Teorías Sociológicas Clave sobre el Delito y la Desviación Social

Teorías Sociológicas sobre el Delito y la Desviación Social

Las teorías sociológicas ofrecen diversas perspectivas para comprender el delito y la desviación social. A continuación, se presentan las principales corrientes:

  • Funcionalistas: Conciben las sociedades como sistemas de partes interconectadas que funcionan para generar estabilidad, basándose en un consenso estructural.
  • Interaccionistas: Se centran en la acción e interacción de los individuos como clave para la significación de lo que constituye la sociedad.
  • Del Conflicto (Nueva Criminología): Aunque también se fijan en la estructura social, la perciben no como consensual, sino como contradictoria, marcada por tensiones entre grupos dominantes y dominados.
  • Del Control: Estudian los mecanismos de control que surgen de las tensiones sociales desde diferentes puntos de vista.

Teorías Funcionalistas: Merton y Cohen

Robert K. Merton (1957) elaboró una teoría de la desviación muy influyente que situaba el origen del delito dentro de la propia estructura de la sociedad estadounidense.

En las sociedades industrializadas, especialmente en la estadounidense, se hace hincapié en el éxito material, que se supone se consigue mediante autodisciplina y trabajo duro. Esto implica que quien se esfuerza triunfa, al margen de su punto de partida. Sin embargo, esto no es cierto en la práctica, ya que los desfavorecidos disponen de pocas oportunidades para progresar, y al no triunfar se les condena por su “falta de capacidad”.

Existe una enorme presión social que obliga a salir adelante a través de los medios que sean (legítimos o ilegítimos). Por consiguiente, para Merton, la desviación es una consecuencia de las desigualdades económicas y de la ausencia efectiva de igualdad de oportunidades.

Al igual que Merton, Albert Cohen (Delinquent Boys, 1955) percibió que las contradicciones existentes en la sociedad estadounidense eran la causa principal de la delincuencia. Mientras que Merton subrayaba las respuestas desviadas individuales, para Cohen las respuestas ocurrían de manera colectiva a través de subculturas.

Cohen señaló que los muchachos de clase obrera baja, frustrados por su posición en la vida, se unen con frecuencia en subculturas delictivas como bandas. Esas subculturas rechazan los valores de clase media y los sustituyen por normas que, como la delincuencia y otros actos de no conformidad, rinden culto al desafío.

Teorías Interaccionistas: La Construcción Social de la Desviación

Para los interaccionistas, la desviación se construye socialmente, y rechazan la idea de que existan tipos de conducta inherentemente “desviadas”. Su idea es sencilla: algunos ambientes sociales y las interacciones que se llevan a cabo en ellos tienden a orientar hacia actividades ilegales, y otros no.

Los individuos se convierten en delincuentes al asociarse con portadores de normas delictivas. En general, el comportamiento delictivo se aprende en los grupos primarios y, especialmente, entre compañeros.

Teoría del Etiquetaje

Desde esta perspectiva, para comprender la naturaleza de la desviación, es fundamental saber por qué a algunos se les cuelga la etiqueta de “desviado”. En general, quienes etiquetan son aquellos que tienen poder sobre otros. Las etiquetas, por tanto, expresan estructuras de poder: los ricos sobre los pobres, los hombres sobre las mujeres, los mayores sobre los jóvenes, las mayorías sobre las minorías, etc.

Por consiguiente, el comportamiento desviado es aquel al que la gente le asigna esa “etiqueta”. El aprendizaje de la desviación suele fomentarse, de esta manera, desde las mismas instituciones que supuestamente se encargan de corregirla, como cárceles y organismos de asistencia social.

Además, el etiquetaje no solo influye en cómo nos ven los demás, sino también en cómo nos vemos a nosotros mismos. Desde este punto de vista, cabe distinguir entre:

  • Desviación primaria: La transgresión inicial que no tiene repercusión significativa en la identidad de la persona.
  • Desviación secundaria: Ocurre cuando los individuos terminan por aceptar la etiqueta de delincuentes que se les ha colgado y se consideran a sí mismos desviados. De esta se deriva la amplificación de la desviación, donde los delincuentes se vuelven cada vez más reacios al cambio.

Teorías del Conflicto: La Nueva Criminología

Taylor, Walton y Young publicaron en 1973 The New Criminology, obra que supuso una ruptura importante con las teorías anteriores. Rechazaban la idea de que la desviación fuera algo determinado por factores como la biología, la personalidad, la ausencia de normas (anomia), la desorganización social o las etiquetas.

