Poullain de la Barre: Como buen cartesiano, no aceptó como verdadero nada que no se presentara a la mente de forma clara y distinta. Afirmó que “la inferioridad de la mujer es el prejuicio más obstinado y ancestral”. Tras analizar la sociedad y criticar la falta de fundamento de sus prejuicios, abordó la necesidad de reformar la educación para construir, a partir de principios cartesianos, una sociedad mejor. La educación deberá fundamentarse en la primera regla del método de Descartes: Sigue leyendo