El Sexenio Democrático (1868-1874) representó la última revolución burguesa y liberal en España. Este complejo proceso político se dividió en varias fases clave:
- El Gobierno Provisional y la Regencia de Serrano.
- La Monarquía Democrática de Amadeo de Saboya (1871-1873).
- La Primera República (1873), de carácter democrático.
- La República Ducal de Serrano, de naturaleza dictatorial.
A pesar de la intensidad de los cambios, las transformaciones fueron escasas y, en gran medida, anuladas tras el triunfo del golpe de Estado que puso fin al periodo.
Consecuencias y Antecedentes del Sexenio
El Sexenio tuvo profundas consecuencias, destacando la difusión de ideas y programas del socialismo y el anarquismo en la sociedad española.
Antecedentes Inmediatos:
- Tras los sucesos de la Noche de San Daniel (represión contra los estudiantes), O’Donnell sustituyó a Narváez al frente del gobierno y ofreció a Prim un grupo parlamentario para los progresistas en futuras elecciones.
- El pronunciamiento de Prim en Villarejo de Salvanés y el de los sargentos del Cuartel de San Gil en Madrid fracasaron.
- En el exilio belga, se firmó el Pacto de Ostende entre progresistas y demócratas, de carácter antidinástico.
- España atravesaba una grave crisis económica y financiera, con la construcción del ferrocarril entrando en crisis y una profunda crisis agraria.
- La reina Isabel II se quedó sin sus principales apoyos tras la muerte de O’Donnell y Narváez.
- González Bravo, represor en la Noche de San Daniel, no pudo impedir el estallido revolucionario.
Contexto Internacional
En el ámbito internacional, la Primera Internacional (AIT – Asociación Internacional de Trabajadores), fundada en 1864, coordinaba las organizaciones obreras mientras se generalizaba la industrialización en Europa y América. Se difundieron las ideas de Marx (socialismo científico, marxismo o comunismo) y Bakunin (anarquismo). Otros eventos relevantes fueron la Comuna de París (1871), el primer triunfo de una revolución comunista, y las unificaciones de Italia (1870) y Alemania (1871).
La Revolución Gloriosa (Septiembre de 1868)
La Revolución Gloriosa o Revolución de Septiembre de 1868 tuvo un doble carácter: fue una revolución popular y un pronunciamiento militar liderado por Serrano, Prim, Ros de Olano y Topete. El pronunciamiento militar triunfó, y la revolución fue rápidamente puesta bajo control, con la disolución de las Juntas Revolucionarias y los Voluntarios de la Libertad. La revolución comenzó en Cádiz con la sublevación del almirante Topete y se extendió a ciudades y pueblos que se organizaron en Voluntarios de la Libertad.
El intento de Isabel II de mantener el poder fracasó, lo que determinó su exilio y el fin de la Monarquía Borbónica.
El Gobierno Provisional (1868-1871)
El general Serrano se convirtió en presidente del Gobierno Provisional. Su principal tarea era decidir la forma del Estado: monarquía o república. Los miembros del partido democrático se separaron y fundaron el Partido Republicano Democrático Federal, cuyo líder era Pi y Margall.
El Gobierno Provisional se centró en frenar la radicalización del movimiento revolucionario:
- Disolvieron las Juntas Revolucionarias y las milicias de los Voluntarios de la Libertad.
- Hicieron frente al estallido de la sublevación en Puerto Rico y Cuba.
- Cumplieron con la supresión de consumos y quintas, y reconocieron el derecho a la libertad de reunión, imprenta y cultos.
- Finalmente, convocaron elecciones a Cortes Constituyentes.
La Constitución de 1869
La Constitución de 1869, de ideología progresista y democrática, supuso la adopción de la monarquía democrática como forma de gobierno. Proclamaba la soberanía nacional, y el poder legislativo correspondía a las Cortes bicamerales. El poder ejecutivo lo ejercía el rey, y se estableció el sufragio universal masculino. Como concesión, se instituyó que el Estado debía financiar el culto católico.
