Evolución del Rol Estatal en la Economía: Del Intervencionismo a la Regulación

Del Estado-guardián al Estado-protagonista

Durante el siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial imperó el liberalismo económico, partidario de la no intervención del Estado en la economía. Sin embargo, el Estado jugaba un papel fundamental, ya que incluso los liberales más convencidos debían reconocer:

  • La existencia de necesidades básicas que el mercado no satisfacía y que el Estado debía cubrir.
  • La existencia de monopolios naturales, los cuales debían ser controlados por el Estado para evitar que las empresas privadas los utilizaran en su propio beneficio.

En resumen, la visión liberal del papel económico del Estado se correspondía con el Estado-guardián. Como resultado, este modelo dio paso al Estado-protagonista, que asumía, en líneas generales, la dirección y organización de la economía.

Del Estado-protagonista al debate sobre sus funciones

Desde el último cuarto del siglo XX han resurgido nuevas ideas económicas, como el nuevo liberalismo económico o el neoliberalismo. Los economistas debaten hoy si el Estado debe ser más protagonista (enfoque neokeynesiano) o limitarse a garantizar el funcionamiento del mercado (enfoque neoliberal).

Este debate se refleja en la sociedad con contradicciones evidentes: mucha gente afirma que el Estado es excesivamente grande y se queja de los altos impuestos, pero al mismo tiempo exige una mejor sanidad pública, mayor seguridad o más becas.

La proporción o el peso del Estado en las economías varía significativamente según los países.

Los fallos del mercado

El mercado, a pesar de su eficiencia, presenta una serie de fallos que justifican la intervención estatal:

  1. Ciclos económicos: El mercado no logra mantener un crecimiento económico estable, caracterizado por fluctuaciones de expansión y contracción.
  2. Externalidades: Actividades económicas que afectan a terceros (positiva o negativamente) y que el mercado no controla ni internaliza.
  3. Bienes públicos: El mercado es incapaz de proporcionar la cantidad de bienes públicos (no excluibles y no rivales) que la sociedad necesita.
  4. Falta de competencia o información: Situaciones de monopolio, oligopolio o asimetría informativa generan exceso de poder y abusos que perjudican a los consumidores.
  5. Equidad: El mercado tiende a generar una distribución desigual de la renta, dejando desatendidos a los más necesitados.

Los ciclos económicos

Son fluctuaciones de la actividad económica, caracterizadas por la expansión o la contracción de la producción y el empleo en la mayoría de los sectores. Las economías crecen cíclicamente con épocas de expansión (el PIB crece y aumenta el empleo) y épocas de recesión (los recursos de la economía permanecen inactivos).

La aportación keynesiana

John Maynard Keynes, en su obra durante la Gran Depresión, criticó la creencia de que el mercado se recuperaría por sí solo. Keynes sostenía que, en situaciones de desempleo masivo, los mecanismos naturales del mercado no serían suficientes para la recuperación. Propuso que el Estado debía intervenir gastando o invirtiendo para estimular a empresarios y consumidores. Su enfoque, conocido como la “revolución keynesiana”, fue ampliamente aceptado por los economistas.

Las externalidades

Son efectos que la actividad de una empresa o un consumidor produce sobre terceros. Pueden ser positivas (beneficios sociales) o negativas (costes sociales). Los causantes de las externalidades negativas no suelen asumir ni pagar las consecuencias.

El Estado como corrector de las externalidades

El Estado puede corregir las externalidades mediante:

  1. Impuestos y subvenciones: Establecer impuestos sobre actividades con impacto negativo para que quien las origina asuma el coste, o subvencionar actividades beneficiosas.
  2. Regulación de las actividades: Restringir o regular actuaciones con efectos negativos, como prohibir actividades peligrosas cerca de zonas urbanas.
  3. Comercio de derechos de emisiones contaminantes: Fijar límites a las emisiones y asignar permisos a las empresas para producir CO2.

Los bienes públicos puros y el “consumidor parásito”

Los bienes públicos puros solo pueden ser ofrecidos a todos o a nadie. Las empresas privadas no suelen interesarse en producirlos, ya que es difícil impedir que las personas los utilicen sin pagar, lo que genera el problema del “consumidor parásito”.

