La Filosofía Moral y Política de David Hume: Sentimiento, Utilidad y Sociedad

Ética

El objetivo principal de las investigaciones epistemológicas de Hume consistía en determinar el alcance y el valor del conocimiento humano para, de esta manera, poder poner fuera de juego todo dogmatismo y todo fanatismo.

Por tanto, tanto su postura ética como la política seguirán vías distintas a las racionalistas para dar una mayor importancia a los sentimientos.

La Falacia Naturalista

Hume critica la moral racionalista porque en ella se da un salto ilegítimo del ser al deber ser. De la descripción de lo que es, no se deduce en modo alguno lo que debe ser. Esto se conoce como la falacia naturalista.

El Emotivismo Moral de Hume

Según Hume, la moral se halla fundamentada en el sentimiento. Siguiendo el camino iniciado anteriormente por Shaftesbury, nos dirá que el bien y el mal morales no podemos descubrirlos en los actos, pues no son características objetivas de estos que se puedan descubrir mediante un riguroso análisis de los mismos; sino que se encuentran en nuestros sentimientos. Se impone, pues, mirar hacia nuestro interior.

Lo único que es propio del sujeto, que procede de su interioridad, son las impresiones de reflexión. Estas impresiones son lo que se conoce como sentimientos. Pues bien, los sentimientos son la única base sobre la que, según Hume, se puede fundamentar la moral. Cuando emitimos un juicio de valor acerca de un hecho, lo único que estamos haciendo es expresar los sentimientos que nos produce este hecho, que se reducen a dos básicos: agrado o desagrado. Así, cuando emitimos el juicio de valor “no debes robar”, lo que en el fondo estamos diciendo es “me desagrada que robes”. A esta postura, que parte de que lo moral se funda en los sentimientos, se le conoce como emotivismo moral.

Precursor del Utilitarismo

Hume dice, además, que en muchos casos nos agrada lo que es socialmente útil y nos desagrada lo que es socialmente perjudicial. Esto convierte a Hume en precursor del movimiento utilitarista, nacido en Inglaterra a comienzos del siglo XIX.

Egoísmo, Altruismo y Simpatía

Los seres humanos, de manera natural, son egoístas, pero dicho egoísmo muestra también aspectos altruistas que nos llevan a experimentar sentimientos de alegría por el bien ajeno y sentimientos de repulsa por su dolor. Por otra parte, gracias a estos sentimientos de simpatía hacia nuestro prójimo, podemos corregir los sentimientos egoístas y considerar nuestra conducta desde el punto de vista del bien de todos.

Ahora, ¿cómo se produce esta comunicación de estados de ánimo entre los hombres? A partir de la conversación con los otros, podemos hacernos una idea de las pasiones de ese individuo. Esa idea de sus pasiones puede ser tan intensa que se convierte ella misma en una pasión para nosotros. Así surge la simpatía.

Mecanismos de la Simpatía

Gracias a dos leyes básicas de asimilación, la semejanza y la contigüidad, podemos hacernos una idea de las pasiones de los otros. Es decir, por pertenecer a la especie humana, ya tenemos una serie de semejanzas con los otros hombres que nos permiten hacernos cargo de sus estados de ánimo; y, por otra parte, es necesario que exista una contigüidad entre esas personas y nosotros (que estemos en relación con ellas) para que se produzca la simpatía.

Podemos indicar que el centro de la moral de Hume lo constituye un sentimiento de alegría y satisfacción por el bien propio y el ajeno, y un sentimiento de conmiseración por nuestras desgracias y por las de los demás.

Política

Hume fue moderado y enormemente prudente en sus planteamientos políticos. En primer lugar, rechazó, al mismo tiempo, las doctrinas que defendían el origen divino del poder (pues ninguna evidencia tenemos de ello) y las del pacto social (pues cree que únicamente dentro de la sociedad, previamente establecida, pueden tener sentido los pactos y, por otra parte, cuesta mucho suponer en los seres primitivos capacidades intelectuales para establecer pactos consistentes).

Origen de la Sociedad

En segundo lugar, para nuestro autor, el origen de la sociedad pudo deberse a un instinto, el instinto sexual, que llevó a la formación de la familia y, de aquí, a la sociedad. En este paso jugó un papel importantísimo la utilidad: la tendencia a la defensa común y la necesidad de proteger las propiedades del grupo familiar.

El Gobierno y la Utilidad Común

Ahora bien, dado que en las relaciones sociales surgen problemas, es necesario establecer un gobierno que intente reducir las intensas tensiones y procure conseguir la utilidad común. Es decir, el fin del gobierno es la utilidad común.

Derechos, Libertad y Sublevación

Hume señala que el derecho y la libertad deben defenderse siempre y, en este sentido, reconoce el derecho del pueblo a la sublevación contra un régimen tiránico. Pero, al mismo tiempo, tiende a recomendar a los pueblos moderación y paciencia con las injusticias de sus gobernantes, pues, a veces, la rebelión puede ser peor que soportar ciertas injusticias. De cualquier manera, cree conveniente que los gobiernos sean tolerantes y respeten la libertad de pensamiento, de creencias y de manifestaciones religiosas.

Consideración Final

Para finalizar, cabe señalar que contrasta el pensamiento y el significado histórico de Hume con su filiación política, pues fue militante Tory, partido que en lo político propendía al autoritarismo y en lo religioso a la intolerancia.