Cúpula de Santa María de las Flores
- Autor: Filippo Brunelleschi
- Localización: Florencia
- Cronología: 1418-1446
Cúpula que cierra la catedral gótica de Florencia. Está compuesta por dos estructuras, una dentro de la otra, que se apoyan sobre un tambor octogonal con grandes ventanales circulares. La cúpula interior es semicircular y la exterior, construida con ladrillos, es de sección octogonal. La estructura de doble cúpula ayudó a nivelar los empujes y evitó el uso de cimbras en su construcción. Esto permitió elevar la cúpula, cerrándola con una gran linterna. Para su construcción, Brunelleschi estudió diferentes obras clásicas, especialmente el Panteón de Roma. Es considerado el primer gran arquitecto del Quattrocento. Su altura es de 56 metros y está coronada con una linterna. Con esta obra, sienta las bases de la arquitectura renacentista al introducir la referencia de la Antigüedad.
La Trinidad
- Autor: Masaccio
- Localización: Iglesia Santa María Novella (Florencia)
- Cronología: 1425-1427
Es un fresco con una composición triangular. En la parte superior, aparece el misterio de la Trinidad (Dios Padre, el Hijo en la cruz y el Espíritu Santo representado por una paloma). Debajo se encuentran la Virgen María y San Juan Bautista; más abajo, los donantes; y, finalmente, una tumba con un esqueleto. Presenta una luz uniforme y una arquitectura ilusoria, donde la línea domina sobre el color, que se muestra equilibrado en toda la obra. Esto consigue dar profundidad y perspectiva, engañando al espectador mediante el trampantojo. Este fresco es el primer ejemplo conservado de la perspectiva aplicada a la pintura, creando un efecto de profundidad a través de la bóveda de casetones. También se presentan elementos arquitectónicos característicos del Renacimiento.
San Pietro in Montorio
- Autor: Donato Bramante
- Localización: Roma
- Cronología: 1502
Es un templete encargado por los Reyes Católicos, erigido en el lugar donde, según la tradición, se produjo el martirio de San Pedro. Basado en los tholos griegos, presenta una base circular sobre un basamento con escalinatas. En el alzado, es períptero, con un pórtico y columnas de orden toscano, y un friso dividido en triglifos y metopas. Está cubierto por un tambor con hornacinas, coronado por una balaustrada y una cúpula semiesférica con una linterna central. Su única función es conmemorativa. Al trasladarse a Roma, el estilo de Bramante cambió tras estudiar las ruinas clásicas. Se despojó de la decoración, adoptando un estilo sobrio y solemne donde la estructura arquitectónica es el elemento dominante. Se inspira en los templos romanos y griegos; la obra es un símbolo del arte renacentista. Todo el diseño repite la forma circular.
La Última Cena
- Autor: Leonardo da Vinci
- Localización: Convento Santa María delle Grazie (Milán)
- Cronología: 1495-1497
Representa la Última Cena con una composición basada en figuras geométricas. Jesús se encuentra en el centro, y los apóstoles están dispuestos en grupos de tres. La obra analiza sus reacciones cuando Cristo les comunica que será traicionado por uno de ellos. Posee una perspectiva y un punto de fuga que otorgan profundidad a la obra y dirigen la mirada hacia el centro del cuadro, donde se sitúa Cristo, enmarcado por una ventana rematada con un frontón clásico de forma curva. Este efecto se consigue mediante el tratamiento de la luz, con la creación del claroscuro, y la inclusión de un paisaje y una arquitectura ilusoria. Se aprecia también la perspectiva lineal: las líneas convergen hacia las tres ventanas. Leonardo intentó inventar una técnica que, aun siendo pintura mural, le permitiera trabajar sin las prisas impuestas por el rápido secado del fresco tradicional. Por ello, pintó al temple sobre la pared. El resultado de este experimento fue desastroso, y la pintura se ha ido desvaneciendo con el tiempo. La pintura se considera un estudio psicológico de cada uno de los apóstoles ante las palabras de Jesús: «Uno de vosotros me traicionará», y sus diversas reacciones ante esta revelación.
El Juicio Final
- Autor: Miguel Ángel Buonarroti
- Localización: Capilla Sixtina (Vaticano)
- Cronología: 1537-1541
Narra el Juicio Final. En el centro, aparece Cristo junto a la Virgen María impartiendo justicia, rodeados de diferentes santos y los siete ángeles del Apocalipsis. A la izquierda, los salvados comienzan a ascender, mientras que, por la parte derecha, los condenados descienden al infierno acompañados por Caronte. Es una composición muy compleja donde se mezclan el catolicismo y la mitología, casi sin paisajes ni fondos, predominando un color azul plano. Las figuras presentan posturas retorcidas y marcados escorzos, lo que confiere gran vitalidad a la obra. El equilibrio y la serenidad clásicos, presentes en la bóveda de la misma capilla, dan paso a un desbordamiento ya manierista. Las figuras se enroscan y los músculos se hinchan, reflejando el estado de inquietud espiritual y pesimismo que agobiaba al artista en sus últimos años. Esta obra fue víctima del cambio de sensibilidad que trajo consigo el Concilio de Trento. El artista tardó seis años en concluirla. Cuando la Capilla Sixtina fue abierta al público, muchos eclesiásticos se indignaron, ya que todas las figuras aparecían desnudas. En esta obra se encuentran las raíces del Manierismo: los gigantes que se mueven, carentes de espacio, y una atmósfera que adquiere cierta sensación de angustia. Es un mundo dramático, diferente del equilibrio y el optimismo del hombre del primer Renacimiento.
