Evolución del Teatro y la Poesía Española del Siglo XX: De Valle-Inclán a la Posguerra

El Teatro Español: Desde Principios del Siglo XX hasta 1939

En este período, podemos establecer dos grandes grupos de autores:

El Teatro Triunfante en España

Podemos distinguir varias líneas dentro del teatro comercial y popular:

  • Teatro continuador del Realismo del siglo XIX: Renueva algunos aspectos. Su principal representante es Jacinto Benavente, quien se limita en sus obras a censurar pequeños vicios, sin hacer críticas totales.
  • Teatro poético en verso: Mezcla de Romanticismo y Modernismo, ideológicamente muy conservador y tradicional, con constantes alusiones a las perdidas glorias del Imperio español. Por su temática, es un teatro eminentemente histórico.
  • Teatro cómico: Intrascendente, cuya intención es hacer pasar un buen rato. Es un teatro muy reiterativo en las formas de conseguir el humor: equívocos, juegos de palabras, regionalismos… Destacamos a los hermanos Álvarez Quintero, Carlos Arniches y el gaditano Pedro Muñoz Seca, inventor de un nuevo género, el astracán, una parodia, en verso, del teatro posromántico.

El Teatro Innovador

  • Unamuno: Escribe un teatro de ideas, donde lo fundamental es el texto y el conflicto de los personajes. Hay poca acción y casi total ausencia de elementos escénicos.
  • Jacinto Grau o Ramón Gómez de la Serna plantean también experiencias renovadoras.
  • Pedro Salinas y Rafael Alberti, autores de la Generación del 27, escriben un teatro interesante.
  • Jardiel Poncela y Miguel Mihura realizan una interesante labor de renovación en el teatro humorístico español. Los dos alcanzan su máxima consideración tras la Guerra Civil.

Sin duda, en el panorama teatral español del siglo XX, destacan dos figuras esenciales:

Ramón María del Valle-Inclán

Es uno de los autores más controvertidos, rigurosos, extravagantes y geniales que ha dado nuestra literatura. Se inició en el Modernismo con las novelas de la serie de las Sonatas. Continuó, en una etapa intermedia, con las Comedias Bárbaras, donde aparecen extraños personajes. Estas comedias son difícilmente representables.

Su última etapa, la más lograda, es la de los esperpentos; sobresalen Divinas palabras y Luces de bohemia (ambas de 1920). En el esperpento, España es una deformación grotesca de la civilización europea. La tragedia es un género demasiado noble para recoger aquel ambiente. Luces de bohemia narra la última noche de vida del poeta Max Estrella, ciego bohemio, pobre y desafortunado, que deambula por las calles de Madrid camino de su muerte, recorriendo diversos lugares y dando cuenta de la crítica situación del país.

Federico García Lorca

Representa una de las más altas cumbres de la dramática española moderna. Como dramaturgo, muestra un concepto renovador del arte escénico que lo ha convertido en el dramaturgo español más conocido de todos los tiempos, un clásico cuyas obras aún continúan en los repertorios de las más conocidas compañías teatrales de todo el mundo.

El teatro de Lorca parte de tres principios:

  1. Depurar el teatro poético.
  2. Incorporar las tendencias vanguardistas.
  3. Acercar el teatro al pueblo.

La mujer es la protagonista del teatro lorquiano. Sus personajes se verán condenadas al olvido o al rechazo. Las obras representan la tragedia de toda persona condenada a la frustración en sus deseos más íntimos y a la marginación. En definitiva, el tema de la frustración es una constante en el teatro lorquiano.

La Poesía Española: Desde 1939 a los Años 70

Tras la Guerra Civil, el exilio exterior de buena parte de los escritores que sobrevivieron, el asesinato de Federico García Lorca y el encarcelamiento del joven Miguel Hernández dejaron apenas sin modelos a las nuevas generaciones poéticas. La producción lírica de los que se quedaron en el llamado «exilio interior» tuvo que esquivar la fuerte presión de la censura.

Miguel Hernández

Representa el paso de la poesía tradicional a la comprometida políticamente. Nacido en Orihuela en 1910, participó como soldado junto al ejército republicano durante la Guerra Civil y, al acabar, fue encarcelado en diversas ciudades españolas y condenado a muerte. La sentencia fue conmutada por treinta años de reclusión; pero su vida se vio truncada definitivamente en 1942, en la cárcel de Alicante, a consecuencia de la tuberculosis.

