Reformas de la Segunda República Española: Transformación y Desafíos (1931-1936)

El Primer Bienio de la Segunda República Española (1931-1933)

El 10 de diciembre de 1931, Niceto Alcalá-Zamora es nombrado presidente de la República y Manuel Azaña asume la presidencia del Gobierno. Los intentos de transformación del país se concentraron en el primer bienio, estructurándose en cuatro ejes fundamentales de la política reformista: el ejército, los temas religiosos, los aspectos socioeconómicos y el tema autonómico.

La Reforma del Ejército

España contaba con un ejército hipertrofiado, con armamento obsoleto y un notable desequilibrio interno. Azaña, como Ministro de Guerra, fue el encargado de estas reformas con el objetivo de modernizar el ejército español e insertarlo como un elemento democrático. Se buscaban mejoras técnicas y la «republicanización» de la institución a través de las siguientes medidas:

  • Juramento de fidelidad de los militares a la República.
  • Reducción del número de oficiales, con opción de pase a la reserva o retiro voluntario.
  • Simplificación interna de la organización militar.
  • Creación de un cuerpo de suboficiales defensores de la República.
  • Limitación del poder judicial militar.
  • Desmilitarización de la Guardia Civil.
  • Mejora del equipamiento y civilización del protectorado de Marruecos.

Asimismo, se revisaron los ascensos «africanistas» producidos durante la dictadura. Aunque la reforma fue positiva, generó un profundo malestar en los altos mandos.

El Problema Religioso

La actitud entusiasta de la Iglesia con la dictadura de Primo de Rivera contribuyó a su desprestigio. Al proclamarse la República, la Iglesia inicialmente la aceptó, pero evolucionó hacia una postura de «cruzada antirrepublicana». El marco legal retiró las ayudas a las órdenes religiosas, eliminó su derecho a la enseñanza e industria, y suprimió aquellas órdenes con obediencia al «cuarto voto» (Jesuitas). La quema de edificios religiosos también radicalizó la enemistad con el nuevo régimen.

Reformas Socioeconómicas y la Cuestión Agraria

La economía internacional actuaba en contra de la República, que pretendía una modernización profunda. Largo Caballero, como Ministro de Trabajo, impulsó medidas para institucionalizar la negociación laboral:

  • Establecimiento de jurados mixtos y regulación de la jornada laboral.
  • Propuestas de autogestión obrera y nacionalización de ferrocarriles, banca y minería.
  • Ampliación de los seguros oficiales en un sistema único.

La Reforma Agraria

En un país con minifundios al norte y latifundios al sur, la Ley de Reforma Agraria de 1932 pretendía realizar 60,000 asentamientos campesinos anuales mediante el Instituto de Reforma Agraria (IRA). Sin embargo, los resultados fueron pobres, provocando desencanto y revueltas en Extremadura y Andalucía. Durante el bienio conservador, la Ley Velayos actuó como una contrarreforma, paralizando el proceso hasta 1936, cuando se retomó la actividad antes del estallido de la Guerra Civil.

La Reforma Autonómica: Hacia un Estado Integral

La Constitución de 1931 planteó una reestructuración contra el centralismo mediante el «Estado integral» (o federalismo unitario). Las regiones podían alcanzar el autogobierno si cumplían requisitos como la firma de dos terceras partes de los municipios, un referéndum con mayoría absoluta y la aprobación de las Cortes.

  • Cataluña: Elaboró el Estatuto de Nuria, entregado en 1931 y aprobado en 1932 tras la «Sanjurjada». Se restauró la Generalitat con el presidente Macià.
  • País Vasco: El PNV elaboró el Estatuto de Estella. Tras la negativa de Navarra, en 1933 se presentó un nuevo proyecto para Vizcaya, Álava y Guipúzcoa.
  • Galicia: La Organización Regionalista Gallega lideró la demanda. El estatuto se plebiscitó en junio de 1936, pero no entró en vigor debido al inicio del conflicto bélico.

La Reforma Educativa y Cultural

Vinculada a la Institución Libre de Enseñanza y a figuras como Fernando de los Ríos, buscaba un sistema educativo unificado, público, laico, gratuito y con coeducación. Se consideró la educación como un derecho básico para garantizar la igualdad de oportunidades.

Se prohibió la enseñanza a asociaciones religiosas (medida suspendida luego por la derecha) y se realizó un esfuerzo espectacular: 13,000 nuevas plazas docentes, miles de escuelas primarias y bibliotecas. Destacaron las Misiones Pedagógicas, que llevaron la cultura a las zonas rurales más aisladas.