La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia y su Contexto Internacional

La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia (1975-1978)

Tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, España inició un proceso de Transición hacia la Democracia que se extendió hasta 1978 con la aprobación de la Constitución y las elecciones generales. Este periodo se caracterizó por ser gradual, pacífico y consensuado, con la participación de diversos actores y siempre dentro de la legalidad. Figuras clave como el Rey Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Felipe González y Manuel Fraga fueron fundamentales para favorecer este cambio.

Leyes y Acuerdos Fundamentales de la Transición

Para consolidar la transición democrática, se aprobaron leyes y acuerdos cruciales:

  • Ley de la Reforma Política (18 de noviembre de 1976): Esta ley permitió que las Cortes franquistas votaran su propia autodisolución y abrieron el camino a la celebración de elecciones generales con la participación de partidos políticos.
  • Ley de Amnistía (15 de octubre de 1977): Legalizó los partidos políticos y facilitó la liberación de presos políticos encarcelados por manifestaciones contrarias a la dictadura franquista.
  • Pactos de la Moncloa (25 de octubre de 1977): Establecieron acuerdos económicos y sociales para afrontar la grave crisis que atravesaba el país.
  • Ley del Referéndum Nacional (8 de diciembre de 1978): Aprobó la Constitución de 1978, que fue votada y ratificada por el pueblo español.

La Transición Democrática de España es ampliamente reconocida como un modelo de cambio político pacífico y ha sido valorada como uno de los acontecimientos más importantes de la historia contemporánea del país.

Alternativas Políticas y la Oposición al Franquismo

Movimientos Sociales y la Oposición al Régimen

El desacuerdo, al que se refiere Pere Ysás en este contexto, engloba a todo el vasto movimiento de oposición al franquismo. Este incluía:

  • El movimiento obrero, con sus significativas conquistas laborales y políticas, sus manifestaciones y huelgas.
  • El movimiento juvenil, que ganó organización e importancia gracias al aumento de universitarios que reivindicaban más libertad y democracia, dejando al descubierto la obsolescencia de la dictadura.
  • El movimiento vecinal, que luchaba por unas condiciones de vida dignas.
  • El giro de la Iglesia Católica, que se había ido alejando del régimen tras el Concilio Vaticano II.
  • El movimiento feminista, que luchaba por liberarse de los viejos estereotipos sexistas de la Sección Femenina.
  • El movimiento gay-lésbico, que buscaba liberarse de los prejuicios que injustamente habían arruinado tantas vidas.

Y un largo etcétera de movimientos sociales que, en conjunto, forzaron el fin de la dictadura y la conquista de la Democracia.

Proyectos Políticos en los Últimos Años del Franquismo

En los últimos años de la dictadura del general Franco, surgieron distintos proyectos sobre el rumbo a seguir tras la muerte del dictador, tanto desde el propio régimen como desde la oposición política.

Tendencias dentro del Franquismo:

  • Los inmovilistas: Querían perpetuar la dictadura sin Franco, caracterizándose por una línea dura. Figuras como José Antonio Girón de Velasco, Juan García Carrés y Blas Piñar, junto a muchos miembros de la milicia, pertenecían a este grupo y a menudo intentaron dar golpes de Estado para evitar la transición a la democracia.
  • Los aperturistas: Eran partidarios de evolucionar el régimen franquista hacia una democracia similar a las europeas. Liderados por el príncipe Juan Carlos I y sus hombres de confianza como Manuel Gutiérrez Mellado, Torcuato Fernández Miranda y Adolfo Suárez, buscaban cambiar el régimen desde la legalidad, derogando el franquismo sin rupturas, utilizando la propia ley.

La Oposición Política:

Mientras tanto, la oposición política, representada por partidos como el PSOE, el PCE y el PNV, realizaba esfuerzos tanto en el interior como en el exterior del país para favorecer el giro hacia la democracia. La oposición al régimen franquista se articuló a través de la creación de la Junta Democrática (por parte del PCE) y la Plataforma de Convergencia Democrática (por parte del PSOE). Ambas se unieron para formar la Platajunta Democrática, con el objetivo común de presionar para el cambio de régimen y la transición a la democracia. Estas organizaciones tuvieron un gran peso en la defensa de la democracia, aunque también hubo otras voces aisladas que apoyaron esta idea.

Las Relaciones Exteriores de España durante el Franquismo

El Aislamiento Internacional (1946-1950)

Este texto se refiere a una fuente directa: una resolución de la ONU firmada en 1946. A pesar de la petición del gobierno español franquista de la época para entrar en esta institución con pleno derecho, la Organización de las Naciones Unidas se mostró contraria a la entrada de España. Para ello, se expusieron los siguientes argumentos:

  • España era considerada un país fascista y totalitario.
  • España había apoyado al régimen fascista de Mussolini y al nazismo de Hitler. Aunque Franco se mantuvo neutral durante la Segunda Guerra Mundial, colaboró con Alemania mediante el envío de la División Azul para luchar contra los rusos y la venta de wolframio, un material estratégico para la elaboración de armamento.
  • En España no existía una democracia y no se respetaban los derechos y libertades fundamentales.

Por todo ello, la ONU negó la entrada de España en esta institución, recomendó la celebración de elecciones democráticas y la retirada de los embajadores extranjeros.

La Apertura al Exterior y la Guerra Fría (1950 en adelante)

España vivió un largo período de autarquía y miseria, con cartillas de racionamiento y comercio ilegal, debido a su aislamiento de los países democráticos más importantes. En 1946, la recomendación de la ONU de retirar embajadores marcó lo que se conoció como la “noche oscura” del franquismo.

Sin embargo, a partir de 1950, la situación cambió. Estados Unidos consideró a España un país estratégico para frenar el comunismo durante la Guerra Fría. Esto llevó a la firma del Tratado de Madrid de 1953, que permitió la instalación de bases americanas en territorio español a cambio de créditos. En ese mismo año, se firmó el Concordato Iglesia-Estado, lo que mejoró la imagen de España en Europa.

Aunque seguía siendo una dictadura, España comenzó a abrirse al exterior y su economía experimentó una mejora. Fue admitida en la ONU en 1955 y en otras instituciones como la UNESCO en años posteriores, marcando el fin de su aislamiento internacional.