Variedades Dialectales del Español: Características del Castellano Peninsular y Americano

Introducción a las Variedades Geográficas del Español

Los dialectos son variedades geográficas de una lengua que se caracterizan por tener una serie de peculiaridades lingüísticas que se extienden por zonas imprecisas de un área geográfica.

A pesar del vasto dominio geográfico en el que se habla, el castellano mantiene una fuerte unidad. No obstante, presenta distintas variedades dialectales. Habitualmente se suele diferenciar entre el castellano hablado en la Península Ibérica y el hablado en América, aunque este último comparte muchos rasgos propios con los dialectos meridionales de España. De hecho, buena parte de los rasgos que definen el sistema lingüístico de las áreas meridionales de la Península se encuentran en toda Hispanoamérica.

División Dialectal en la Península Ibérica

En cuanto a las variantes dialectales de la Península, se distinguen dos zonas principales:

  1. La zona norte: Se identifica con las tierras castellanizadas en época más temprana y muestra una tendencia más conservadora y estable.
  2. La zona sur: Es más evolucionada en su pronunciación y se corresponde con el área peninsular en la que más tarde se extendió y consolidó el castellano.

El Español Septentrional

Ocupa el área geográfica donde nació el castellano y la de su primera expansión. No encontramos una variedad homogénea, sino múltiples peculiaridades según las zonas:

Características del Castellano Central

La zona central se extiende desde Cantabria hasta el sur, por Madrid, hasta La Mancha. Los rasgos propios de este castellano central son:

  • Leísmo, laísmo y loísmo.
  • Relajación y pérdida de la *-d* intervocálica, sobre todo en el sufijo *-ado*.
  • Es normal la pronunciación fuerte de la *-d* final de palabra, que se pronuncia como /z/ (ej. *Madriz*).
  • Adición de una *-s* en la segunda persona del singular del pretérito perfecto simple (ej. *comistes*).
  • Uso del infinitivo con valor de imperativo (ej. *salir todos de aquí* en vez de *salid*).

Características del Castellano Aragonés (El Baturro)

Se caracteriza por la entonación ascendente y por alargar la vocal final. Otros rasgos son:

  • Se emplea el diminutivo *-ico*.
  • Se pronuncian como graves algunas palabras esdrújulas (ej. *camára*).
  • Se usa la coletilla “pues”.
  • Uso del condicional en vez del imperfecto de subjuntivo (ej. *si vendría, lo vería*).

Características del Castellano Occidental

En la zona occidental se percibe la influencia del asturleonés, siendo sus rasgos más acusados en Asturias:

  • Cierre de las vocales finales *-e*, *-o* en /i/, /u/ respectivamente (ej. *hielu*).
  • Posposición de los pronombres átonos (ej. *recibiome*).
  • Uso de verbos intransitivos como transitivos (ej. *me quedé el paraguas en casa*).
  • Apócope de la /e/ en las terceras personas verbales (ej. *tien* por *tiene*).
  • Diminutivos en *-ina*, *-ino* (ej. *guapina*).
  • Conservación de la negación arcaizante *non*.
  • Uso del artículo ante el posesivo (ej. *esa es la mi casa*).

El Castellano en Zonas Bilingües

El contacto con el catalán, el gallego y el vasco provoca que el castellano hablado en estas zonas adopte una forma peculiar, lo que comúnmente llamamos “acento”.

Rasgos del Castellano en Cataluña

  • Pronunciación de la *-d* final como una *-t*.
  • Tendencia al seseo.
  • Uso del artículo con los nombres propios.
  • El dequeísmo.
  • Uso del plural en la forma impersonal de *haber* (ej. *habían*).

Rasgos del Castellano en Galicia

  • La entonación es peculiar.
  • Rasgos fonéticos son el cierre de las vocales *-e*, *-o* finales.
  • Reducción de grupos consonánticos cultos (ej. *perfeto*, *inorar*).
  • Es característico el uso exclusivo del pretérito perfecto simple (ej. *ahora lo vi*, en vez de *ahora lo he visto*).

