El Cinquecento: Apogeo del Arte Italiano
Durante el Cinquecento, el núcleo político y cultural se trasladó de Florencia a Roma. En este periodo, la arquitectura, la escultura y la pintura alcanzaron su máximo esplendor. Destacan figuras como:
Arquitectura del Cinquecento
Donato Bramante
Donato Bramante sigue la línea iniciada por Alberti, logrando una mayor monumentalidad y pasando de lo decorativo a lo arquitectónico. Para él, la arquitectura es medida, proporción, orden y masa. El papa Julio II lo contrata y realizará una obra maestra: el Templete de San Pietro in Montorio, un pequeño templo circular que sigue la tradición romana, coronado por una cúpula. Se aprecia una gran pureza de volúmenes. Su otra obra maestra es su proyecto para la Basílica de San Pedro del Vaticano, que concibe como un templo claro, lógico y centralizado (planta de cruz griega con una cúpula principal y otras cuatro cúpulas menores). Los brazos de la cruz terminan en ábsides y el conjunto en cuatro torres laterales.
Miguel Ángel Buonarroti (Arquitectura)
Miguel Ángel Buonarroti utiliza la monumentalidad, la grandiosidad, la fuerza y el ritmo entre lo decorativo y lo constructivo. Trabaja en dos ciudades: Florencia y Roma. En Florencia se encuentran la Capilla Funeraria de los Médici y la Biblioteca Laurenciana. En Roma realizó la cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano, sin duda una de las manifestaciones más grandes de la arquitectura universal. Miguel Ángel continúa el proyecto de Bramante, aunque lo simplifica quitándole las torres.
Andrea Palladio
Andrea Palladio pertenece a la segunda mitad del siglo XVI y es uno de los principales representantes del Manierismo. Continúa con la arquitectura italiana renacentista. Escribió un tratado de arquitectura que fue muy leído y dio enorme difusión a sus ideas arquitectónicas. Su principal aportación fue el tramo rítmico palladiano, que consiste en apoyar un arco y dos tramos de entablamento sobre columnas de orden normal e inscribir todo esto en un marco de columnas de orden gigante. Entre sus obras destacan la Villa Capra (también conocida como Villa Rotonda) y la Basílica de Vicenza.
Giacomo Barozzi da Vignola
Giacomo Barozzi da Vignola establece en la Iglesia del Gesù el modelo de iglesia de la Contrarreforma. Esta está cubierta con una enorme bóveda de cañón, lo que favorece la acústica. El crucero se cubre por medio de una gran cúpula que desprende luminosidad. Este modelo de iglesia se repite por toda Europa.
Escultura del Cinquecento
La Escultura de Miguel Ángel
En la escultura de Miguel Ángel, predomina lo romano frente a lo florentino. La delicadeza propia del Quattrocento da paso a una grandiosidad monumental. Hay un claro predominio del bulto redondo en tamaño superior al natural. Miguel Ángel es el escultor más importante de esta época. Muchas veces deja sus esculturas sin terminar. Era un artista de genio inestable, apasionado y violento, por eso sus figuras están dotadas de gran expresión. Fue considerado como el prototipo de escultor universal, capaz de expresar en sus obras casi cualquier concepto, incluso el más complejo. Tiene varios periodos:
- Periodo Juvenil: Destacan la Madonna de la Escalera y la Piedad Vaticana.
- Periodo de Madurez: Es cuando representa obras como:
- David: Lo interpreta como un joven maduro que nos representa antes del combate, en el momento de mayor concentración física y psíquica. Cada parte es un prodigio de perfección anatómica, lo cual se advierte muy bien en su brazo derecho. Está hecha en un solo bloque de mármol.
- El Sepulcro de los Médici: Homenaje a sus protectores Giuliano y Lorenzo. Las figuras aparecen sentadas y les acompañan cuatro estatuas alegóricas. La Aurora está representada como una mujer despertándose; el Día es un joven lleno de vigor expresando la plenitud de la vida. El símbolo decadente de la Tarde es el viejo decrépito y, finalmente, la Noche es representada por otra mujer.
- La Tumba de Julio II: Fue el gran proyecto al que dedicó 40 años, pero no pudo acabar. Realizó el momento en el que Moisés advierte la infidelidad de su pueblo.
- Periodo Final: Ya estaba viejo y cansado, por lo que muestra desilusión y tristeza en sus obras. Destacan sus Piedades no acabadas, que reflejan lo etéreo y lo angustioso.
Pintura del Cinquecento y Manierismo
En la pintura del Manierismo, la principal preocupación es la belleza formal, rindiendo culto a la estética y desapareciendo lo anecdótico. Se usan esquemas geométricos sencillos.
Leonardo da Vinci
Leonardo da Vinci marca el paso del siglo XV al XVI. Representa el arquetipo de hombre renacentista por su afán de saber, experimentar e inventar. Destaca en la pintura, aunque también fue escultor y estudió arquitectura. Le interesaba la anatomía humana, la expresión y el estudio de los caracteres. Utiliza el contraste de luces y sombras llamado sfumato, que crea sensación de volumen y da un toque enigmático a sus figuras. Sus mejores obras son La Virgen de las Rocas, La Última Cena (que tiene una perfecta armonía compositiva) y La Gioconda, una pintura fascinante y misteriosa, muy ambigua y difícil de entender.
Rafael Sanzio
El estilo de Rafael Sanzio está dominado por la proporción, la belleza ideal y la elegancia. Tiene tres etapas:
- Primera Etapa: Composiciones geométricas, gusto por las amplias perspectivas, figuras con suaves movimientos, rostros redondeados y miradas de ensueño. El mejor ejemplo de esto son Los Desposorios de la Virgen.
- Segunda Etapa: Su estilo cambia por influencia de Leonardo, y abunda el claroscuro en sus obras. Ejemplos: La Virgen del Gran Duque y la Madonna del Jilguero.
- Tercera Etapa: Modifica su estilo dotándolo de grandiosidad y dinamismo. Se convierte en un espléndido decorador al fresco. En Roma pinta las Estancias Vaticanas con la colaboración de un amplio taller.
Miguel Ángel Buonarroti (Pintura)
En su pintura, Miguel Ángel muestra un interés especial en el volumen y la composición. En sus obras prescinde del paisaje y centra su atención en las figuras. Suelen ser enormes y dotadas de una fuerza titánica. Su obra maestra es la decoración de la Capilla Sixtina por encargo de Julio II. La bóveda de la capilla fue pintada por Miguel Ángel. Se representan escenas del Génesis y del Antiguo Testamento, así como figuras monumentales de profetas y sibilas.