Desarrollismo y Crisis del Franquismo: Economía, Tecnócratas y Oposición (1959-1975)

Definiciones Clave del Segundo Franquismo

Bienes de equipo:
También denominados bienes de uso, o que se utilizan para producir otros bienes o para desarrollar la actividad propia de una empresa.
Caso “Matesa”:
Escándalo de 1969 en el que un empresario a cargo de una empresa de telares exportaba, pero no vendía, cobrando una subvención. Por ello, debía 10 millones (de pesetas).
Censura previa:
Como su nombre indica, es una censura que se hacía antes de publicar un artículo, película, etc., controlando la libertad de expresión.
Comunidad Económica Europea (CEE):
Conjunto de países europeos que se unieron para combatir las dos potencias económicas (EE. UU. y URSS). Posteriormente se convirtió en la Unión Europea (UE).
Estado de derecho:
Principio de gobierno en el que todas las entidades están sometidas a las leyes que se promulgan públicamente y se hacen cumplir por igual.
Estado de excepción:
Situación en la que quedan suspendidos determinados derechos en un territorio en específico.
Declaración de Múnich:
Manifiesto escrito en Múnich por representantes europeos poniendo condiciones al Gobierno de Franco para ingresar en la CEE.
Democracia orgánica:
Representación popular basada en los diversos organismos de que está compuesta una sociedad. Es una de las bases ideológicas del Régimen Franquista.
Divisas:
Moneda extranjera manejada en el comercio internacional.
Planes de desarrollo:
Herramienta de gestión que promueve el desarrollo social en un determinado territorio. Se usa para atender las necesidades insatisfechas de la población y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Luis Carrero Blanco:
Militar nombrado por Franco como presidente del gobierno. Fue asesinado por ETA en 1973.
Polos de desarrollo:
Ciudades en las que se aplicaron los planes de desarrollo. La elección de estas ciudades fue hecha con motivos políticos (favorecer a quienes apoyaban al régimen franquista).
Tecnócratas:
Personas bien preparadas técnicamente. Tuvieron su importancia en la política de los años 50 en España, de la mano del Opus Dei.

2. El Dominio de los Tecnócratas

Pese al dominio de los tecnócratas, apareció una corriente proveniente del Movimiento, la antigua Falange, que era partidaria de un mayor aperturismo. Esta lucha entre tecnócratas y aperturistas será otra de las claves del periodo.

La Institucionalización Definitiva del Régimen

Los tecnócratas pusieron en marcha entre 1957 y 1965 una amplia reforma de la administración pública. En 1958 se aprobó la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento, una recopilación de leyes y normativas anteriores. Mediante referéndum se aprobó también la Ley Orgánica del Estado. Una de las cuestiones más importantes del periodo fue la Ley de Sucesión de Franco. Entre los distintos pretendientes que optaban al cargo, Franco optó por Don Juan Carlos de Borbón.

La Estrategia Política de los Aperturistas

Aunque el dominio político de esta etapa corresponde a los tecnócratas, surgen otros grupos (dentro del Movimiento), destacando los inmovilistas y los aperturistas liderados por Fraga (autor de la Ley de Prensa de 1966, que abolió la censura previa y concedió una cierta libertad de prensa con la que la oposición incrementó su capacidad de expresarse) y Solís. En 1969 estalló el escándalo Matesa, un tema de corrupción financiera e industrial en el que estaban implicadas personas pertenecientes a los tecnócratas y al Opus Dei.

La Política Exterior

Tras los acuerdos con los Estados Unidos de 1953, la firma del Concordato con la Santa Sede y el ingreso de España en la ONU en 1955, el franquismo trató de confirmar la aceptación de su sistema entre las democracias occidentales. En 1959 España fue admitida en la OECE. Sin embargo, no logró que fuera aceptada su petición de ingreso en la CEE. De suma importancia fue, en este sentido, la Declaración de Múnich, firmada por toda la oposición y fuertemente contestada por el Régimen.

Por otra parte, estos años fueron de descolonización en el contexto internacional. Aprovechando la situación, España reclamó la devolución de Gibraltar. La ONU llegó a dar la razón a España, pero Gran Bretaña no cedió.

3. El Declive del Régimen

a) El Gobierno de Carrero Blanco (1969-1973)

Después del escándalo político-financiero originado por el caso Matesa, Franco separó del gobierno a los ministros responsables y el vicepresidente Carrero se hizo cargo del gobierno. Intentó relanzar con éxito la economía. En política exterior se firmó un acuerdo comercial con la CEE y estableció relaciones diplomáticas con China y con la República Democrática de Alemania. En el aspecto cultural y educativo reformó el sistema, extendiendo la enseñanza básica gratuita.

