Fundamentos de la Historia: Prehistoria, Monarquía Hispánica y Expansión Global

La Prehistoria: Orígenes y Evolución Humana

El Proceso de Hominización

El término Prehistoria hace referencia al periodo histórico que comprende desde la aparición del primer homínido hasta la invención de la escritura.

En cuanto al proceso de hominización, una de las teorías más aceptadas lo localiza en el continente africano, concretamente en el Gran Valle del Rift. Allí, una gran fractura geológica produjo un hundimiento del terreno que hizo que el clima en el oeste fuera más seco. Esto provocó una disminución de la vegetación, lo que impulsó a los primates a caminar erguidos. Esta bipedestación, a su vez, disminuyó la masa muscular de la espalda y el cuello, favoreciendo el desarrollo de la capacidad craneal y, por ende, de su capacidad cognitiva.

Economía y Sociedad en la Prehistoria

Con estas actividades cubrían las necesidades básicas, pero sin generar excedentes. Al principio, esta actividad se basaba principalmente en la recolección y el carroñeo. Con el paso del tiempo, gracias al progreso cognitivo del ser humano y al desarrollo de la tecnología lítica, la caza y la pesca fueron cobrando más importancia.

En el Mesolítico, aunque no se abandonó por completo la depredación, se empezó a desarrollar, de manera muy primitiva, la actividad agropecuaria. En el Neolítico, a diferencia del Paleolítico, la economía depredadora se dejó en un segundo plano. En contraposición al Mesolítico, la actividad agropecuaria evolucionó significativamente, lo que hizo que aumentaran los excedentes y, por lo tanto, se pasara de una economía de subsistencia a una economía productora. También se desarrolló la técnica para fabricar cerámica.

La sociedad del Paleolítico era de tipo nómada, es decir, sus miembros estaban en constante movimiento en búsqueda de recursos. La organización era muy elemental y homogénea, agrupándose en pequeños grupos donde existía una posible relación de parentesco entre la mayoría de los miembros, aunque también había individuos que procedían de otros grupos.

En el Neolítico, a diferencia del Paleolítico, la sociedad era sedentaria. Esto significaba que no tenían que desplazarse, ya que generaban sus propios alimentos, y comenzaron a existir excedentes. La organización social, por ende, empezó a ser más compleja.

El Reinado de Felipe IV y el Duque de Olivares (Siglo XVII)

El Valido y la Crisis de la Corona

Con la coronación de Felipe IV en 1621, el Duque de Olivares fue primero designado como favorito, para posteriormente ser nombrado valido del reino. La figura del valido o privado adquirió una gran relevancia durante el siglo XVII. Eran las personas de máxima confianza del monarca, pertenecientes a la corte, que llegaron a tener cierta autonomía en sus funciones dentro del gobierno del reino.

Su gobierno se desarrolló bajo una crisis general de la Corona. Con relación al ideario del Duque de Olivares respecto a la política interna del reinado, este trató de llevar a cabo un amplio programa de reformas plasmadas en la «Gran Memoria», un informe que presentó al rey con las reformas necesarias para mejorar la situación.

La Guerra de los Treinta Años y sus Consecuencias

La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto librado en Europa entre los años 1618 y 1648. Intervinieron la mayoría de las grandes potencias europeas de la época, siendo este conflicto el que marcó el futuro de Europa en los siglos posteriores. Inicialmente se trató de un conflicto político-religioso entre Estados partidarios de la Reforma y la Contrarreforma dentro del propio Sacro Imperio Romano Germánico. Posteriormente, con la intervención paulatina de las distintas potencias europeas, el conflicto se convirtió gradualmente en una guerra general por toda Europa, por razones religiosas y políticas.

Finalmente, esta guerra finalizó con la Paz de Westfalia de 1648. Sin embargo, el conflicto continuaría entre Francia y España hasta el Tratado de los Pirineos de 1659, donde se acordó la entrega a Francia de varias plazas en los Países Bajos, así como del Rosellón y la Alta Cerdaña. Además, se firmó el acuerdo matrimonial entre Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV, lo que abrió las puertas del trono español a los Borbones.

