Comentario del Fragmento del Capítulo VIII de Don Quijote
Este fragmento pertenece a la primera parte y al capítulo ocho de la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, escrita por Miguel de Cervantes Saavedra (1605). Esta parte está contextualizada en la localidad española de Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real (Castilla-La Mancha).
Tema Central
El tema central es la contraposición entre la locura idealista de Don Quijote y la realidad pragmática de Sancho Panza. Don Quijote se encuentra en el punto álgido de su ideal de hacer el bien, impulsado por su enamoramiento de Dulcinea del Toboso. En esta parte, el protagonista cree ver gigantes molinos de viento y, a pesar de las advertencias de Sancho Panza que niegan su veracidad, se lanza galopando con Rocinante contra uno de ellos. Tras esto, Don Quijote sale malparado, pues una de las lanzas lanzadas al aspa del molino se hace pedazos, arrastrando a Don Quijote y a su caballo, que ruedan por el campo.
Estructura del Fragmento
El fragmento está estructurado en tres partes:
- La primera abarca desde el comienzo, «En esto…», hasta «desigual batalla» (sexto párrafo). Esta sección presenta el lugar, los personajes y el conflicto de Don Quijote.
- La segunda parte abarca desde «Y diciendo esto…» hasta «tal fue el golpe que dio con él Rocinante». Aquí se desarrolla el conflicto y la derrota de Don Quijote.
- La tercera y última parte va desde «¡Válame Dios…!» hasta el final del fragmento. Esta última parte muestra los reproches de Sancho hacia Don Quijote y la constatación de su derrota.
Recursos Estilísticos
A lo largo del fragmento, Don Quijote expresa sus ideas mediante metáforas, como «mala simiente de la tierra». Cervantes también hace uso de la hipérbole para describir el comportamiento del personaje, con expresiones como «fiera y desigual batalla» o el uso de «leguas» para referirse a brazos largos.
Todo el capítulo es una hipérbole desde el inicio hasta el final, donde también se realiza una crítica a las novelas de caballerías. Don Quijote y Sancho Panza actúan como contrapunto el uno del otro. No obstante, hay expresiones altisonantes, es decir, fuera de lugar, que continúan con las parodias de las novelas de caballerías. En la segunda parte se observa el uso de lenguaje arcaizante, anacrónico para la época de la obra. También se encuentran epítetos como «grandes aspas» y la expresión «¡Calla, amigo Sancho!», que funciona como antítesis, además de la personificación atribuida a los molinos.
Conclusión
En conclusión, este fragmento de la novela muestra cómo Cervantes se burla de las novelas de caballerías.
Comentario del Fragmento del Capítulo XLI de Don Quijote
El texto propuesto para el comentario es un fragmento del capítulo XLI de la segunda parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1615). Aunque concebido por Cervantes como una parodia con la intención de ridiculizar los libros de caballerías tan en boga en la época, la maestría e innovación novelística que supuso El Quijote y su riqueza significativa son de tal alcance que se la considera indiscutiblemente una de las cumbres de la literatura universal, una novela de novelas.
El pasaje que comentamos es una narración en la que el narrador (Cervantes) escribe en tercera persona omnisciente e introduce un diálogo en estilo directo entre la supuesta Condesa Trifaldi, Don Quijote y Sancho.
Tema Central
El tema central del fragmento se basa en: el contraste entre la razón y la locura; el deseo de emprender acciones nobles frente a la burla de quienes rodean a Don Quijote y Sancho; y la «quijotización» de Sancho, quien se cree la burla de la Condesa Trifaldi.
Contexto y Desarrollo
El capítulo XLI se ocupa «De la venida de Clavileño, con el fin desta dilatada aventura». Don Quijote, por supuesto, ha aceptado el reto de Malambruno, y esa misma noche cuatro sirvientes del duque, disfrazados de salvajes, traen el caballo volador a los jardines del palacio y se retiran. Es un diálogo que contiene el ruego de la condesa, quien le pide que no dilate más la empresa, y las reacciones de Don Quijote y Sancho Panza. Este diálogo manifiesta una vez más la contraposición entre el carácter del caballero, dispuesto a afrontar la aventura, y el del escudero, quien se niega en principio por miedo a volar, aunque aduce que no puede dejar la ínsula sola.
Estructura del Fragmento
De acuerdo con lo anterior, podemos distinguir en el texto tres partes, que corresponden a las intervenciones en el diálogo (estructura externa) de cada uno de los personajes:
- El ruego de la falsa Condesa Trifaldi.
- La respuesta de Don Quijote, quien, conforme a su ánimo valiente y generoso, promete emprender de inmediato la aventura.
- La negativa de Sancho, quien, en clara antítesis con su amo, manifiesta su carácter interesado y cobarde.
Estas tres partes, si dejamos de lado la frase inicial en tercera persona, coinciden con la estructura interna.
Recursos Lingüísticos
Por otra parte, el latinismo «ínsula» (=isla), habitual en los libros de caballerías, lo ha aprendido Sancho de Don Quijote sin entenderlo (para él viene a significar reino, ya sea en una isla o en tierra firme), y a partir de él deriva el término «insulanos».
Conclusión
En suma, el pasaje que hemos comentado es muy significativo porque en él se contienen muchos de los rasgos que definen la personalidad de sus protagonistas, los temas que aparecen a lo largo de la novela y constituye una muestra clara de la prosa sencilla de Cervantes.
Comentario del Fragmento del Capítulo XXV de Don Quijote
El texto propuesto para el comentario es un fragmento del capítulo XXV de la primera parte de Don Quijote de la Mancha (1605). Este pasaje, concebido por Cervantes como una parodia, tiene la intención de ridiculizar los libros de caballerías tan en boga en la época.
Tema y Contexto
Don Quijote, en efecto, resuelve imitar la penitencia de Amadís de Gaula, cambiando su nombre por el de Beltenebros. Dulcinea no ha desdeñado ni engañado a Don Quijote, por lo que este carece por completo de motivos para convertirse en penitente o en loco violento. Frente a la penitencia por amor de Cardenio y a la penitencia motivada de su modelo Amadís, el propósito de Don Quijote es un acto incongruente que se nos aparece como una degradación disparatada y caricaturesca: una parodia, en definitiva, del modelo caballeresco, donde este motivo de la penitencia del héroe es frecuente.
Dentro de este contexto, el fragmento que vamos a comentar corresponde al parlamento en que Don Quijote razona y da cuenta de su intención de imitar la penitencia de Amadís (más adelante duda entre imitar la penitencia de Amadís o la furiosa locura de Orlando).
Estructura Argumentativa
En este parlamento, Cervantes construye un remedo humorístico de la oratoria, desde su misma estructura. El discurso, en efecto, presenta una estructura argumentativa que, tras sentar dos premisas, extrae una conclusión, siguiendo el siguiente esquema:
- Premisa primera: Amadís fue el mejor caballero andante.
- Premisa segunda: En cada actividad hay que imitar a los mejores.
Rasgos de la Personalidad de Don Quijote
El razonamiento y su conclusión (la decisión de emular la penitencia de Amadís) nos muestran, a la vez, algunos rasgos de la personalidad de Don Quijote: su entendimiento no parece verse afectado por su locura, y en muchas ocasiones de la novela es tenido por hombre discreto en todo lo que no tiene que ver con la caballería andante.