Contexto Histórico y Social: España en los Años 70 y la Transición
Los años 70 vinieron marcados por dos hechos de vital importancia para el devenir de la política y la sociedad española. En primer lugar, la muerte de Francisco Franco en 1975, que daba paso a la Transición democrática, apoyada por la Constitución de 1978. Esto significó la recuperación de la libertad, restringida anteriormente por la censura. La Transición y la democracia supusieron la adquisición de nuevas libertades para la población, aunque también fue un periodo convulso, ya que ciertos grupos terroristas (GRAPO, ETA) sembraron el terror. En 1981, un fallido intento de golpe de Estado, articulado por el coronel Tejero, mantuvo en vilo al país. España era un país en construcción, con sus idas y venidas.
El Cambio en la Literatura: Del Experimentalismo a la Nueva Narrativa
Indudablemente, todos estos cambios contextuales se vieron reflejados en la producción literaria del momento. Tras la radicalización y el experimentalismo surgidos durante los años 60 y parte de los 70, se inició una vuelta a la narración tradicional. Surgió un nuevo lector que buscaba divertirse con la lectura. En este tipo de novela intervinieron distintas generaciones de autores y destacó la incorporación de autoras.
En 1975 se publicó La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, considerada la obra pionera y guía hacia el nuevo cambio literario, que incorporaba elementos de la novela policíaca y rasgos como la intriga y el humor. Esta nueva tendencia novelística generó el interés por nuevos temas y estilos, como el resurgimiento del neorrealismo y la aparición de nuevas realidades que se unían con la fantasía y la subjetividad. Además, la novela solía ambientarse en el pasado y se recuperaron rasgos como el humor, la parodia y el erotismo. Esto provocó el resurgimiento de las novelas policíacas, sentimentales o históricas, entre otras, y la aparición de la novela erótica (impensable bajo el régimen franquista).
Podemos destacar también el predominio de la sencillez, que atrajo a este nuevo lector. Se recuperó también el uso de la primera y tercera persona sin mezclarlas. Por último, trataron de separar la ideología de la novela, dejando atrás el compromiso social. A pesar de esto, se siguió haciendo referencia a los problemas de las situaciones cotidianas y sociales, pero sin apoyarse explícitamente en ninguna ideología. Como representación de esta novela posterior (aunque ya en los 90), destacamos Historias del Kronen (1994), de José Ángel Mañas.
Autores y Generaciones
En esta etapa encontramos autores de diferentes generaciones y autores nuevos.
Continuidad Generacional
Encontramos numerosos autores de anteriores generaciones que continuaron publicando obras significativas:
- Miguel Delibes: Los santos inocentes y El hereje.
- Camilo José Cela: Mazurca para dos muertos.
- Gonzalo Torrente Ballester: Crónica del rey pasmado.
Otros novelistas de los años 50 y 60 que siguieron activos:
- Ana María Matute: Olvidado Rey Gudú, recreando un mundo medieval.
- Carmen Martín Gaite: Nubosidad variable, representando el universo femenino.
- Juan Marsé: El embrujo de Shanghái.
Nuevas Generaciones y Tendencias
Las nuevas generaciones se pueden agrupar en diferentes tipos de novelas:
Nuevos Realismos
Surgieron nuevos realismos que trataban de recuperar el realismo clásico. Destacamos a:
- Rafael Chirbes
- Almudena Grandes
- Luis Mateo Díez
- Luis Landero
Novela Policíaca y de Intriga
Apareció de nuevo la novela policíaca y de intriga, también llamada novela negra, representada por Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta y con la figura destacada de Manuel Vázquez Montalbán.
Novela Histórica
La novela histórica fue impulsada por el éxito internacional de El nombre de la rosa de Umberto Eco. También triunfaron autores como Arturo Pérez-Reverte con novelas ambientadas en el Siglo de Oro español, como las protagonizadas por El capitán Alatriste. Otras obras representativas son:
- Soldados de Salamina de Javier Cercas
- Los girasoles ciegos de Alberto Méndez
- El corazón helado de Almudena Grandes
Novela de Reflexión Intimista
Encontramos obras como:
- Mortal y Rosa de Francisco Umbral
- La lluvia amarilla de Julio Llamazares
- El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina
Dentro de este género también surgió una literatura autobiográfica, la llamada «literatura del yo», representada por autores como:
- Carlos Castilla del Pino
- Fernando Savater
- Andrés Trapiello
Novela de Realismo Crítico y Social
Reflejaba una crítica social y de la realidad. La encontramos en obras como Crematorio de Rafael Chirbes.
Novela Erótica
La novela erótica nació en esta época y fue representada por Almudena Grandes con Las edades de Lulú.
Novela de Aventuras
En la novela de aventuras cabe destacar el éxito de Carlos Ruiz Zafón y Arturo Pérez-Reverte.
Autoficción y Metaficción
Surgieron, además, la autoficción y la metaficción, donde los autores prestan sus propios nombres o parte de sus biografías a los personajes, fusionando así realidad y ficción. Esta tendencia estuvo representada por:
- Javier Cercas
- Luis Landero
- Enrique Vila-Matas
- Juan José Millás
Fusión de Géneros
Por último, otros autores realizaron una fusión de géneros. Este es el caso de:
- Javier Cercas
- Antonio Muñoz Molina
- Rosa Montero
Conclusión: Un Período Floreciente para la Narrativa
Por todo lo anteriormente expuesto, podemos valorar estos años como un período floreciente para el género narrativo y para su acercamiento al gran público, lo que supuso un auge de la lectura como forma de ocio, paliando el exclusivismo en el que había caído el género durante los años 60 y la primera mitad de los 70.