Pero también hubo una serie de fracasos. Al mismo tiempo, ETA se mostró especialmente activa. La respuesta del gobierno fue endurecer en 1971 la Ley del Orden Público de 1959. Todo ello provocó una profunda crisis en el Gobierno tras la que Franco separó la Jefatura del Estado y la del gobierno. Carrero Blanco, Jefe de Gobierno, apenas si se estrenó: el 20 de diciembre de 1973, el presidente Carrero Blanco moría en Madrid víctima de un atentado de ETA.

b) El Gobierno de Arias Navarro

Su sucesor fue Carlos Arias Navarro. Pretendió dar una imagen de ruptura con la etapa de Carrero y en un discurso pronunciado ante las Cortes en febrero de 1974 parecía adoptar una vía aperturista al declararse partidario de ciertas reformas y de la aprobación de un estatuto de Asociaciones.

c) Circunstancias Adversas para el Régimen

El régimen se enfrentó a una serie de crisis y presiones externas e internas:

  • Crisis económica de 1973: Subida de los precios, aumento del paro y la inestabilidad social, descenso del turismo, retorno de emigrantes y disminución de divisas.
  • Crisis política de 1975: La “Marcha Verde” (en el Sáhara Occidental).
  • Crisis de Portugal de 1974: La Revolución de los “Claveles”.
  • Presiones de la CEE.
  • Críticas de la Iglesia.
  • Incremento del terrorismo de ETA.

4. Evolución Socioeconómica del Segundo Franquismo

El Plan de Estabilización (1957-1959)

Las dificultades que, a partir de 1956, se fueron acumulando en el campo de la economía provocaron una radical modificación en la política económica del régimen franquista. Algunas medidas clave fueron:

  1. Reducción del gasto excesivo del Estado y del de los particulares.
  2. Desaparición progresiva de los controles del Gobierno sobre las actividades económicas.
  3. Apertura de la economía española a los mercados exteriores.

La España del Desarrollismo

Los resultados del Plan de Estabilización fueron inmediatos. A partir de 1961 se produjo un fuerte crecimiento económico calificado por algunos como el “milagro español”. El crecimiento se basó en una fuerte expansión industrial que se produjo por los bajos salarios y la masiva llegada de capitales extranjeros. El crecimiento industrial atrajo a un gran número de campesinos.

En el sector servicios, el sector turístico fue el verdadero motor de la economía: miles de europeos acudían a España aprovechando los bajos precios, la amplia oferta de sol y playa y la existencia de una infraestructura hotelera en rápida expansión. La balanza comercial era deficitaria, pero la balanza de pagos se equilibraba por los ingresos del boom del turismo y por las remesas de los emigrantes españoles en Europa.

A partir de 1963 el Gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo, copiados del modelo francés. Desde el Gobierno se marcaban objetivos económicos a cumplir cada tres años en determinados sectores, complementando las medidas con subvenciones públicas e incentivos fiscales. Se aplicaron en los Polos de Desarrollo (industrialización de una zona y desequilibrios territoriales). En junio de 1970 España y la CEE firmaron un Acuerdo Preferencial que estuvo en vigor hasta la plena integración de nuestro país en la CEE, el 1 de enero de 1986.

5. Las Fuerzas Antifranquistas hasta 1973

Una de las características más importantes es el debilitamiento de la oposición exterior que solo en los últimos años, y ante la inminencia de la próxima muerte de Franco, cobra fuerza. Por el contrario, en el interior la oposición se diversifica y se hace socialmente más amplia, fenómeno paralelo a la disminución de la feroz represión de la etapa anterior.

La Oposición Social

El único grupo organizado con cierto protagonismo fue el Partido Comunista. Las protestas obreras, especialmente en las zonas industrializadas, fueron en aumento desde 1962. En 1964 surge el sindicato clandestino Comisiones Obreras (CCOO). Su táctica fue entrar en las organizaciones del régimen y aprovechar los cauces oficiales para organizar a los trabajadores. A finales del franquismo era el sindicato más importante. Otras organizaciones tradicionales como la UGT o la CNT no consiguieron levantar cabeza en estos momentos.

La propia Iglesia Católica ya no era la institución monolítica que apoyaba al régimen. Después del Concilio Vaticano II (1962-1965), la jerarquía católica se aleja del franquismo, y era más abierto el rechazo por parte de los sacerdotes.