Reformas Económicas y Políticas de Olivares

Además, uno de sus proyectos más ambiciosos estaba relacionado con la reforma de la hacienda y la supresión del impuesto de los millones. También puso fin a las acuñaciones masivas del reinado anterior, a fin de contener la inflación. Por último, debemos destacar la venta de cargos públicos para recaudar dinero y la creación de unos erarios estatales que liberasen a la Corona de su dependencia de la banca extranjera. Los erarios actuarían como bancos que pagarían un interés a los súbditos que depositaran su dinero en ellos. Este dinero depositado serviría para que la Corona tuviera liquidez y pudiera financiarse sin tener que endeudarse con bancos extranjeros.

En el ámbito político, el Duque de Olivares creía que la unificación jurídica e institucional pondría fin a los problemas del reino hispánico. Por este motivo, Olivares pensaba que el asunto político más importante era la unificación de la monarquía bajo unas mismas leyes e instituciones, siguiendo el modelo de las de Castilla. En su opinión, una monarquía unitaria facilitaría el gobierno de todos los territorios y la solidaridad entre sus habitantes, así como supondría la solución para gran parte de los problemas del reino.

Dentro de esta reforma política destaca la Unión de Armas, la cual consistía en la idea de lograr la unidad de los territorios que dominaba, con vistas a un mejor aprovechamiento de los recursos al servicio de la política exterior. Este proyecto tenía como fin incrementar el compromiso de todos los reinos de España para compartir con la Corona de Castilla las cargas humanas y financieras del esfuerzo bélico. Esta medida fue interpretada por los territorios de la Corona de Aragón como un perjuicio hacia su independencia dentro del reino de España y una evolución hacia un reino absolutista.

La Era de los Descubrimientos y la Colonización Americana

Expansión Marítima y Nuevas Rutas

Desde comienzos del siglo XV hasta mediados del siglo XVI, se inició, por parte de los portugueses, un proceso de expansión marítima al que pronto se sumarían los castellanos, los franceses y los ingleses, aunque con resultados muy desiguales.

El control terrestre de la Ruta de las Especias por el Imperio Otomano a mediados del siglo XV y el monopolio ejercido por Venecia, dada su estratégica posición en el Mediterráneo Oriental, obligaron a las potencias navales del Mediterráneo Occidental a buscar nuevas vías comerciales, especialmente a los reinos situados al oeste del continente europeo, debido a su situación más alejada. Además, Portugal y Castilla tendrían el propósito de controlar el tráfico mercantil entre el Sur y el Norte de Europa.

Pero en esta búsqueda, los auténticos beneficiados fueron los portugueses, que se habían instalado en Marruecos impulsados por el espíritu de cruzada de la nobleza portuguesa y por la dependencia que tenían de cereales en esta zona.

El Encuentro de Dos Mundos: América

La expedición de Magallanes y Juan Sebastián Elcano (que aspiraba a encontrar una vía distinta a la ya conocida de África para conectar Asia con Europa y evitar tener que enfrentarse a Portugal, resultando en la primera vuelta al mundo) y el descubrimiento de América por Cristóbal Colón son dos de los hechos más importantes de la Historia Universal. Representa el encuentro de dos mundos que evolucionaron de forma independiente hasta ese momento, lo cual cambió el rumbo de la historia. La gran mayoría de la población de esa época pensaba que la Tierra era plana y que esta tenía un límite. Sin embargo, había determinadas corrientes de pensamiento que abogaban por la esfericidad de la Tierra.

La ocupación de América se efectuó de manera muy diferente a la realizada en África y Asia por Portugal, a excepción de Brasil, donde el modelo de colonización es muy similar al de España.

Factores y Consecuencias de la Colonización Americana

Dentro de los factores que determinaron la colonización y explotación del territorio americano, destacó la evangelización. La Reina Isabel I de Castilla decretó que todos los indígenas fueran considerados como hijos de Dios que desconocían la «buena nueva» y que, por tanto, debían ser evangelizados. Por otro lado, la creación en Sevilla de la Casa de Contratación de las Indias confirma el interés comercial de los castellanos en la empresa americana, tanto o más que su evangelización.

En cuanto a las consecuencias, destacaremos cuatro:

  • Demográficas: Relacionadas con un descenso de la población indígena, motivado principalmente por dos factores: la explotación de la población indígena y una serie de epidemias traídas por los españoles desde Europa, para las cuales el sistema inmunológico de los habitantes de América no estaba preparado. Además, existió un proceso de migración tanto europeo como americano que favoreció el mestizaje entre la población indígena y la española.
  • Económicas: La producción de materias primas, entre las que destaca la llegada de metales preciosos a la Corona Hispánica con la consiguiente repercusión en el contexto económico europeo; la llegada de nuevos productos; el establecimiento de nuevas rutas comerciales y el auge del comercio internacional fueron las principales repercusiones del descubrimiento de América.
  • Políticas: El control de estos nuevos territorios creó la necesidad de formar una serie de instituciones para poder controlar el territorio colonizado.

