Simbolismo en “Los Cachorros” de Vargas Llosa
El inicio de la novela evidencia el carácter evocador de todo el relato, que comienza con un hecho central: la estancia en el colegio. La vida de los miraflorinos transcurre entre la asistencia a clase, los amigos y los juegos. Esta etapa está marcada por los estudios y el deporte, teniendo este último una primacía sobre los primeros.
Aquí, el fútbol se erige en mito. Los otros dos elementos míticos son el machismo y la posesión de objetos, siendo este último el que le falta a Cuéllar después del accidente. Su apodo de Pichula o Pichulita se utiliza para designar el pene de los niños; es un apodo provocador y ridiculizante.
Símbolos Clave y su Interpretación
- El Perro: Simboliza el cambio y representa el instinto animal del hombre. También podría interpretarse como la agresividad de la sociedad burguesa hacia todo lo diferente. Esta sociedad no puede permitir que nadie perturbe el orden establecido. Por eso, el perro (la sociedad) ataca al diferente. El perro simbolizaría la figura del padre que castra al hijo, arrebatándole su individualidad y autonomía.
- Judas: Simboliza la traición.
- La Castración: Es la muerte simbólica de Cuéllar.
- Los Cachorros: Representan a los hijos que se integran en la sociedad para formar parte de ella. Son inmaduros e incompletos.
- Teresa: Se confunde por momentos con una mariposa, ambas bellas, rápidas y caprichosas.
- El Buitre: Está íntimamente relacionado con la digestión. Cuando Cuéllar se emborracha, empieza a vomitar y la voz colectiva lo describe como “buitreándose”, lo que hace referencia a un pasado que no es capaz de digerir.
- El Mar: Aporta seguridad al protagonista, permitiéndole desahogarse y arrojar su ira; sin embargo, es también un elemento amenazador, puesto que lo desafía cuando está bravo.
- Símbolos de Potencia Sexual: Numerosos elementos se relacionan con la potencia sexual, como las tablas de surf, los coches, la escopeta, la pistola y el revólver, así como los apodos Cachito y Capón.
El Estilo Narrativo en “Los Cachorros”
“Los Cachorros” es una novela de carácter experimental, en la que se produce un ajuste perfecto entre forma y contenido, y en la que Vargas Llosa introduce técnicas que no había empleado en sus obras anteriores. Los principales recursos son:
Recursos Estilísticos Destacados
El Periodo Literario Proteiforme
Es una fórmula en la que la frase pasa de la tercera persona del plural a la primera del plural y viceversa, sin que se rompa el sentido de la secuencia narrativa y sin que el monólogo y el diálogo se distancien del discurso. La ausencia de concordancia indica el mundo complejo y colectivo con el que se enfrenta, visto por un observador que a veces está fuera del grupo y otras veces insertado en él, y que pasa de una realidad objetiva a una subjetiva, y del pasado al presente o al futuro.
Otra variante ocurre cuando se hace uso de la narración dialogada. Los diálogos son presentados de forma directa, sin introducción. El efecto que produce esta mezcla de voces, tiempos y situaciones es el de crónica oral, lo que se cuenta al mismo tiempo que está ocurriendo.
Las Onomatopeyas
La onomatopeya es característica del lenguaje infantil, de ahí que sea notable la presencia de onomatopeyas y grafismos en los primeros capítulos de la obra, aquellos que corresponden a la niñez y la juventud de los “cachorros”. Pero también puede tener otros significados: son parte de los códigos de entendimiento del grupo, marcas de identidad, y comentarios que significan integración y demarcación de un territorio donde no todos pueden entrar. Adquieren un valor estructural de mayor importancia cuando el perro se acerca a los niños y entra en escena, aumentando el número de veces que aparece la onomatopeya que hace presente al animal. Las imitaciones que hace Cuéllar de héroes infantiles sirven para señalar el rasgo antiheroico del personaje, su condición de marginado.
Los Diminutivos
Son propios del habla juvenil, pero en esta obra se manifiestan como un fenómeno constante, lo que ha sido interpretado como manifestación de una infantilidad permanente del grupo. Además, los diminutivos pretenden un rebajamiento del contrario o del obstáculo, y son característicos del habla miraflorina. Es el modo maduro de expresarse, con un tono desinteresado, impersonal y superior; es su manera de decir que no es nada serio. Por tanto, la abundancia de diminutivos cobra especial relevancia para transparentar la psicología de los personajes.
La Yuxtaposición
Es un procedimiento básico del lenguaje hablado, juvenil y popular, y de la literatura oral. Mediante ella se intensifica su carácter de crónica oral. La expresión se hace más rápida, más espontánea y menos intelectual.
Peculiaridades Léxicas
Vargas Llosa ha logrado una revolución léxica en su narrativa que va paralela a la renovación sintáctica y estructural. Es abundante la presencia de americanismos y peruanismos; el autor los introduce en un contexto que facilita su comprensión. Anglicismos, neologismos, arcaísmos, así como expresiones de la jerga juvenil, aseguran la complicidad con el lector. La jerga y los usos locales no son una novedad en las novelas de Vargas Llosa, pero su frecuencia es aquí mucho mayor.