El Tenebrismo: Luz y Sombra en el Barroco Inicial
El Tenebrismo es el nombre que la historiografía del arte otorga a este período de la pintura barroca en su fase inicial, a comienzos del siglo XVII. Consiste en la creación de un violento contraste entre luces y sombras mediante una iluminación puntual y forzada.
Caravaggio fue el primero en utilizar hasta sus últimas consecuencias dicho claroscuro. Así, se observan fondos neutros que se pierden en la oscuridad, donde no se intuye ningún espacio ni personaje adicional. En contraste, se realzan violentamente rostros, manos y telas, con focos de luces laterales y diagonales que inciden sobre las superficies, aplanando su volumen y creando un ritmo interno de la composición basado en el juego lumínico. Este juego produce un efecto espectacular y fue una de las claves del éxito de dicha escuela.
Los temas son mayoritariamente religiosos, eluden normalmente el paisaje y renuevan el concepto de bodegón, siendo con los caravaggistas cuando este comienza su andadura como género independiente.
Obras Destacadas del Tenebrismo:
- La vocación de San Mateo (Caravaggio)
- Adoración de los pastores (Caravaggio)
El Barroco: Un Periodo de Transformación Artística
El Barroco fue un periodo de la historia de la cultura occidental, originado por una nueva forma de concebir el arte. Partiendo de diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos como la literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza y teatro, entre otros.
Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a sentar los cimientos del capitalismo.
Características del Arte Barroco:
El arte barroco se volvió más refinado y ornamentado, con la pervivencia de un cierto racionalismo clasicista, pero adoptando formas más dinámicas y efectistas. Se desarrolló un gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto.
Se observa una preponderancia de la representación realista: en una época de penuria económica, el ser humano se enfrenta de forma más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda realidad se somete a la mentalidad de una época turbada y desengañada, lo que se manifiesta en una cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes de luces y sombras y una tendencia al desequilibrio y la exageración.
Ejemplos Notables del Barroco:
- Baldaquino de la Catedral de San Pedro (Gian Lorenzo Bernini)
- La vocación de San Mateo (Caravaggio)
El Baldaquino: Arquitectura Monumental y Simbolismo
Un baldaquino es una especie de templete formado por cuatro columnas que sostienen una cúpula o dosel plano, destinado a cobijar el altar cuando este tiene una posición aislada. De sus columnas y arquitrabes pendían en la Edad Media cortinas preciosas que, en momentos dados, ocultaban por completo el altar.
Se empezó a usar el baldaquino en el siglo XV y se ha seguido utilizando en las basílicas que imitan el estilo de las de Roma y en las bizantinas, como la de San Marcos de Venecia.
El Baldaquino de San Pedro: Obra Maestra de Bernini
El Baldaquino de San Pedro es una obra monumental del italiano Gian Lorenzo Bernini. Consiste en cuatro columnas culminadas en un dosel, forjado en bronce macizo negro y sobredorado, de estilo barroco. Se emplaza en el centro del crucero de la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, directamente bajo la cúpula.
Este colosal elemento, diseñado y ejecutado por Bernini, combina elementos escultóricos y arquitectónicos. Alberga bajo su dosel el altar mayor de la basílica, que a su vez se sitúa sobre la cripta donde se halla la tumba del apóstol San Pedro.
El Trampantojo: Ilusión Óptica en la Pintura
El Trampantojo (del francés trompe-l’œil, “engaña el ojo”) es una técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con el entorno arquitectónico (real o simulado), la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos y de fingimiento, consiguiendo una realidad intensificada.
Los trampantojos suelen ser pinturas murales de acentuado realismo, diseñadas con una perspectiva tal que, contempladas desde un determinado punto de vista, hacen creer al espectador que el fondo se proyecta más allá del muro o del techo, o que las figuras sobresalen de él.
Pueden ser:
- Interiores: Representan muebles, ventanas, puertas u otras escenas más complejas.
- Exteriores: Aprovechan la gran superficie de una pared o los espacios de muro entre vanos reales.
También son abundantes los trampantojos de menor tamaño, algunos pintados en muebles o simulándolos, especialmente en los tableros de mesa (aparentando todo tipo de objetos, como naipes dispuestos para una partida, o láminas de esquinas recurvadas sujetas a un fingido tablero con puntas o alfileres, incluyéndose así en el género de “cuadro dentro del cuadro”).
Las naturalezas muertas o bodegones fueron, en los siglos XVII y XVIII, un género en el que los pintores recurrieron particularmente a la utilización del trampantojo.
Ejemplos de Trampantojo:
- Fresco de la Apoteosis de San Ignacio (Andrea Pozzo)
- La gloria de San Ignacio (Andrea Pozzo)
El Impresionismo: Capturando la Fugacidad de la Luz
El Impresionismo es un movimiento pictórico fraguado en el París de 1863, año en que un grupo de jóvenes artistas expusieron su obra. Entre ellos destaca Claude Monet con su obra Impresión, sol naciente, que daría nombre al movimiento.