La Regencia del General Serrano (1869-1871)
La Regencia del General Serrano (1869-1871) tuvo como objetivos encontrar un rey para ejercer como monarca democrático, mantener unidos los partidos de la Constitución de 1869 y desarrollar legislativamente la Constitución. Destacan la Ley de Jurados y la Ley de Matrimonio Civil, así como la legislación contra la esclavitud y la disolución de las órdenes religiosas fundadas en España desde 1837.
En el ámbito económico, se implementaron medidas como la reforma monetaria (la peseta), la desamortización del subsuelo y la reducción de tarifas aduaneras en el Arancel de 1869 por Figuerola, que aplicaba el liberalismo económico. La eliminación de Consumos y otras medidas no lograron solucionar el déficit público.
El Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)
Prim eligió a Amadeo de Saboya como rey. Sin embargo, Prim sufrió un atentado y murió, lo que complicó el reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873). Durante este periodo, Serrano fue presidente del gobierno, seguido por Zorrilla (en dos ocasiones), Malcampo y Sagasta. Su reinado fue un fracaso debido a varios factores:
- El rechazo de las clases dominantes, a pesar de que el gobierno de Ruiz Zorrilla elaboró la Ley de Abolición de la Esclavitud.
- La conflictividad social, el auge del republicanismo y el movimiento obrero entre el proletariado.
- Los conflictos bélicos del país, como la Guerra de Cuba (Guerra de los Diez Años), iniciada por Carlos Manuel de Céspedes y que terminaría con la Paz de Zanjón, y la Tercera Guerra Carlista. Ambos conflictos impidieron la abolición de las quintas.
- El fracaso y división de los partidos políticos:
- Los progresistas se dividieron en Constitucionalistas (liderados por Sagasta, cercanos a la Unión Liberal) y Radicales (liderados por Ruiz Zorrilla, cercanos a los demócratas cimbrios).
- Los demócratas se escindieron en monárquicos (cimbrios) y republicanos (liderados por Pi y Margall).
- La Unión Liberal (liderada por Serrano) vio a sus unionistas pasar al Partido Alfonsino (liderado por Cánovas).
- Los partidos de la oposición también se fragmentaron: los republicanos en unitarios y federales, y los monárquicos en alfonsinos y carlistas.
Los intentos de manipular elecciones y la persecución de las actividades de la Primera Internacional y asociaciones obreras por parte de Sagasta, sumados a la inestabilidad general, llevaron a Amadeo a abdicar. Tras su abdicación, el Congreso y el Senado proclamaron la República.
La Primera República Española (1873-1874)
La abdicación de Amadeo I obligó a la Asamblea Nacional a proclamar la República Española el 11 de febrero de 1873. Se convocaron Cortes Constituyentes que elaboraron la Constitución de 1873, que concebía el Estado como una República Federal, aunque nunca llegó a estar en vigor.
La Primera República tuvo cuatro presidentes:
- Estanislao Figueras: Primer presidente de la República, de tendencia centrista. Convocó elecciones para Cortes Constituyentes, suprimió las quintas y creó los Voluntariados de la República. Dimitió.
- Pi y Margall: Sustituyó a Figueras. Teorizó sobre el anarquismo. Durante su mandato, los republicanos se dividieron en tres tendencias. Se produjo la rebelión cantonal, acompañada de huelgas generales. Debido a su postura pacifista radical, dimitió.
- Nicolás Salmerón: Se centró en la guerra contra los cantonalistas. Dimitió al oponerse a firmar dos sentencias de muerte.
- Emilio Castelar: Resolvió el problema cantonal. Al volverse a reunir las Cortes Constituyentes, Castelar dimitió, lo que supuso un intento de retorno al federalismo, pero este se vio interrumpido por el golpe de Estado del General Pavía (3 de enero de 1874), quien entró en el Congreso de los Diputados y disolvió las Cortes.
La República Unitaria de Serrano y el Fin del Sexenio
Posteriormente, se instauró la dictadura de Serrano, denominada República Unitaria, Autoritaria o Ducal. El Partido Alfonsino había ganado adeptos, ya que Cánovas del Castillo atrajo a altos cargos para apoyar la restauración de Alfonso de Borbón. Cánovas redactó el Manifiesto de Sandhurst, sentando las bases ideológicas de la Restauración.
La solución final llegó con el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto, que marcó el inicio de la Restauración Borbónica.