La Formación del Relieve Peninsular: Eras Geológicas Clave
La configuración actual del relieve peninsular es el resultado de millones de años de complejos procesos geológicos. A continuación, se detallan las principales eras y eventos que lo han modelado:
1. Era Primaria o Paleozoica (600-225 millones de años)
Durante esta era, la orogénesis herciniana dio lugar a la formación de las cordilleras hercinianas, constituidas por materiales silíceos como granitos, cuarcitas y pizarras. Entre los macizos formados se encuentran el Macizo Hespérico, el de Aquitania, el Catalano-Balear, el del Ebro y el Bético-Rifeño. El Macizo Hespérico, en particular, constituye el actual zócalo de la Meseta Central.
2. Era Secundaria o Mesozoico (225-68 millones de años)
Este fue un período de calma orogénica. La erosión continuó arrasando los viejos macizos, depositando los materiales resultantes en el fondo del mar, especialmente en las fosas Bética y Pirenaica. El Macizo Hespérico recibió capas de sedimentos que formaron una cobertera plástica, la cual descansa sobre el rígido zócalo paleozoico.
3. Era Terciaria (68-2 millones de años)
La Era Terciaria es el período clave en la formación del relieve peninsular. En ella se produjo la trascendental orogenia alpina, que afectó tanto al rígido zócalo paleozoico como a las capas de sedimentos plásticos. Sus principales consecuencias fueron:
- Los sedimentos depositados en los geosinclinales marinos se plegaron, dando origen a los Pirineos y los Sistemas Béticos.
- Se originaron las depresiones del Ebro y del Guadalquivir.
- Se formaron los rebordes montañosos de la Meseta, como la parte oriental de la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico. Bajo estas montañas plegadas, el zócalo se fracturó y en algunos lugares llegó a aflorar en superficie (conocido como estilo sajónico).
- La presión de la orogenia alpina sobre los materiales antiguos, más duros y rígidos del zócalo Hespérico, produjo un resquebrajamiento en bloques separados por fallas. Los bloques que se levantaron (horst) dieron lugar a la formación de unidades montañosas como el Macizo Galaico, el Sistema Central y los Montes de Toledo. La zona sur se hundió, dando origen a la flexión-falla de Sierra Morena. Los bloques hundidos formaron las cuencas sedimentarias de la Meseta.
- Los zócalos paleozoicos de Aquitania, Catalano-Balear y Bético-Rifeño se fracturaron, emergiendo restos en el Pirineo central, la zona norte de la Cordillera Costero-Catalana y el sur de las Béticas (Penibética).
Simultáneamente, en estas unidades de relieve se produjeron diversos procesos erosivos que arrancaron materiales de las zonas elevadas y los depositaron en las deprimidas. Estos materiales (margas, arcillas, areniscas, yesos y calizas) recubrieron las partes hundidas, formando cuencas sedimentarias y depresiones subalpinas. A finales del Terciario, la Meseta basculó hacia el Oeste, configurándose así la red hidrográfica actual.
4. Era Cuaternaria (iniciada hace 2 millones de años)
Este es un período de tranquilidad orogénica, en el que continúan los procesos erosivos iniciados en la época anterior. Adquieren especial importancia el modelado glaciar (con sus valles en U, circos y morrenas) y el modelado de origen fluvial (con hoces o tajos, terrazas, glacis y cárcavas).
El Roquedo Peninsular: Tipos de Rocas y Modelados Característicos
El tipo de roca predominante en una región influye directamente en las formas de relieve que se desarrollan. En la Península Ibérica, distinguimos principalmente tres grandes áreas litológicas:
1. El Área Silícea
Corresponde a las zonas donde afloran hoy en superficie restos de los macizos paleozoicos. Ocupa la parte occidental de la península (Galicia y Asturias, oeste de la Meseta, Sistema Central, Montes de Toledo y Sierra Morena) y aparece parcialmente en las cordilleras terciarias (Pirineos, Penibética, Cordillera Costero-Catalana y Sistema Ibérico). Las rocas características son el granito, el gneis, las cuarcitas y las pizarras.
Las formas de relieve resultan de la erosión del agua y del hielo, que actúan a través de diaclasas (fisuras de las rocas), rompiendo la roca y provocando el desprendimiento de bloques individualizados.
Relieves Característicos del Área Silícea:
- En las zonas de alta montaña, el agua se filtra por las fracturas de las rocas y, al helarse, aumenta de volumen y las rompe (proceso conocido como gelifracción). El resultado es la formación de crestas agudas, escarpadas y dentadas denominadas galayos, y de canchales o acumulaciones de fragmentos de rocas rotas al pie de las montañas.
