La Poesía Culta
Los poetas como Luis de Góngora, Francisco de Quevedo y Lope de Vega cultivan los mismos temas que los escritores renacentistas y se sirven de idénticas estructuras métricas. Lo que los diferencia es la actitud que adoptan al tratarlos y el lenguaje poético que emplean.
Formas Métricas
Alterna las formas métricas heredadas del Renacimiento.
La glosa consta de una redondilla, seguida de tantas estrofas como versos tenga la cancioncilla inicial, los cuales se van repitiendo al final de cada estrofa.
El villancico, escrito en versos octosílabos o heptasílabos, está formado por un estribillo o mudanza. El verso final del pie rima con el estribillo.
La letrilla es una variante del villancico, del que se diferencia más por el contenido que por la forma métrica; suele tener un carácter satírico o burlesco.
El romance, a diferencia del medieval, es totalmente regular: la rima siempre es asonante y los versos se agrupan de cuatro en cuatro en estrofas, denominadas cuartetas de romance.
Tendencias Estilísticas
El estilo más característico de la época es el conceptismo. Tiende a una complicación conceptual que condensa el pensamiento con gran sutileza e ingenio. Para ello, se recurre a los más variados juegos de palabras, distorsiones gramaticales e imágenes atrevidas.
Cuando el conceptismo se orienta hacia un recargamiento ornamental y sensorial, recibe el nombre de culteranismo o gongorismo, llamado así por ser Luis de Góngora el artífice y máximo exponente de esta variedad conceptista. Abunda un léxico colorista y suntuoso; se incorporan nuevos cultismos. La sintaxis se complica con la acumulación de hipérbatos. Las obras se ennoblecen con frecuentes alusiones mitológicas y se rinde culto a la belleza con imágenes poéticas de gran vigor y plasticidad. Góngora es la figura representativa del estilo culterano; la del conceptismo puro es Quevedo.
Por otro lado, la tendencia clasicista mantiene los ideales de naturalidad, equilibrio y contención propios del Renacimiento y perviven autores vinculados a la escuela poética andaluza o aragonesa.
Luis de Góngora (1561-1627)
Máximo representante del culteranismo. Pasó gran parte de su vida en la corte, como capellán al servicio del palacio. Allí estuvo en contacto con los círculos literarios y fue objeto de adhesiones inquebrantables.
Su obra presenta dos estilos diferenciados: por un lado, la poesía de tipo popular, el llamado Góngora claro; y por otro, la poesía culta o culterana, el denominado Góngora oscuro.
Forman la poesía popular composiciones en versos de arte menor de asunto muy variado; sobresalen las letrillas y los romances.
Dentro de su poesía culta, destacan los sonetos y dos grandes poemas: la Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Máxima figura del conceptismo poético, nacido en Madrid. Pertenecía a una familia noble de ascendencia cántabra. Completó su formación en Valladolid, donde tuvo enfrentamientos con Góngora. Desarrolló una intensa actividad política. No fue un hombre pacífico, sino apasionado y violento. Sus versos abarcaron los matices extremos del alma humana, desde la poesía más profunda y filosófica hasta la más satírica y burlesca. Estaba obsesionado con lo que se denominó flor ingenii, que consistía en considerar la escritura como un puro juego verbal, un campo de indagación lingüística para probar la capacidad perceptiva del lector.
En su obra poética caben desde los más altos ideales y sublimes sentimientos hasta lo más bajo y puro. Se agrupa en torno a cuatro temas:
- Poesía amorosa: Es la producción más paradójica del poeta, educado en el petrarquismo y en la tradición del amor cortés. Considera el amor como un ideal inalcanzable, pero el amor es igualmente lucha, síntesis de contrarios, paradoja y sensación dolorosa.
- Satírico-burlesca: Es la más conocida y popular. En ella se burla de todo, incluso de lo que en otros momentos él mismo idealizó. Destacan unas letrillas célebres por sus ataques al dinero y las riquezas, al matrimonio y a personajes de la época como Góngora.
- Poesía moral y metafísica: Surge de su pesimismo existencial, de su conciencia del paso del tiempo, de la brevedad de la vida y de la amenaza constante de la muerte.
- Poesía política: Se centra en dos ideas: el problema de España y la denuncia de la corrupción. Nace de su dolorosa conciencia de la decadencia material y espiritual de su patria.
Poesía Popular: El Romancero Nuevo
Adquiere especial relevancia el cultivo del romance: desde mediados del siglo XVI, algunos poetas se sirven de esta forma métrica medieval para componer poemas líricos de asuntos muy diversos. Surge así el romancero nuevo o artístico. A diferencia del viejo o tradicional, es de carácter culto: su versión definitiva la fija por escrito el propio autor y se transmite ajena a la tradición popular.
Lope de Vega (1562-1635)
De profunda formación humanística, llevó una existencia llena de desasosiegos, casi siempre provocados por sus pasiones amorosas, tanto humanas como religiosas. Los últimos años de su vida fueron muy difíciles. Su obra poética es tremendamente variada, ya que cultiva con igual fortuna la poesía culta, la poesía épica y la poesía de ritmo tradicional.
Su poesía destaca por su tono apasionado y vivencial, de tal modo que funde en una sola realidad la vida y la literatura. Maneja todas las formas métricas habituales en su tiempo: italianas, cultas, castellanas y tradicionales. Asimismo, escribe sobre una gran variedad de temas. Es uno de los grandes creadores del romancero nuevo. En su obra poética, logra armonizar la brillantez culterana y la sutileza conceptista.
Temas del Barroco
- Poesía estético-moral: Ante la fugacidad de la vida y el poder destructor del tiempo, hay una reacción estética nutrida en tres corrientes: los principios de desencanto de la tradición medieval, el estoicismo (dominio de pasiones e imperturbabilidad del ánimo ante adversidades) y el epicureísmo (aurea mediocritas: alejarse de las ambiciones del mundo y gozar moderadamente).
- Poesía metafísica: Serie de composiciones, fundamentalmente de Francisco de Quevedo, que se articulan en torno a la conciencia de la muerte. Ese sentimiento invade todas las facetas de la vida, de ahí su angustia, a veces moderada gracias a la religión que aporta sosiego y paz. Sin embargo, la muerte sigue siendo agresora y amenazante y domina el poema.
- Poesía religiosa: Lírica de devoción. Viene de la rigidez moral de la Contrarreforma y tradición previa, constituida por composiciones dirigidas a Dios, la Virgen o los santos, con el fin de manifestar gratitud, pedir auxilio o expresar arrepentimiento por pecados. Tiene forma de plegaria u oración, con tono de respeto y familiaridad; otras veces es una simple alabanza. Si la voz poética es Cristo, adopta la imagen de Cristo crucificado o del Buen Pastor.
- Poesía satírico-burlesca: La burla y la sátira, con tono de humor, son el modo de censura moral para mostrar el descontento. La sátira persigue la censura de vicios y la burla, la burla misma. Los temas son la idealización de la dama y la burla a personajes históricos (El Cid o Don Quijote).
- Poesía laudatoria y épica culta: (s. XVII) Escritores viven bajo la protección de mecenas y a ellos les dedican sus composiciones, donde aprovechan cualquier episodio para alabarlos (ej: Oda a la toma de Larache, Góngora). Mantiene la épica del Renacimiento con temas variados: religión, burla y patria.