La Poesía Religiosa en el Renacimiento Español: Ascetismo y Misticismo
La segunda mitad del siglo XV y el Renacimiento español estuvieron marcados por una profunda transformación cultural y espiritual. Si bien la poesía renacentista se caracterizó inicialmente por el petrarquismo y el neoplatonismo, desarrollando una poesía predominantemente profana, este periodo también vio el florecimiento de un tipo de poesía religiosa de gran calado. Figuras cumbres como Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús emergieron en un contexto donde España se encierra en sí misma para evitar cualquier contagio protestante. La Inquisición, cada vez más influyente, propició que el país viviera la vida religiosa con una profundidad sin precedentes.
Este fervor religioso originó dos posturas espirituales principales:
Ascetismo y Misticismo: Dos Caminos hacia la Perfección
- Ascetismo: Es una forma de vida religiosa que busca perfeccionar a las personas mediante el cumplimiento estricto de las obligaciones cristianas y la instrucción en ellas. Su objetivo es la purificación del alma a través de la disciplina y la renuncia. Fray Luis de León es un autor representativo de esta corriente.
- Misticismo: Es una forma de vida religiosa que aspira a alcanzar un estado de perfección en el que el alma, ya purificada, se une con Dios. El misticismo ha existido en la humanidad desde tiempos muy antiguos, manifestándose en diversas culturas y filosofías como el hinduismo en la India, el taoísmo en la antigua China, el orfismo en la antigua Grecia, el sufismo musulmán, o en pensadores como Filón. La mística intenta describir el don gratuito que Dios concede a algunas almas al fundirse con ellas y llenarlas de su amor. San Juan de la Cruz es un ejemplo inmediato y cumbre de esta corriente en España.
El Proceso Místico: Vías hacia la Unión Divina
El camino hacia la unión mística se describe tradicionalmente a través de tres vías:
- Vía Purgativa: En esta etapa, el individuo se libera del pecado mediante la penitencia y la práctica de la virtud. Es un proceso de purificación y desapego de lo terrenal.
- Vía Iluminativa: El alma se somete a Dios, renunciando a la razón y a la inteligencia humana para recibir una sabiduría especial que la ilumina. Es un estado de contemplación y conocimiento divino.
- Vía Unitiva: Esta es la culminación del proceso, que supone la fusión y unión mística entre el alma y Dios. La culminación de esta unión es el éxtasis, que implica la anulación total de los sentidos y un sentimiento de felicidad y gozo tan profundo que es inefable, no pudiendo expresarse con palabras.
Las dos primeras vías son comunes tanto a ascetas como a místicos; sin embargo, a la tercera, la vía unitiva, solo llegan almas privilegiadas. Las figuras más representativas de la mística española son Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Fray Luis de León: Poeta, Teólogo y Humanista
Fray Luis de León, figura central del Renacimiento español, dejó un legado literario y teológico de incalculable valor. Escribió cuatro importantes obras originales en castellano, además de sus célebres traducciones.
Obras en Prosa
- De los Nombres de Cristo: Es un diálogo entre tres personajes que conversan sobre los distintos nombres que la Biblia atribuye a Cristo. Este tratado teológico, escrito en lengua vulgar, buscaba una mayor difusión entre los lectores. El texto revela el profundo interés de Fray Luis por el lenguaje, que para él representaba un fenómeno teológico; sus metáforas podían ser el medio para ascender hacia la verdad divina.
- La Perfecta Casada: Un tratado en el que Fray Luis expone su concepto de la esposa ideal, ofreciendo consejos y virtudes para la mujer en el matrimonio.
Obra Poética
La obra poética de Fray Luis de León, editada por primera vez por Quevedo, se divide en tres categorías principales:
- Traducciones de Clásicos: Incluye versiones de las Geórgicas y las Bucólicas de Virgilio, entre otros autores grecolatinos.
- Traducciones Bíblicas: Destacan sus traducciones del Libro de Job, los Salmos y el Cantar de los Cantares, muchas de las cuales permanecieron inéditas hasta el siglo XVIII.
- Obra Original: Compuesta por menos de 40 poemas, la mayoría de los cuales pertenecen al género clásico de la oda (composición de número indeterminado de versos, estrofas cortas y temas variados, aunque siempre serios y graves).
Periodos Poéticos
La producción poética original de Fray Luis de León puede agruparse en tres periodos, a menudo relacionados con su experiencia vital, incluida su prisión:
- Poemas escritos antes de la prisión: Ejemplos notables son la Oda a la vida retirada y La profecía del Tajo.
- Poemas escritos en prisión: Reflejan su estado de ánimo y reflexiones durante su encarcelamiento, como Noche serena, En la Ascensión y A la salida de la cárcel.
- Poemas escritos tras salir de prisión: Incluyen odas dedicadas a amigos y mecenas, como las odas a Francisco Salinas, a Felipe Ruiz o a Pedro Portocarrero.
Temas Recurrentes
La poesía de Fray Luis de León puede interpretarse como una catarsis lírica que le permitía olvidar sus desgracias y calmar sus tormentos interiores. De ahí la recurrencia de temas como:
- La naturaleza y la añoranza del campo y de la vida de aldea.
- Su predilección por la noche y por la música.
- El motivo del Beatus ille, la búsqueda de una “descansada vida” y el alejamiento del “mundanal ruido”.
- La contemplación de la noche estrellada y la armonía universal sentida al escuchar las notas musicales.
- El dominio de las pasiones y la exaltación de la virtud.
Estilo Poético
El estilo de Fray Luis de León es deudor de las tradiciones literarias de las que parte: la Antigüedad grecolatina, los textos bíblicos y la poesía renacentista, especialmente la de Garcilaso de la Vega.
- Influencia Grecolatina: Le proporciona la mayor parte de sus temas y motivos.
- Textos Bíblicos: Aportan abundantes imágenes y motivos diversos, enriqueciendo su lenguaje poético.
- Poesía Renacentista (Garcilaso): De Garcilaso y la poesía renacentista procede la estrofa favorita del poeta: la lira, cuya combinación de heptasílabos y endecasílabos le permite lograr eficaces combinaciones rítmicas.
Su poesía, de una simplicidad solo aparente, entreteje muchos elementos tradicionales en un complejo molde de imágenes e ideas. El análisis de sus versos revela la depuración de su composición. Su formación lingüística, su actividad como traductor y su pasión por el lenguaje se reflejan lógicamente en la trabajada construcción poética, siempre dentro de la norma renacentista de la elegancia y la sencillez. Dicha elaboración concienzuda se comprueba en el uso de abundantes figuras retóricas como asíndeton, polisíndeton, hipérboles, hipérbatos, aliteraciones, encabalgamientos, metáforas y personificaciones, entre otras. Un rasgo peculiar de este autor es que sus poesías suelen estar dirigidas a una segunda persona, lo que explica el carácter conversacional que a menudo poseen, con abundantes enumeraciones y exclamaciones.