La Revolución Liberal en España: Constitución de 1869 y Desamortización de Mendizábal

La Constitución Española de 1869: El Sexenio Democrático

Clasificación del Documento

Este texto es, por su naturaleza, una fuente primaria, de contenido jurídico-político, pues se trata de una Constitución. El destinatario de este documento es, por tanto, colectivo, ya que se dirige al conjunto de los españoles.

Esta Constitución de 1869 fue elaborada tras la Revolución que destronaría a Isabel II en 1868, en cumplimiento de sus objetivos principales:

  • Reconocer la soberanía nacional mediante la implantación del sufragio universal.
  • Diseñar el futuro del país en unas Cortes Constituyentes.

Dichas Cortes debían decidir sobre el sistema político a implantar en España: Monarquía Constitucional o República.

La coalición revolucionaria, que había estado en el origen de estos acontecimientos a través del Pacto de Ostende (1866), estaba formada por unionistas, progresistas y demócratas, quienes obtendrían la mayoría en las elecciones a Cortes Constituyentes.

Ideas Principales

La Constitución de 1869 supuso el final definitivo de la monarquía absolutista, además del establecimiento de la primera Constitución española verdaderamente democrática (aunque el sufragio universal estaba reservado a los varones).

En ella se recogió una serie de derechos fundamentales, tanto de carácter individual como colectivo y social. El sistema político acordado fue la Monarquía Constitucional, en el que la soberanía residía en la nación, con reconocimiento expreso de la división de poderes:

Estructura de Poderes

  • Poder Legislativo: Era bicameral (Congreso y Senado), elegido por sufragio universal masculino y directo.
  • Poder Ejecutivo: Asumido por el Rey, que podía disolver las cámaras una sola vez en cada legislatura.
  • Poder Judicial: Totalmente independiente, garantizando al máximo los derechos de los ciudadanos y la libertad de expresión.

También se aceptaba la libertad religiosa, al reconocer el derecho de los españoles a practicar el culto de otras religiones que no fueran la católica.

Conclusión

Con la Constitución de 1869 se plasmó un nuevo sistema político, colofón de las revoluciones liberales del siglo XIX. Se enmarca dentro de una importante etapa de la Historia de España: el Sexenio Democrático (1868-1874), durante el cual los acontecimientos políticos se acelerarían, pasándose de una Monarquía Constitucional (Amadeo I) a una República.

En adelante, la burguesía, conseguidos sus propósitos, cedería el protagonismo de la acción revolucionaria al cuarto estado, el proletariado rural y urbano que se fue configurando a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.

La Desamortización de Mendizábal (1836): Impacto y Objetivos

Clasificación del Documento

Este texto es de origen primario e histórico, cuyo contenido podemos calificar de económico-jurídico.

Se trata del Decreto de Desamortización elaborado por Mendizábal durante el corto paréntesis en que gobernaron los progresistas durante la regencia de María Cristina. Fue promulgado en febrero de 1836.

Ideas Principales

Esta reforma agraria progresista fue consecuencia de la Revolución de 1835, que planteó como principales objetivos la victoria sobre los carlistas y la puesta en práctica de un programa político más progresista. Para lo primero era necesario, dada la mermada situación de las arcas estatales, conseguir recursos económicos. Mendizábal buscaría estos recursos a través de la desamortización para disminuir la deuda pública.

Este Decreto se enmarca, pues, en la denominada Reforma Agraria Liberal del siglo XIX, si bien el proceso desamortizador ya había tenido antecedentes a finales de la anterior centuria.

Contexto Histórico de la Desamortización

Tras las medidas impulsadas por las Cortes de Cádiz, que abolieron los señoríos, vendría una prolongada acción desamortizadora, más intensa cada vez que los progresistas accedían al poder. En este contexto se enmarcan los principales mecanismos que se desarrollaron en la etapa isabelina:

  1. La Desamortización de Mendizábal (1836), texto que nos ocupa.
  2. La Desamortización General de Madoz (1855), aprobada durante el Bienio Progresista.

La desamortización forma parte de la estrategia liberal para poner a disposición del mercado las propiedades que el Antiguo Régimen mantenía como manos muertas, es decir, al margen del mercado. Por lo tanto, se trata de entregar al interés individual estas propiedades, ya fueran individuales o colectivas, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellas las ventajas que ahora no podían obtener.

Objetivos de la Desamortización

El objetivo más inmediato al realizar esta liberalización de propiedades fue, en el caso de Mendizábal, conseguir recursos económicos para afrontar el fin del carlismo, estabilizando así el sistema liberal. Madoz, por su parte, utilizaría dichos recursos para impulsar la industrialización del país, y más concretamente el desarrollo del ferrocarril.

Conclusión

El proceso desamortizador fue durante el siglo XIX uno de los elementos más destacados y significativos de la España liberal. En él se plasmaban los nuevos principios liberalizadores desde el punto de vista socio-económico, acabando con las propiedades de manos muertas, propias de la sociedad estamental del Antiguo Régimen.

Uno de los elementos más conflictivos fue el choque con los intereses de la Iglesia, que vio cómo poco a poco su patrimonio pasaba a manos privadas, lo que acarrearía la resistencia del clero al cambio liberal, posicionándose muy frecuentemente al lado del carlismo. La nobleza, lejos de perder sus propiedades, las acrecentaría con nuevas adquisiciones. El grupo más favorecido, sin embargo, sería la alta burguesía, en perjuicio de las clases bajas y del campesinado particularmente.