Años 60 y 70
En esta época se tratan temas como la sociedad contemporánea con sus dificultades sociales y políticas, tales como la droga, el terrorismo, la corrupción política, la violencia de Estado y de grupos extremistas, la inmigración, la xenofobia, el racismo y la violencia contra las mujeres. También se reflexiona sobre las relaciones con el poder y la mediocridad y falsedad de la vida moderna debido a su exceso de consumismo.
Asimismo, se aborda la guerra civil desde los abusos y excesos cometidos contra los perdedores y los conflictos psicológicos generados por problemas de relaciones familiares o por la identidad y la orientación sexual.
Su estilo se basa en contenidos realistas, con tramas fáciles de seguir por el espectador, por personajes con coherencia psicológica y, en ocasiones, recurren a los símbolos y las alegorías para expresar sus conflictos, incluso empleando las formas de los autos sacramentales, pero con un fin civil. También es muy habitual el uso de la intertextualidad, con referencias a escenas y pasajes reconocibles de otras obras literarias para ambientar la acción.
Principales autores y obras
- José Luis Alonso de Santos: La estanquera de Vallecas, Bajarse al moro y Pares y Nines.
- Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano.
- José Sanchís: Ay, Carmela y El lector por horas.
Años ochenta y noventa: Algunos autores
En el siglo XXI triunfa el teatro de la Generación Bradomín, con autores como Sergi Belbel, Angélica Liddell, Juan Mayorga o Itziar Pascual. Predomina el texto dramático y, en el estilo, optan por la experimentación radical gracias a la creación de performances que rechazan la condición humana, la sociedad burguesa y el mundo contemporáneo. Reciben influencias de técnicas de happening, body-art y accionismo vienés para provocar y perturbar al espectador. Se reflexiona sobre las formas de opresión y dominación, sobre el abuso y la violencia entre personas, sobre la destrucción total y el aniquilamiento en diversos pasajes históricos del siglo XX (Guerra Civil Española, exilio republicano, estalinismo, holocausto judío…) y las dificultades actuales (pederastia, corrupción, relaciones con el poder y la invasión de las vidas ajenas).
Principales autores y obras
- Juan Mayorga: El jardín quemado y Hamelín.
- Sergi Belbel: Caricias.
José Luis Alonso de Santos
Nace en Valladolid en 1942 y se traslada a Madrid en 1959, donde reside actualmente. Es licenciado en Ciencias de la Información (Imagen) y Filosofía y Letras (Psicología) y cursa estudios teatrales en el TEM (Teatro Estudio de Madrid). En 1964 ingresa en el TEM y representa su primer papel en la obra “Proceso por la sombra de un burro” de F. Durrenmatt. En este mismo año se inicia su carrera teatral en grupos de Teatro Independiente: fue uno de los fundadores del grupo Tábano y fundó también en 1971 el grupo Teatro Libre, que lidera hasta 1981, año de su disolución. En estos grupos trabajó como actor, director y dramaturgo. Su primer estreno como autor fue en 1975 con “¡Viva el Duque, nuestro dueño!”
Ha sido director de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, catedrático de Escritura Dramática y director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. En 2014 es nombrado primer presidente de la Academia de las Artes Escénicas de España.
Autor de 50 obras, destacan entre otras: “¡Viva el Duque, nuestro dueño!” (1975), “La estanquera de Vallecas” (1981), “El álbum familiar” (1982), “Bajarse al moro” (1985), “Pares y Nines” (1988), “La sombra del Tenorio” (1995), “Yonquis y yanquis” (1997) y “Salvajes” (1998), entre otras. Las tres primeras llevadas al cine. Hay algunas infantiles como: “La verdadera y singular historia de la princesa y el dragón” (1979), “Besos para la bella durmiente” (1984) y “¡Viva el teatro!” (2006). Por esta última es galardonado con el Premio Nacional de Escritura Teatral Infantil 2006.
Ha realizado varias versiones de obras de Plauto, Moreto, Aristófanes, Molière, Shakespeare o Calderón y versiones para teatro de las novelas: “El Buscón” de Quevedo y “Yo, Claudio” de R. Graves. Ha escrito también guiones de cine, series de televisión, narrativa infantil y novelas.
Ha publicado libros de teoría teatral como: “La escritura dramática”, “Manual de teoría y práctica teatral” y “Obra teatral” (en dos volúmenes).
Ha dirigido obras de autores como B. Brecht, Aristófanes, Pío Baroja, Valle-Inclán, Plauto, Shakespeare, Carlos Arniches, Calderón, Lope de Vega, entre otros.
Ha sido galardonado, entre otros, con los premios: Premio Nacional de Teatro, Premio Max y Premio Castilla y León de las Letras.
Está considerado como uno de los autores más representativos del teatro español de hoy, tanto por sus constantes éxitos como porque sus obras, a través del humor y de un lenguaje propio actual, conectan de inmediato con la realidad cercana al espectador. Su talento y su compleja formación hacen de él uno de los teóricos más sólidos. Su maestría “se asienta en un conocimiento profundo del hecho teatral en su conjunto, y en este conocimiento apoya su escritura dramática, que contiene, como consecuencia, una auténtica teatralidad”, según la crítica Margarita Piñeiro.
En cuanto a la temática, nos presenta un reflejo de la sociedad contemporánea. Por un lado, el clima social: la droga: “La estanquera de Vallecas”, “Bajarse al moro” y “Yonquis y yanquis”, y la violencia de los cabezas rapadas en “Salvajes”; y, por otro lado, los conflictos psicológicos: análisis de la intimidad, de las relaciones de amistad, amorosas o familiares: “El álbum familiar” y “Pares y Nines”.
Con respecto al estilo, es un maestro a la hora de captar el lenguaje coloquial en sus diferentes registros: estándar, coloquial, vulgarismos… y en la mezcla de los elementos trágicos y los elementos cómicos.
Obras
Teatro infantil: ¡Viva el teatro! (2006) escenifica una puesta en escena teatral llevada a cabo por un grupo de niños, que ensayan, con su profesora, una pieza infantil como un juego. Convierte el teatro en un excelente recurso lúdico y pedagógico para transmitir valores como la amistad, la solidaridad, la alegría y la generosidad.
¡Viva el Duque, nuestro dueño! (1975) Tragicomedia. Las desventuras de una compañía de cómicos nos dan pie a adentrarnos en la decadencia de la España Imperial de los últimos Austrias. Los personajes tratan de sobrevivir en un ambiente hostil, rodeados de hambre, guerra, peste y muerte. Preside un lenguaje cómico heredado del entremés y, a pesar de las muchas calamidades y conflictos, reina un ambiente de fiesta y alegría en los farsantes. Hay un contraste entre la obra que ensayan para representar ante su duque, llena de heroicidades y grandezas, y la realidad del momento, impregnada del barroco de la España de entonces.
La estanquera de Vallecas (1981) Comedia en la que dos delincuentes entran a robar en un estanco de un barrio humilde, Vallecas. La estanquera se resiste y, junto a su sobrina, son tomadas como rehenes. Esto provoca la presencia de la policía y la presión para que los delincuentes se entreguen. Lo que en principio tenía que producir rechazo, genera afecto y lo que tenía que separar a agredidos de agresores, les une.