Crisis del Franquismo y Descomposición Interna (1973-1975)
Impacto de la Crisis del Petróleo y Muerte de Carrero Blanco
En octubre de 1973 se desencadenó la Guerra del Petróleo. Dos meses después, moría el jefe de gobierno, Carrero Blanco. Dos hechos que abrieron paso al declive del régimen y a su descomposición interna.
Política Económica y Fragilidades Estructurales
La política económica de los años finales del franquismo se caracterizó por su permisividad, ya que se creía que la crisis era transitoria. Los efectos fueron el hundimiento de la tasa de crecimiento del PIB, el incremento de la inflación y resultados negativos en la balanza corriente.
Estas fragilidades estructurales incluían:
- Una débil base energética, vulnerable por su dependencia exterior.
- Dependencia tecnológica.
- Elevado endeudamiento de la empresa española.
- Ineficacia de la empresa pública.
- Rigideces institucionales.
Aumento de la Conflictividad Social y Política
A partir de 1973, se produjo un aumento de la conflictividad social y de la contestación política. La protesta obrera y estudiantil aumentó considerablemente, y los grupos de oposición crearon organismos para reivindicar la democratización del país e impedir la perpetuación del franquismo.
También el PCE (Partido Comunista de España) y el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) se configuraron como los partidos más importantes de la clandestinidad.
La Junta Democrática, institución creada a iniciativa del PCE, puso de manifiesto la necesidad de una amplia alianza de fuerzas democráticas. La sociedad esperaba la muerte del dictador para poder plantear la democracia.
El franquismo no supo adaptarse a las demandas sociales ni al contexto internacional, lo que precipitó la crisis del régimen franquista, que se manifestó plenamente tras la muerte de Franco en 1975.
La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1982)
Etapas y Alternativas Tras la Muerte de Franco
Tras la muerte del general Franco, las Leyes Fundamentales preveían la continuación del régimen franquista, transformado en una monarquía no democrática. Desde noviembre de 1975, se desarrolló un proceso de Transición que culminó con la promulgación de la Constitución de 1978, vigente en la actualidad y que estableció un sistema de monarquía constitucional.
La primera etapa de la Transición abarcó desde la muerte de Franco hasta la promulgación de la Constitución (1975-1978), y la segunda, hasta la consolidación de la alternancia política con el acceso del PSOE al gobierno (1978-1982).
En este contexto, se presentaban tres alternativas principales:
- La continuidad del régimen sin Franco, representada por Carlos Arias Navarro y limitada a proponer una ley que restringía extremadamente los derechos de reunión y asociación, sin partidos políticos.
- Una reforma promovida desde las instituciones, que culminaría en la democratización del sistema. Esta opción fue representada por Fraga y Areilza, siendo Adolfo Suárez la figura clave en este grupo.
- La ruptura con el pasado dictatorial y la construcción de un nuevo sistema político democrático. Su propuesta política se expresaba en la ruptura democrática a través de un gobierno provisional y unas elecciones que sentaran las bases de un nuevo sistema político. Entre las fuerzas de izquierda, el Partido Comunista de España sobresalía, y el PSOE había celebrado un congreso en el que un nuevo grupo había llegado al poder.
Hitos Clave en la Democratización (1976-1977)
Coordinación Democrática y el Papel del Rey
En marzo de 1976 se constituyó Coordinación Democrática, una gran alianza de todas las fuerzas políticas democráticas, que pedía una ruptura democrática y el cambio político mediante la presión y la movilización social. Asimismo, exigían la amnistía para los presos políticos y la legalización de partidos políticos y sindicatos.
El rey, deseoso de deshacerse de Arias Navarro, eligió como presidente del Gobierno a Adolfo Suárez.
La Agenda Reformista de Adolfo Suárez
Suárez inició a un ritmo acelerado la democratización del país, cuyo calendario incluía:
- La amnistía para los presos políticos.
- Una reforma constitucional.
- Elecciones generales libres en el plazo de un año.
Aprobación de la Ley para la Reforma Política
Otro paso definitivo fue el Proyecto de Ley para la Reforma Política, que reconocía los derechos fundamentales, otorgaba la potestad legislativa en exclusiva a la representación popular y establecía un sistema electoral democrático.
El principal problema era su aprobación por las Cortes franquistas, ya que proponía su desmantelamiento y el establecimiento de una nueva asamblea. Fue aprobada por las Cortes, ratificada en referéndum y respaldada por el 81% de los votantes.
Medidas Fundamentales y Primeras Elecciones Democráticas
Adolfo Suárez adoptó medidas clave: la legalización del PCE, a la que se oponían los franquistas, y la amnistía de los presos políticos por los delitos cometidos durante el franquismo.
Estas medidas sentaron las bases para la celebración de las primeras elecciones democráticas. El triunfo fue para la UCD (Unión de Centro Democrático), quedando el PSOE en segundo lugar. Adolfo Suárez constituyó así el primer gobierno democrático.
Desafíos Económicos y los Pactos de la Moncloa (1977)
Contexto Económico y Necesidad de Consenso
Para poder hacer frente a los graves problemas económicos, era imprescindible un entendimiento entre el Gobierno y las principales fuerzas de la oposición.
Los principales partidos firmaron los Pactos de la Moncloa, acuerdos clave para la reforma y saneamiento de la economía, así como un programa de actuación jurídica y política.
En 1977, quedó constituido el segundo Gobierno de Suárez, el primero avalado por las urnas, y de él desaparecieron los tres ministerios militares, con el objetivo de reactivar la economía española.
Impacto de la Retirada Empresarial
Los empresarios iniciaron una retirada de inversiones, con cierre de fábricas y negocios, liquidación y desinterés inversor. Esto provocó una reducción de la renta, confrontaciones sociales, un aumento de la inflación y un crecimiento del paro.
Logros y Objetivos de los Pactos de la Moncloa
La firma de los Pactos de la Moncloa fue un gran acierto. Este acuerdo a tres bandas preveía reducir la inflación y llevar a cabo una reforma fiscal, de la Seguridad Social y de la empresa pública. También se estableció una subida de sueldos. Esto provocó un descenso de la conflictividad y la normalización de las relaciones laborales. Además, se implementó una reforma de la Hacienda, logrando que en 1981 los impuestos directos superaran a los indirectos.
El Gobierno se comprometió a una regulación de la vida pública de acuerdo con los principios democráticos: libertad de expresión, reunión y asociación, y la reforma del Código Penal y del Código de Justicia Militar.
En definitiva, los Pactos de la Moncloa tuvieron como objetivo principal la construcción de un sistema democrático basado en una política de consenso entre el Gobierno y las principales fuerzas de la oposición.