Introducción a la Escultura Griega
Desafíos y Materiales
El principal problema que plantea la escultura griega es la falta de piezas originales. Mármoles de los siglos V y VI quedan muy pocos, si exceptuamos los relieves decorativos de los grandes templos: frontones, metopas y frisos, que solían estar labrados por aprendices del taller. El bronce se convirtió en el material favorito a la hora de realizar estatuas exentas. Un ejemplo es Los Guerreros de Riace, que permiten vislumbrar la perfección que alcanzaron los artistas en la técnica de la fundición.
El segundo problema es la policromía. Todas las esculturas de mármol estaban brillantemente pintadas, empleándose además postizos en los bronces, como láminas de plata sonrosadas en los labios, entre otros.
Conceptos Clave de la Época Clásica
En la época clásica, los griegos aplicaron tres conceptos fundamentales a las estatuas: el principio de la diartrosis y la postura del contrapposto. Fijaron como módulo la cabeza y, a diferencia de los egipcios, variaron el canon de belleza ideal del cuerpo humano con el transcurso del tiempo:
- Durante el siglo V, el canon de belleza fue de siete cabezas.
- En el siglo IV, se elevó a ocho cabezas.
El principio de la diartrosis les hizo acentuar la división entre el tronco y las extremidades. Finalmente, rompieron la ley de la frontalidad al adoptar la ley del contrapposto (la oposición armónica de las partes del cuerpo).
Los Grandes Maestros del Siglo V a.C.
Fidias: El Imaginero de Dioses
Con el propósito de que pudiera divisarse desde lejos y que los viajeros supieran que ya estaban próximos a Atenas, se erigió la Atenea Promachos, advirtiendo el casco y la lanza de la diosa en el horizonte. En el año 450 a.C., antes de embarcarse a la mar, los atenienses que iban a colonizar la isla de Lemnos encargaron al artista la Atenea Lemnia en recuerdo a la patrona de la ciudad que los vio nacer.
En el 438 a.C. se consagró la Atenea Parthenos, un coloso de 12 metros labrado en marfil y oro que presidía la naos del Partenón. Al concluir esta obra, la política de Pericles fue contestada por el pueblo y Fidias fue acusado de robar materiales destinados a la Parthenos. Sufrió proceso y deportación. Se refugió en Olimpia, donde creó el sereno y grave Zeus Olímpico.
Policleto: El Escultor de Atletas y el Canon
Si el ateniense Fidias fue un imaginero de dioses en mármol, oro y marfil, su contemporáneo Policleto fue un escultor de atletas en bronce. Los intelectuales griegos alabaron su dedicación pedagógica que le llevó a escribir un libro técnico llamado Kanon (Canon).
El texto se ha perdido, pero Policleto tuvo precaución de sintetizar su argumento en un ejemplo claro: el Doríforo. La iconografía viril de Policleto se enriqueció el año 430 a.C. con el Diadúmeno, otro efebo captado en el momento en que se ciñe la cinta de los campeones atléticos. La dulce expresión de su rostro ha sido interpretada como una concesión al arte espiritual de Fidias.
Los Maestros del Siglo IV a.C.
Tres nuevas tendencias iluminaron la plástica griega del siglo IV:
- La charis praxiteliana (gracia).
- El pathos escopásico (pasión y dolor).
- La fusión que Lisipo hace de ambas tendencias.
Praxíteles: La Charis y la Sensualidad
Praxíteles nació en Atenas. Aprendió con su padre, y el pintor Nikias fue su habitual policromador. Obras de juventud realizadas en la década de 380-370 a.C., como el Sátiro Escanciador y el Apolo Sauróctonos, son temas agradables, llenos de encanto, tratados con suavidad y reflejados a través de un rítmico contoneo sinuoso que se ha dado en llamar curva praxiteliana.
Su obra maestra data de los años 360 a.C.: la sensual Afrodita saliendo del baño (o Afrodita de Cnido). Se trata del primer desnudo íntegro femenino en el arte griego, en el que imprime las suaves formas redondeadas de su amante Friné. La gracia y la serenidad de la Afrodita Cnidia motivó que fuera muy solicitada por la clientela del mundo antiguo, reproduciéndose en infinidad de copias y adaptaciones que, con ligeras variantes, se prolongarán hasta la helenística Venus de Milo. El único original que se conserva de Praxíteles es Hermes con el niño Dionisio en brazos.
Escopas: El Pathos y la Pasión
Frente a la simpatía de Praxíteles, Escopas se centró en los estímulos patéticos, dando origen a individuos atormentados e inflamados de pasión. Representa a héroes trágicos. Su instintiva Ménade Furiosa, retratada en plena orgía con un cabrito sobre los hombros, muestra el pathos escopásico que el artista conseguía al complementar el dinamismo del cuerpo con rostros de bocas anhelantes y ojos profundos.
