Evolución de la Novela Española de Posguerra: Tendencias y Autores Clave (1939-1970)

La Novela Española de Posguerra: La Generación del 36 y el Tremendismo

La literatura española de posguerra civil se desarrolla en un contexto de privaciones y aislamiento político. En este marco, destaca un nuevo grupo de autores jóvenes, seguidores del realismo y centrados en la reproducción de la realidad, conocida como la Generación del 36, entre los que se encuentran Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes.

Dentro de esta generación, algunos autores optaron por mantener un estilo más tradicional, mientras que otros buscaron ir más allá, definiendo el tremendismo. Se trata de un realismo exagerado y crudo, que presenta situaciones duras, incluso crueles, de la existencia humana. El fatalismo, el determinismo, la violencia y la muerte son sus temas principales. Comparten las siguientes características:

  • Narrador: En primera persona, con un lenguaje expresivo, directo y realista (los personajes hablan según su clase social).
  • Estética: Sencilla pero cuidada.
  • Espacios: La pequeña ciudad de posguerra o el campo, representados como lugares grises, míseros y sórdidos.
  • Personajes: Violentos, incomprendidos, obligados a actuar de manera incontrolada, a menudo descritos como primitivos.

Autores Representativos de la Posguerra

Camilo José Cela (1916-2002)

Funcionario de profesión, se dedicó a la narrativa, recibiendo múltiples premios como el Nobel de Literatura en 1989, el Príncipe de Asturias de las Letras o el Cervantes.

La familia de Pascual Duarte

Se trata de la historia de un campesino extremeño que, desde la cárcel y condenado a muerte por varios asesinatos, escribe sus memorias. Pascual Duarte, un antihéroe marginado, afirma desde el principio que su comportamiento ha sido determinado por su contexto: «Señor, yo no soy malo aunque no me faltarían motivos para serlo». Aquí se plantea el determinismo que lo empuja a convertirse en un asesino y un ser sin escrúpulos. Su vida se presenta como un aislamiento en el que Pascual es incapaz de transmitir lo que siente, resultado de su violenta familia y de la sociedad inculta que lo margina. Los diálogos, cortos y sencillos, reproducen el habla popular y reflejan la tortuosa psicología del protagonista, conmoviendo al lector.

Destaca su compleja estructura no lineal, con las memorias desordenadas del protagonista y numerosos flashbacks. Cela concibe un juego de «historia dentro de otra historia» para dotar de mayor realismo a la novela.

En su trayectoria posterior, destacan obras repletas de realismo social como La Colmena, que con más de doscientos personajes, refleja la sociedad madrileña del año 1943. Otras obras relevantes son Mazurca para dos muertos, Cristo versus Arizona y Madera de Boj, su última novela.

Carmen Laforet (1921-2004)

Nació en Barcelona, trasladándose a Canarias donde pasó toda su infancia. Regresó a la Ciudad Condal para estudiar en la universidad, sumiéndose en el desencanto y, golpeada por el desamor, huyó a Madrid donde comenzó a escribir. Por su primera novela, Nada, recibió el Premio Nadal y se convirtió en un best-seller. Contrajo matrimonio con un famoso editor y, tras el divorcio, se sumergió en la depresión y la soledad. Autodiagnosticada de grafofobia, escribió relatos infantiles y solo su amistad con J. Sender le transmitió paz.

Fue una novedad el plasmar la triste realidad de una joven. Andrea se mueve en un ambiente sórdido, mezquino, lleno de ilusiones rotas. Sigue una estructura lineal, plasmando el enfrentamiento entre libertad y opresión.

La Colmena de Camilo José Cela: Transición a la Novela Social

A partir de los años cincuenta, la novela de realismo existencial dio paso a la novela social. En La Colmena, los personajes son colectivos. La obra narra la vida de los clientes de Doña Rosa, la dueña de un café. El autor busca una representación lo más objetiva posible para dejar testimonio de una sociedad y una época, retratando lo más sórdido de unos personajes que viven para cubrir sus necesidades sexuales y alimenticias. Es una novela sin apenas argumento, que pretende presentar la degradación de la España de la posguerra. Sus personajes, alienados en una «colmena» humana, solo buscan sobrevivir.

Tendencias de la Novela Social

Con estos antecedentes, la novela social se consolidó, presentando dos tendencias principales: el neorrealismo y el realismo social.