El movimiento impresionista trataba de capturar la fugacidad y velocidad de la vida a través de sus obras. Para ello, la pintura al aire libre (plein air) fue fundamental, ya que se buscaba capturar el instante. Un mismo tema es pintado repetidas veces para observar los cambios de luz.
Características del Impresionismo:
- Se renuncia al uso de la línea o el dibujo como medio principal de expresión.
- Como medio de expresión de la luz, se suelen utilizar colores primarios.
- Se renuncia a la utilización del negro en las sombras, donde se emplean grises realizados con colores complementarios.
- Uso de la pincelada suelta y visible.
- El paisaje suele ser el tema principal, aunque autores como Edgar Degas o Pierre-Auguste Renoir también representaron la figura humana.
- Se renuncia al uso de la perspectiva y a cualquier recurso academicista.
El espectador ya no es un objeto pasivo; tiene que participar: el cuadro se ofrece como algo inacabado (una “impresión”) que es preciso reconstruir mentalmente. La fotografía influyó en su pintura con la captación del momento y con unos encuadres muy atrevidos.
Obras Impresionistas Notables:
- Amapolas (Claude Monet)
- El jardín del artista en Giverny (Claude Monet)
Artistas Clave del Postimpresionismo e Impresionismo
Paul Gauguin: La Búsqueda de la Esencia Primitiva
Eugène Henri Paul Gauguin (París, 1848 – Atuona, Polinesia Francesa, 1903) asimiló rápidamente el Impresionismo, pero a partir de 1880 lo superaría, convirtiéndose en un posimpresionista.
Gauguin buscaba una pintura que expresara sensaciones interiores, que le permitiera evadirse de la sociedad de su época. Por ello, dirigió su búsqueda hacia una naturaleza y una sociedad no contaminadas por el progreso, en culturas más ingenuas y primitivas.
Para Gauguin, el cuadro debía ser comunicación mediante la percepción del color. La luz pierde importancia en favor del color. En sus obras como Mujeres de Tahití, sus colores son puros y las figuras son grandes, contorneadas de manera clara y rellenas de color. Al mismo tiempo, renuncia a la perspectiva, suprime el modelado y las sombras. Es una pintura plana, similar a la de las estampas japonesas.
El color es de una intensidad excepcional, es un color plano, arbitrario y simbólico. No se trata de imitar la naturaleza, sino de interpretarla. Plantea una nueva definición del espacio, construyéndolo con colores que se extienden en amplias superficies planas, lo que tendría gran influencia en el Fauvismo.
Esta mentalidad “ingenua” la desarrolló en la Polinesia, retratando la civilización no contaminada de los indígenas, sus playas, sus casas y sus selvas.
Obras Destacadas de Paul Gauguin en Polinesia:
- Raro te Oviri (Bajo los pandanos)
- Manao tupapau (El espíritu de los muertos vela)
- Rupe Rupe (La cosecha de frutas)
Pierre-Auguste Renoir: La Alegría de la Figura Humana
Pierre-Auguste Renoir (Francia, 1841 – Francia, 1919) trabajó durante su infancia como decorador en una fábrica de porcelanas. Con 17 años, copiaba pinturas sobre abanicos, pantallas de lámparas y persianas. Fue admitido en la Academia de Bellas Artes y en 1862 se matriculó en la academia del pintor suizo Charles Gabriel Gleyre, donde se encontraría con Frédéric Bazille, Claude Monet y Alfred Sisley.
En su obra más temprana se pudo observar la influencia de pintores como Monet en su tratamiento de la luz, y de Eugène Delacroix en su tratamiento del color.
En 1864 tuvo lugar su primera exhibición en París, pero no fue verdaderamente reconocido hasta 1874, en la primera exposición de pintores de la nueva escuela Impresionista.
Renoir pinta temas alegres relacionados con la juventud y la diversión. Utiliza colores primarios para captar las vibraciones de la luz que se tamiza a través de las hojas. En sus cuadros, las figuras humanas reclaman la atención del espectador, y el artista distribuye sus colores por toda la tela.
Todo ello se puede admirar en su obra El baile del Moulin de la Galette, donde sigue los principios del movimiento impresionista:
- Pintura al aire libre
- Pincelada suelta
- Colores puros
- Sombras coloreadas
- Disolución del dibujo
- Captación de la luz sobre los objetos
Sin embargo, Renoir no es un impresionista puro, pues sigue preocupado por el volumen y las densidades, y la figura humana centra su interés.
Obras Destacadas de Renoir:
- El almuerzo de los remeros
- En la terraza