La Oposición Política

De todos los movimientos que en el interior luchaban contra el franquismo, el más organizado y el que contaba con más apoyos era el PCE (Partido Comunista de España). Su estrategia política consistía en el entrismo, es decir, entrar en las organizaciones legales del Movimiento y en todo tipo de asociaciones más o menos legales. Muy vinculado a este partido estaba el sindicato Comisiones Obreras.

En la derecha, la oposición al régimen estaba integrada por varias tendencias, entre ellas los monárquicos y la Democracia Cristiana. Este último grupo participó en 1962 en el Congreso del Movimiento Europeo en la ciudad alemana de Múnich. El régimen consideró esta reunión como una conspiración y lo denominó el “contubernio” de Múnich, y muchos de los participantes en ese encuentro fueron arrestados al volver a España.

De la misma manera se vigorizó también la oposición de los partidos nacionalistas. De esta etapa es también ETA, que surgió en 1959 como una escisión del PNV que mezclaba principios marxistas y nacionalistas. A partir de 1968 adoptó la estrategia de la lucha armada contra el franquismo, al que castigaría duramente en sus últimos años. El atentado más famoso fue el que segó la vida del presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco en 1973.

6. La Crisis del Tardofranquismo

La oposición es consciente de que el fin está próximo y se inician los primeros contactos para organizar la España democrática. Este periodo es clave para entender qué va a suceder en España tras el fallecimiento de Franco.

Fuerzas Políticas en el Exterior

Dentro de la ilegalidad y actuando tanto dentro como fuera del país, las principales formaciones políticas opuestas a la continuidad del franquismo fueron:

  • Monárquicos partidarios de retornar al sistema constitucional, con Don Juan de Borbón.
  • PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
  • PCE (Partido Comunista de España).

Los Primeros Pasos para Formar Alianzas

  • Julio de 1974: Se constituye en París la Junta Democrática, integrada por el PCE, Comisiones Obreras, Partido Socialista Popular (dirigido por Tierno Galván), Carlistas, políticos vinculados a Don Juan, entre otros.
  • Junio de 1975: El PSOE (cuyo secretario era ya Felipe González) animó a la formación de la Plataforma de Convergencia Democrática, a imitación de la iniciativa Comunista.

El Papel de los Aperturistas en el Interior

Además de estas fuerzas “ilegales”, en el escenario que decide cuál será el futuro político de una España sin Franco también cuenta el papel político desempeñado por el cada vez más fuerte sector aperturista del franquismo (Fraga, Fernández Ordóñez, Pío Cabanillas…). Estos reclaman una reforma constitucional a partir de las instituciones y las leyes franquistas. En este punto coinciden con las ideas de la Plataforma de Convergencia Democrática.

7. Breve Memoria del Llamado “Contubernio de Múnich”

El «Contubernio de Múnich» fue un término peyorativo acuñado por el diario falangista para ridiculizar el IV Congreso del Movimiento Europeo, celebrado en Múnich en 1962, en plena oleada de huelgas mineras en Asturias, y tras un primer y fallido intento español de ingresar en la Comunidad Económica Europea.

Participaron en el congreso 118 políticos españoles de todas las tendencias opositoras al régimen franquista, tanto del interior como del exilio, excepto del Partido Comunista de España, reunidos bajo la autoridad moral de Salvador de Madariaga que, al concluir la reunión, afirmó: «Hoy ha terminado la Guerra Civil». La reunión de los opositores españoles alcanzó aún más repercusión porque produjo la represión política más sonada de la oposición de centro y derecha durante todo el franquismo.

Franco, encolerizado por el repentino activismo de grupos que hasta entonces no habían ejercido más que una tímida oposición al régimen dentro de las fronteras españolas, encarceló, deportó y exilió a los asistentes a medida que retornaban a España. Así, el mismo 8 de junio publicó el decreto-ley 17/1962 que suspendía por dos años el derecho de libre residencia, garantizado en la legislación franquista por el artículo 14 del Fuero del Trabajo.

La reacción del Régimen contra los participantes en la reunión en Múnich causó fuertes críticas en el extranjero, sobre todo en la Comunidad Económica Europea a la que España había solicitado la asociación pocos meses antes, solicitud que quedó prácticamente sin posibilidades de avanzar a partir del «contubernio». Franco se dio finalmente cuenta de que «su reacción ante el Congreso de Múnich había sido un grave error».