Momentos Clave de la Historia de España: De la Restauración a la Segunda República

La Constitución de 1931 y el Bienio Reformista

Tras las elecciones municipales celebradas el 12 de abril de 1931, en las zonas rurales ganaron los monárquicos, mientras que en las urbanas lo hicieron los republicanos. Alfonso XIII consideró el resultado una crítica a su labor, pero, para evitar un enfrentamiento entre los españoles, suspendió el poder real y abandonó el país, a pesar de contar con el apoyo del Ejército.

Se formó un gobierno provisional, integrado por los grupos que habían firmado el Pacto de San Sebastián. Estaba presidido por Niceto Alcalá Zamora e inició una serie de reformas que provocaron una fuerte oposición entre los grupos de derecha y quejas entre los grupos obreros.

A pesar de los problemas, se celebraron elecciones, las cuales ganaron los partidos de centro-izquierda, quienes redactaron la Constitución de 1931. La Constitución de 1931 estableció un sistema de gobierno de república democrática, donde la soberanía residía en el pueblo. Se consagraba la división de poderes, el sufragio universal pleno y la separación entre Iglesia y Estado. Además, aunque el Estado se mantenía integral, se aceptaba la posibilidad de autonomías.

El Bienio Reformista (1931-1933)

Cuando se aprobó la Constitución de 1931, se formó un gobierno de izquierdas, presidido por Manuel Azaña. Durante este periodo, se implementaron importantes reformas:

  • Militares: Se intentó reducir el número de oficiales y se buscaron mejoras en la situación del Ejército.
  • Religiosas: Se buscó reducir la influencia de la Iglesia en la vida española, estableciendo la separación Iglesia-Estado, admitiendo el divorcio y el matrimonio civil.
  • Agraria: Se intentó lograr un mejor reparto de la tierra, incautando las propiedades de los nobles y de otros propietarios que superaran una cantidad de hectáreas.
  • Organización Territorial: Los catalanes proclamaron la República Catalana y redactaron un estatuto. Se reconoció la autonomía de Cataluña con un gobierno propio, la Generalitat.
  • Sociales: En el ámbito laboral, se mejoraron las condiciones de los trabajadores y de los arrendatarios. En el ámbito educativo, aumentó el número de escuelas de primaria y se intentaron reformar los planes de estudios universitarios.

Este periodo estuvo marcado por numerosos conflictos entre los grupos de derecha y de izquierda.

La Dictadura de Primo de Rivera y la Caída de la Monarquía (1923-1931)

En septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, dio un golpe de Estado que fue apoyado por algunos políticos y militares, y consentido por el rey Alfonso XIII. Primo de Rivera se encargó de formar el gobierno, iniciando así una dictadura. Las causas que propiciaron este golpe fueron la crisis social y política, el ejemplo de otras dictaduras europeas y el descontento con las medidas reformistas.

El Directorio Militar (1923-1925)

Tras el éxito del golpe, Primo de Rivera formó un gobierno militar, conocido como el Directorio Militar, que gobernó entre 1923 y 1925. Sus principales medidas incluyeron:

  • Restaurar el orden público, sustituyendo autoridades civiles por militares.
  • Reorganizar la administración local.
  • Crear un nuevo partido político (la Unión Patriótica) sin una ideología definida.
  • Poner fin al problema de Marruecos.

El Directorio Civil (1925-1930)

Posteriormente, en 1925, Primo de Rivera estableció un Directorio Civil, un gobierno integrado por civiles que se mantuvo en el poder hasta 1930. Este periodo se centró en lograr mejoras económicas y sociales:

  • Económicas: Se implementaron leyes de fomento de la industria nacional y un ambicioso plan de Obras Públicas, construyendo carreteras y ferrocarriles, lo que generó empleo y redujo el paro.
  • Sociales: Se establecieron comités paritarios para solucionar los problemas laborales en las empresas, contando con la colaboración de la UGT. Sin embargo, esto también propició la aparición de grupos anarquistas radicales.
  • Políticas: Se creó una Asamblea Nacional Consultiva, aunque con carácter meramente consultivo y sin poder legislativo real.

A finales de 1929, España comenzó a enfrentar graves problemas económicos. Los grandes gastos derivados de las obras públicas y el impacto del Crack de la Bolsa de Nueva York redujeron drásticamente la circulación de dinero y la disponibilidad de préstamos. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII nombró jefe de Gobierno al General Dámaso Berenguer, con el objetivo de retornar a la normalidad constitucional. Cuando este dimitió, el Almirante Juan Bautista Aznar fue nombrado para convocar elecciones.

Las Crisis de la Restauración: 1909 y 1917

La Crisis de 1909: La Semana Trágica

En 1909, España se vio inmersa en una crisis provocada por su intervención en Marruecos. En 1906, la Conferencia de Algeciras había acordado otorgar a España la zona norte de Marruecos y a Francia la zona sur. En 1909, Antonio Maura, presidente del gobierno, decidió enviar un ejército al norte de África para ocupar el territorio asignado, ante la presión de los militares que buscaban mejorar su imagen y prestigio.

El ejército español fue derrotado en el Barranco del Lobo en 1909, lo que llevó a Maura a enviar otro contingente formado por reservistas. Esta medida generó un gran malestar, especialmente porque los soldados pertenecían a los grupos sociales menos favorecidos. El ejército debía concentrarse en Barcelona, pero numerosos grupos políticos y sindicatos protestaron, organizando huelgas y movilizaciones. Se produjeron graves incidentes en la ciudad, conocidos como la Semana Trágica. El gobierno envió al ejército para pacificar la zona, deteniendo a numerosas personas y condenando a muerte a varias de ellas.

La dura actuación del gobierno provocó fuertes discrepancias, lo que llevó a Alfonso XIII a cesar a Maura. Como consecuencia, el Partido Conservador se dividió en dos facciones: los mauristas y los datistas.

La Crisis de 1917

Desde 1914 se estaba desarrollando la Primera Guerra Mundial. España se declaró neutral y no participó en el conflicto. Esta neutralidad favoreció una época de desarrollo económico, ya que la producción nacional se vendía a los países beligerantes. Sin embargo, la subida de los precios de los productos básicos no estuvo acompañada de un aumento proporcional en los salarios, lo que provocó un gran malestar social.

Los militares, descontentos por sus bajos salarios, crearon las Juntas de Defensa, que fueron legalizadas por el gobierno de Eduardo Dato en 1917. Los partidos de la oposición, cada vez más fuertes, exigían cambios políticos. Por su parte, los obreros, descontentos, demandaban al Gobierno una intervención en la economía y amenazaban con una huelga general.

Debido a esta confluencia de factores, en 1917 se produjo una triple crisis:

  • Los militares convocaron las Juntas de Defensa.
  • Los parlamentarios reclamaron al gobierno cambios políticos y la convocatoria de Cortes Constituyentes.
  • Los obreros convocaron una huelga general que tuvo un gran seguimiento en muchas zonas, obligando al gobierno a enviar al ejército para sofocarla.

La huelga fue finalmente controlada y se detuvo a numerosos participantes.