Evolución Política y Crisis en la Historia de España: De la Baja Edad Media a la Segunda República

La Baja Edad Media en la Península Ibérica: Consolidación y Crisis

Introducción: La victoria de Don Pelayo hizo posible la vuelta al poder cristiano. La Península se consolidó en cuatro entidades monárquicas principales: Portugal, Navarra, Castilla y Aragón.

La evolución demográfica y económica de los siglos XII y XIII se estancó en el siglo XIV debido a la hambruna, la peste, las guerras y el descontento social. La Guerra de los Cien Años asoló a toda Europa, y la entrada de los turcos provocó una confrontación política, cultural y religiosa.

El Desarrollo Político de los Reinos Ibéricos

Castilla: Hacia el Autoritarismo Monárquico

En Castilla, los sucesores de Fernando III tuvieron que enfrentarse a los sublevados burgueses. Alfonso X se apoyó en los consejos para consolidar su reinado. Alfonso XI siguió una línea más autoritaria, continuada por su hijo Pedro I (el Cruel). Este se apoyó en las ciudades, que le proporcionaban funcionarios y una base económica sólida. Los demás nobles apoyaron a su hermanastro Enrique de Trastámara, lo que desencadenó una guerra civil que ganó Enrique, otorgando grandes privilegios a la Iglesia y a la alta nobleza.

La nobleza realizó varios intentos durante los reinados de Juan II y Enrique IV para restablecer su poder. El reinado de Enrique IV provocó una nueva guerra civil. Finalmente, el poder se estableció en Castilla bajo principios de unidad legal: «Una ley para todos». El rey legislaba directamente a través de pragmáticas sanciones y era el juez supremo.

Se unificó la política, aunque el rey lo era de cada uno de sus reinos. Las permanencias institucionales en Castilla incluyeron:

  • Valladolid como capital.
  • Cortes comunes en toda Castilla.
  • Creación de la Audiencia, el Consejo Real y el Tribunal Supremo.
  • Reformas de Hacienda.
  • Intervencionismo en los consejos municipales.

El interés económico pasaba por la exportación de productos y, en el interior, por el intercambio. Castilla, Portugal y Aragón se aliaron hasta que Castilla y Portugal rompieron sus alianzas.

Aragón: El Modelo Pactista

En Aragón, destacaron dos características: el pactismo y la diversidad territorial. Los Trastámara también reinaron en Aragón. Los catalanes iniciaron una guerra civil con apoyo internacional, pero acabaron rindiéndose a cambio de que se respetaran las leyes catalanas. Aragón se fortaleció.

A diferencia de Castilla, no era un reino unificado. Cada miembro poseía instituciones y leyes distintas; era una monarquía pactista, con un rey débil que tenía que negociar. Cada rey tenía un representante del reino en el Consejo Real y la Audiencia. En el siglo XIII se crearon Cortes independientes en Cataluña, Aragón y Valencia, superando el poder del rey. Las Cortes catalanas crearon la Diputación del General de Cataluña (Generalitat), y en Valencia y Aragón se establecieron organismos similares.

Consecuencias de los Cambios Políticos

Los cambios tuvieron repercusiones importantes. Los grupos nobiliarios presionaban a los reyes para mantener o aumentar su poder. En Castilla se consolidó un modelo autoritario, mientras que en Navarra y Aragón el rey se mantuvo bajo un modelo pactista.

La Proclamación de la Segunda República Española (1931)

El Advenimiento de la República: El 13 de abril de 1931, las masas salieron a la calle vitoreando a la República. Las fuerzas de orden público no reprimieron esta manifestación. Niceto Alcalá Zamora, presidente del comité revolucionario, exigió la salida de Alfonso XIII. El 14 de abril, el comité pasó a llamarse Gobierno Provisional y se proclamó la Segunda República. Alfonso XIII partió a Cartagena para su exilio. La oligarquía se mantuvo pasiva inicialmente, aunque después se opuso firmemente al nuevo régimen.

El Bienio Reformador (1931-1933)

El Bienio Reformador estuvo marcado por dos gobiernos sucesivos: el Gobierno Provisional (desde la proclamación hasta la Constitución del 9 de diciembre de 1931) y el Gobierno Constitucional.

El Gobierno Provisional y sus Decretos

El Gobierno Provisional, con poca experiencia, convocó elecciones constituyentes el 28 de junio de 1931. Se emitieron decretos fundamentales:

  • Trabajo en el Campo: Jornada de 8 horas y protección en caso de accidente, contratación local, prohibición del desahucio y creación del Jurado Mixto del Trabajo Rural.
  • Instrucción Pública: Construcción y habilitación de escuelas, aumento de sueldo para maestros y lanzamiento de las Misiones Pedagógicas.
  • Reforma del Ejército: Reducción de efectivos, cierre de la Academia General Militar, abolición de la Ley de Jurisdicciones y anulación de ascensos por méritos de guerra.
  • Separación Iglesia y Estado: Prohibición de la enseñanza de la religión en escuelas públicas.

Las elecciones a Cortes Constituyentes otorgaron mayoría absoluta a republicanos y socialistas.

