno

El antecedente de esta nueva era fue la aprobación del Plan Dawes de 1924, que abrió paso a una nueva época en la que dominó el entendimiento entre los estados europeos. Este clima desembocó en la firma de los Acuerdos de Locarno de 1925, donde se adoptaron una serie de decisiones fundamentales para la estabilización europea, como la revisión del pago de reparaciones de guerra y el reconocimiento mutuo de las fronteras entre Alemania, Bélgica y Francia. Este espíritu de conciliación surgió, en primer lugar, del descontento de los vencidos y la intransigencia de los vencedores, que desembocó en la ocupación franco-belga del Ruhr en 1923; y en segundo lugar, del miedo y el deseo de evitar una nueva guerra.

Crisis Económica y Depresión

Fin de la Prosperidad: Señales de Agotamiento

La expansión económica de los años 20 había estado basada en el crecimiento de la industria, la expansión de los servicios financieros y un gran esfuerzo inversor. El aumento de los préstamos y las exportaciones a Europa provocó la subida continuada de la bolsa. La subida de cotizaciones y la expansión del crédito desataron un espíritu especulativo. Empezaron a aparecer ciudadanos que pedían préstamos para invertir en bolsa. La economía comenzó a mostrar claras señales de agotamiento en varios sectores:

  • Sector agrario: Dificultades provocadas por el elevado endeudamiento debido a las inversiones realizadas en un nuevo escenario de bajada de los precios agrícolas por el incremento de la producción y la mejora de las instalaciones con nuevas máquinas.
  • Sector industrial: Presentó crecientes desajustes provocados por el encarecimiento del crédito, con intereses más altos, lo que produjo un proceso importante de desinversión en el sector.
  • Mercado de valores: Se compraban acciones a crédito. El endeudamiento y la compra de acciones a crédito solo se sostenían en la confianza de que la bolsa iba a subir de manera indefinida.

Todo esto más tarde se desarrolló con el Crack del 29. Los mercados fueron contagiados por el pesimismo. La prosperidad se basaba en:

  • Riqueza repartida de un modo desigual.
  • Clases medias que financiaban su bienestar con crédito.
  • Crédito norteamericano que estimuló la economía europea (flujo triangular).
  • Un frágil equilibrio financiero.

Crack de 1929: El Jueves Negro y el Martes Negro

En la primavera de 1929, la economía seguía mostrando señales negativas con bruscas caídas de las cotizaciones seguidas de rápidas recuperaciones. La Reserva Federal se debatía entre alertar de los riesgos o subir los tipos de interés para frenar la especulación. El sector financiero no puede desvincularse de la economía productiva. En cuanto a las ganancias, el factor psicológico es clave para que las acciones se vendieran masivamente. La desregulación financiera llevó a la ruina a cientos de miles de personas. La situación empeoró drásticamente. El jueves 24 de octubre, las ventas de acciones se dispararon en Wall Street. Los grandes inversionistas compraron de forma masiva los títulos depreciados. La inversión masiva consiguió frenar la caída, en lo que se conoció como el Jueves Negro. Lo peor estaba por llegar: el martes 29 de octubre, el crack de la bolsa de Nueva York estalló sin remisión. El dinero desapareció de la bolsa, marcando el Martes Negro.

El Comienzo de la Gran Depresión

El Crack de 1929 fue el inicio de la Gran Depresión, una crisis mundial generalizada por los siguientes elementos económicos:

  1. Quiebra del sector financiero: Ante las dificultades económicas, los bancos dejaron de prestar dinero y reclamaron el pago de créditos a los ahorradores arruinados.
  2. Descenso del consumo: La ruina de los ahorradores provocó un inmediato descenso en la demanda.
  3. Alza del desempleo: Redujo aún más la demanda y el consumo, y expandió la pobreza.
  4. Crisis agraria: Provocó un descenso de precios que resultó catastrófico para el sector agrícola.

Iniciada la Gran Depresión, se prolongó durante una década y tuvo grandes consecuencias económicas, políticas y sociales.