Este documento aborda aspectos fundamentales de la historia de España durante el siglo XIX, desde los procesos de independencia de las colonias americanas hasta los conflictos internos que marcaron el Sexenio Democrático y la Restauración Borbónica. Se exploran las causas y el desarrollo de la emancipación americana, el ideario y el ámbito geográfico del carlismo, las características esenciales de la Constitución de 1869, y los principales conflictos que sacudieron el Sexenio Democrático y sus consecuencias políticas.
Estándar 63: Causas y Desarrollo del Proceso de Independencia de las Colonias Americanas
El proceso de independencia de las colonias americanas fue impulsado principalmente por los criollos, descendientes de españoles nacidos en América. Esta clase social, la más privilegiada después de los peninsulares, buscaba la autonomía por una serie de motivos:
- Reformas Administrativas de Carlos III: Las reformas borbónicas, especialmente la sustitución de criollos en puestos administrativos por españoles de confianza de Carlos III para combatir la corrupción, generaron un profundo descontento entre la élite criolla.
- Influencia de las Ideas Ilustradas: Las ideas de la Ilustración, la Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos calaron profundamente en los criollos, quienes aspiraban a mayores libertades y autogobierno.
- Guerras Constantes con Gran Bretaña: Las interrupciones en el comercio transatlántico, producto de las constantes guerras de España con Gran Bretaña, obligaron a la metrópoli a flexibilizar el monopolio comercial. Esta apertura, que permitió a las colonias comerciar con países neutrales, generó mayores beneficios económicos para los criollos y les hizo vislumbrar la posibilidad de una emancipación económica.
- Debilitamiento de la Metrópoli: La Guerra de la Independencia Española (1808-1814) contra la invasión francesa debilitó aún más el control metropolitano, creando el contexto propicio para el inicio de los movimientos independentistas.
Desarrollo del Proceso de Emancipación
Todo ello dio pie a un primer intento de emancipación de las colonias en 1810. La mayoría de estos levantamientos fracasaron, a excepción de Paraguay, que logró su independencia.
- Campaña del Sur: Posteriormente, el Virreinato del Río de la Plata (Buenos Aires) fue liberado por el general José de San Martín, quien luego se dispuso a liberar el Virreinato del Perú.
- Campaña del Norte: Por otro lado, el general Simón Bolívar liberó el Virreinato de Nueva Granada (compuesto por Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá), y se dirigió también hacia Lima (capital del Virreinato del Perú).
- Encuentro de Guayaquil: Con el objetivo común de la independencia, Bolívar y San Martín se reunieron en Guayaquil, acordando que Bolívar y sus tropas completarían la liberación del Perú, el último gran bastión realista en América del Sur. En honor a Simón Bolívar, se creó el país de Bolivia.
- Independencia de Nueva España: Aparte, el Virreinato de Nueva España (que abarcaba México, Centroamérica y parte del sur de Estados Unidos) siguió un proceso de independencia distinto. En este virreinato, se produjo una revolución liderada por curas rurales (como Hidalgo y Morelos), que inicialmente buscaba la vuelta de Fernando VII, pero que los criollos conservadores abortaron al ver peligrar sus intereses. Finalmente, Nueva España se constituyó como un Imperio (el Primer Imperio Mexicano), que más tarde daría paso a una república independiente.
Estándar 66: Ámbito Geográfico del Carlismo, su Ideario y Apoyos Sociales
Contexto Sucesorio
Fernando VII, durante gran parte de su reinado, no tuvo descendencia masculina. Su primera y única hija, Isabel, nació solo tres años antes de su muerte. Sin embargo, la Ley Sálica, introducida por los Borbones, impedía el acceso de las mujeres al trono, por lo que el sucesor natural sería su hermano Carlos María Isidro. No obstante, Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción (1830), que derogaba la Ley Sálica, permitiendo así que su hija Isabel fuera proclamada heredera. Tras su muerte en 1833, Isabel fue coronada como Isabel II. Este hecho desencadenó un conflicto sucesorio que derivaría en tres guerras civiles, reflejo de una profunda división entre dos concepciones políticas, sociales y de clase: el bando isabelino y el bando carlista.
