Cohesión y Modalización Textual: Fundamentos Lingüísticos y la Generación del 98

Cohesión Textual: Unión y Relación en el Discurso

La cohesión es una de las propiedades básicas de los textos (además de la adecuación, la coherencia y la corrección) que consiste en la unión e interrelación de las partes —los enunciados y sus significados— del texto. Si estos están bien cohesionados, tejen una tupida red de relaciones lógicas y complementarias en todo el texto que contribuyen a dotarlo de gran coherencia.

Mecanismos de Cohesión Gramatical

Los procedimientos o mecanismos de cohesión son variados según los distintos niveles de la lengua. Así, los procedimientos de cohesión en el nivel gramatical son aquellos que tienen que ver con la sintaxis textual. Los más importantes son la deixis, la elipsis y los paralelismos de estructuras sintácticas.

La Deixis: Señalando Referentes en el Texto

La deixis funciona a través de ciertos elementos llamados “deícticos” (determinantes, pronombres y adverbios) cuya función es señalar o sustituir a determinados referentes del texto. Existen dos tipos de deixis: la extratextual y la textual.

  • Deixis extratextual: Si los referentes a los que señalan o sustituyen dichos elementos deícticos son externos al texto, hablamos de deixis extratextual. Algunos tienen que ver con el emisor o el receptor, o con ambos (deixis inclusiva, pues incluyen a ambos en un mismo referente), como es el caso de “nuestro…”. Otros señalan elementos espacio-temporales del marco comunicativo, como es el caso de “en…”.
  • Deixis textual: Si los referentes a los que señalan o sustituyen dichos elementos deícticos están dentro del texto, hablamos de deixis textual. Se diferencian dos tipos según vayan delante o detrás de sus respectivos referentes:
    • Deícticos anafóricos o “anáforas”: Cuando el referente ya ha aparecido y el elemento deíctico es posterior. En el texto, algunos ejemplos de anáforas de los tres referentes básicos del texto serían:
      1. Los que se refieren al referente “acosador”, explícito ya desde el propio título y también en la primera línea del texto: muchos de los determinantes posesivos del primer párrafo (“su/s”) señalan dicho referente.
      2. Los que se refieren al referente “acosado/a” son sobre todo pronombres personales: “quien” que alude al referente víctima más vulnerable; “lo”, “le”, “él”, cuyo referente anterior es (el referente).
      3. Los que se refieren al referente “acoso” (o a la situación de la víctima) en el pronombre “lo” y en los adverbios “así”, “allí”.
    • Deícticos catafóricos o “catáforas”: Cuando el referente aún no ha aparecido y el elemento deíctico es anterior a él. Normalmente no suelen ser tan abundantes, pero en nuestro texto se aprecia algún caso. El más claro es el pronombre “otro”. Otro caso similar es el de “allá”, pues sabemos qué es exactamente “allá” a posteriori.

Otros Mecanismos de Cohesión

  • Elipsis: Es la supresión de un elemento oracional (normalmente el sujeto o el complemento directo) porque, al estar sobreentendido, no hace falta volver a mencionarlo.
  • Paralelismos: Son estructuras sintácticas que se repiten de manera muy similar y que contribuyen a reforzar una idea o la semejanza entre varias de ellas.

Modalización Textual: La Subjetividad del Autor

Se entiende por modalización el grado de subjetividad del autor presente en el texto. Es una de las características más sobresalientes de los textos de opinión, pues gracias a ella, el autor defiende sus opiniones con estilo propio. Veamos cuáles son los procedimientos de modalización más sobresalientes en este texto de…

Tipos de Modalización

  • Modalización valorativa: Consiste en emitir juicios de valor; en dejar patente desde qué emoción o postura emocional e ideológica se aborda el tema.

    Procedimientos de Modalización Valorativa

    Buscar mínimo 4 ejemplos de al menos 6 rasgos de los siguientes:

    1. Personalización del discurso: Presencia de primera persona, deixis inclusiva.
    2. Modalidad oracional con intención expresiva o emotiva: Oraciones exclamativas, interrogativas, dubitativas…
    3. Modalidad oracional enunciativa: Con verbos copulativos.
    4. Expresiones apreciativas o despreciativas: Sustantivos y adjetivos de carácter valorativo y afectivo.
    5. Vocabulario connotativo: Explicar si las connotaciones son negativas o positivas.
    6. Figuras literarias: Metáforas, hipérboles, ironía, personificación, comparación.
    7. Signos de puntuación: Puntos suspensivos para expresar duda, temor…
    8. Frases hechas, refranes o algún giro o expresión de moda: “sin más”.
  • Modalización epistémica: Es la que se relaciona con el grado de certeza. (Ejemplos).
  • Modalización deóntica: Se produce cuando el emisor se dirige al receptor, lo interpela para expresarle la necesidad de actuar por motivos éticos o morales.

