El Siglo XVIII: Marco Histórico y Cultural
Con el siglo XVIII comienza la Edad Contemporánea. La Ilustración es el movimiento intelectual por el cual se le llama el Siglo de las Luces. En 1751 se publica en Francia la Enciclopedia, que recogía todos los saberes de la época, dirigida por Diderot y D’Alembert. La Ilustración chocó con las autoridades académicas y religiosas. Su vehículo de difusión fueron los cafés, las tertulias y los salones.
El Contexto Político: El Despotismo Ilustrado
El sistema político predominante era el Despotismo Ilustrado, que buscaba el aceleramiento económico y cultural, así como el bienestar del pueblo, sin tener en cuenta sus opiniones. Su lema era: «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo».
Cambio Dinástico y Conflictos en España
En España se produjo un cambio de dinastía. Carlos II murió sin descendencia y subió al trono Felipe V. Esto desencadenó la Guerra de Sucesión, que, con el Tratado de Utrecht, supuso la pérdida de las posesiones de España en Europa a favor de Inglaterra. Tras la guerra, se promulgaron los Decretos de Nueva Planta.
Los Reinados Borbónicos del Siglo XVIII
Hubo cuatro reinados principales:
- Felipe V: Inició ciertas reformas administrativas y centralizadoras.
- Fernando VI: Reorganizó la Hacienda Pública y comenzó la implantación de las ideas ilustradas.
- Carlos III: Su reinado se caracterizó por el Motín de Esquilache y fue el momento de mayor auge de la Ilustración en España.
- Carlos IV: Impidió la llegada de las ideas revolucionarias desde Francia y cuyo reinado terminó con la Guerra de la Independencia.
Aspectos Socioeconómicos y Culturales
Desarrollo Socioeconómico
Hubo un auge de la agricultura acompañado de un crecimiento de la población. Ciudades como Barcelona, Valencia o Sevilla se consolidaron como núcleos burgueses dedicados al comercio y la industria.
La Cultura y la Reforma Ilustrada
Surgieron en España los Novatores, ilustrados con cargos en la administración que se preocupaban por el crecimiento económico y el analfabetismo del país. Crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País, siendo la primera la Real Sociedad Bascongada (1765).
Educación y Ciencia
- Se crearon escuelas patrióticas en las que se enseñaba a leer y escribir.
- En las universidades imperaba la escolástica y el aristotelismo, por lo que se desconocían las novedades científicas de la época. Los Novatores criticaron esta situación, creyendo que la metafísica y la teología debían dejar paso a la ciencia y la razón.
Instituciones Culturales Clave
Se fundaron instituciones fundamentales para el desarrollo cultural y lingüístico:
- La Real Academia Española (RAE), fundada por el marqués de Villena en 1713, que llevó a cabo el Diccionario de Autoridades, además de la Gramática y la Ortografía.
- La Biblioteca Nacional (1712).
- El Museo del Prado (1785).
- El Colegio de Cirugía (1748).
- La Real Academia de la Historia (1738).
Prensa y Arte
Los periódicos, especialmente durante el reinado de Carlos III, alcanzaron gran difusión. Se inició la prensa literaria y científica y el periodismo crítico (ejemplos notables son El Pensador y El Censor).
En el arte, se considera que, además de ser bello, debe enseñar algo y mejorar la sociedad (función didáctica).
Tendencias de la Literatura Española en el Siglo XVIII
Características Generales
La literatura de este periodo es esencialmente útil. Era un medio de comunicación al servicio de la difusión de las nuevas ideas ilustradas. Los autores no pretendían innovar los géneros literarios, sino servirse de ellos para fines didácticos.
El Neoclasicismo fue la corriente estética dominante, buscando recuperar los modelos clásicos de Grecia y Roma. Los géneros de ficción decaen, mientras que los didácticos cobran auge, por lo tanto, encontramos un gran número de obras de carácter ensayístico. En poesía se recupera la fábula antigua con intención moral. El teatro fue uno de los géneros más cultivados.
Etapas de la Literatura del Siglo XVIII
1. Posbarroquismo (Inicios del siglo)
Persiste la esencia barroca del siglo anterior. Hay un auge del ensayo. Destaca Benito Jerónimo Feijoo con su obra Teatro Crítico Universal. También es relevante la Poética de Ignacio de Luzán, que sienta las bases teóricas del Neoclasicismo.
2. Neoclasicismo (Apogeo)
Momento de mayor auge de la literatura ilustrada. Se establece un concepto de buen gusto y se imponen reglas de equilibrio, sencillez, simetría, armonía y utilidad. Se incluye la poesía filosófica y didáctica, y la comedia y tragedia neoclásica (sujetas a la regla de las tres unidades).
3. Prerromanticismo (Finales del siglo)
Augura el Romanticismo del siglo siguiente. Se centra en el sentimentalismo y la melancolía, con temas fúnebres y nocturnos. Se incluye la Poesía sentimental, como Las noches lúgubres de José Cadalso y la obra teatral El delincuente honrado, de Gaspar Melchor de Jovellanos.
Tipos de Poesía Ilustrada
Hacia 1750 surge una nueva poesía que busca mayor claridad y utilidad, diferenciándose de la imitación barroca anterior:
Poesía Rococó
Se caracteriza por un léxico cortesano y refinado, el uso de metros cortos y un ritmo marcado en estrofas breves. Trata temas de amor y belleza femenina. Está vinculada a la poesía bucólica y anacreóntica. Fue practicada por poetas de Salamanca, liderados por Cadalso, entre los que destacaba Juan Meléndez Valdés.
Poesía Filosófica
Tras la marcha de Cadalso de Salamanca, autores como Jovellanos inician una poesía útil y de compromiso social. Los temas son propios de la mentalidad ilustrada y utiliza frecuentemente el endecasílabo suelto. Otros exponentes son Manuel J. Quintana y Juan Nicasio Gallego.
Poesía Didáctica
Vehículo de difusión de nuevas ideas, principalmente por medio de la fábula. Sus máximos representantes son Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte.
Otras Tendencias Poéticas
- Poesía Satírica: Adoptó metros diversos, desde las redondillas hasta los tercetos.
- Poesía Neoclásica: De gusto refinado y severo, cultivada por autores como Leandro Fernández de Moratín y Alberto Lista.
- Poesía Sentimental: Hacia finales del siglo. Expresa desahogos emocionales cargados de desesperación y pesimismo, con notas tétricas. Destaca Nicasio Álvarez Cienfuegos.