La Monarquía Hispánica: Hitos Clave y Transformaciones (1492-1668)

El Año Crucial de 1492: Granada, América y Navarra

La Conquista del Reino Nazarí de Granada

En el año 1492 tuvieron lugar dos hechos históricos determinantes: la conquista de Granada y el descubrimiento de América. La toma del Reino de Granada se originó por incidentes en las fronteras y fue una guerra marcada por la superioridad militar cristiana y las luchas internas en el reino nazarí entre miembros de la familia real. Los principales eventos fueron la captura de Ronda en 1485 y de Málaga en 1486. El sitio de Granada culminó con la rendición de Boabdil.

Si bien en las Capitulaciones se garantizaba que los mudéjares podrían conservar sus costumbres, propiedades, leyes y religión, se esperaba que estos se convirtieran. Al no lograrse, el arzobispo Cisneros impulsó los bautizos obligatorios, lo que dio lugar a revueltas. La toma de Granada aseguró la posición de la monarquía frente a la nobleza, reforzó su prestigio y sirvió para desarrollar el sistema fiscal y la capacidad militar castellana, así como para asegurar el flanco mediterráneo ante el avance turco.

La Incorporación de Navarra

Otro hecho importante fue la incorporación de Navarra, cuya causa fue una conspiración entre Navarra y Francia contra Castilla. Fernando ocupó Pamplona en 1512, y en 1515 las Cortes ratificaron la anexión del Reino de Navarra, conservando este sus fueros e instituciones.

El Descubrimiento de América y la Rivalidad Ibérica

El descubrimiento de América fue consecuencia de que, desde el siglo XV, existía el objetivo de llegar a Oriente para comerciar. Con el Tratado de Alcaçovas (1479), Portugal reconoció los derechos castellanos sobre Canarias, y los Reyes Católicos, los derechos portugueses sobre la costa africana.

Cristóbal Colón pretendía llegar a Asia por el oeste, y en las Capitulaciones de Santa Fe se plasmó que Colón obtendría los títulos de almirante, virrey y gobernador de las tierras descubiertas, y se beneficiaría de la décima parte de cuanto se obtuviera en dichas tierras, así como la octava parte de los beneficios de los navíos que comerciasen con las Indias. Colón inició su viaje el 3 de agosto de 1492, saliendo del puerto de Palos con una nao y dos carabelas, y llegó el 12 de octubre a la isla de Guanahaní. Posteriormente, descubrió Cuba y La Española. Realizó tres viajes más entre 1493 y 1504, y murió con la convicción de haber llegado a Asia.

La rivalidad con Portugal se resolvió primero mediante el breve Inter caetera (1493), otorgado por el Papa, que reconocía los derechos de la Monarquía Hispánica sobre las tierras descubiertas más allá de la línea meridiana imaginaria situada a 100 leguas al oeste de las Azores y de Cabo Verde; y después con el Tratado de Tordesillas (1494), que desplazaba la línea a 370 leguas, permitiendo a Portugal la ocupación de Brasil.

El Reinado de Carlos I: Un Imperio en Formación

Herencia y Conflictos Internos

Carlos I heredó de sus abuelos paternos Austria y los derechos a ser nombrado emperador, los Países Bajos y el Franco Condado; y de los Reyes Católicos —sus abuelos maternos— Aragón y sus posesiones en el Mediterráneo, Castilla, Navarra, Granada y los territorios americanos. Hubo dos conflictos internos importantes: las Comunidades y las Germanías.

Cuando el monarca llegó a España, no conocía el castellano y estaba rodeado de consejeros flamencos que ocuparon los principales puestos; además, se ausentaba del reino. Las ciudades castellanas se sublevaron en 1520, principalmente las clases medias y los hidalgos, en lo que se conoce como la Guerra de las Comunidades de Castilla. Reclamaron el regreso del rey a España, la exclusión de los extranjeros de los cargos políticos, un mayor protagonismo de las Cortes, una reducción de impuestos y la limitación de la exportación de la lana. El conflicto se radicalizó como rebelión antiseñorial, pero los rebeldes fueron derrotados en Villalar en 1521. Sus jefes —Padilla, Juan Bravo y Maldonado— fueron ajusticiados.

También hubo una rebelión de las Germanías en Valencia, que eran hermandades creadas para proteger la costa de ataques de piratas berberiscos, formadas por artesanos y campesinos, generalmente enfrentados a las clases altas. La rebelión se inició en Valencia en 1519, cuando la nobleza y las autoridades abandonaron la ciudad a causa de la peste. Las Germanías exigieron la democratización de los cargos municipales, la mejora de los arrendamientos campesinos y la reducción de los privilegios de la nobleza. La monarquía, aliada con la nobleza, pudo controlar la revuelta en 1522.

Política Exterior de Carlos I: Desafíos Europeos

En el ámbito de la política exterior, Carlos I se enfrentó a los franceses, los turcos y los protestantes. Hubo una pugna entre España y Francia por el dominio de Milán, pero después de la Paz de Cambrai, Carlos se aseguró el dominio del Milanesado. Los turcos avanzaron por Europa, llegando a poner sitio a Viena y atacando el Mediterráneo occidental. Otro problema al que tuvo que hacer frente fue la extensión del luteranismo en Alemania. Los príncipes alemanes se levantaron contra el emperador, quien, pese a vencerlos en la batalla de Mühlberg, tuvo que ceder firmando la Paz de Augsburgo en 1555.

El Apogeo de Felipe II: La Monarquía Hispánica Global

La Extensión del Imperio y su Gobierno

Felipe II heredó de su padre Castilla, Granada, Navarra, la Corona de Aragón, los Países Bajos, el Franco Condado, los territorios italianos, los territorios de América y los enclaves del norte de África; además, conquistó Filipinas y unió el Imperio español con el portugués. No heredó las posesiones austriacas, que fueron entregadas a su tío Fernando. Se trató de un imperio netamente castellano.