La falta de competencia y el exceso de poder del mercado

Cuando la competencia es limitada (monopolios u oligopolios), los productores utilizan su poder para imponer condiciones perjudiciales para los consumidores. La ausencia de competencia también fomenta la rutina y retrasa la adopción de innovaciones.

La falta de información: La información asimétrica

En situaciones de información asimétrica, los mercados tienden a favorecer a la parte con más conocimiento, pudiendo generar selección adversa (perjudicarse por elegir mal). Los poderes públicos deben garantizar más información a la parte débil y mayor transparencia en los contratos.

Mercado y equidad

La equidad implica que personas en circunstancias similares deben tener un trato fiscal y de prestaciones similar (equidad horizontal), y que quienes disfrutan de mayor bienestar deben contribuir más y recibir menos que quienes tienen menos (equidad vertical).

El Estado y la redistribución de la renta

El Estado busca reducir las desigualdades mediante la redistribución de la renta a través de:

  1. Impuestos: Implementando impuestos progresivos, donde quienes perciben mayores rentas pagan proporcionalmente más.
  2. Gasto público: Financiando servicios y transferencias que benefician a toda la sociedad o a los sectores más desfavorecidos.

Las políticas coyunturales

Son medidas dirigidas a conseguir objetivos de crecimiento a corto plazo:

  1. Política exterior: Influir en las relaciones internacionales a través de políticas comerciales o fijando tipos de cambio.
  2. Política fiscal: Aumentar la actividad económica incrementando el gasto público o reduciendo impuestos para estimular el consumo.
  3. Política monetaria: Los bancos centrales regulan la economía fijando tipos de interés o controlando la masa monetaria.
  4. Política de rentas: Regular precios para controlar la inflación cuando esta se dispara.

Las medidas estructurales

Son acciones orientadas a modificar la estructura económica a largo plazo:

  1. La modernización de sectores económicos clave.
  2. La planificación indicativa.
  3. La política de nacionalizaciones o privatizaciones.

La política económica y los valores de una sociedad

La política económica se mueve entre la economía positiva (explicación y descripción de situaciones) y la economía normativa (opinión y prescripción sobre cómo deberían ser las cosas).

Los valores en economía

Un valor fundamental en la sociedad es la eficiencia, que busca obtener la máxima producción con los recursos disponibles. La equidad, a través de una distribución de la renta que corrija desigualdades, es otro valor crucial. Otros valores importantes incluyen:

  • Seguridad económica.
  • Libertad económica: Permitir a los consumidores decidir su gasto, elegir trabajo y a los emprendedores iniciar negocios.
  • Sostenibilidad: Garantizar un crecimiento que satisfaga las necesidades presentes sin comprometer el desarrollo futuro.
  • Solidaridad: Apoyo mutuo entre los miembros de la sociedad.

El conjunto de los valores macroeconómicos

Se puede resumir en conseguir un nivel de crecimiento económico que satisfaga cada vez más necesidades. Sin embargo, este objetivo no siempre se logra, y la economía tiende a fluctuar a lo largo de los años.

Período de recesión y depresión

Se entiende por recesión la caída o disminución del PIB durante dos trimestres consecutivos o más. Si la recesión se agrava y se vuelve más grave y permanente, se habla de depresión.

Tres factores que condicionan los resultados de la economía en un país

  1. Las fuerzas internas del mercado: Reflejadas en el comportamiento de consumidores y empresas en sus decisiones de consumo e inversión.
  2. Las perturbaciones externas: Como conflictos políticos, bélicos, desastres naturales, etc.
  3. La actuación de los gobiernos: Dirigiendo y controlando la economía a través de políticas fiscal, monetaria, exterior, etc.

La demanda agregada y el PIB

La demanda agregada (DA) representa el gasto total previsto en una economía. Es la suma de las expectativas de gasto en todos los bienes y servicios. La fórmula del PIB, que es igual a la demanda agregada, es: DA = C + I + G + (X – M), donde C es consumo, I es inversión, G es gasto público, X son exportaciones y M son importaciones.