- En las zonas menos elevadas, las fisuras o diaclasas de las rocas propician un modelado en el paisaje de formas suavemente onduladas y redondeadas, llamadas domos. Junto a los domos, también aparecen las características bolas graníticas, que pueden amontonarse formando berrocales. En ellos son típicos los tores (apilamientos de bolas) y las rocas caballeras (bloques de piedra situados en equilibrio sobre otros).
2. El Área Caliza
Se extiende por el este de la península, formando una enorme “Z” invertida que incluye la Cordillera Costero-Catalana, los Pirineos, las Montañas Vascas, el sector oriental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y las Subbéticas. Está compuesta por materiales sedimentarios (calizas, margas, yesos) depositados en los fondos marinos durante el Secundario, que fueron plegados en el Terciario con la orogenia alpina.
La caliza es una roca dura y permeable, y en ella se desarrolla el modelado cárstico, resultado de la disolución de la caliza por la acción del agua. Los elementos característicos de este modelado son:
- Lapiaces o Lenares: Surcos o cavidades separados por tabiques más o menos agudos, formados por la acción del agua en escorrentía sobre las vertientes u otras superficies.
- Gargantas, Foces u Hoces: Valles estrechos y profundos flanqueados por vertientes abruptas, excavados por los ríos.
- Poljes: Depresiones alargadas de fondo horizontal rodeadas de vertientes abruptas, recorridas por corrientes de agua que desaparecen súbitamente en sumideros o pozos (llamados ponores) y continúan circulando subterráneamente.
- Dolina o Torcas: Grandes cavidades formadas en lugares donde el agua se ha estancado. Pueden tener diversas formas (circulares, de embudo…) y a veces se unen con otras dolinas para formar uvalas.
- Cuevas: Se forman cuando el agua se infiltra y circula subterráneamente, creando cavidades y galerías. En ellas aparecen las estalactitas (formaciones que cuelgan del techo, a partir del agua que gotea) y las estalagmitas (formaciones que crecen desde el suelo).
- Simas: Aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías subterráneas.
3. El Área Arcillosa
Corresponde a las depresiones exteriores, a las cuencas sedimentarias de las dos Castillas y a las llanuras litorales, donde a lo largo del Terciario y Cuaternario se depositaron potentes materiales sedimentarios como arcillas, margas o yesos. Estos materiales son fácilmente erosionables, dando lugar a formas de relieve horizontales.
Tipos de Relieve en el Área Arcillosa:
- La erosión ocasionada por los ríos separa estructuras horizontales que, debido al desgaste erosivo, forman llanuras suavemente onduladas denominadas campiñas.
- En las zonas donde alternan largos periodos secos y calurosos con otros de lluvias cortas y torrenciales, y ha desaparecido la protección vegetal, el agua desgasta intensamente las vertientes. En ellas se forman cárcavas o surcos estrechos y profundos separados por aristas que se asemejan a montañas en miniatura. Su extensión sobre una zona origina el denominado paisaje de badlands (o malas tierras/malpaís).
4. El Relieve Causado por la Erosión Diferencial
La erosión diferencial es un proceso clave en la configuración del relieve, donde la resistencia de los materiales rocosos a la erosión varía, creando formas distintivas:
Estratificación Horizontal: Páramos, Cerros Testigo y Antecerros
Cuando los estratos son horizontales y alternativamente duros y blandos, los ríos abren valles que separan plataformas elevadas llamadas páramos. Los páramos tienen una cima horizontal formada por el estrato duro y flancos cóncavos. A medida que los flancos se erosionan más rápidamente, los páramos se reducen y acaban convirtiéndose en cerros testigo y, posteriormente, en antecerros cuando desaparece el estrato superior.
Estratificación Inclinada: Cuestas
Cuando los estratos están inclinados y alternan materiales duros y blandos, se forman cuestas. En ellas se distinguen un dorso, constituido por el estrato duro inclinado, y un frente, con una cornisa de fuerte pendiente (formada por la capa dura) y una parte inferior de capa blanda donde la erosión es más rápida.
Estratificación Plegada: Relieves Apalachense y Jurásico
Cuando los estratos están plegados, se distinguen dos tipos principales de relieve:
- Relieve Apalachense: Se forma sobre un relieve montañoso herciniano, arrasado y nivelado por la erosión, que posteriormente es rejuvenecido y reactivado por nuevos procesos erosivos. Se caracteriza por capas duras que forman crestas paralelas, largas y estrechas, separadas por depresiones abiertas en las capas blandas.