La corte se estableció en Madrid en 1561 y, en lo que se refiere al gobierno, el vehículo institucional de todos los territorios era el Consejo de Estado. También había Consejos de ámbito territorial, como el de Castilla, Aragón, Indias, y otras instituciones como la Inquisición. Al frente de los territorios no castellanos se situaron virreyes. La diversidad política de los territorios impidió la centralización estatal.

Problemas Internos y la Unión Ibérica

Los principales problemas en la política interior fueron la intolerancia religiosa, que provocó la sublevación de los moriscos de las Alpujarras en 1568, duramente sofocada; y la cuestión foral aragonesa, motivada por Antonio Pérez, quien huyó de la justicia amparándose en los fueros de Aragón. El reinado de Felipe II se cerró con los problemas para tener un hijo varón, que se solucionaron con el que sería Felipe III.

Al morir sin descendencia el rey portugués Sebastián, la Corona española se anexionó Portugal, al hacer valer sus derechos sucesorios, dando lugar a la Unión Ibérica. Se respetaron las leyes e instituciones portuguesas. En este momento, la Monarquía Hispánica alcanzaba su máxima extensión.

La Defensa de la Hegemonía Española

Felipe II continuó la defensa de la hegemonía de la Monarquía Hispánica contra los turcos, a los que venció en Lepanto en 1571; contra las rebeliones en los Países Bajos; contra Inglaterra, con el proyecto de la Gran Armada (1588); y contra Francia, derrotada en San Quintín.

La Colonización de América: Proceso y Consecuencias

Fases de la Conquista y Métodos de Explotación

La conquista se realizó a través de expediciones organizadas por particulares que firmaban una capitulación con el rey, con futuros beneficios para ambas partes. Hasta 1519 se conquistaron las Antillas y Núñez de Balboa descubrió el Pacífico. Desde ese año hasta 1550, se conquistaron México y Panamá por Hernán Cortés; Perú por Pizarro; Chile por Almagro; y Colombia y Guatemala. Magallanes y Elcano realizaron el primer periplo alrededor del mundo. La rapidez de la conquista se debió a las armas de fuego y a las alianzas con los pueblos sometidos por los imperios indígenas.

A partir de 1550 se produjo la colonización de las zonas conquistadas. Para la explotación económica, se crearon tres métodos: el repartimiento, que suponía la distribución de indígenas entre los conquistadores para trabajar; la Encomienda, que era la asignación de indígenas a un encomendero, quien tenía la obligación de protegerlos e instruirlos en el catolicismo; y la Mita, que era un servicio obligatorio del indígena para extraer metales.

Impacto de la Colonización: América y Europa

América proporcionó a la Monarquía Hispánica su hegemonía en Europa. Permitió la introducción de nuevos cultivos como el cacao y grandes ingresos al controlar el tráfico comercial, lo que generaría la «revolución de los precios». En el ámbito cultural, destaca el descubrimiento de nueva flora y fauna, además de diversos avances cartográficos. A nivel social, América fue vía de escape para segundones y aventureros, y el continente se percibía como un territorio de explotación.

Las consecuencias para las Indias fueron la introducción de una economía monetaria, de nuevos cultivos (trigo) y animales (caballos), pero también de virus y bacterias. Se produjo el declive demográfico indígena y la importación de esclavos negros. Apareció así una sociedad dominada por peninsulares y criollos, y se impuso el castellano y la cultura europea.

Los Austrias Menores: El Gobierno de los Validos y Crisis del Siglo XVII

El Auge de los Validos

La principal novedad de la Monarquía Hispánica en el siglo XVII fue la aparición de los validos, en quienes el rey depositaba su total confianza. El monarca se desentendía de las labores de gobierno y el valido tomaba las principales decisiones. No era un cargo oficial, pero apareció debido a la complejidad de las labores administrativas y porque los Austrias denominados «menores» carecían de espíritu laborioso y vocación política. Los validos gobernaron al margen del sistema institucional y crearon Juntas reducidas compuestas por sus propios partidarios, lo que aumentó la corrupción. Así, con Felipe III destacó el valido Duque de Lerma; con Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares; y con Carlos II, Juan José de Austria.

Crisis Internas: Expulsión de Moriscos y Rebeliones

En la política interna tuvo lugar la expulsión de los moriscos en 1609. 312.000 moriscos fueron desterrados, con consecuencias nefastas para Aragón y Valencia, debido al despoblamiento que supuso y la falta de mano de obra para la agricultura. Otro hecho fundamental fue la crisis de 1640, que provocó la independencia de Portugal y la separación de Cataluña.

La rebelión de Cataluña (1640-1652) fue resultado de la oposición de las Cortes catalanas a aportar hombres y dinero al plan del Conde-Duque de Olivares de Unión de Armas, y de su intento de implantar el modelo castellano en todos los territorios. Esto provocó una revuelta anticentralista. El día del Corpus Christi, el 7 de junio de 1640, se asesinó al virrey de Cataluña, el Conde de Santa Coloma. Sin embargo, la crisis económica, la peste y la opresión francesa hicieron que los catalanes se rindieran en 1652 a las tropas de don Juan José de Austria, con la condición de que se respetaran sus antiguos fueros.

La falta de ayuda castellana ante los ataques holandeses y la desconfianza de las clases dirigentes lusas desembocó en la rebelión y consecuente independencia de Portugal. El levantamiento se organizó en torno a la dinastía de Braganza, proclamando rey a Juan IV, apoyado por Francia e Inglaterra. Se reconoció la independencia portuguesa en 1668.