Orígenes y Consolidación de los Reinos Cristianos en la Península Ibérica
Tras la invasión musulmana de la Península Ibérica, surgieron en la franja cantábrica y los Pirineos los primeros focos de resistencia, que llegaron a ser grandes entidades políticas cristianas:
El Reino Asturleonés
En el año 718, los astures proclamaron rey a Pelayo, probablemente un noble visigodo; este fue el origen del Reino Astur. Alfonso II estableció su capital en Oviedo y Alfonso III lo transformó en el Reino de León.
El Condado de Castilla
En el siglo X, el conde Fernán González reunió varios territorios dispersos y formó el Condado de Castilla, que más tarde se convertiría en reino.
El Reino de Pamplona (Navarra)
El Reino de Pamplona, futuro Reino de Navarra, surgió en el siglo IX, aunque sus orígenes son confusos. Una política de enlaces matrimoniales permitió la incorporación del Condado de Aragón. Su máximo prestigio y expansión se alcanzó en el siglo XI con Sancho III, el Mayor.
El Reino de Aragón
En torno a Jaca, a comienzos del siglo IX, surgió el Condado de Aragón, que tras la citada unión con Navarra y a la muerte de Sancho III, surgió como reino con Ramiro I en el siglo XI.
La Corona de Aragón (Unión de Aragón y Cataluña)
Un conjunto de condados integrados en la monarquía carolingia desde el siglo VIII (la Marca Hispánica) serían el origen del Condado de Barcelona bajo el mando de Wifredo el Velloso. Borrell II, en el siglo X, aprovechó el final de la dinastía carolingia para ganar autonomía. El matrimonio del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV con Doña Petronila, hija del rey de Aragón, en el siglo XII, constituyó el origen de la Corona de Aragón (Reino de Aragón y Condados Catalanes).
La Expansión Ultramarina: El Descubrimiento de América
El descubrimiento y la conquista de América fue una empresa castellana dirigida a la búsqueda de una ruta alternativa a las Indias Orientales. Cristóbal Colón pretendía llegar a las Indias por el oeste, apoyándose en la idea de la esfericidad de la Tierra.
Hasta que no finalizó la toma de Granada, los Reyes Católicos no aceptaron la propuesta de Colón, quien firmó un acuerdo con ellos: las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492). Según estas, Colón obtendría los títulos de almirante, virrey y gobernador de las tierras descubiertas y se beneficiaría de la décima parte de las riquezas obtenidas.
Colón partió del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre llegó a las Antillas, a la que denominó San Salvador. Después descubrió Cuba y La Española y regresó a la península. Colón realizó tres viajes más entre 1493 y 1504. Parece que murió con la convicción de que había llegado cerca de las costas occidentales de Asia. Sin embargo, otros navegantes que emprendieron los llamados viajes menores exploraron las costas de América del Sur y afirmaron que no pertenecían a Asia.
La Delimitación de Territorios: Tratados y Arbitrajes
Tras el primer viaje de Colón, se reconocieron los derechos de la Monarquía Castellana sobre las tierras descubiertas y sobre las que se pudieran descubrir más allá de una línea imaginaria a cien leguas al oeste de las Islas Azores y de Cabo Verde, según el arbitraje papal de Alejandro VI y por el Tratado de Alcaçovas (1479) entre Castilla y Portugal.
Pero los portugueses, ante los nuevos acontecimientos, no estaban satisfechos, y los Reyes Católicos, interesados en mantener buenas relaciones con el reino vecino, propiciaron un nuevo acuerdo mediante la firma del Tratado de Tordesillas (1494), que desplazó la línea divisoria al oeste de las islas de Cabo Verde. Esto permitió a Portugal la ocupación de Brasil. A partir de entonces, se procedió a la exploración y colonización sistemática del continente.
La Crisis de 1640: Revueltas y Desintegración Territorial en la Monarquía Hispánica
En el siglo XVII, debido a la política imperialista del siglo anterior, España, y sobre todo Castilla, sufrió una profunda depresión económica y un notable descenso demográfico, al que se sumó el desprestigio de los monarcas que delegaban su poder en manos de validos.
El Reinado de Felipe IV y la Política del Conde-Duque de Olivares
El reinado de Felipe IV se desenvolvió en un escenario internacional de guerra permanente (la Guerra de los Treinta Años) que dejó arruinado al país y lo llevó a un estado de revueltas internas. Para afrontar la situación, el Conde-Duque de Olivares puso en marcha una serie de reformas para aumentar los recursos de la monarquía, como la Unión de Armas, un ejército común financiado por los diferentes reinos. Además, se intentó implantar como sistema de organización política el modelo castellano en todos los territorios. La propuesta provocó el rechazo general, produciéndose importantes enfrentamientos.
La Sublevación de Cataluña (Corpus de Sangre)
El 7 de junio de 1640 se produjo en Barcelona el denominado Corpus de Sangre, que empezó como un altercado entre segadores y funcionarios reales y que derivó en un motín general. El virrey, el conde de Santa Coloma, fue asesinado, y los funcionarios reales perseguidos. Se envió un ejército de 30.000 hombres. Los catalanes pidieron ayuda a Francia y en enero de 1641, Cataluña se convirtió en república bajo la protección de Francia.
La crisis económica, unida a un nuevo brote de peste y a la opresión francesa, provocó el agotamiento de los catalanes, que se rindieron en 1652, con la condición de que se respetaran sus antiguos fueros.
La Restauración de la Independencia de Portugal
Paralelamente a la sublevación catalana, se produjeron conatos de rebelión en otros lugares. En 1641 se produjo en Andalucía una conspiración dirigida por el Duque de Medina Sidonia, que fue aplastada.
Las Cortes portuguesas, aprovechando la rebelión catalana, proclamaron rey al Duque de Braganza con el nombre de Juan IV. Todos los intentos de España por recuperar el dominio de Portugal fracasaron (derrota de Villaviciosa en 1665). La nueva monarquía portuguesa se consolidó con la ayuda de Francia e Inglaterra, y España tuvo que reconocer, finalmente, su independencia en 1668, durante el reinado de Carlos II.
Estos sucesos acentuaron la impopularidad del valido, y en 1643, Felipe IV lo apartó de la política, pero su caída no fue suficiente para restablecer la paz social.