Lisipo: El Nuevo Canon y el Realismo
El broncista Lisipo, natural de Sición en el Peloponeso (patria de Policleto), vuelve nostálgico los ojos hacia el Doríforo y revisa el canon de belleza, convirtiendo la cabeza en la octava parte del cuerpo humano. Este nuevo sistema de proporciones lo plasma en el Apoxyómeno: un atleta desnudo que se limpia el linimento con el estrígilo después del ejercicio. Los cronistas antiguos le atribuyen 1500 obras.
Se trata de esculturas e imágenes de gran realismo e instantaneidad que se mueven en el espacio. Las más célebres, conocidas por copias romanas, son Eros tensando el arco, el Hermes Landsdowne y el Hércules de Farnesio. Lisipo fue el escultor predilecto de Alejandro Magno, que apreciaba la expresión de león con que supo retratarlo sin dejarse engañar por la suave mirada que animaba el rostro del rey-héroe de Macedonia.
El Periodo Helenístico (323 – 30 a.C.)
El 13 de junio del 323 a.C. moría Alejandro Magno en Babilonia, víctima de la malaria. Contaba con 32 años y era el príncipe más poderoso del mundo antiguo; le habían reconocido como el hijo de Zeus. El periodo comprendido entre la muerte del héroe macedonio y el año 30 a.C., fecha en que Augusto concluye su anexión con el país de los faraones, va a recibir el nombre de Helenismo.
Características y Urbanismo
Los principales focos del Helenismo van a ser las ciudades, fundadas por los nuevos soberanos. Su urbanismo suele ser reticular, con calles trazadas en ángulo recto, divididas en manzanas regulares como un tablero de ajedrez. Los gobernantes sembraron las poblaciones con majestuosos edificios de carácter privado, público y religioso. La característica arquitectónica de estos programas será la presencia de varias plantas en los edificios, con columnas gigantes y órdenes superpuestos, reservando el jónico para el primer piso y el corintio para el segundo. Roma se aprovechará de tan fecundas innovaciones artísticas.
Las Cuatro Grandes Escuelas Escultóricas
Las grandes creaciones del arte helenístico pertenecen al campo de la escultura. Las estatuas pierden el punto de vista frontal a favor de su visibilidad desde todos los ángulos, con el propósito de que puedan erigirse en el centro de una plaza y el observador las observe desde cualquier perspectiva. Se cultivan las tres edades de la vida: la ternura de la infancia, la plenitud de la madurez y las carnes decrépitas del anciano.
Cuatro grandes escuelas alcanzan el prestigio en esta época:
1. Atenas (Escuela Neoática)
Agobiada por la crisis económica y la pérdida de su supremacía política, da vida a la escuela neoática, caracterizada por copiar y rejuvenecer los modelos clásicos de los siglos V y IV.
2. Alejandría
Mostró complacencia por los temas cotidianos y alegóricos en terracota, piedra o bronce. Simultáneamente, se desarrolló en mármol, como la Alegoría del río Nilo, definido como un anciano recostado que porta el cuerno de la abundancia y los símbolos de las tierras que sus provechosas aguas fertilizan.
3. Pérgamo
Se inclina por temas patéticos de sentimientos violentos. Un ejemplo es el conjunto escultórico que se mostraría en la plaza pública. En el centro figuraba el Gálata Ludovisi, que acaba de matar a su mujer para liberarla de la esclavitud y, mientras sujeta el cadáver, gira la cabeza hacia su enemigo en actitud desafiante al tiempo que se suicida hundiéndose la espada en el pecho. A su alrededor se sitúan gálatas moribundos, y el altar consagrado a Zeus y Atenea.
4. Rodas
Continúa esta vertiente dramática, profundizando en la emoción del sufrimiento y acentuando el dolor. Sus creaciones más famosas son los grupos del Toro de Farnesio y del Laocoonte. Esta última obra fue realizada ya en Roma hacia el 50 d.C., por los escultores Agesandro, Polidoro y Atenodoro para decorar la Domus Aurea de Nerón.
Representa el castigo que Apolo infligió al sacerdote troyano Laocoonte y a sus hijos por haberle ofendido, enviando dos serpientes que les asfixian. Los hombres del Renacimiento vieron en su composición y dramatismo el ideal de la antigüedad, pues era el vivo ejemplo del dolor físico por la tortura y el dolor moral al contemplar cómo sus hijos morían sin poder hacer nada.