El Carlismo: Ideario y Apoyos
Los carlistas defendían un ideario ultraconservador, basado en el lema “Dios, Patria, Fueros, Rey”. Eran acérrimos defensores de la tradición, la monarquía absoluta, la religión católica y los fueros (privilegios territoriales). El carlismo tuvo escasa repercusión en las grandes ciudades, siendo un movimiento predominantemente rural y con fuerte arraigo en zonas como el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo. Contaba con el apoyo de la baja nobleza rural, gran parte del clero, campesinos y artesanos, quienes se sentían amenazados por las reformas liberales y la desamortización.
Los Isabelinos: Ideario y Apoyos
En cambio, los isabelinos (o liberales) eran partidarios de las reformas liberales-burguesas y contaban con el apoyo de la alta burguesía, la nobleza liberal, las clases medias urbanas y parte del ejército.
Estándar 76: Características Esenciales de la Constitución Democrática de 1869
Contexto Histórico
La Constitución de 1869 fue promulgada tras el triunfo de la Revolución Gloriosa (1868), que supuso el destronamiento de Isabel II y el inicio del Sexenio Democrático. Considerada una de las más avanzadas de su tiempo, superó en carácter democrático a la Constitución de Cádiz de 1812.
Características Principales
Sus características esenciales fueron:
- Estableció el sufragio universal masculino para mayores de 25 años.
- Estableció una monarquía constitucional, donde la soberanía residía en la Nación (popular), y el rey ejercía el Poder Ejecutivo a través de sus ministros.
- Al monarca le correspondía sancionar y promulgar las leyes emanadas de unas Cortes bicamerales (Congreso de los Diputados y Senado).
- El Poder Judicial quedó en manos de tribunales independientes, garantizando así la división de poderes.
- Reconocía una amplia declaración de derechos individuales, considerados inalienables e inalterables, incluyendo la libertad de expresión, imprenta, asociación y reunión.
- Abolió la pena de muerte para delitos políticos y la esclavitud.
- Se aprobó la libertad de culto, aunque el Estado se comprometía a mantener el culto y el clero católico.
Estándar 77: Grandes Conflictos del Sexenio Democrático y sus Consecuencias Políticas
Definición del Sexenio Democrático
El Sexenio Democrático (1868-1874) fue un periodo de la historia de España que se inició con la Revolución Gloriosa, que supuso el destronamiento de Isabel II, y finalizó con la Restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII.
Principales Conflictos
Durante este periodo, España se vio inmersa en importantes conflictos:
- Tercera Guerra Carlista (1872-1876): Se reavivó ante la búsqueda de un nuevo monarca tras la Constitución de 1869 y la abdicación de Amadeo I, con los carlistas defendiendo la legitimidad de Carlos VII.
- Guerra de los Diez Años en Cuba (1868-1878): Impulsada por el “Grito de Yara”, buscaba la independencia de la isla y la abolición de la esclavitud. Este conflicto, de gran desgaste económico y humano, finalizaría años después con el Pacto de Zanjón (1878).
- Cantonalismo (1873-1874): Otro conflicto significativo, especialmente durante la Primera República, fue el Cantonalismo. Este movimiento, de carácter federalista radical, buscaba la proclamación de “cantones” o territorios independientes que se federarían libremente, surgiendo como una reacción a la centralización del Estado y a las expectativas frustradas de las clases populares. Fue una insurrección protagonizada principalmente por las clases populares y la pequeña burguesía, que se oponían a la lentitud de las reformas y a la estructura del Estado liberal.
Consecuencias Políticas
Como consecuencia de estos conflictos, se generó una profunda inestabilidad política y económica que contribuyó al fracaso de la monarquía parlamentaria y, posteriormente, de la Primera República. Esta inestabilidad allanó el camino para el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en 1874, que puso fin al Sexenio Democrático e inició la Restauración Borbónica.