El Contexto Histórico: Del Despotismo Ilustrado a la Crisis de la Monarquía
El Reinado de Carlos III y las Reformas Ilustradas
Carlos III ha sido el rey ilustrado por excelencia en España. Emprendió un ambicioso programa de reformas enmarcado dentro de la corriente del despotismo ilustrado. Algunas de las realizaciones más importantes fueron:
- Las ideas de la Fisiocracia extendieron los cultivos. Se introdujeron nuevos cultivos como el maíz.
 - Se propugnaron talleres artesanales para aprovechar temporalmente la mano de obra de campesinos.
 - Avanzó la industria de tejidos estampados de algodón.
 - Se concedió en 1778 la libertad de comercio con América.
 - Existió una gran preocupación por la modernización de la enseñanza y se impulsó la creación de Reales Sociedades Económicas de Amigos del País.
 
El Reinado de Carlos IV y el Estallido de la Crisis
El Reinado de Carlos IV comienza siguiendo las líneas del reformismo de Carlos III; pero el estallido de la Revolución Francesa (RF) hizo que se abandonaran gran parte de las ideas ilustradas. Desde entonces, la política exterior española va a ser vacilante, permitiendo Godoy la entrada en España de tropas francesas con el pretexto de invadir Portugal.
Al mismo tiempo, Carlos IV y su hijo Fernando VII se disputan la corona de España, y acuden a Napoleón para que actuara de árbitro en esa situación. Pero Napoleón decide instaurar en España una monarquía satélite de Francia y pasa la corona española a su hermano José I, que reinará durante la Guerra de la Independencia con el título de José I.
El Estallido de la Guerra de la Independencia (1808)
Es probable que el detonante fuera la presión de las tropas francesas de ocupación sobre la población civil española, la obligación de mantener un ejército depredador de alimentos y bienes de consumo básicos, cuando el país había atravesado recientemente malas cosechas. Ya en abril hubo revueltas tras el levantamiento de Madrid.
Un sector mayoritario de la Iglesia, que consideraba en peligro la religión y la tradición ante los sucesos de la Revolución Francesa, vivió el levantamiento como una cruzada. El bajo clero jugó un papel muy importante. La Guerra de la Independencia de 1808-1814 es el acontecimiento universalmente aceptado que abre las puertas de la contemporaneidad en España, el primer referente de historia nacional.
Será un conflicto internacional, una guerra civil y una crisis política porque todo el Antiguo Régimen se pone en entredicho, especialmente en las Cortes de Cádiz de 1812. Las instrucciones de Fernando VII al marchar hacia Bayona fueron terminantes: las instituciones debían cooperar con los franceses, pero con las revueltas del pueblo español y junto a los rebeldes, se perdió el control. Tras esto, resultó un vacío de poder, lo que generó numerosas juntas locales, las cuales integraban propietarios, comerciantes, clérigos, etc.
Fases de la Guerra de la Independencia (1808-1814)
Fase 1: Contención (Hasta finales de 1808)
En una primera fase, las juntas contuvieron al ejército francés. En 1808, el ejército organizado por las juntas de Sevilla y Granada, al mando del general Castaños, venció al francés en la Batalla de Bailén. Tras la derrota, José I dejó Madrid y las tropas francesas se replegaron al norte del río Ebro.
Fase 2: Dominio Francés (1808-1812)
La segunda fase de la guerra se extendió entre el otoño de 1808 y el inicio de 1812, y fue de dominio francés. Napoleón asumió personalmente las operaciones bélicas en España, y penetró con 300.000 soldados. Ocupó Aragón y Cataluña, a pesar de la resistencia de las ciudades de Zaragoza y Gerona. En diciembre de 1808, las tropas francesas volvían a entrar en Madrid, y un año después los ejércitos franceses dominaban toda España salvo Cádiz.
Fase 3: Ofensiva Aliada y Retirada Francesa (1812-1814)
La tercera y última fase comenzó en 1812. La posición francesa se debilitó por el envío de tropas a Rusia y el ejército de Wellington contraatacó desde Portugal empujando hacia el norte a los ejércitos de Napoleón. Finalmente, en 1813, Napoleón liberó a Fernando VII y le restableció en el trono.
La Guerra de Guerrillas
Fue una guerra desordenada y caótica, librada en muchos frentes y con estrategias militares diversas. Tras la Batalla de Bailén, las tropas españolas actuaron subordinadas al ejército británico. La principal fuerza de choque de los españoles era la Guerrilla.
El Reinado de José I y el Movimiento Afrancesado
Junto a José I permanecieron numerosos españoles, que nutrieron su administración y que fueron conocidos como afrancesados. Los afrancesados eran herederos del reformismo ilustrado y vieron en la llegada de los Bonaparte la posibilidad de modernizar el país. Muchos habían ejercido responsabilidades de gobierno con los Borbones.
En julio de 1808, la España afrancesada vio promulgar el Estatuto de Bayona, un texto de ideario ilustrado y adaptado a la realidad española. A lo largo de la guerra, José I trató de ejercer plenamente su potestad como rey de España, a través de una administración racional y moderna, preservando cierta autonomía para su gobierno frente a los mariscales franceses, que apenas permitían actuar a las autoridades civiles. Al final de la contienda, cuando las tropas francesas abandonaron España, partieron con ellas hacia el exilio entre 10.000 y 12.000 personas.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Durante 1809 hubo fuertes tensiones en la Junta Central entre absolutistas y liberales por decidir qué tipo de Cortes se convocaban. Se optó por unas Cortes con dos brazos: uno integrado por la aristocracia y el clero, y otro formado por el pueblo llano. Por las tensiones internas, más el cerco de las tropas francesas, antes de disolverse la Junta, solo convocó a los representantes del pueblo o nación.
Las Cortes se declararon soberanas e inviolables. Las Cortes se situaban encima del Rey y los diputados de las Cortes de Cádiz se encuadraban en una de las tres corrientes: los absolutistas, los Jovellanistas y los liberales. Los liberales no eran mayoría, pero formaban un grupo cohesionado, con notable formación intelectual y capacidad de iniciativa.
Rasgos Principales de la Constitución de 1812
Estos son los rasgos principales de la Constitución de 1812:
- Soberanía Nacional: El poder reside en la Nación, idea opuesta a la soberanía monárquica.
 - División de Poderes:
- Poder Legislativo: Cortes unicamerales.
 - Poder Judicial: Tribunales de justicia.
 - Poder Ejecutivo: Rey, pero con importantes limitaciones (las órdenes deben ir validadas por la firma del ministro correspondiente, no puede disolver las Cortes y tiene veto suspensivo transitorio durante dos años).
 