Los Reyes Católicos: La Construcción de la España Moderna

La Unión Dinástica y la Expansión Territorial

La Unión Dinástica hace referencia al matrimonio de 1469 entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, que posibilitó la unión de ambos reinos en 1479. El matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se puede considerar como el inicio de la concepción de la España Moderna, ya que favoreció la unión de ambos reinos y dotó a la Monarquía Hispánica de los recursos necesarios para sentar en el futuro las bases de un Estado moderno.

Fernando II fue reconocido heredero de la Corona Aragonesa a la muerte de su hermano, Carlos, Príncipe de Viana. Finalmente fue proclamado rey tras la muerte de su padre Juan II en 1479.

Con la conquista del Reino Nazarí de Granada, del Reino de Navarra, de las Islas Canarias y de Melilla, consiguieron el control de la totalidad de los territorios que hoy forman España. Los Reyes Católicos, desde el inicio de la Unión Dinástica, tuvieron una clara voluntad de terminar la conquista de la totalidad del territorio peninsular a los musulmanes. Así, iniciaron la Guerra de Granada, término asociado al conjunto de enfrentamientos que tuvieron lugar entre 1482 y 1492 para la conquista de Granada. Hasta 1482, las treguas entre Castilla y Granada se habían renovado regularmente.

En cuanto a la anexión del Reino de Navarra en 1512, esta se realizaría al final del reinado de Fernando el Católico. Los Reyes Católicos autorizaron a la Santa Hermandad la dotación de un ejército para la conquista de Melilla, pero tras un fracaso inicial, en 1498 los cristianos redoblaron sus esfuerzos y decidieron enviar nuevas tropas de refresco. Finalmente, los musulmanes no pudieron sitiar la ciudad y fueron perseguidos hasta ser obligados a asentarse en la región de Orán.

También, dentro de la anexión de territorios en el reinado de los Reyes Católicos, hay que hacer referencia a la Anexión de Rosellón y Cerdeña, que se produjo con el Tratado de Barcelona de 1493. En este tratado, el reino hispánico volvió a anexionar los territorios de Cerdeña y Rosellón a cambio de que los Reyes Católicos no intervinieran en la Primera Guerra Italiana en contra del monarca francés.

Organización Interna y Monarquía Autoritaria

En cuanto a las características del nuevo reino, hay que señalar el aumento y centralización del poder en la figura de los Reyes Católicos, iniciándose lo que determinadas corrientes historiográficas denominan Monarquía Autoritaria. Los Reyes Católicos, tras la unión de ambos reinos, crearon un reino más autoritario mediante una nueva organización interna, basada principalmente en la centralización del poder, la unificación religiosa y la expansión exterior. En Castilla, tras el final de la Guerra Civil Castellana, se produjo un proceso de centralización del poder en torno a la monarquía.

Para remediar esta situación se creó la Santa Hermandad, institución que tenía la responsabilidad de mantener el orden público y controlar a la nobleza. En 1480, reorganizaron el Consejo de Castilla, encargado de las labores administrativas y el asesoramiento de los Reyes Católicos, disminuyendo el protagonismo de la nobleza y el alto clero en favor de unos funcionarios fieles a la Corona. Reformaron la Real Audiencia o tribunal de justicia y consolidaron la figura del corregidor, funcionario real que representaba a los Reyes en los municipios, encargado de recaudar impuestos, administrar justicia y arbitrar en los conflictos locales.

La escasa relevancia de ciertas instituciones, motivada principalmente porque no se reunían de forma periódica, supuso que los Reyes Católicos pudieran gobernar de forma más autoritaria.

El principal motivo de esta dicotomía política era que, para obtener financiación y otros beneficios para la Corona de Aragón, la nobleza tenía que dar su visto bueno. Como se ha comentado anteriormente, el ámbito religioso fue donde más se manifestó el autoritarismo de la monarquía, ya que intentó dar cohesión a los diversos territorios mediante la difusión y unificación religiosa cristiana en todo el territorio.