Para esta corriente, la desviación es algo que se elige a propósito, respondiendo de ese modo a las desigualdades del sistema capitalista. Tiene, por tanto, una etiología política. Otros autores en esta línea intentaron dar una respuesta más concreta sobre la delincuencia y las políticas sociales que neutralizaran ese cierto romanticismo político inicial e incidieran en la preocupación inmediata de la gente, sobre las víctimas, etc.

Control Social y Teorías del Control

El Control Social: Mecanismos y Tipos

El proceso de socialización, entendido como la incorporación en los individuos de las pautas culturales de acogida, permite verdaderamente que los humanos nos convirtamos precisamente en eso: humanos. Sin tal incorporación, prevalece en nosotros el componente instintivo de nuestro antepasado homínido. De ahí la importancia de este asunto.

Ahora bien, la socialización requiere de manera imprescindible de un componente normativo y de control que permita el éxito del proceso y el orden social mismo.

  • Por control social entendemos el conjunto de procesos mediante los cuales se enseña, establece y mantiene el orden social.
  • Con orden social nos estamos refiriendo al conjunto o sistema integrado de personas, relaciones y costumbres que hacen posible el funcionamiento habitual de la sociedad. Control y orden social se interrelacionan ineludiblemente.

Tenemos, por tanto, que los mecanismos de control son aquellos mediante los cuales las sociedades inducen a los individuos a adecuarse a la norma. Podríamos distinguir tres tipos de control social:

  • Control Social Informal

    Aquel que existe en los miembros de un grupo que comparten los mismos modelos de comportamiento. Refuerzan los grupos primarios, como la familia. El tipo de sanción positiva suele ser la amistad, el amor, etc. Las sanciones negativas incluyen la desaprobación, el ridículo, etc.

  • Control Social Formal

    Tiene que ver con instituciones legitimadas por la sociedad. Los agentes sociales implicados pueden ser la institución psiquiátrica, el código penal, la policía, el ejército, etc. Las sanciones positivas son el reconocimiento público; las sanciones negativas incluyen el encierro, el encarcelamiento, el tratamiento, etc.

  • Autocontrol

    Tiene que ver con la internalización sutil o explícita de pautas de comportamiento personales. Pensemos, por ejemplo, en el importante mecanismo de control que supone la confesión de todos los tipos: ante el sacerdote, ante el médico, ante el psiquiatra, etc. Los agentes implicados, en este sentido, son la educación, la religión, la ideología. Entre las sanciones positivas están la satisfacción, la autocomplacencia, el sentimiento del deber cumplido, etc. Entre las sanciones negativas: el sentido de culpa, la vergüenza, la duda, etc.

Teoría del Control Social: Impulsos y Restricciones

La teoría del control postula que el delito procede de un desequilibrio entre los impulsos que llevan a la actividad criminal y los controles sociales o físicos que lo impiden. Le interesan poco las motivaciones que tienen los individuos al realizar los delitos; más bien presupone que la gente actúa de forma racional y que, si se da la oportunidad, cualquiera podría participar en actos desviados.

Travis Hirschi, uno de los teóricos del control más conocidos, ha señalado que los seres humanos son seres fundamentalmente egoístas que, mediante decisiones premeditadas, optan o no por participar en actividades delictivas, sopesando los posibles beneficios y riesgos que conllevan. Muchos delitos son resultado de “decisiones situacionales”.

Es, por tanto, el grado de control, de autocontrol, o su ausencia, lo que determina la desviación.

Teoría de las Ventanas Rotas y Tolerancia Cero

La teoría de las ventanas rotas, estrechamente relacionada con las del orden, indica que existe una relación directa entre la aparición de desórdenes y el surgimiento de una auténtica delincuencia. Una ventana rota en un barrio que no se arregla lanza el mensaje a posibles infractores de que ni la policía ni los residentes de la zona se ocupan de mantener la comunidad en buenas condiciones. Poco a poco empezarán a aparecer pintadas, basura, vandalismo, deterioro, indigencia, delincuencia, etc.

La teoría de las ventanas rotas ha sido la base de las denominadas políticas de tolerancia cero, un enfoque que recalca la idea de que la clave para reducir el número de delitos graves es un proceso continuo de mantenimiento del orden.