 - Nuevo Derecho de Representación: Sufragio universal masculino indirecto.
 - Igualdad Legal: Igualdad de los ciudadanos ante la ley.
 - Se omite toda referencia a los territorios con fueros.
 
Posteriormente, las Cortes ponen en marcha el desarrollo legislativo del nuevo estado liberal que implementa los principios liberales bajo los que se ha redactado la Constitución de 1812: leyes relacionadas con la libertad y la propiedad, libertad de comercio y libertad de industria. La obra de las Cortes de Cádiz recogía las ideas de la Ilustración y del liberalismo, pero explícitamente basaron su legitimidad en la tradición, en la historia de España, en las Cortes medievales que habrían limitado el poder absoluto de los reyes. La Constitución de 1812 influyó más allá de las fronteras españolas. A pesar de ser la base de la entrada de España en la historia contemporánea, la guerra fue larga, destructora y muy costosa.
El Liberalismo y la Oposición al Antiguo Régimen
El liberalismo aspira a la eliminación de las características propias del Antiguo Régimen (AR), a la vez que pretende construir otra sociedad basada en los principios liberales.
Principios Políticos del Liberalismo
- En lo político, la Constitución se erige como la norma reguladora de la vida pública.
 - Se rechaza la monarquía absoluta y se apuesta por la monarquía constitucional.
 - Se eliminan los privilegios de la nobleza y el clero, así como el régimen señorial.
 - Se proclaman los derechos del individuo y la soberanía nacional, se establece la división de poderes y el sufragio universal.
 - Se formula la nación como conjunto de los españoles, con igualdad de derechos políticos y como depositaria de la soberanía nacional.
 - El liberalismo aboga por un estado unitario y centralizado.
 
Principios Económicos del Liberalismo
- Defiende la propiedad privada libre y plena.
 - Se rechazan los bienes vinculados y los comunales.
 - Se aspira a la libertad de comercio e industria, a la libertad de contratación de los trabajadores y a la fiscalidad común.