En su producción poética, se han establecido cuatro etapas:

  1. Etapa barroca: Caracterizada por una poesía de tono barroco, que se refleja en Perito en lunas (1934). Son cuarenta octavas reales de influencia gongorina y vanguardista, llenas de metáforas y símbolos.
  2. Poesía amorosa: En 1936 publica El rayo que no cesa. El centro vital de la obra es la pasión amorosa hacia la que sería su mujer. La obra incluye en tercetos encadenados su célebre Elegía a Ramón Sijé, una de las mejores elegías a la amistad en lengua española.
  3. Poesía de guerra y resistencia: Durante la guerra, Miguel Hernández emplea su poesía para luchar por la causa republicana. En esta tercera etapa también escribe El hombre acecha, donde la palabra es todavía símbolo de resistencia, pero la muerte del hijo y la derrota de la guerra sumen al poeta en la desolación.
  4. Poesía desnuda y profunda (Cárcel): Las metáforas se han reducido sensiblemente en busca de una expresión directa y esencial. Son los poemas escritos la mayoría en la cárcel, donde el poeta se duele de la ausencia de los suyos y escribe intensos poemas de amor a su mujer; también recuerda una guerra que solo ha provocado odio y destrucción, pero aun así no renuncia a la esperanza.

Poesía Testimonial (Años 40)

En los años 40, la producción literaria está ligada a las revistas literarias. Se distinguen dos corrientes principales:

  • Poesía Arraigada: Consolidada en torno a la revista Garcilaso (dirigida por José García Nieto). Es una poesía al servicio de la dictadura. Los temas fundamentales son Dios, la patria, el paisaje castellano o el amor. Dámaso Alonso la denominó «poesía arraigada», ofreciendo una visión positiva del mundo y obviando la dura realidad española del momento.
  • Poesía Desarraigada: Como contrapunto, nace la revista Espadaña, con una poesía con mayor contenido humano y existencial, que refleja la desgarradora realidad española de la época. Dámaso Alonso la llamó «poesía desarraigada». Sus temas son la angustia histórica y la angustia existencial.

Otras Tendencias de los 40

  • Grupo Cántico: Escritores que intentan enlazar con la Generación del 27, con una poesía barroca, preciosista y de temática frecuentemente religiosa.
  • Postismo: Movimiento heredero del surrealismo anterior a 1936. Fundado por Carlos Edmundo de Ory, en su poesía, el deseo se constituye en el motor del mundo. Los principales recursos estilísticos son metáforas encadenadas que tienen su base en el sueño, la alucinación y el subconsciente, y reivindican la imaginación y el sentido lúdico del arte.

Poesía Social (Años 50)

Los años 50 se caracterizan por la consolidación del llamado «realismo social». El año 1955 marca un hito con la publicación de Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya. En ellos, ambos poetas superan su anterior etapa de angustia existencial para situar los problemas humanos en un marco social.

En cuanto a la temática, hay que destacar la gran proporción que alcanza el tema de España, con un enfoque distinto (más político). Se sitúan temas concretos que resultan paralelos a los tratados en la novela y el teatro de la misma tendencia:

  • La injusticia social.
  • La alienación.
  • El mundo del trabajo.

Estilísticamente, se trata de una poesía que emplea un lenguaje claro de tono coloquial, sencillo y directo, pues va dirigida a «la inmensa mayoría».

Poesía del Conocimiento (Finales de los 50 y Años 60)

Desde finales de los 50 y ya en los años 60, comienza una renovación de quienes buscaban una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento de lo colectivo a lo personal. Para ellos, el poema es un instrumento que permite al ser humano y, por tanto, al poeta, conocer el mundo y conocerse a sí mismo. Son los autores conocidos como la «Promoción de los Sesenta».

Se puede establecer una temática común a todos ellos:

  • La reflexión sobre el paso del tiempo.
  • La amistad, el amor o el erotismo.
  • La reflexión sobre la creación poética.

En el estilo, es muy visible que el lenguaje conversacional, «hablado», es compatible con una exigente labor de depuración y de concentración de la palabra. Además, recurren al empleo de la ironía.