La Constitución de 1931

La Constitución, presidida por Jiménez de Asúa, tenía como objetivo lograr un régimen democrático y ampliar los derechos ciudadanos. Sus principios constitucionales fueron:

  • Soberanía Popular: Establecimiento del sufragio universal (masculino y femenino).
  • Economía: La propiedad privada quedaba sujeta a los intereses de la economía nacional.
  • Estructura del Estado: Estado integral, con autonomía de municipios y regiones.
  • Organización de Poderes:
    • Legislativo: Cortes unicamerales.
    • Ejecutivo: El Gobierno, sujeto a la aprobación de las Cortes.
    • Jefe de Estado: El Presidente de la República.

El Gobierno Reformador Constitucional

Una vez aprobada la Constitución el 9 de diciembre, Alcalá Zamora fue nombrado Presidente de la República y Manuel Azaña, jefe del nuevo Gobierno Reformador. Dos proyectos de ley fundamentales para la República, el Estatuto de Autonomía de Cataluña y la Reforma Agraria, se estancaron por la oposición de la derecha y de Alejandro Lerroux.

Para evitar su aprobación, se produjo una sublevación en agosto de 1932 (la Sanjurjada). Este intento golpista tuvo un efecto contrario, acelerando la votación a favor del Estatuto catalán y la Reforma Agraria. Lerroux retiró su apoyo al gobierno, lo que llevó a la convocatoria de nuevas elecciones.

El Fracaso del Sistema Canovista y el Regeneracionismo

Introducción: Los opositores al sistema canovista consideraron que este había fracasado. En este contexto, aparece el Regeneracionismo, una corriente de opinión que proponía la renovación del país. Ideada por Joaquín Costa, esta corriente afirmaba que el sistema canovista atendía solo a los intereses de la oligarquía, lo que provocaba la oposición del resto de la población.

Las Propuestas de Joaquín Costa

Costa proponía soluciones concretas para modernizar España:

  • Realización de obras hidráulicas para aumentar el rendimiento agrario.
  • Construcción de carreteras y escuelas (combatiendo el germen del caciquismo y el atraso general).
  • Redistribución de la tierra mediante la vuelta a los bienes comunales.

El objetivo final era crear una clase media alejada de las posturas anarquistas y socialistas. Aunque el proyecto fracasó en su implementación inicial, fue tomado en cuenta por gobiernos posteriores.

Intentos de Renovación y Crisis (1902-1917)

Los intentos de superar el Desastre del 98 se iniciaron en los gobiernos de María Cristina y Alfonso XIII, hasta la crisis del sistema canovista. Se basaron en el regeneracionismo, entendido como una «revolución desde arriba». Estos intentos fracasaron debido a la oposición de la oligarquía.

Un grupo de escritores (la Generación del 98) denunció el alejamiento entre la política y la sociedad. Su crítica apenas trascendió, ya que propusieron pocas posturas concretas. En el siglo XX, el grupo del Novecentismo propuso una renovación política y de las costumbres españolas.

La Crisis de 1909: La Semana Trágica

El Desastre del 98 llevó a los gobiernos de la Restauración a volcarse más en el dominio colonial de Marruecos. Los intereses de la burguesía minera y los del Ejército se mezclaron con la política de expansión colonial en África. Las clases populares, las organizaciones sindicales, los republicanos y los socialistas estaban en contra de esta política.

Antonio Maura decidió en 1909 enviar refuerzos al Rif. Los socialistas declararon la huelga general, y Maura decretó el estado de guerra. Durante tres meses se detuvo, deportó y condenó a personas, incluyendo penas de muerte. Entre los condenados se encontraba Francisco Ferrer Guardia, cuya ejecución provocó protestas en España y en parte de Europa. El protagonismo político correspondió al Partido Conservador, y después al Partido Liberal; Maura se alejó de la política.

La Crisis de 1917

Impacto de la Primera Guerra Mundial y Conflictos Internos

La preocupación de Cánovas era que la estabilidad política en España terminase con el protagonismo del Ejército. La derrota contra EE. UU. (1898) provocó fuertes críticas. Algunos oficiales de Barcelona atacaron dos publicaciones que criticaban al Ejército, y fueron apoyados por muchos militares de toda España.

Los conflictos también fueron internos: las campañas en Marruecos posibilitaban ascensos rápidos, lo que enfrentó a los oficiales africanistas con los peninsulares. Estos últimos crearon las Juntas de Defensa.

La Crisis de 1917 Propiamente Dicha

La crisis llegó a su máximo en 1917, y el Ejército tomó un protagonismo fundamental.

  1. Crisis Militar: Se arrestó a los jefes de las Juntas, pero el gobierno aceptó su existencia. Las Juntas llegaron a influir en el nombramiento y destitución de ministros de Guerra y gobiernos, consiguiendo la Ley de Bases.
  2. Crisis Política: Se inició en Barcelona. El objetivo era exigir la convocatoria de Cortes Constituyentes que cambiaran la estructura del Estado. Solo acudió una minoría de diputados.
  3. Huelga General: La CNT y la UGT acordaron pedir la intervención del gobierno para contener los precios. Se inició en Valencia y se extendió por España, especialmente en Asturias. La autoridad militar dio orden de perseguir a los cabecillas.

Conclusiones sobre la Restauración

Se pueden extraer tres conclusiones principales:

  1. El sistema de la Restauración se mantuvo cinco años más, pero con grandes dificultades.
  2. El Ejército fue el protagonista fundamental en la resolución de la crisis.
  3. Se evidenció el fracaso de los intentos de regeneración y la incapacidad del sistema para ofrecer alternativas viables.