Evolución del Pensamiento Filosófico: Desde la Antigüedad hasta el Feminismo Contemporáneo

Filosofía Antigua: Orígenes y Desarrollo

En la Grecia prefilosófica, la explicación de la realidad se basaba en relatos míticos protagonizados por dioses, los cuales personificaban fuerzas naturales y daban respuestas sobre el cosmos y el origen de los seres humanos. Sin embargo, estas explicaciones míticas comenzaron a resultar insatisfactorias para quienes pensaban que el universo debía regirse por leyes necesarias y no por la arbitrariedad divina. Así surgió la filosofía, en el siglo VI a.C., en Asia Menor. Este nacimiento fue favorecido por factores geográficos (la apertura cultural debido al comercio marítimo), socioeconómicos (una sociedad con tiempo para reflexionar gracias a la estabilidad) y religiosos (una religión que carecía de una ortodoxia rígida, lo que permitió la transición hacia explicaciones racionales).

Los primeros filósofos, llamados presocráticos, centraron su investigación en el arjé, el principio fundamental del cual todo procede. Algunos, como Tales de Mileto, propusieron un solo elemento (el agua), mientras que otros, como Empédocles, hablaron de múltiples elementos (aire, tierra, agua y fuego). Heráclito destacó por su visión del cambio constante, mientras Parménides sostuvo que el ser es inmutable, lo que abrió una discusión filosófica sobre el ser y el no-ser que más tarde retomaría Platón.

A mediados del siglo V a.C., la filosofía dio un giro hacia el ser humano, con Sócrates como principal figura. Sócrates se oponía a las ideas relativistas de los sofistas, quienes defendían que las normas morales y políticas eran convencionales. A través de su método dialógico y la mayéutica, Sócrates buscaba llegar a definiciones universales de valores como la justicia o la bondad, defendiendo la posibilidad de un conocimiento objetivo. Platón, su discípulo, desarrolló la teoría de las Ideas, distinguiendo entre un mundo sensible, cambiante, y un mundo inmutable, donde se encuentra la verdadera realidad.

Aristóteles, discípulo de Platón, ofreció una visión diferente. Criticó el dualismo platónico y afirmó que solo existe el mundo que percibimos a través de los sentidos. Introdujo el concepto de “sustancia” para explicar el cambio en el mundo, resolviendo la dicotomía entre apariencia y realidad de una manera nueva.

Tras la muerte de Aristóteles, surgieron otras escuelas como la epicúrea y la estoica, que buscaban alcanzar la paz interior y el bienestar a través de la ética. Finalmente, el neoplatonismo, encabezado por Plotino, influyó en la filosofía tardía y en el cristianismo, con su idea de la gradación del Ser.

Mujeres Filósofas en la Antigüedad

En cuanto a las mujeres filósofas, aunque su acceso al conocimiento era limitado, algunas destacaron, como Aspasia de Mileto, conocida por su influencia en Pericles y su habilidad en la oratoria, e Hipatia de Alejandría, una importante matemática y astrónoma neoplatónica que defendió la autonomía del saber frente a la religión.

Filosofía Moderna: Ilustración y Nuevas Corrientes

La modernidad comienza en el siglo XVIII con la Ilustración, que impulsó la razón, la libertad y la igualdad como pilares del pensamiento social y político. En Francia y Alemania, pensadores ilustrados defendieron el conocimiento científico, el Estado de derecho y el progreso humano. Este contexto vio surgir también el primer feminismo con autoras como Mary Wollstonecraft y Olympe de Gouges, que exigieron igualdad de derechos y denunciaron la opresión tanto de mujeres como de esclavos.

Kant fue clave al proponer que el conocimiento es construido por el sujeto, marcando un giro hacia el idealismo trascendental. Estableció límites a la razón y promovió una ética basada en la dignidad humana, influyendo en los derechos humanos y en ideas cosmopolitas.

En los siglos XIX y XX, surgieron corrientes como el marxismo, que explicó la historia desde lo económico, proponiendo el comunismo frente al capitalismo. Influenció a la Escuela de Frankfurt, que, con autores como Horkheimer y Adorno, criticó la razón instrumental y propuso una razón emancipadora para transformar la sociedad.

El vitalismo, con Nietzsche y Ortega y Gasset, destacó la vida como eje del pensamiento, en oposición a la racionalidad técnica. En paralelo, el positivismo lógico y la filosofía analítica, con Russell o Wittgenstein, defendieron la claridad del pensamiento mediante el análisis lógico del lenguaje, rechazando la metafísica.

El existencialismo, desde Kierkegaard hasta Sartre y de Beauvoir, centró su atención en la libertad individual, la angustia y el sentido de la existencia. Sartre afirmó que el ser humano no tiene una esencia predeterminada, mientras Heidegger destacó la finitud y el compromiso con la propia vida como vías para una existencia auténtica.

Feminismo: Evolución y Diversidad en el Pensamiento Contemporáneo

En España, Ortega y Gasset unió vitalismo e historicismo, y María Zambrano propuso una razón poética que reivindicaba lo simbólico y lo metafísico. El feminismo, desde su origen ilustrado, evolucionó en varias olas. Simone de Beauvoir denunció la construcción cultural del género y Judith Butler llevó esta crítica hacia el feminismo queer, cuestionando incluso la categoría de “sexo”.

Figuras como Angela Davis aportaron una visión interseccional, considerando raza, clase y género. Martha Nussbaum abogó por un feminismo universalista, y Nancy Fraser articuló justicia económica y simbólica. Andrea Dworkin denunció la violencia estructural patriarcal, mientras Simone Weil desarrolló un feminismo comprometido con los más vulnerables.

El feminismo contemporáneo se diversificó en corrientes como el ecofeminismo, el ciberfeminismo o el transfeminismo, todas ellas orientadas a una crítica profunda de las estructuras que perpetúan la desigualdad. En conjunto, el feminismo actual es plural, dinámico y busca una emancipación humana que supere los límites del género.