Si excluimos las exportaciones netas (X-M), obtenemos la demanda interna: C + I + G.

De qué depende el consumo

El consumo depende principalmente de:

  • La renta disponible de las familias: El consumo aumenta con la renta. La renta permanente (renta media a lo largo de la vida) también es crucial, ya que las familias consideran sus ingresos pasados y futuros al gastar.
  • Los tipos de interés y la facilidad de crédito: Si los tipos de interés bajan, el acceso al crédito se abarata, lo que favorece el consumo.
  • El ciclo vital: Los jóvenes y los ancianos tienden a gastar una mayor proporción de su renta que las personas de edad intermedia.

El ahorro

El ahorro es la renta que queda después de los gastos de consumo. Las razones para ahorrar incluyen:

  • Asegurar la protección ante imprevistos (enfermedad, paro).
  • Realizar proyectos que requieren grandes desembolsos (comprar una vivienda).
  • Obtener una renta suplementaria al invertir los ahorros.

El ahorro aumenta con la renta y también depende de los tipos de interés ofrecidos.

Los indicadores de la evolución del consumo

Algunos indicadores clave de la evolución del consumo son:

  • La encuesta de presupuestos familiares: Recoge las expectativas de gasto y el grado de optimismo/pesimismo de las familias.
  • Las matrículas de automóviles: La compra de vehículos es un indicador fiable del consumo.
  • Otros indicadores: Consumo de gasolina, encuestas al comercio minorista, etc.

Las inversiones económicas

La inversión económica consiste en la adquisición de bienes de producción para generar otros bienes. Incluye la inversión en planta y equipo y la construcción de viviendas para uso familiar. La suma de ambos componentes constituye la formación bruta de capital fijo (aproximadamente el 20% del PIB).

Tipos de inversiones económicas

  • Inversiones de reemplazamiento: Para sustituir maquinaria y equipos desgastados.
  • Inversión de renovación: Cambiar equipos obsoletos por otros más avanzados.
  • Inversión de extensión o ampliación: Adquirir nuevos equipos para aumentar la producción.

De qué depende la demanda de inversión

La demanda de inversión depende de:

  • Los tipos de interés: Unos tipos de interés altos encarecen la financiación, desincentivando la inversión.
  • La capacidad realmente utilizada: Si una empresa no utiliza toda su capacidad productiva, no tiene incentivos para invertir.
  • La confianza en el futuro: Las decisiones de inversión son a largo plazo y dependen de las expectativas económicas generales. La confianza fomenta la inversión, mientras que la incertidumbre la frena.

Los problemas derivados de la economía sumergida

La economía sumergida (actividades económicas no declaradas) genera graves problemas:

  • Competencia desleal para los empresarios legales.
  • Reducción de ingresos públicos: Afecta a la capacidad del Estado para ofrecer servicios y puede llevar a un aumento de impuestos.
  • Empleo precario: Los trabajadores no disfrutan de derechos laborales, y las condiciones de seguridad e higiene suelen ser deficientes, con riesgo de explotación.
  • Desincentivo a la creación de empleo: Cuando los trabajadores pluriempleados ocultan parte de su actividad, impiden que otras personas encuentren trabajo.
  • Riesgos para la seguridad y salud colectiva: Ausencia de controles oficiales de calidad y medioambientales.

De la demanda de un bien a la demanda agregada

Existen dos diferencias clave entre la demanda de un bien y la demanda agregada:

  • El término “agregada” se refiere al conjunto de la economía, es decir, a la demanda colectiva de TODOS los bienes y servicios producidos en una economía (alimentos, vivienda, transporte, etc.).

Los ciclos económicos

Un desplazamiento de la curva de demanda agregada hacia la izquierda indica una recesión, que provoca un descenso del nivel de producción y un aumento del desempleo. Un desplazamiento posterior hacia la derecha señala una recuperación o expansión de la economía, con el consiguiente aumento de la producción y el empleo.

Estas fases, representadas en su evolución temporal, conforman los ciclos económicos. Cada ciclo consta de cuatro fases: recesión, fondo, expansión y cima. El fondo y la cima son puntos de inflexión donde el ciclo cambia de tendencia a corto plazo.