El Neorrealismo

Aparece a principios de los años cincuenta con un objetivo claro: acercar la vida a la literatura, concibiendo la novela como un reflejo fiel de la realidad. Para ello, destacan los siguientes rasgos:

  • Personaje colectivo: Se centra en la gente común.
  • Lenguaje: Coloquial y claro.
  • Temas: La vida cotidiana de la gente.
  • El narrador: Prácticamente no interviene, no juzga a los personajes y los deja actuar libremente.
  • Tiempo y espacio: La novela abarca un breve periodo de tiempo y utiliza espacios concretos.

La obra cumbre del neorrealismo es El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, que narra la vida de once amigos a orillas del río Jarama durante un día de experiencias. Carmen Martín Gaite ganó el Premio Nadal con su obra Entre visillos, que presenta a un grupo de amigas conversando sobre su vida cotidiana en el interior de una habitación.

El Realismo Social

Se desarrolla desde mediados de los años cincuenta hasta mediados de los sesenta. Comparte características con el neorrealismo, como el personaje colectivo y la representación de la gente común, coetánea del momento. Se diferencia del neorrealismo en los siguientes aspectos:

  • El compromiso político y social: Se centra en el entorno proletario y sus extremas condiciones de vida, buscando concienciar al lector para promover el cambio social.
  • Personajes: Son seres marginales, obreros, fracasados sociales, que sufren los abusos de quienes ejercen el poder.
  • Lenguaje: Se evita la artificiosidad y se sacrifica la calidad literaria por un lenguaje utilitario y directo.

Algunas obras representativas son Central Eléctrica, que narra la historia de la construcción de una central eléctrica en un pueblo español.

Otras Narrativas de la Época

Cabe recordar a autores como Torcuato Luca de Tena, con su obra Los renglones torcidos de Dios. También fue un momento de esplendor para el género del cuento.

La Novela Experimental y de Renovación en los Años Sesenta

Al comenzar la década de 1960, la novela realista social decae y se experimentan nuevas formas narrativas. Esta tendencia da lugar a una novela más compleja y minoritaria. La renovación de la novela pretende superar el relato realista y sencillo de los años cuarenta y cincuenta.

Respecto a los autores de esta época, destacan Juan Marsé, autor de Últimas tardes con Teresa; Juan Goytisolo, con Señas de identidad; y Miguel Delibes, con Cinco horas con Mario. Sin embargo, sobresale especialmente Luis Martín-Santos con su gran obra Tiempo de silencio.

Características de la Novela Experimental

  • Temas: Recurren frecuentemente a la infancia, la adolescencia, la guerra, el paso del tiempo y la reconstrucción de la propia memoria. Aunque no se abandonan del todo los problemas sociales ni la intención crítica, se da cabida en la novela a lo irracional, lo onírico, la ironía y el humor.
  • Monólogo interior: Frecuente empleo del monólogo interior caótico, en el que las ideas se agolpan sin una lógica conexión gramatical. Esta técnica se convierte en el medio más propicio para mostrar la compleja psicología del personaje: su estado de ánimo, su pensamiento, su visión del mundo y sus temores encuentran cauce de expresión a través de ella.
  • Narrador y estilo: El narrador externo se alterna con el narrador en primera persona. Se mezclan los modos del relato (estilo directo, indirecto, diálogo, monólogo), pero se da especial importancia al uso del estilo indirecto libre. Se produce, también, una ruptura con el uso convencional de los signos de puntuación.
  • Desorden cronológico: La historia, entendida como argumento (es decir, ordenación lineal y lógica del contenido), deja de ser el centro de articulación de la novela. La novela se construye a partir del ensamblaje de materiales diversos entre los que no siempre se produce una cohesión interna, estructurándose a menudo en secuencias.
  • Protagonista individual: Cambia la perspectiva respecto a la etapa anterior, ya que se utiliza un solo personaje, a menudo en conflicto con su entorno y consigo mismo, vapuleado por las circunstancias. La historia se enfoca desde la perspectiva única de un personaje, o desde la múltiple de varios, lo que permite ofrecer distintas interpretaciones de una misma realidad.
  • Lector activo: El lector participa activamente en la recreación interpretativa de la novela, ya que es él quien debe componer todas las piezas que el autor le propone.