- Relieve Jurásico: Se forma en las cordilleras jóvenes, constituido por pliegues anticlinales y sinclinales. En los anticlinales, la erosión del agua crea valles perpendiculares a la cumbre (cluse) y valles paralelos a la cumbre (combes anticlinales). La erosión de los anticlinales puede dejar levantados a los valles sinclinales, invirtiendo el relieve original.
Es importante recordar que los zócalos son llanuras o mesetas formadas en la Era Primaria o Paleozoico como resultado del arrasamiento por erosión de cordilleras surgidas en las orogénesis de esta misma era. Los materiales paleozoicos son silíceos (granito, pizarra, cuarcita y esquistos), son rígidos y no se pliegan fácilmente.
La Meseta Central: Estructura y Unidades de Relieve
La Meseta Central es la unidad morfoestructural más extensa de la Península Ibérica, caracterizada por su complejidad geológica y variedad de paisajes. Se distinguen tres grandes unidades:
1. Las Penillanuras
Corresponden a los afloramientos del antiguo zócalo paleozoico y están constituidas por materiales silíceos. Aparecen en la parte occidental de la Meseta, formando las extensas penillanuras zamorano-salmantina-extremeña. El relieve presenta superficies llanas, suavemente onduladas, con relieves residuales (constituidos por rocas más resistentes a la erosión, como las cuarcitas) y profundos tajos o gargantas (como los Arribes del Duero o el Tajo de Alcántara) producidos por los ríos que se encajan en estos materiales duros.
2. Las Cuencas Sedimentarias
Ocupan la parte central y oriental de la Meseta. En ellas, el zócalo paleozoico, fracturado y hundido durante la orogenia alpina, está recubierto por potentes materiales sedimentarios terciarios: blandos en la parte inferior (arcillas, yesos y margas) y más resistentes en la superior (calizas).
- La cuenca de la Submeseta Norte es más alta (800-850 m de altitud media), pertenece a una sola cuenca hidrográfica (la del Duero) y está casi totalmente encerrada por montañas.
- La cuenca de la Submeseta Sur es más baja (500-700 m) y está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo, que la dividen en dos cuencas hidrográficas: la del Tajo y la del Guadiana.
Formas de Relieve en las Cuencas Sedimentarias:
El resultado de la erosión sobre estos materiales ha sido un relieve característico de páramos, campiñas y cuestas:
- Los Páramos: Son superficies estructurales planas y elevadas formadas por los estratos duros calizos. A medida que la erosión actúa y disminuyen de tamaño, pueden convertirse en mesas. Los páramos se localizan en la zona norte y este de la cuenca de la Submeseta Norte, y en la zona este de la Submeseta Sur (La Alcarria, Mesa de Ocaña y La Mancha).
- Las Campiñas: Son llanuras bajas suavemente onduladas, recorridas por ríos. Se forman donde los páramos han sido erosionados y afloran las arcillas y margas de los niveles inferiores. En ellas son frecuentes los cerros testigo u oteros, restos de los antiguos páramos. Las campiñas más destacadas son las recorridas por los ríos Duero, Tajo y Guadiana.
- Las Cuestas (o Glacis): Son zonas inclinadas que conectan los páramos con las campiñas.
3. Las Sierras Interiores de la Meseta
La Meseta aparece dividida por los macizos montañosos del Sistema Central y los Montes de Toledo.
- El Sistema Central: Es una alineación montañosa NE-SO que divide la Meseta en dos submesetas. Esta alineación no es una verdadera cordillera de plegamiento, sino un sistema montañoso (un macizo antiguo de estilo germánico o horst), surgido como consecuencia de la fracturación del zócalo paleozoico durante la orogenia alpina. Está formado por una serie de sierras alargadas (Somosierra, Guadarrama, Gredos y Gata, y la Sierra de la Estrella en Portugal) separadas por pasillos o corredores que unen las dos submesetas. En ellas predominan los materiales silíceos y las cumbres suelen ser suaves.
- Los Montes de Toledo: Corresponden también a estructuras falladas sobre el zócalo paleozoico, pero tienen menor vigor topográfico, con montañas de escasa altitud (por debajo de los 1500 m). En estos montes, el modelado ofrece algunos ejemplos de relieve apalachense (las cuarcitas, más resistentes, forman las cumbres, mientras los valles se han excavado en las pizarras, más blandas). Su sierra más importante es la de Guadalupe.