Marx y Kant: Diálogos Filosóficos sobre Emancipación, Realidad y Transformación Social

La Búsqueda de la Unidad Social y la Reflexión Histórica

Más concretamente, en nuestro país, desde la Transición española, se ha intentado cerrar las franjas que antes dividían a las dos Españas, muchas veces sin un resultado visible. En general, en cada uno de los países que nos rodean, la gente trata de unir lazos y no romperlos. Si le preguntáramos a una persona que vive en una tribu africana si prefiere seguir enfrentándose con la tribu de al lado o, por el contrario, lograr una paz duradera, posiblemente nos respondería rápidamente que, en las condiciones de vida en las que se encuentra, no comprende la razón por la que, seguramente por un conflicto de sus antepasados, todavía hoy se siguen enfrentando ambas familias. Y desearía que todo conflicto terminase.

Analizando nuestra historia, podemos encontrar situaciones de las que prácticamente todos los grupos sociales se avergüenzan: asesinatos de población civil, bombardeos de ciudades enteras, campos de concentración… Si nos avergonzamos de todas estas situaciones, ¿por qué seguir buscando aquello que nos diferencia de los otros? ¿Acaso no es mejor buscar todo aquello que nos une frente a lo que nos diferencia? Oponiéndome a esta idea marxista, creo que lo que verdaderamente ha escrito la historia de la humanidad, nuestra historia, no han sido las situaciones de conflicto, sino, por el contrario, la forma en que hemos salido de ellas y, asimismo, aprendido.

Marx y la Filosofía: Un Diálogo con sus Predecesores

Marx y Kant: Emancipación y Progreso

Karl Marx y Immanuel Kant buscan lograr la emancipación humana, individual y política. Ambos hablan de un progreso lineal, aunque Marx defiende la revolución mientras Kant se opone a ella. Kant busca la sociedad cosmopolita, y Marx, la sociedad comunista o socialista (justa e igualitaria). Kant formuló un imperativo categórico con el que defendía que los seres humanos deben ser tratados como fines en sí mismos y con dignidad; Marx, con una idea similar, denuncia la alienación del trabajador en el capitalismo. Para Marx, el ser humano desarrolla su máximo potencial en el trabajo; para Kant, en la razón.

La Concepción de la Realidad: Materialismo vs. Idealismo

Ambos filósofos difieren en la concepción de la realidad: Kant (idealista) considera que es una construcción del sujeto y niega el conocimiento de los noúmenos, mientras que Marx aboga por una concepción materialista y defiende que sí conocemos la realidad. Esta concepción (el giro materialista) fue un aspecto que Marx encontró en el pensamiento de Ludwig Feuerbach.

Feuerbach se opuso al idealismo hegeliano, ya que para él la realidad se halla en las cosas naturales y concretas que nos rodean, las cuales son menospreciadas por la especulación idealista. Asimismo, tanto Marx como Friedrich Engels criticaron la corriente idealista de Georg Wilhelm Friedrich Hegel, quien creía en un ente abstracto (el Espíritu) que existe de forma independiente de lo material.

Aun así, la postura materialista de Marx no acepta el materialismo clásico de Feuerbach (no podemos afirmar que el ser humano es un ser contemplativo determinado por la materia) ni tampoco el idealismo (pues la realidad del ser humano es independiente de su pensamiento; la historia no es un reflejo del pensar). Por ello, Marx adopta ambas posturas, creando un nuevo paradigma: el ser humano es esencialmente alguien que hace y, en la medida en que hace (crea), conoce y se hace a sí mismo. Para Marx, el ser humano es un ser práctico cuyas actividades se mueven por intereses, y esta actividad forma parte del mundo y lo transforma. Además, Marx introduce el elemento activo-práctico-revolucionario del sujeto (el materialismo humanizado) e intenta vincular la teoría a la práctica para sacar al mundo de su situación precaria.

La Alienación: Perspectivas de Hegel, Feuerbach y Marx

Asimismo, aunque Feuerbach, Hegel y Marx afirman la existencia de la alienación (un sujeto pierde su propio ser y se convierte en algo contrario a su propia esencia), cada uno de ellos la sitúa en lugares distintos.

Hegel creía que el Espíritu (conjunto de ideas, pensamientos, conocimiento del ser humano y la humanidad, la conciencia) es el sujeto alienado. Feuerbach, aunque influenciado por Hegel, consideraba que es el ser humano el que está alienado, y esto radica en que, en su afán de autoconocerse, el ser humano proyecta fuera de sí mismo una serie de atributos o cualidades propias hacia un ser o Dios creado por él mismo. Esta alienación religiosa debe superarse admitiendo que Dios es un constructo humano.

Marx, por otro lado, creía que la causa de la alienación del ser humano está en las condiciones sociales de explotación que impiden que se posea a sí mismo. Además, cuestionó a Feuerbach por centrarse en criticar la religión, y aunque es cierto que los seres humanos la buscan como consuelo, consideraba que lo necesario era criticar la situación socioeconómica que hace que el ser humano la busque.

La Dialéctica: De Hegel a Marx

Marx, quien compartía con Hegel la idea de que la realidad no es estática sino dinámica y cambiante, está llena de contradicciones que la obligan a transformarse y superarlas. Marx, influenciado por los jóvenes hegelianos de izquierdas, entendió este dinamismo no como fruto del despliegue de la conciencia (como Hegel), sino como un producto de las fuerzas y las relaciones materiales que se dan en la realidad.

Tomó de Hegel la dialéctica como forma de estudiar y entender las contradicciones que se dan en la historia. Eso sí, mientras Hegel la limitó al campo de las ideas, Marx, quien se opuso a su idealismo con el materialismo, la enfocó como dialéctica de la realidad material. Esta no intenta justificar la realidad, sino transformarla (revolución) y se da entre los hechos sociales. Este materialismo (donde la relación infraestructura-superestructura es clave) defendió que no son las ideologías las que determinan una realidad concreta, sino que, precisamente, es la realidad material la que produce su propia ideología. Para Marx, establecer que la infraestructura determina a la superestructura es una forma de acentuar la importancia de lo material sobre lo intelectual. Por último, para Marx la materia sigue una estructura basada en tesis, antítesis y síntesis, de la misma forma que las ideas según Hegel.

Marx y Platón: Acción vs. Contemplación

Por otro lado, podemos diferenciar a Marx y a Platón: Marx era revolucionario y realista, y consideraba que el ser humano es activo y práctico; mientras que Platón se basaba en el idealismo y veía al ser humano como un ser contemplativo.

Otras Fuentes del Pensamiento Marxista

Finalmente, otras fuentes del marxismo fueron los anarquistas (Mijaíl Bakunin), con quienes coincidía en transformar la sociedad, pero los medios propuestos para conseguirlo divergían; y el socialismo utópico, que reivindicaba reformas sociales y fue criticado por la ingenuidad y falta de validez científica de sus proyectos. Asimismo, otros pensadores (Adam Smith y David Ricardo), que propusieron legitimar el liberalismo económico del capitalismo, fueron cuestionados por Marx. Finalmente, otra fuente fue la economía política, de donde tomó la idea de que el trabajo es la fuente de la riqueza.