El Arte Griego: Cuna de la Estética Occidental
Introducción al Arte Griego
El arte griego se desarrolló desde el siglo VII a. C. hasta el año 31 a. C., extendiendo su influencia por todo el Mediterráneo y el sur de la península balcánica, siendo el origen de Europa. Hasta las conquistas de Alejandro Magno, los griegos se estructuraron en ciudades independientes. Todo esto fue conformando una entidad cultural, la Hélade, en la que se utilizaba una lengua común, la koiné. La gran dispersión de territorios confirió a Grecia una notable variedad en su sociedad y cultura. Esto transformó a Grecia en una sociedad antropocéntrica, con instituciones, tradiciones, arte y religiones concebidas a la medida del ser humano, dotado de independencia.
La Hélade es el origen del arte occidental y también de todas las ramas del saber, desde la filosofía hasta la geografía, constituyendo el germen de Europa. El arte se organiza, por ejemplo, de manera racional; los templos se edifican con un módulo basado en proporciones a escala humana y se aplica un estudio matemático en todas las obras de arte. Para la búsqueda de la belleza ideal, los griegos utilizaron la mímesis (imitación de la naturaleza), pero aplicando correcciones ópticas con cálculos muy elaborados.
El arte griego no se desarrolló de forma independiente, sino que tuvo raíces e influencias en el arte del mundo antiguo. Del arte egipcio tomaron el canon de pintura y escultura, además del uso de la simetría, las columnas y la arquitectura adintelada. La Acrópolis de Atenas es la ciudadela o recinto sagrado donde se encuentran algunos de los templos y edificios más emblemáticos y famosos de la arquitectura clásica griega.
La entrada a la Acrópolis, los Propileos, es una estructura con un pórtico columnario central que deja un pasillo. Otro edificio templario emblemático y de singular importancia es el Erecteion, un templo de adoración múltiple, ya que se rinde culto tanto a dioses olímpicos como Atenea, Poseidón y Zeus.
Características Generales de la Escultura Griega
En la escultura griega, el ser humano será el eje central, consecuencia lógica de su carácter antropocéntrico. Se produjo una clara evolución desde la simplicidad arcaica hasta el barroquismo helenístico. La escultura fue ganando en expresividad y dinamismo. Con la escultura en bulto redondo, los griegos plasmaron su concepto de grandeza y perfección del cuerpo humano. Se pueden distinguir tres periodos principales:
Periodo Arcaico (siglo VIII al VI a. C.)
Es un periodo de formación y consolidación, caracterizado por la rigidez y la frontalidad en las figuras, como los kuroi y las korai.
Periodo Clásico (siglo V al IV a. C.)
Considerado el de plenitud de la escultura, con un claro dominio del canon en la representación del cuerpo humano, buscando la perfección y el equilibrio. En este periodo se distinguen dos generaciones y una patente evolución desde el llamado Estilo Severo o preclásico hasta un estilo ya prácticamente prehelenístico.
Periodo Helenístico (siglo IV al I a. C.)
Se caracteriza por el desarrollo de la expresión, el dramatismo y la representación de actitudes violentas, anecdóticas o emocionales. Tanto los relieves como las esculturas de bulto redondo solían estar policromadas para acentuar el realismo de la figura.
El arte griego tenía como aspiración la mímesis, la imitación de la naturaleza, aunque de una manera idealizada. De ahí que el arte griego en general, y la escultura en particular, sean siempre proporcionados, simétricos, razonados, realistas e idealizados. Se trabajaron diferentes variedades de materiales, desde la madera pigmentada hasta diversas rocas y metales.
El material preferido fue el mármol, un material noble, más duradero y que permitía acabados más perfectos, aunque en escultura de gran tamaño se trabajó preferentemente el bronce.