El Renacimiento
El Renacimiento es un fenómeno cultural que, en el inicio de la Edad Moderna, retoma los principios de la Antigüedad clásica sin renunciar a la tradición cristiana. Sustituye la omnipresencia de lo religioso, característica del mundo medieval, por una afirmación de los valores del mundo y del hombre. No se trata de una mera repetición, sino de una reinterpretación de los principios artísticos clásicos.
La Perspectiva
La perspectiva es el arte de dibujar los objetos dentro de un espacio arquitectónico ilusorio o un paisaje, lo que permite al observador percibir la profundidad y la distancia entre unos objetos y otros. A lo largo de la historia del arte, se ha intentado conseguir la representación de la perspectiva. Durante el Renacimiento, los principales teóricos del arte, como Masaccio o Leonardo da Vinci, investigaron la perspectiva, y surgió la perspectiva cónica. La perspectiva cónica aparece en muchas obras del Renacimiento, como en las iglesias de San Lorenzo o del Santo Spirito de Brunelleschi, o en pinturas como La Trinidad de Masaccio o La Última Cena de Leonardo da Vinci.
El Manierismo
El término «Manierismo» fue utilizado inicialmente de forma peyorativa para definir el movimiento artístico que ocupó gran parte del siglo XVI (aproximadamente desde 1530 hasta 1594). Este estilo responde a la inestabilidad política y social de la época, contagiándose el arte de la angustia, el desasosiego, el desequilibrio y la distorsión. Se sitúa entre el Renacimiento y el Barroco. En arquitectura, se rompe la armonía y el orden renacentistas para dar paso al movimiento y la plasticidad en las fachadas, con un aumento de la decoración que nos acerca paulatinamente al Barroco. En la escultura, también se imponen el desequilibrio y la tensión, apareciendo figuras con fuertes contrappostos y escorzos. En la pintura, se desarrolla la escuela veneciana, donde artistas como Tintoretto y Veronés crean cuadros con muchos personajes, dinámicos y una luz dirigida que genera claroscuros, como en El Lavatorio o Las Bodas de Caná, anticipando el Tenebrismo de Caravaggio.
Tiziano
Tiziano Vecellio (h. 1490-1576) fue uno de los principales pintores de la escuela veneciana. Su estilo fue cambiando a lo largo de su extensa vida, comenzando con obras propias del Renacimiento Pleno. Poco a poco, fueron apareciendo las características de la pintura veneciana, y se adentró en los claroscuros del Manierismo, que anticiparon la pintura barroca. Su pintura se caracteriza por el predominio del color; las formas y las figuras emergen a través de diferentes tonalidades y degradaciones, perdiendo importancia la línea y los contornos. Destacan obras suyas como El Hombre del Guante, con la que se inicia en el género del retrato, pero sobresale especialmente por sus desnudos femeninos, entre los que se encuentran la Venus de Urbino y, sobre todo, Dánae, donde representa un tema mitológico con un paisaje irreal.
Palladio
Andrea Palladio (1508-1580) fue uno de los principales arquitectos del Cinquecento. Sus trabajos más importantes se desarrollaron en la ciudad de Vicenza, vinculada al Renacimiento veneciano. Utiliza elementos propios del arte grecolatino, como la arquitectura adintelada, el friso y la cornisa. Algunos de sus edificios presentan acróteras. Paulatinamente, aparecen elementos próximos al Manierismo, como el orden gigante. Dentro de sus obras, destacan iglesias como la del Redentor, que presenta orden gigante, doble frontón y orden compuesto, pero siempre dentro de una estructura típicamente clásica. También realizó villas para la nobleza y la burguesía local, como la Villa Capra (también conocida como La Rotonda), con cuatro pórticos que imitan templos romanos y un espacio central circular profusamente decorado al estilo clásico. Asimismo, diseñó palacios e incluso inició la construcción de un teatro clásico, el Teatro Olímpico, que fue terminado tras su muerte por su hijo. En esta obra se materializan todos los elementos de la arquitectura clásica recuperados durante el Renacimiento.
El Quattrocento
El término Quattrocento se utiliza para definir la primera etapa del Renacimiento. Ocupa gran parte del siglo XV y tuvo como principal centro artístico la ciudad de Florencia, bajo el mecenazgo de la familia Médicis. En la arquitectura, se imponen el orden, la proporción, la simetría y los elementos clásicos, como el arco de medio punto y la bóveda de cañón. Los grandes arquitectos de este período fueron Filippo Brunelleschi, con obras como la cúpula de Santa María del Fiore o el Hospital de los Inocentes, y Leon Battista Alberti, con San Andrés de Mantua o el Palacio Rucellai. En la escultura, se imponen el antropocentrismo, el naturalismo, la perspectiva y la proporción, con temática religiosa, pero también mitológica, pagana o funeraria. Destacan escultores como Lorenzo Ghiberti y Donatello. En la pintura, aparece la perspectiva con el punto de fuga, el realismo y el naturalismo, una luz uniforme, y temática religiosa y mitológica representada con profundidad mediante arquitecturas ilusorias y paisajes. Destacan pintores como Masaccio con La Trinidad y El Tributo de la Moneda; Fra Angélico con La Anunciación; Piero della Francesca con La Flagelación de Cristo; y Sandro Botticelli con El Nacimiento de Venus y La Primavera.