Modernismo y Generación del 98: Movimientos Clave en la Literatura Española

Modernismo

Movimiento que surge en Hispanoamérica y España y en el que se incluyen autores de diferentes características que coinciden en el rechazo de la sociedad burguesa y materialista. Influenciados por la literatura francesa (el parnasianismo y el simbolismo), se oponen al realismo y su apego a la realidad cotidiana. Su literatura es escapista: se evaden de la realidad y buscan la expresión de sensaciones utilizando unas formas muy cuidadas y casi aristocráticas. Aunque cada autor tiene sus propios rasgos, se puede afirmar que la forma prima sobre el contenido.

Características

  • Interés en definir un nuevo concepto artístico: el del arte por el arte, la búsqueda de la belleza y de los efectos sensoriales.
  • El género literario más adecuado para estos intereses es la lírica.
  • Renovación total del lenguaje poético: especial cuidado en la musicalidad de sus versos (nuevas formas métricas, aliteraciones).
  • Uso de léxico desusado y culto.
  • Adjetivación abundante y uso de sinestesias (asociación de sensaciones incompatibles desde el punto de vista lógico: sol sonoro).
  • Temas: la percepción de la realidad como un cúmulo de belleza y goces sensoriales. Evasión hacia otros mundos: la mitología, lo medieval, el exotismo oriental.
  • Otro sector de autores prefiere la intimidad, generalmente melancólica y nostálgica: paisajes que son símbolo de su estado de ánimo (el crepúsculo, el camino, el otoño, etc.).

Rubén Darío

Nicaragüense. Es el autor más representativo de este movimiento. En sus dos primeras obras, Azul (1888) y Prosas profanas, se aprecia un modernismo brillante y vitalista, lleno de innovaciones métricas y de recursos literarios. En Cantos de vida y esperanza, su siguiente obra, aparece la amargura y temas políticos (Oda a Roosevelt: en la que advierte de la creciente influencia de USA sobre el mundo hispánico).

Modernistas españoles

Salvador Rueda (precursor, el primero que se interesa por los simbolistas franceses), Manuel y Antonio Machado (en su primera época; luego hay que considerarlo más en la línea del 98), Juan Ramón Jiménez (en su primera época) y hay que citar la prosa modernista de Valle Inclán (también en sus primeras obras).

Antonio Machado (Época Modernista)

Su primera obra, Soledades, Galerías y otros poemas, tiene rasgos modernistas pero de marcado carácter intimista que lo acercan a la poesía de Bécquer (las Galerías son las “galerías del alma”). Los símbolos (el agua, el camino, la tarde, el ocaso, etc.) representan sus estados de ánimo. En 1912 publica Campos de Castilla, que supone un giro en su concepción poética hacia las ideas del grupo del 98. En esta obra, Machado proyecta sus sentimientos sobre los paisajes de Castilla: parecen descripciones objetivas, pero solo describe lo adusto, la soledad o la fugacidad del paso del tiempo, lo que le permite establecer un paralelismo con sus estados de ánimo. También hay poemas en los que denuncia los males de su país, el atraso y la pobreza de Castilla, las dos Españas (una que piensa y otra que embiste).

Generación del 98

En España, aquellos escritores modernistas que antepusieron las preocupaciones de tipo social, filosófico y político a las puramente estéticas o escapistas han sido llamados Grupo o Generación del 98. Casi todos ellos coincidieron en la idea de modernizar España (durante toda su obra o en parte de ella). Todos coinciden en su juventud en una actitud crítica, y a veces radical, ante la decadencia del país. El nombre del grupo, 98, alude a la fecha de la pérdida definitiva de las colonias españolas, hecho que tendrá una repercusión determinante sobre los integrantes del grupo. Baroja, Maeztu y Azorín publican en 1901 el Manifiesto de los tres, con la intención de influir en la vida pública. Años después, seguirán caminos distintos. La admiración por Larra y por los clásicos de nuestra literatura es también un punto de partida común.

Características

  • En su concepción literaria, prima el contenido sobre la forma.
  • Temas frecuentes y comunes (obra literaria y ensayos):
    • Filosóficos: el sentido de la vida, el tiempo, la muerte de Dios, etc.
    • Históricos: desde la perspectiva de “los hombres sin historia” (lo que Unamuno denominó la intrahistoria).
    • El paisaje: especialmente el castellano, en el que simbolizaron la esencia de España y el punto de partida para una nueva visión del país.
  • Estilo sobrio, directo y claro.
  • En las novelas, los argumentos son menos importantes que las ideas. Frecuentes diálogos en estilo directo donde los personajes expresan su mundo interior.
  • El narrador abandona el punto de vista omnisciente por una posición más cercana a los personajes, más objetiva.
  • Recogen palabras que están en desuso y las incluyen en sus escritos, como muestra del pasado que hay que conservar.
  • Sintaxis sencilla, pero gran exigencia con sus escritos. Renovadores de la prosa castellana.
  • Visión subjetiva (emotiva o intelectual) en los textos líricos.
  • Asocian el paisaje al estado de ánimo (como los románticos). La yerma meseta castellana como símbolo de la decadencia española.

Miguel de Unamuno

Considerado el guía espiritual del movimiento. Su obra abarca todos los géneros literarios (ensayo, narrativa, poemas e incluso teatro). Novelas con poca acción y pocas referencias espacio-temporales: predominan las reflexiones de los personajes. Crea un nuevo tipo de novela, la nivola, en la que se desdibujan los límites entre realidad y ficción, al entrar los personajes en conflicto con el autor (Niebla). Otras novelas: La tía Tula, San Manuel Bueno, mártir. Ensayos: Vida de Don Quijote y Sancho, En torno al casticismo, Del sentimiento trágico de la vida. Obra lírica: poca atención al ritmo, intimista (El cristo de Velázquez).

José Martínez Ruiz “Azorín”

El estilo de su obra es bastante característico: sencillo, claro y preciso. Utiliza frases cortas y evita la subordinación. Emplea abundantes adjetivos, así como metáforas y otros recursos literarios. Al igual que Unamuno, rescata palabras del olvido e intenta revitalizarlas. Incluye palabras desusadas o rurales, además de un léxico variado y preciso que dan a su obra un vehículo de expresión prácticamente perfecto. Los argumentos que Azorín desarrolla en sus novelas son poco consistentes; son relatos lírico-descriptivos que incluyen las impresiones del autor como elemento subjetivo. Títulos de novelas: La voluntad, Antonio Azorín (de donde toma su pseudónimo). Ensayos: Los pueblos, La ruta de Don Quijote, Castilla.

Pío Baroja

En sus obras aparecen personajes enfrentados por alguna razón a la sociedad, que basan su vida en la acción. Presenta una gran cantidad de personajes secundarios que dan color al relato, además de contribuir al ambiente general de la novela. Se le ha achacado despreocupación en cuanto a la construcción de la novela, pero hay que destacar su prosa sencilla y sin adornos. Obras destacadas: La Busca, Zalacaín el aventurero, Las inquietudes de Shanti Andía, El árbol de la ciencia, y el conjunto de novelas de su personaje Avinareta, Memorias de un hombre de acción.