Rasgos del Castellano en el País Vasco y Navarra

  • Son frecuentes las alteraciones en el orden de palabras dentro del enunciado.
  • Uso del condicional en vez del imperfecto de subjuntivo (ej. *si vendría se lo daría*).

Los Dialectos Meridionales

El andaluz, el extremeño, el murciano y el canario son los dialectos meridionales del castellano. Comparten rasgos entre sí y también con el español de América. Algunos rasgos comunes son:

  • Yeísmo: Pronunciación de la grafía “ll” como /y/, de manera que palabras como *pollo* y *poyo* dejan de distinguirse fonéticamente.
  • Aspiración de la /s/ implosiva (ej. *[mahcar]*).
  • Neutralización de /r/ y /l/ en posición implosiva (ej. *[arma]* por *alma*).
  • Relajación o pérdida de la *-d* intervocálica o ante /-r/ (ej. *vestío* por *vestido* y *pare* por *padre*).

El Andaluz

Se habla en las ocho provincias andaluzas. No es homogéneo y presenta variedades locales. Se establecen dos zonas: occidental y oriental. Sus principales rasgos son:

  • Alternancia entre seseo y ceceo. Predomina el seseo en las provincias de Jaén, Córdoba y norte de Huelva y Sevilla; el ceceo es mayoritario desde Granada a Huelva. Sin embargo, la situación no es regular, ya que en algunos sitios conviven los dos fenómenos.
  • Pérdida de *-d* y *-r* al final de sílaba (ej. *bondá*).
  • Pérdida de la *-s* final, lo que ha provocado que la vocal última sea más abierta y alargada.
  • Confluencia de *vosotros* y *ustedes*: ha desaparecido *vosotros* y en su lugar se utiliza *ustedes* en cualquier situación, unas veces en tercera persona (ej. *ustedes vinieron ayer*) y otras en segunda (ej. *ustedes tenéis*).

El Extremeño

Es una zona de transición entre el castellano norteño y el andaluz por tener características de ambos. Se han extendido fenómenos como:

  • El yeísmo, la aspiración de la *-s* implosiva y la vacilación entre la *-l* y *-r* final.
  • Cierre de la vocal final *-o* en *u* (ej. *benditu*); conservación de la *-e* final (ej. *rede*).
  • Uso del diminutivo *-ino*.

El Murciano

Se habla en Murcia y en parte de Alicante y Albacete. Algunos rasgos son:

  • Palatalización de la *l-* inicial (ej. *llengua*).
  • Uso del sufijo *-ico* (ej. *pajarico*).
  • Confusión de *r* y *l* al final de sílaba (ej. *árta* por *alta*).
  • Abertura del diptongo *ei* en *ai* (ej. *vainte* por *veinte*).
  • Tendencia a añadir infijos nasales (ej. *muncho*).

El Canario

El castellano llega a las islas Canarias en el siglo XV. La conquista y repoblación se llevó a cabo desde los puertos andaluces, de forma que el habla canaria participa de los fenómenos dialectales típicos del sur peninsular. Además, ha sido zona de tránsito entre España y América, de ahí los americanismos presentes en este dialecto (ej. *guagua*, *cachetada* por *bofetada*, *cucucho* por *luciérnaga*). Los rasgos más característicos son:

  • El seseo.
  • Ha desaparecido el *vosotros* y se utiliza el *ustedes*.
  • Uso del pretérito perfecto simple en vez de compuesto (ej. *desayuné*, en vez de *he desayunado*).
  • Confusión entre *-l* y *-r* ante consonante y en posición final de palabra (ej. *mi arma*).
  • Léxico procedente de los guanches (lengua autóctona ya desaparecida): *gofio* (harina de maíz), *baifo* (cabrito), *garufa* (llovizna).