La Generación del 98 y “El Árbol de la Ciencia” de Pío Baroja

El árbol de la ciencia es una obra de Pío Baroja, miembro de la Generación del 98. Esta denominación fue una creación tardía de Azorín, plasmada en unos artículos de 1913, y fue discutida por alguno de sus miembros, entre ellos el propio Pío Baroja, aunque el tiempo la ha fijado definitivamente. Abarcaría a los que en un principio se denominaron como el Grupo de los Tres: Azorín, Baroja y Ramiro de Maeztu, que publicaron un manifiesto en 1901 denunciando la descomposición moral de la sociedad, la desorientación de la juventud y, en general, su preocupación por España. Posteriormente se les unieron Unamuno, Valle-Inclán y Antonio Machado.

Características Comunes de la Generación del 98

Estos autores tienen en común unas fechas de nacimiento cercanas, unas inquietudes literarias comunes (Bécquer, Manrique, Larra, Cervantes…), una relación personal (compartían ideas políticas liberales; promovían reformas ideológicas, participaban en actos colectivos reivindicativos o de denuncia), pero, sobre todo, sentían una desolación común por la situación de España tras el “Desastre del 98” (hecho que se recoge en la obra: 6ª parte, La experiencia en Madrid; cap. I, Comentario a lo pasado, y que comentaremos posteriormente). Además, se interesaban por temas recurrentes: los conflictos existenciales y filosóficos, el sentido de la vida y el destino del ser humano, el paso del tiempo, la muerte o el valor de las creencias religiosas. Y, por último, comparten un lenguaje natural, sobrio y con una clara voluntad antirretórica (a excepción de Valle-Inclán).

Reflejo de la Época en “El Árbol de la Ciencia”

Todos estos elementos contextuales, temáticos y estilísticos se ven reflejados en la obra que nos ocupa y que analizaremos a continuación:

  • La metáfora que definía España como un país enfermo, cuyo punto de inflexión fue la pérdida de las últimas colonias del Imperio, instauró en el país la necesidad de un movimiento regenerador (el llamado “regeneracionismo”) al que se oponía el conservadurismo de las élites económicas, del ejército y de la Iglesia. El atraso económico (la industrialización había sido tardía y muy localizada), el atraso educativo (la tasa de analfabetismo era muy superior a la de otras naciones europeas) y el agotamiento político (la alternancia de partidos se apoyaba en un sistema caciquil que manipulaba los sistemas electorales) eran los síntomas más evidentes de tal enfermedad.
  • Baroja se sirve de esta novela para denunciar el problema económico y el carácter grosero y bárbaro de sus costumbres, la envidia, la insolidaridad y el caínismo (véase toda la 5ª parte, La experiencia en el pueblo, donde Alcolea representa la intransigencia social y religiosa, la ignorancia, el rechazo a la modernidad, el caciquismo y la intolerancia).
  • Igualmente, el concepto de Baroja sobre la decadente situación de la ciencia, la investigación y la cultura, así como el ambiente universitario con una sátira implacable contra el profesorado y alumnado, queda recogido en la 1ª parte, La vida de un estudiante en Madrid. Los miembros de la Generación del 98 mostraron una orientación europeísta basada precisamente en impulsar la ciencia y en implicar a los intelectuales en la difusión de la cultura y en la política.
  • Otros aspectos de crítica social (que se denuncian especialmente en la 6ª parte) hacen referencia a lo que él llama “lacras sociales”, la miseria social y moral tanto de las clases favorecidas como del proletariado al que presenta como embrutecido. Asimismo, la falta de higiene o la prostitución, aspectos que se recogen especialmente cuando Hurtado es nombrado médico de higiene.
  • En cuanto a las preocupaciones más filosóficas, la literatura de los miembros de esta generación se convierte en una reflexión intelectual sobre los grandes temas que preocupan al hombre: el paso del tiempo, el sentido de la vida, el determinismo, el misterio de la muerte o el valor de las creencias religiosas. Entroncan con los maestros del irracionalismo y del subjetivismo europeos como Schopenhauer, Nietzsche y Kierkegaard, para los que la razón por sí sola no es capaz de explicar la complejidad de la existencia humana. Sobre todas estas cuestiones debaten Hurtado y su tío Iturrioz en la 4ª parte. Además, el arte existencial de las primeras décadas del siglo XX refleja la angustia ante la vida y la desesperación ante el dolor y la muerte, y Unamuno y Baroja son considerados representativos de esta corriente junto a los europeos Kafka, Sartre o Camus. El personaje principal de El Árbol de la ciencia, Andrés Hurtado, se muestra como prototipo de todas estas concepciones filosóficas, con su angustia, su pesimismo y su falta de esperanza.

Conclusión

En conclusión, esta novela es posiblemente una de las más representativas del momento histórico-social en que surgió, de las inquietudes compartidas por los miembros de la Generación del 98 y del estilo característico de su autor.