Características Específicas del Helenismo
El Helenismo es consecuencia de la crisis de la polis al integrarse bajo el dominio macedónico. Destacaron la expresión del sentimiento y el afán propagandístico. Se inicia una era de realismo, a veces amargo, donde se prefiere el desequilibrio de los cuerpos retorcidos en posturas serpenteantes, el dramatismo de las expresiones frente a los rostros tranquilos, y la representación de la fealdad de monstruos o seres amenazadores frente a la belleza clásica. Los cuerpos se retuercen, los músculos se hinchan, y los rostros expresan dolor.
Aunque Atenas siguió siendo considerada el solar de la cultura por excelencia, aparecieron otros centros y escuelas como Rodas o Pérgamo. Si bien el recuerdo de los ideales de armonía se conservó, surgieron nuevos temas, algunos con carácter anecdótico. Se crearon grandes programas iconográficos para la exaltación propagandística de las dinastías macedónicas.
El Arte Romano: Heredero y Transformador del Legado Clásico
Introducción al Arte Romano
Roma fue la heredera de la Grecia helenística y constituyó un inmenso Estado imperial que abarcó toda la cuenca mediterránea. Roma se convierte en el antecedente cultural de todo el mundo occidental hasta la actualidad, a través de la Edad Media y de Bizancio. El arte romano está unido y mezclado a la herencia griega con la etrusca, lo que concluye con el ideal de belleza heleno unido al realismo romano.
El arte romano evoluciona y se divide en distintas etapas:
La Monarquía (753-509 a. C.)
Periodo poco conocido en términos artísticos.
La República (509-31 a. C.)
Basada en la consolidación y absorción de los estados helenísticos, que confiere al arte un carácter funcional y una finalidad propagandística.
El Imperio (31 a. C.-476 d. C.)
Con la expansión de Roma, se desarrolla un arte grandilocuente y propagandístico. Esta última etapa incluye también el arte paleocristiano, con la cristianización del propio arte romano.
Una gran influencia en el arte romano proviene de los etruscos, quienes tuvieron importantes relaciones comerciales con griegos y cartagineses y que, en el siglo VI a. C., ocuparon una gran parte de la vertiente occidental italiana y del valle del Po. El arte etrusco tiene un carácter funerario y religioso que influyó mucho en el arte romano.
Los etruscos utilizaron de manera habitual el arco y la bóveda para las edificaciones civiles y el arquitrabe para las religiosas, lo que marcó la arquitectura romana. Esto fue un gran referente, aunque el arte etrusco se diferencia por incluir un orden arquitectónico propio, el Toscano, muy parecido al dórico. Para mantener una administración ágil y un ejército operativo, Roma necesitaba infraestructuras de buena calidad que garantizaran la movilidad, las comunicaciones y el comercio. Un ejemplo son las calzadas, que funcionaban como carreteras por todo el imperio.
Características Generales y Específicas del Arte Romano
La influencia etrusca es fundamental. Los etruscos, un pueblo aún desconocido en muchos aspectos, tuvieron importantes relaciones comerciales con griegos y cartagineses, ocupando gran parte de la vertiente occidental italiana y del valle del Po. La mayor parte del arte etrusco conservado tiene un carácter eminentemente funerario y religioso. Se han encontrado tumbas repletas de joyas de bella factura con influencia fenicia, cartaginesa y egipcia, lo que demuestra que los etruscos fueron hábiles orfebres, destacando sus piezas de plata y oro repujadas.
Además, en estas tumbas aparecieron objetos de bronce de clara influencia griega, como exvotos que recuerdan a los kuroi, y urnas cinerarias decoradas con figurillas antropomorfas o prótomos.
Los frescos encontrados en el interior de las tumbas y la actitud de las mencionadas esculturas revelan una religión con una profunda creencia en la vida después de la muerte y un gran temor al olvido de los mortales hacia los difuntos. Por ello, se recreaban momentos de alegría, hasta el punto de que dichos frescos representaban juegos y simposios funerarios, algunos de los cuales se celebraban en el interior o en la cercanía de las tumbas.